lunes, 30 de agosto de 2010

VUELTA A TELERA

Hubo unos años en mi vida de montañero, si es que alguna vez lo he sido, que había que subir todos los años a tres montes y bajar tres barrancos. Hacíamos bastantes más, pero estos eran inexcusables. Los barrancos eran el Gorgol, el Furco y el Bitet, los montes eran Collarada, el Midí d'Ossau y Telera. Los subíamos en invierno y en verano, por diferentes vías y en diferentes situaciones... Afortunadamente, luego nuestras miras se extendieron más allá de estos montes pero siempre los echo de menos. Ayer, después de bastantes años sin subir a Telera, volvimos a hacerlo y ha sido, si no me fallan las cuentas y los apuntes, la ¡número 15!. Sin embargo, aún después de tantas veces, introdujimos una novedad. Había subido por el norte (Piedrafita) y por el sur (Sta. Elena) pero nunca había unido estas dos rutas convirtiéndolas en una magnífica travesía.
Quedamos con Roberto a las siete en Biescas y a las siete y media estábamos dándole al calcetín (bueno, y Yeti a la pata). En poco menos de media hora, cogiendo todos los atajos, llegamos al ibón de Piedrafita que está como un espejo. Buena temperatura y ni gota de viento.. Emprendemos al subida al primer resalte y nos metemos en la canal de Cachibirizas. La canal, como siempre, es un pedregal de casi 400 m. de desnivel que en verano no ofrece ningún problema, de hecho, en los trozos de piedra pequeña, hay indicios de senda y las piedras gordas están bien asentada. Así que, con paciencia y buena letra, llegamos a la Forca de Cachibirizas donde nos pega el sol y podemos echar un bocao. El siguiente paso, el paso horizontal, es una gozada. 15 min. colgados en una faja horizontal, sin peligro en verano (en invierno es otro cantar) pero con un abismo acojonante a tu derecha. Pasamos por encima el espolón de los navarros, la salida del corredor Watade y el del collado hasta llegar a las fáciles trepadas que dan paso al circo entre Telera y Cachibirizas (Peña Parda para los que os creéis todo lo que pone en los mapas). A partír de ahí una pendiente larga salpicada de escalones, te lleva a pasar por la salida del la Gran diagonal y poco después a la cima. 2762 m. y un día en el que se ve el Atlántico. En la cima está un conocido de Biescas con dos amigos. No hace ni gota de viento y una temperatura que apetece quedarse a echar la siesta. Buen rato de charrada mientras Yeti coje confianzas con la gente. Le tengo que echar la bulla por que se pone especialmente pesao, sobre todo con las tías a las que se empeña en olerles en el mismo sitio donde se saludan entre sí (no, si ya lo dice uno que trabajo conmigo, no hay perro que no se parezca al amo...) Se marchan los que había y llegan una cuadrilla de almendr...zaragozanos. Vuelta a charrar con ellos. Es que no apetece nada bajar... Al final nos despedimos e iniciamos la bajada para llegar al cuello entre Telera y Cachibirizas. De ahí, en pocos minutos se sube a esta última. Mira se he estado veces en Telera y aquí esta es la segunda, y la primera porque me equivoqué. Volvemos al collado e iniciamos la bajada hacia el oeste por zonas kársticas de manual. Hay matas de edelweiss con varios cientos de flores y todas en plena floración. Da gusto andar por aquí....hasta que pierdes los hitos y nos presentamos en un espaldadero guapo...Mecagüen....vuelta a subir un montón hasta dar con los hitos otra vez. La putada de bajar por aquí es que hay un solo paso para superar la pared y no es que esté demasiado bien indicado...la clave está en ir hacia la derecha, a buscar la cabecera del barranco. Después de volver a bajar y volver a subir (calculo que con la subida a Telera , a Cachibirizas y las dos pérdidas de rumbo habremos hecho los 2000 m. de desnivel de subida) bajamos al circo de Zarrambucho, pasamos por la boca de la Cueva d'as Grallas y a los abrevaderos donde paramos a comer. De allí, está muy cerca el refugio de Plan d'Usabas, en un lugar bucólico y pastoril. Nueva parada a cambiarse Roberto las botas por unas zapatillas y emprendemos la larga pista que por la base de Burrambalo y el magnífico refugio de Furcunciecho nos bajará al desvío de la senda que lleva a Sta. Elena. Hay una barrera cerrada para el ganado. Al ir a saltarla, me ha pegado un jetazo el puto pastor eléctrico que me ha puesto el corazón a 500 pulsaciones. Seguimos bajando, cogiendo varios atajos, hasta llegar a los campos de Plan d'Isús, donde se coge la senda que nos baja a Sta. Elena por las orillas del barranco Merdacero (Que no barranco del Puerto, como pone en los mapas). Pasamos por los campos de San Martín (El último oso de Biescas se mató en estos campos) y al coche. 10 horas, incluidas las paradas, cerca de 2000 m. de desnivel de subida y 1900 de bajada. Una travesía acojonante. Venga, pa Biescas a celebrarlo ahora que se han ido los turistas y habrá sitio en las terrazas de la plaza.
Hala pues...

