lunes, 26 de septiembre de 2011

MIDI D'OSSAU, 2884 m.

No fue ayer un buen día para ir al Midí. Y eso que pintaba cojonudo cuando hemos salido a las ocho de la mañana de Biescas con Teo y Urbez. Cuando hemos empezado a andar desde el aparcamiento de Pombie, a eso de las ocho y media, ya hemos visto un montón de grupos que subían. Joder, cada vez hay más gente en el monte los domingos y menos en misa, no sé a dónde vamos a ir a parar. En apenas una hora nos plantamos en el refugio y desde alli vemos un auténtico hormiguero de gente que se dirigen al Col de Suzon y otros que ya suben hacia el pie de la peña. Almorzamos tranquilamente y esperamos que la gente vaya tirando paro no encontrarnos las chimeneas de subida colapsadas. En media hora desde el refugio llegamos al pie de la primera chimenea. Está petada de gente. No me quiero ni imaginar como se debe poner esto en agosto. Subimos intentando esquivar la maraña de piernas, brazos y cuerdas que hay allí montado. Las otras dos que quedan se puede ir por varios lados y se supone que habrá menos follón. Después de la primera, el camino hace varias lazadas por medio de pedreras hasta alcanzar la base de la segunda chimena donde, sorprendentemente, no hay nadie. La trepamos, sin problemas, por la derecha, subimos un poco más y nos encaramos con la tercera que no es chimenea ni nada. Simplemente es una ladera más pita que las anteriores en la que hay que apoyar las manos en algún punto para progresar. Pasado este punto, donde nos encontramos un bocazas que contaba, a grito pelao, su viaje a los Alpes y lo chunga que es, comparado con esta mierda, (son palabras textuales) la arista Hornli del Cervino. Los adelantamos (pese a sus proezas no se le ve demasiado suelto y encima lleva tres o cuatro tíos a su cargo) y llegamos a la cruz que marca el inicio del Rein de Pombie, una pedrera larga y pesada que nos lleva a la cima norte, llamada Punta de Francia. Al asomarme me quedo flipao...debe haber cerca de cien personas entre las que suben, bajan y las que se ven en la cima. Empezamos a subir despacio y oigo un grito...solo eso pero como hay tanto bocazas suelto no le presto atención. Baja un francés y me dice que acaba de haber un accidente, que se acaba de matar un tío. ¡No me jodas!, le respondo (supongo que no me habrá entendido) Seguimos subiendo y, efectivamente, nos encontramos allí con todo el marrón...gente llorando, otros gritando, otros mirando para abajo...es la décima vez que subo a esta peña. He subido en invierno, en verano, por la fourche, por la arista Peireget... y nunca me había encontrado aquí un marrón de estos. Poco se puede hacer por ese hombre salvo llamar al 112 y que lo vengan a buscar. Seguimos, sin ganas, y en unos minutos llegamos a la cima. Las vistas, como siempre, soberbias y el día sigue siendo cojonudo (meteorológicamente hablando, claro). Estamos muy poco rato y, antes de que se líe la cosa con helicópteros y demas, nos vamos para abajo. Baja mucha gente, muchísima y es triste reconocerlo pero muchos de ellos no deberían estar allí. Gente ¡Que no sabe rapelar!, otros ¡Que no les llega la cuerda en las chimeneas! Oye, ¿me dejas bajar por tu cuerda que la mía no me llega?, tienen la jeta de preguntar. ¡Gente a los que los descuelga un tío que no sabe hacer un nudo dinámico ni montar una reunión! ¡Tu!, que pesas más! sujeta esta baga con el pie que voy a descolgar a este otro ¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!. En mi vida, de verdad, he visto tantas burradas juntas. No se si la gente estaba nerviosa por lo que había pasao es que cada día hay más inútiles en el monte. Cada cual que saque sus propias conclusiones. Solo decir que, lo que nos ha costado subir tres horas, nos cuesta cinco bajar. Al final llegamos, hasta los cojones, al refugio a las cinco y media de la tarde. Echamos un bocao mientras vemos como el helicóptero saca otra pareja, aparente y afortunadamente ilesa, de la arista Peireget. Con sabor agridulce emprendemos la vuelta al coche. No, decididamente, no ha sido éste un buen día para subir al Midí.
Hala pues...

