lunes, 27 de julio de 2009

UNA DE AGUA ...Y OTRA TAMBIÉN Barrankling en la Bal d'Echo

El viernes estuvimos con Pol en el barranco de Estribiella (Que a mí no sé que me dá que en origen, el topónimo debería ser Estibiella, de Estiva "lugar donde pasta el ganado en verano" más un sufijo diminutivo...). Tenía yo ganas de bajarlo. Había estado, hace muchos años, en el Jardín y, éste, está justo enfrente. La subida, sin pérdida, es corta pero intensa. Se ganan casi 600 m. de desnivel en 45 min. Eso sí, el paisaje merece la pena y la vegetación también. Vimos matas de belladona como para colocar media provincia, aparte de otras especies interesantes.

La primera parte del barranco, labrado en calizas cretácicas cuajadas de fósiles (en especial numulites) tiene un desarrollo muy vertical (rápeles de hasta 30 m. muy limpios de ejecución si exceptuamos que resbala todo como el hielo). La segunda mitad, recorre materiales molásicos del permotriás, de color rojizo y formados, por si alguno le interesa, hace aprox 95 m.a. Mucho más blandos, el barranco apenas presenta desnivel siendo un par los rápeles que hay que hacer aquí y abriéndose las laderas notablemente. Esta parte, si eres de los "machacashacebarrancos", la puedes obviar saliendo por un camino marcado por un hito al poco de dejar las calizas y los rápeles más largos. Si que es verdad que, al final, se hace un poquito pesada teniendo en cuenta que, además, había muchos árboles recién caidos que entorpecían la marcha. Sin embargo, la naturaleza que te rodea bien merece una visita respetuosa.
Tres horetas, sin contar la aproximación, es lo que nos vino a costar.
Después de comer, con galimba incluida, en el centro de interpretación del megalitismo, nos fuimos a la boca del Infierno que, pese al topónimo, es un barranco de los considerados "facilones". Eso sí, en julio y con el agua que bajaba. Me lo imagino en deshielo y pa qué...

Desde la carretera vimos que había auténticas colas de gente...cientos (sí, sí, más de un centenar de críos) estaban bajando en grupos de 30-40 personas. Hicimos el remolón un poco esperando que adelantaran y entramos. La primera garganta, espectacular, no tiene ningún problema. se supera andando y nadando. Muchas paradas para hacer fotos y para que se vaya la gente de delante hasta llegar a la primera cascada. Allí nos encontramos con el último grupo al frente del cual había dos guías. Esperamos a que salten todos y saltamos nosotros tambien. Yo desde la cascada, y Pol desde un bloque empotrado situado a 12 metros y al que hay que llegar por un pasamanos de sirga. Entre la primera y segunda cascada hay un pasamanos para superar un paso que, con caudal debe ser jodido. Aquí nos dejan pasar los guías a todo el grupo. Que, ¿ya habéis comido? pregunto cuando paso al lado del guía que nos ha dejado pasar ¿Comer? responde, ¡Hasta la polla estoy! ¡Ni comer ni nada desde las ocho de la mañana! Menos mal que ya no queda nada. Joder, que dura es la vida del guide. No quedará nada de barranco pero luego, cógete los clientes, llévatelos a su destino, saca neoprenos, lávalos, tiéndelos...qué tiempos aquellos.
En efecto, como decía el guide que estaba hasta las gónadas (lo que no sé si lo estaba por los críos que llevaba, por el agua, por hacer cola en las cascadas, por la crisis o por que le había echado la bulla la parienta...) una cascada más (saltable) y una magnífica badina entre altas paredes dan por terminado el barranco-río.
Nueva galimba, esta vez en Echo, y pa casa que empiezan las fiestas de Santiago en Sabiñánigo y habrá que bajar aunque solo sea a probar el asado de casa de mami...
Hala pues...

2 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

Si,si,montañing,escalading,aguing,nos estamos volviendo un poco gilipolling.

ritxi dijo...

600 m en 45 min y cargado con todo?
Te habías pillado un par de belladonas antes de empezar no?

Por cierto como se llamaba la surgencia del barranco que baja de Escartín?
saluding