jueves, 26 de agosto de 2010

ROBIÑERA 3003 m.

-Más de 1300 km. en bici de montaña desde enero.
-Más de 15.000 m. subidos desde enero.
-Más de dos meses sin fumar ni un puto cigarro.
-Una subida corriendo a Erata, en plenas fiestas con botas de plástico y un calor que lo flipas.
-Horas en internet y mirando libros y mapas.
-Un día de fiesta para organizarlo todo.
-Una luna llena que te cagas.
Y todo con intención de ir a los Alpes la última semana de agosto para subir al Gran Paradiso y hacer la travesía de los cuatromiles en el Montblanc.
Y cuatro horas antes de terminar de currar, me rompo un dedo. Diagnóstico: fractura longitudinal de la falange distal del dedo anular de la mano izquierda. ¡ME CAGÜEN MI MALA SUERTE Y EN TODOS LOS DIOSES DEL PANTEÓN GRECORROMANO!!!!! ¡ AMOS, NO ME JODAS!!!
Tras las dudas iniciales, hablar con varias personas, incluído un médico, se impone la cordura y se pospone para otro año.
Y aquí estaba yo, en casa, como un gilipollas y con el dedo que parezco la estatua de la libertad. Cambio de planes rapidísimo. En casa, y con este tiempo, no nos quedamos. Pol sube todos los años a un 3000 con los críos. Bizén de 7 años y Chaime de 11. Ya han subido al Garmo Negro y a la Faxa. Odiarán a su padre toda su vida, de eso estamos seguros pero, de momento, le siguen. ¡Y como le siguen! ¡Que pitera tienen esos críos!.
Pensamos que Robiñera es un monte apropiado. Llamamos a Chué pa que venga y que se traiga a Rubén, de 12 años y fruto de una relación con su esposa. Al final, tres críos, tres adultos (unos más que otros) y un perro.
En dos coches nos acercamos hasta Parzán, en el Valle de Bielsa, pasamos por Chisagüés (Un pueblo que si sales dormido o borracho de casa te despeñas) y llegamos por una pista en regulares condiciones hasta el collado de Pietramula. El lugar es ideal para acampar. Solo dos coches aparte de los nuestros.
Montamos una tienda de campaña pa los críos y nosotros vivaquearemos. Una luna llena, la misma que nos tendría que haber iluminado desde el refugio de Cósmicos hasta el Col Maudit, preciosa. Al final Rubén se empeña en dormir al raso para acabar durmiendo dentro del coche.
Nos levantamos a las 6:30. Hemos decidido madrugar para que no nos pegue mucho el sol no vaya a ser que bajemos a estos críos disecaos de allá arriba. Salimos a las 7:30 ya de día claro. Cogemos una senda, llana al principio, que nos lleva a la divisoria de los barrancos de Pietramula y el Clot de los Gabachos donde empieza a subir con ganas entre tasca y, cada vez, más bellos paisajes. El camino, de momento, es el mismo que te lleva al Collado de las Puertas y a los ibones de la Munia o de Lalarri, por lo que está muy trillao y se sigue sin problemas. Antes de llegar al collado, hay un desvío evidente a la derecha que es por el que seguiremos subiendo. Echamos un bocao aquí. Se baja un poco, para salvar el barranco del Clot de los Gabachos y se inicia la subida por un pedregal laaaaargo que desemboca en la arista cimera. Yo había estado dos veces en este monte, las dos en invierno, y no me acordaba de nada. Supongo que el pedregal, cuando subí, estaría cubierto de nieve pero es que no me suena nada de nada. Conforme vamos subiendo el paisaje se amplía. Ya se ve, en todo su explendor y decadencia, la cara norte del Perdido, el Zilindro, el Pico Añisclo (o Soum de Ramond para los que miráis mapas) los Astazus...
EL pedregal se sube bien. Hay una senda bastante marcada que sube a base de cientos de zetas pero, por lo menos, no te resbalas. El terreno está bien asentado. Llegamos a un pequeño collado, ya en la arista cimera, que da vistas a los ibones de la Munia y a todas las montañas hacia el Este y Oeste. El norte nos lo tapa el mazacote de la Munia y el sur la pared norte de Pineta.
Es una cresta entretenida pero muy fácil. Raramente hay que apoyar las manos para avanzar (de hecho, yo, la he pasao con una sola mano) hasta llegar a la cima. Tres horas y media. Muy bien monines, muy bien. Para Rubén es su primer 3000, y para Chué también. Hala, ya era hora con 41 años que tienes. Pues botella de champán no habrás subido pero que las galimbas a la bajada las pagas tú eso tenlo claro.
Estamos bastante rato arriba. Hace un día cojonudo. Solo una pareja ha llegado antes que nosotros y, al poco, llega un padre con su hijo.
Nos hacemos las fotos de costumbre e iniciamos la bajada. Todavía sube bastante gente cuando iniciamos el pedregal hacia abajo. Llegamos al camino del collado de las puertas y aquí hay una auténtica romería. Muchos franceses (pero muchos, muchos...) varios montañeros (o por lo menos ataviados como tales) y numerosos domingueros que ¡Con chanclas! y a la pregunta de ¿Oiga, cuanto falta pa los lagos estos que nos han dicho que habia por aquí? te paran cada dos por tres. Si no hay más accidentes es porque Dios existe y protege a los descerebraos e inconscientes.
Nos entretenemos con Rubén en hacer fotos a numerosas flores. Este crío es una promesa para la botánica pirenaica, ya veremos si el botellón no lo malmete. Vemos, abundantísimas, Eufrasia alpina, Aconitum napellus, Parnassia palustris, Saxifraga aizoides... y a todas las retratamos. Llegamos a los coches, con un calor de flipar, y buscamos una sombra, debajo un puente, para comer antes de bajar al valle.
Cerveza en Parzán, que paga Chué, (No, los críos no han bebido cerveza) y rematamos la jornada con un baño en pelotas en una poza acondicionada en el Zinca, al lado de la carretera. (Yo no, que no me puedo bañar por el puto dedo, mecagüentoloquesemenea). Dos parejas que había en la poza, ante el despliegue de críos y miembros viriles, huyen despavoridas. Hostia mozés, que bien vais a dormir hoy...
Hala pues...