domingo, 18 de septiembre de 2011

BARRANCO DE CONSUSA INFERIOR

Recuerdo, como si hubiera sido ayer mismo, (si, esto es otra batallita del agüelo cebolleta), la primera vez que bajé el Consusa. Fue el 7 de octubre del año 1989. Aquellos años fueron años intensos. Marchábamos con una furgoneta 4L, con 19 años, neoprenos de 3 mm. de bucear en el mar y sin apenas referencias. (La única guía de barrancos que había era la de Bierge y Pontroué y no es que fuera demasiado fiable, de hecho te ponía, por ejemplo, que, caso de intentar el Sorrosal, tenías que llevar una cuerda "de muchos metros"). Recuerdo que el Consusa era un barranco que teníamos idealizado. Uno de los más difíciles, más bonitos y más deportivos del Pirineo, decíamos y el día que lo bajamos, sería sábado, nos cogimos después, para celebrarlo, una buena tajada. Después han venido muchos más barrancos, tantos que ni me acordaría de todos si no fuera porque me lo apunto en un cuaderno. Me apetecía volver, pese a que, después lo he bajado un par de veces y otras dos el superior. Bueno, pues ayer, decidimos volver para enseñárselo a Pol que entró en este mundo de los barrancos, piedras y demás gaitas años después que yo. Pensamos que, para aprovechar el día, lo suyo sería pegarte una buena madrugada, hacer el Consusa superior, el medio y el inferior. Si no me fallan las cuentas, serán sobre 10 horas de actividad. Así que salimos de Biescas a las seis de la mañana y a las ocho estamos aparcando en Revilla. Daban cambio de tiempo para hoy pero no pensábamos que iba a llegar tan pronto...nubes de evolución a estas horas de la mañana, muy nublado hacia el oeste...Este no es un barranco para meterte con tiempo inestable ¿No has oído hablar de la "Ola del Consusa"? Se cargan los acuíferos y te los suelta de golpe. Ya ha pasado más de una vez y creo que a habido algún muerto. Así que, confiando en el Sumo Hacedor, pero sin ponerle nuestras inestimables vidas a güebo, decidimos que, con hacer el tramo medio y el inferior será más que suficiente. Cuando esto quiera empezar a llover estaremos fuera.
Cruzamos Revilla, cogemos el camino y, en apenas 15 min estamos en el cauce, completamente seco. El tramo medio se resuelve en apenas 30 min. Un par de estrechamientos, un par o tres de rápeles...vemos que las pozas, pese a que no corre una gota, están llenas de agua limpia. En poco rato llegamos al puente que marca el inicio del tramo inferior. Aquello enseguida se ahonda. Rápeles prácticamente continuos, algunos muy largos pero sin ninguna dificultad reseñable. No se llega a encajonar como otros barrancos pero la caliza es sólida, pulida y marmórea. Llegamos a dos marmitas trampa completamente secas. En la primera, caemos como dos ratones en una perola. Hay una cadena que te permite subir a fuerza de brazos. La segunda es bastante más jodida. Pol sale bien pero a mi me cuesta sudar un buen rato...me he debido engordar y, encima, pierdo flexibilidad a marchas forzadas...es lo que tiene la puta espondilitis. Poco después llegamos a la cueva. Quizá sea el lugar más majo de todo el recorrido. Enormes bloques empotrados se han desprendido de las paredes laterales cerrando el cauce y formando una especie de cueva. Realmente es un sitio para ver. A partir de ahí, sigue bajando en picao aunque, cada vez, se abre más. Varios rápeles largos nos dejan en la cabecera del último, de 30 metros, volao y espectacular. En apenas tres horas estamos en el camino que une Revilla con Escuaín. Se ha despejado y hace un calor de flipar. Subimos al coche y nos vamos a Lamiana a echar el trago de rigor. 30 belgas, con unos pedazos de bicis de flipar, han tomado el pueblo. Llegan a comer y a alojarse al único hotel-bar-restaurante que hay. Están haciendo una ruta en BTT, ellos y cuatro guías. Esto si que es turismo sostenible y de calidad.
Como queda tarde, cogemos el coche y, aunque ya habíamos estado alguna vez, vamos a visitar Jánovas. No voy a contar nada que no sepa la gente de lo que pasó en ese pueblo convertido en un símbolo. Solo decir que, manda cojones que todavía hoy sigan en pie en algunos lugares las inteligentísimas políticas hidráulicas que llevaron a la ruina este y otros muchos pueblos. El que quiera más información que pinche aquí y aquí. Me he llevado una grata sorpresa al descubrir la fuente del pueblo (la debí ver ya en su día, pero entonces no le presté atención). Una losa con dos culebras talladas nos habla de antiguos cultos a la fertilidad vinculados al agua, a las serpientes y a la Madre Tierra. Acojonante, claro como un libro abierto. La tormenta, al final, nos pilla dentro del coche cerca de Fiscal. Podíamos haber hecho el Consusa integral, pero tampoco ha estado mal el día...
Hala pues...

jueves, 15 de septiembre de 2011

MONTE PERDIDO, 3355 m.