sábado, 14 de agosto de 2010

PUNTA LOBA, desde San Bartolomé

O punta Cochata, o Capaniacha o, según los mapas, monte Sarasé. Depende de a quien preguntes o dónde mires todos esos nombres te dirán para referirse a este monte de 2179 m. de altura que domina el curso medio del Gállego y al que, por lo visto, no sube ni Dios. Trata de buscar en internet la reseña para subir allí. No encontrarás nada. Pero...nada de nada. Así que hoy, con nubes de evolución, fohenn en el valle y víspera de fiesta, me voy a ver si lo se subir.
Había estado dos veces, las dos por el norte. Una desde el collado Loba al que llegué desde el Puerto de Gavín y otra bajando de la magnífica travesía que, desde Sta. Elena, te lleva a Peña Blanca y Peña Roya para, por Fajaseñora, bajar a la Fueba de Gavín. Bueno, pues, por el sur, había hecho tres intentos, y los tres habían desembocado en estrepitosos fracasos en forma de mares de arizón, allagas arborescentes, pinares espesos y senderos perdidos.
Hablando con cazadores de Biescas me dicen que hay una tiradera que sube el primer tramo, el más vestido y difícil, hasta llegar a una paridera en ruinas. A partir de allí, una senda de las vacas sube toda pita por la cresta SE hasta la cima.
Hala pues...vamos a probar otra vez. A las nueve y media aparco el coche en la ermita de San Bartolo de Gavín y cojo la bici. La pista, desde allí, está cerrada con una barrera. Se sube bien, pendiente suave y constante que, en 45 min y tras 6 km., te deja en un desvío a la izquierda que nos llevaría al refugio d' Ortón. De frente, si siguiéramos la pista principal, llegaríamos al puerto de Gavín debajo de Peña Sabocos. Justo allí, la pista al refugio sale dirección oeste, sale al NW una tiradera casi comida por la hierba y los arizones pero con una mínima senda. Sube a degüello hasta coger la loma, al lado de la paridera en ruinas. Bueno, de momento vamos bien. A partír de allí, se sigue una senda trillada por las vacas que, en una hora justa, nos lleva a la cima. Se sigue medianamente bien, aunque hay mucho erizón que te exfolia las piernas y mucho, muchísimo, enebro que te exfolia de cintura para abajo. Rebasado un primer cerro de 2099 m llamado Puyas Lanas y visible desde Biescas, hay que bajar a un pequeño collado para subir a la cima que queda un poco retrasada con respecto a la divisoria. Preciosas vistas de la sierras de Telera y Tendeñera, hoy nubladas, de todas las tierras de Sobrepuerto, del Valle del Gállego y del valle de Lasieso con sus chevrons, sus estratos y sus pliegues. Un frío que pela en la punta. Estoy el tiempo justo para echar un bocao y un trago y me voy para abajo en fuego.
Me cuesta casi lo mismo bajar que subir. Casi una hora hasta llegar a donde he dejado la bici.
La bajada con la bici me cuesta un cuarto de hora justo hasta el coche en el que paso frío. Voy sudao y el aire es fresco de cojones...cualquiera diría que estamos en agosto. Cuatro horas en total, 1100 m. de desnivel, me voy a comer y a preparar las fiestas que empiezan esta tarde.
Hala pues...

domingo, 8 de agosto de 2010

MONTE PERDIDO, POR LAS ESCALERAS Y ZILINDRO DE MARMORÉS

El 6 de agosto de 1802, los guías franceses Rondó y Laurens, acompañados por un anónimo pastor de Bielsa, alcanzaban la cima de Monte Perdido por primera vez. Esta exploración fue mandada por Louis François Ramond de Carbonnière, al que, desde entonces, se le atribuye la conquista de dicha cima aunque no fue hasta cuatro dias después cuando, tras un monumental cabreo por haber desobedecido sus ordenes de explorar y no ascender, accedió a la cumbre del gigante pirenaico acompañado por esos mismos guías.
La vía elegida por estos pioneros, fue la más evidente, conocida actualmente como "de las escaleras" debido a varios resaltes que hay que superar trepando.

El 6 de agosto de 2010, el mismo día, 208 años después, los guías titulados Campo y Navarro, repiten la misma vía para acceder a la punta de Monte Perdido que, con sus 3355 m. de altura, constituye la tercera montaña más alta del Pirineo y la montaña caliza más alta de Europa. Para el primer protagonista de esta historia es su tercera vez en Mte. Perdido, para el segundo, la décima. Asi pués, salieron de la conocida pradera de Ordesa, a la que accedieron mediante un eficaz sistema de autobuses, a las 10:30 h. de la mañana. En 1h y media, Navarro y Campo, llegaron a las conocidas como Clavijas de Soaso por donde accedieron a los altos de Góriz. En el refugio, petao de montañeros, domingueros, boyescaus y demas fauna estival, bebiéronse sendas galimbas que, aunque caras pues son los medios aéreos los que tienen que suministrar al refugio, supiéronles a gloria bendita. Tras unos minutos de relajo y asueto, emprendieron la via normal al Perdido abandonándola al poco para coger una canal a la derecha que llevaríalos a un pequeño resalte fuera ya de las multitudes que suben y bajan por la ruta habitual. Emprendieron una penosa ascensión por la arista sur, trepando por varios resaltes marcados con hitos, hasta llegar a la punta de las escaleras. Comentaron asombrados la perspicacia del equipo de los tresmiles, encargado de catalogar todas las cotas que superan esa mítica cifra, por hacer ver al vulgo una montaña donde en realidad solo hay una mierda de peñasco en medio de la ladera occidental de una montaña de verdad. Una vez superada dicha cota, dos son los resaltes o escaleras que hay que trepar para acceder a la cima. Ambos estan señalizados con hitos, siendo relativamente fácil su ascensión. Lo difícil, a decir de los dos protagonistas de nuestra historia, fueron los tramos intermedios de cascajo y piedra suelta que hay que superar para llegar arriba, cosa que hicieron a las 18:30 h. tras 8 horas de marcha (paradas incluidas) y habiendo superado 2000 m. justos de desnivel. Preparáronse para pasar la noche, en un gran vivac situado en la misma punta. Habiendo subido ligeros de ropa (aunque discretos y recatados), tuvieron que ponerse toda la que llevaban ya que, a esas alturas, aún en pleno verano, hace un frío que te cruje a poco viento que corra. Después de cenar abundantemente, y a falta de televisión, radio u otras formas de ocio y entretenimiento, dispusiéronse a ver anochecer en pantalla panorámica y tecnicolor que, a 3355 m., es un espectáculo digno de mención (aunque un poco lento y con escaso argumento, a decir de nuestros protagonistas). En eso estaban cuando aparecieron, por la vía normal, dos habitantes del vecino Reyno Navarro dispuestos a pasar la noche, igual que los protagonistas de nuestra historia, en tan extraordinario lugar. Tras compartir conversación y tragos de vino en la bota, habiendo congeniado y hecho buenas migas ambos grupos, dispusiéronse a dormir bajo un tupido, espeso y abundante manto de estrellas aquejados todos, en mayor o menor medida, por el llamado síndrome de Stendhal debido al majestuoso, suntuoso, soberbio y grandioso espectaculo al que estaban asistiendo.