Ya se que no es la forma más elegante y "montañera" que hay para subir a este peñasco, pero era difícil ponernos de acuerdo todos para disponer de dos días de fiesta y subir a Goriz. Así que hoy hemos subido aprovechando el autobús que sale desde Nerín y que te lleva hasta los miradores de Ordesa, a 2200 m. Lo malo es que sale a las siete de la mañana (con lo que nos hemos tenido que levantar a las cuatro y media) y que el billete ida y vuelta te cuesta ¡20 eurakos! Sale el km más caro que si fueras en AVE. Bueno, pues a las siete de la mañana estábamos, puntuales y totalmente sobaos en Nerín, Paco, Teo, Begoña, Javier, Ana y yo. Subimos nosotros y dos parejas más, 10 personas en total . En poco menos de media hora y amaneciendo, estamos arriba. Día completamente despejado y espectáculo de luces y sombras digno de ver. Las montañas se van poniendo rojas mientras que el fondo de los valles continúa en penumbra. Cogemos la senda que bordea los precipicios meridionales del cañón. Nunca había estado por aquí pero, realmente, merece la pena. En hora y media nos plantamos en Góriz donde almorzamos. El refugio, pese a ser un miércoles de septiembre, está lleno y nos dicen que, al menos 40 personas van camino de Monte Perdido. Emprendemos la subida. Les había dicho de subir por la vía de las Escaleras y bajar por la normal pero el día cojonudo que ha amanecido se está jodiendo por momentos. Enormes nubes de evolución se están agarrando al Tobacor, al Cilindro y probablemente aunque no lo vemos, al Perdido. Así que, como por las escaleras solo he subido una vez y por la normal esta será la octava (más otra por la norte y otra desde el Soum de Ramond) preferimos asegurar e ir por allí. El camino, en todo momento, está perfectamente marcado con hitos. Pasamos el desvío a las Escaleras, subimos un repecho y llegamos al gran caos de rocas conocido como "La ciudad de Piedra". En vez de seguir el camino principal, que atraviesa el caos, cojo uno a la derecha que lo bordea. Cuando nos damos cuenta que hemos dejado el camino principal mucho más abajo, se produce el cachondeo general y surgen las dudas sobre mis capacidades de guiaje. Lo cierto es que nos hemos evitado el caos y hemos ganado altura más suavemente. (Aunque soy consciente que nunca me darán la razón). En pocos minutos llegamos al lago helado situado ya a 3000 m. El ambientazo aquí es totalmente alpino. Nos envuelven las nubes y empieza a hacer fresco. Sin apenas detenernos, seguimos hacia arriba. A mitad del canal de la escupidera, justo cuando empieza la penosa pedrera final, Ana y Javier se dan la vuelta. ¡Pero si quedan a penas 15 min! No se sienten seguros, estamos envueltos en niebla, hace frío y la cabeza dice que no...se van para abajo a esperarnos en el lago mientras nosotros seguimos. 15 min que se convierten en media hora hasta que llegamos a la antecima y pocos minutos después arriba. Del paisaje soberbio que se debería ver no se ve nada. Alguna vez se abre y nos deja ver el Soum, el ibón de Marboré y poco más. Lo siento por Teo y Begoña que no habían estado nunca. Paco sí, el es la tercera vez que sube. Estamos poco rato arriba, hace frío, nos ha costado casi tres horas y media desde Goriz y Begoña va floja de fuerzas y moral. La pedrera para bajar nos resulta penosa. Llegamos al ibón, nos juntamos con Ana y Javier e inicimos la bajada hasta Goriz donde llegamos a las cuatro de la tarde. Comemos, caen abundantes cervezas (pese a los precios) y cafeses. Una vez recuperadas las fuerzas (algunos más que otros), a las cinco y media, tranquilamente, cogemos otra vez el camino de Sierra Custodia. Marmotas que ni se inmutan cuando pasamos, luz tamizada y tangencial...es el colofón perfecto al día. Las luces son para fundir la cámara haciendo fotos. A las siete y media llegamos a donde nos tiene que recoger el autobús que llega puntual. A las ocho marchamos hacia Biescas a donde llegamos a las 9 y media, 14 horas y media después de haber salido esta mañana. Creo que ya no voy a subir más a Monte Perdido. Hay todavía muchas montañas que subir y muchos valles que visitar...
Hala pues....