No fue la noche demasiado fría ni demasiado ventosa, lo que propició un sueño reparador (para algunos más que para otros). A las seis de la mañana asomó el sol por el macizo del Posets, aunque fue a las ocho y media cuando, después de hacer el remolón dentro de los sacos, los cuatro montañeros abandonaron su envoltorio cual bellas mariposas saliendo de sus crisálidas.
Al poco empezó a llegar una nutrida multitud a la cima. Los primeros fueron tres sufridos encuestadores del programa "Montañas seguras" que, como su profesión y tendencia sugiere, hicieron una encuesta a los, hasta entonces, únicos habitantes de la cima. Tras despedirse de los navarros, los protagonistas de esta historia, abandonaron la cima por la vía normal asombrándose de la caravana de gente que trataba de acceder a donde ellos habían pasado la noche. Llamóles la atencion que, mientras habia personas full equip que portaban materiales acordes con el entorno, valorados en varios cientos de euros, otros trataban de acceder a su ratito de gloria con zapatillas, pantalon vaquero y gorra de cepsa. Llegados al lago helado de Mt. Perdido, decidieron hollar la cima del Zilindro de Marmorés (que no Cilindro de Marbore) por su vía normal. Tras almorzar al sol viendo y asombrándose de como la multitud no cesa de arribar a este punto y que prácticamente todos se desvían hacia el Perdido, emprendieron la canal, cascajo y nieve, que los habría de llevar al cuello del Zilindro. En él, una nueva cota tresmilista surge de la nada. El Pitón SW del Zilindro emerge altivo a su izquierda formado por una mierdeta de elevación que ni merece ser pisada ni mucho menos catalogarse como pico. Aún así, muchos deben ser los que se suben a él (la marcada huella así lo corrobora) para apuntarse otro tresmil en su particular lista. Dos chimeneas defienden el paso a la arista cimera de tan singular montaña. Subieron cada uno por una, para testar la dificultad de ambas, para no matarse los dos a la vez y para que quedara alguno vivo para avisar e informar a sus respectivos deudos e hicieron cima disfrutando de una vista privilegiada del moribundo glaciar de Treserols, de la montaña masificada y de otras montañas que se veían en lontananza. Para Campo fue su primera ascensión a este amasijo de 3328 m. formado por carbonato cálcico plegado, fracturado y erosionado. Para Navarro, la segunda pues había subido con anterioridad, en abril de 1997, tras hacer la norte clásica en una memorable jornada de montaña, testosterona y cojonera...
Bajaron al poco e iniciaron el descenso a Góriz donde les esperarían sendas galimbas que, aunque a precio de Moet Chandon, les sabrían a gloria celestial. Navarro empezóse a resentir de molestias en el tobillo que, al poco, se convirtieron en dolor y al poco en tortura coreana lo que ocasionóles un notable retraso sobre el horario previsto. Aun así, llegaron a la pradera de Ordesa a las 18:30 del sábado 9 de agosto. Tras dar buena cuenta de sendos litros de cerveza y bajar a la civilización en el eficaz y maloliente servicio de autobuses, llegaron a Biescas donde una nutrida multitud esperaba la proclamación de las reinas o presidentas o damas de fiestas. Notando que las personas se apartaban de su camino y rehuían de su presencia, y tras las veladas insinuaciones de algunos de sus amigos/as más íntimos, concluyeron que, a lo peor, no eran los autobuses los que olian mal si no que eran ellos los que, tras dos días de intenso esfuerzo y sudor, necesitaban, sin demora, una ducha.
Hala pues...