martes, 13 de septiembre de 2011

GORGES DE CANCEIGT Y FERRATA DE SIALA

Pues sí, otra vez a la France. Es lo que tiene tenerla a pocos kilómetros, tener vacaciones, que está todo más verde, que haya más agua en los barranquillos y que haya salido un día radiante. Estoy pensando en empadronarme por ahí. Así que, sin madrugar, nos hemos ido a hacer dos actividades que hace días que les teníamos ganas, las gorgas de Canceigt y la vía ferrata de Siala, ambas muy cerca de Laruns.
El Canceigt es un barranco muy cercano a Laruns que durante muchos años estuvo prohibido su descenso. Ahora solo está regulado para evitar enfrentamientos entre barranquistas y pêcheurs. Hay que entrar después de las 9:30 y salir a las 16 h. Además hay dos párkings, uno a la salida y otro en cabecera, obligatorios. Si aparcas en otro sitio la gendarmerie te la mete doblada. Aunque en las reseñas pone que hace falta combinación de coches, se puede hacer perfectamente con uno. Nos cuesta un rato dar con el párking de abajo. Está señalizado solo con un folio plastificao donde te pone las normas a seguir, la obligatoriedad de salir del barranco en un punto concreto, el material obligatorio...jodo, ya puede merecer la pena, esto parece que lo ha redactao un asesor de ZP...esto está prohibido, esto también, esto está regulao, esto cuidado como lo hacéis... El caso es que dejamos el coche abajo, nos vamos hasta Béost y cogemos, primero la carretera y después una pista-senda que nos lleva a Bagès, dos pueblos situados muy juntos pero uno bastante más alto que el otro. Pasado este último, se sigue por la carretera hasta encontrar un ensanche a la izquierda donde hay colgadas más normas de obligado cumplimiento. Bajamos por un terrero lleno de basura (no cojemos el camino bueno, nos vamos directos) hasta llegar al cauce en pocos minutos. Baja poca agua y bastante fresca. El barranco discurre durante un buen rato entre bosque. Hay que destrepar bolos de todos los tamaños que resbalan un güebo. Un pequeño estrecho, con una cuerda fija para salvar un resalte y se vuelve a abrir otra vez. Llegamos a las ruinas de un molino y vemos que, la mayoría de la gente, debe entrar por ahí ahorrándose buen tramo de río sin interés. Y a partír de allí sí. La garganta se cierra hasta el punto que prácticamente, se hace de noche. De las enormes paredes de caliza negra cubiertas de musgo y helechos, cuelgan espectaculares lienzos de hiedra de muchos metros cuadrados de extensión. Pocos rápeles, la mayoría de apenas 5 o 6 m. Solo hay uno de 16 m. en un lugar precioso. Y de repente...sacabó. Igual que se había engorgao se abre y una cuerda fija cruzada de lao a lao de barranco, con una señal de dirección obligatoria, nos hace salir del río por la derecha. Seguimos una senda jabalinera al principio, después una pista y al final un trozo de carretera que nos dejan en pocos minutos en el coche. Pues sí, es muy majo, pero muy corto. Si supiéramos encontrar la senda del molino y con dos coches, te lo haces en media hora escasa. Aún así ha merecido la pena.
Volvemos a Laruns, cogemos el desvío al Col d'Aubisque y paramos en el balneario de Eaux Bonnes a echar la galiumba correspondiente. Jodo, 2,50 eurakos una pression normal y corriente. Nos han visto cara de primos o que???. Aún con el gomazo que nos han pegao sabe a gloria, la jodida. Seguimos subiendo. Ves despacio, le digo a Pol. He leído que está indicada. Yo pensando que nos íbamos a encontrar un folio colgao en una rama, como en el barranco y de repente aparece una señal, como las de la AP-7, que pone "Ferrata de Siala 100 m." Comemos al lado del coche, nos equipamos y vamos al lío. Hay un cartel de recomendaciones que, si es la primera vez que haces algo de esto, acojona aunque no entiendas nada por estar escrito en francés; está lleno de calaveras y señales de peligro. Se baja por una ladera equipada con cuerdas hasta el borde de las Gorges de Siala, un barranco espectacular que bajé hace ya muchos años. Tres puentes tibetanos te comes de entrada. Uno de ellos son solo dos sirgas, una para los pies y otra para las manos y el seguro. Cruza una primera gorga, cambia dos veces de orilla y te deja al pie de una pared tumbada en el que la vía sube completamente recta. Este trozo se hace largo y cansao. Hay que andar agachado y sobran grapas. Muchos trozos se podían hacer en adherencia. Cuando acaba ese tramo se llega a un desvío. El de la izquierda pone que es difficile y el de la derecha très difficile. Hala, por la derecha. Enseguida empiezan los surplombs. Dos que me hacen sudar de lo lindo. Jodo, acabo de llegar de un finde gastronomico-festivo en Pamplona y me pesa el culo de cojón. Encima, se me bloquea uno de los disipadores y tengo que destrepar, quedarme colgao de un brazo y quitarlo de la sirga con el otro. Allí me he desfondao. Aún así, al no llevar 3ª vaga, no me paro a descansar y me lo ventilo en muy poco rato. Si llega a ser esto un poco más largo...no sé yo...
La ferrata acaba en un espolón boscoso. De allí, sale un camino perfectamente marcado y señalado con flechas rojas que te baja, en poco menos de 15 min. a una de las curvas del puerto. De ahí, por carretera al cocherito leré.
Vuelta a Laruns, cerveza duplicada en la frontière que, a parte de ser más buenas son bastante más baratas, y pa casa. Hoy hay luna llena ¿terminamos la jornada con un descenso nocturno? Vale, nos llamamos. Al final, tras la ducha y la cena nos pega un jamakuko que lo que menos nos apetece es volvernos a calzar el neopreto mojao. La noche, ciertamente, es para dormir, para salir de juerga y para...para... ¡Jefa! ¿Qué se puede hacer de noche además de dormir y zorriar? Nada más, me responde mi querida esposa. Pues eso, a dormir.
Hala pues...