domingo, 1 de agosto de 2010

GRAN FAXA, DESDE EL BALNEARIO DE PANTICOSA

Preciosa y larga travesía la que me he currao este sábado. Tenía ganas de subir a la Faxa (Del aragones faxa, y este del latín fascia, "faja" "trozo de tierra alargado y plano") que no Facha que escribe todo el mundo porque, que yo sepa, las montañas todavia no se adscriben a ninguna tendencia politica (Gracias a los Dioses). Bueno, pues el caso es que me levanto a las siete y, entre coger el perro y remolonear, son las ocho y media cuando emprendo la subida hacia Bachimaña. Una hora y poco hasta allí. Hay mucha gente. Unos suben, otros han dormido...se nota que estamos en julio. Bordeo el ibón y llego a un desvío de caminos. A la izquierda iríamos a los ibones Azules y a los Picos del Infierno, a la derecha, que es por donde yo voy, subimos a los ibones de Pezico y al puerto de Marcadau. Hace muchos años, ni me acuerdo cuando, intentamos subir con Santi a la Faxa por aqui. Recuerdo que entonces una pedrera brutal nos echo para atras. Hoy voy a volver a mirármela, a ver si con los años cambia la percepcion de las cosas. Pues si que la cambia..., pero para peor. Por nada del mundo subo por ese pedregal. Eso sí, la imagen de la Faxa y el pico de Pezico reflejandos en el ibón es impagable. Bueno la cosa es que, si no subo por aquí, lo hare por otro lado. Desde donde estoy, en poco menos de 15 min., se accede al puerto de Marcadau. La primera vez que estuve allí (y la única) fue con 13 años. Habíamos hecho varios intercambios con un colegio de Tarbes. En ellos nosotros íbamos una semana y luego venían los franceses otra a casa. En aquella tierna edad, ademas del idioma, aprendimos, gracias al interés de las francesas, que la lengua se puede usar para otras cosas que no son hablar y deglutir y que algunas partes de nuestra anatomía reaccionaban de forma curiosa ante determinados estímulos...que tiempos aquellos. Bueno pues el caso es que, como colofon a esos intercambios turistico-idiomatico-presexuales, ellos (y ellas) subieron por Wallon y nosotros por Panticosa para juntarnos allí. Aun guardo la noticia, fue el 8 de octubre de 1983 y recuerdo que hacia un frio de cagarse. Bueno pues el caso es que hoy, despues de 27 años, aqui estoy otra vez. 2541 m. y carteles en los que, entre otras cosas, se te dice que estás entrando en el Parc national des Pyrénées y que, entre otras cosas interdites, les chiens ne sont pas bienvenues, parce que perturbent les animaux. Yeti, comportate que nos meterán en el talego, le digo.
Bajamos por el camino que lleva al refugio Wallot durante bastante rato hasta que, unos hitos, nos indican una mínima senda a la izquierda. Es justo donde acaba la cresta norte del pico Falisse. Un pequeño collado herboso nos pasa a otro vallecito lleno de ibones. En frente, y en la otra vertiente, veo la traza de la senda que sube al Col de la Faxa desde la France. Empiezo a subir por una cascajera enorme, ladeando a la derecha, para cojer el camino por donde suben numerosos montagnards. El puto chucho, mira que se lo he advertido, empieza a encorrer una oveja totalmente pintada de azul. Me desgañito gritándole hasta que viene. No persiguo ovejas hace años, me dice, pero claro, la he visto azul...me ha parecido el pitufo lanudo...
La subida se hace larga y pesada. Me cuesta cerca de una hora hasta llegar al collado d'a Faxa. 2668 m. Mucha gente. Algunos almorzando y otros dispuestos a subir. Me quedan 337 m. de desnivel por una arista catalogada de IIº. Así que ato al perro en el cartel de chiens interdits y me voy p'arriba solo. Mucha gente bajando y alguno subiendo. Adelanto una pareja. Ella le esta echando la bulla a él por meterla en ese fregao...yo paso de problemas conyugales, allá os las apañéis.
Al final, despues de varias trepadas y de 45 min. largos, llego a la punta. 11 personas arriba. Las vistas acojonantes en todas direcciones. Comachibosa, Balaitous, Midi, Infiernos...Multitud de ibones y picos se ven desde alli. Claro, capullo, estas a 3005 m. ¿no se van a ver? En la punta una pequeña hornacina con la virgen de Lourdes me recuerda que, todos los años, se celebra una romería el 5 de agosto hasta aquí arriba. Se hace misa y se renuevan votos de amistad por parte de montañeros franceses y españoles, se bendicen piolets...cuanto menos debe ser curioso.
Echo un bocao en la punta y bajo echando hostias al collado. Me cuesta bastante menos bajar que subir siguiendo los hitos ya que, si te desvías un poco, acabas en un espaldadero. El Yeti me espera pegando saltos en el collado.
La bajada hasta Respomuso no ofrece problemas aunque se empieza a notar el tute que llevo. He subido aprox 1800 m. de desnivel y llevo siete horas andando. Aún me entretengo en hacer alguna foto a las flores que encuentro. Armeria alpina a montones, Iris latifolia, Sempervivum montanum... Como encima del refugio. Me acabo de dar cuenta que me he dejao la cartera en el coche. Si seré gilipollas...con lo bien que me sentaría una galimba y un café aquí...Aunque pensándolo bien...mejor. No me gustan los refugios que son hotelitos fashion in the high mountain. Dos horas me cuesta bajar desde allí hasta La Sarra. Mogollón de montañeros y domingueros sudorosos que suben...pues pa mañana han dao tronadas...no sé, vosotros mismos. Veo por el camino Epilobium angustifolium, Cicerbita plumieri y la preciosa Astrantia major. Hago fotos hasta que me quedo sin batería en la cámara. Justo llegando a la Sarra, tengo cobertura en el móvil. Llamo a Rut pa que me venga a buscar Chue y me lleve al balneario. Yeti va cojo. Han sido,en total, 9 horas de andar...jodo, nos hemos ganao una galimba ¿no?. Efectivamente, Chue llega al poco, me lleva a cojer el coche y en el refugio del balneario cae medio litro que no me llega ni al estomago. Noto como se reparte por todas las celulas de mi cuerpo, incluidas las del celebro...yeeeeeepa!!!!!! A lo mejor no debería habérmela bebido tan deprisa ¡hip!
Hala pues...