viernes, 9 de septiembre de 2011

BTT, ERATA DESDE BARBENUTA

Hace muchos años, tantos como una veintena, subí a Erata en bicicleta desde Sabiñánigo. No deja de tener mérito la cosa, teniendo en cuenta que subí con una bici de hierro colao, con unos desarrollos de risa, por supuesto, sin suspensión ni leches y, encima, se me jodió la patilla del desviador llegando arriba. Recuerdo bajar con la cadena atada con hierbas trenzadas, llegar al puente Oliván casi de noche y hacer dedo para llegar a casa. En aquellos años (qué viejos somos ya)  no había teléfonos móviles para pedir socorro ni nada por el estilo. Bueno pues hoy se me ha ocurrido volver a subir por el mismo sitio que fuí entonces, aunque he ido en coche hasta Barbenuta. Así me llevo también al perro. He salido a las doce y media (siguiendo, como veis, los consejos del ministerio de sanidad que nos dice que no hagamos deporte en horas de máximo solar...claro que también dice que no trabajemos a esas horas y lo tenemos que hacer sí o sí)
Ya conocía la pista. Por ahí subimos con un Land Rover cuando restauramos la ermita de San Benito pero jodo...de subir sentao a subir pedaleando...anda que no cambia. Los cuatro primeros kilómetros son brutales. Hay unas rampas que más que subir en bici, subes con la bici. Hay que echar pié a tierra en más de una ocasión. Pasado el km 5 desde el desvío de la carretera, se llega a un pequeño prado. Este lugar marca el cambio en la pendiente. Lo que viene, aunque se sigue subiendo, es mucho más llevadero. Llegamos a la divisoria. Hace un día precioso, sopla viento y no hace demasiado calor aunque estoy sudando como un gorrino. Ya se divisa al fondo la ermita de San Benito aunque quedan un par de km largos de sube-bajas por la cresta hasta que llegas a ella. Dos horas justas me ha costado. Se estaba como pocas veces. Brisa suave, temperatura ideal, el quebranta volando por debajo mío...echo un trago y me acerco hasta la punta de Erata. 900 m. de desnivel, 11 km...y, como todo lo que sube baja, ahora toca gozarla decarapabajo. Lo que me ha costado más de dos horas, me lo ventilo en menos de una. Muy bien, muy maja. Tengo que esperar al perro que se ha quedado atrás. ¡Mecagontuputacalavera! ¡Serás cabrón! Me llega completamente rebozao en barro. El único charco que había, grande como el mar Egeo, lo ha debido dejar seco. Menos mal que llevo un plástico que me cubre el maletero. Bueno, otra cosa más. A ido bastante mejor que la última vez
Hala pues...