domingo, 27 de enero de 2013

SANTA OROSIA CON ABUNDANTE NIEVE

Ayer era uno de esos días que el cuerpo te pide salir al monte después de las grandes nevadas y la cabeza te dice que ande vas, criatura, después de esas grandes nevadas. Y pa forro bota, a las nueve diluvia sobre Biescas. Habíamos quedado con Óscar y Montse de subir a Erata pero me asomo por la ventana y el monte en cuestión se ve como si fuera la entrada del averno. En cambio, hacia el sur, parece que se quiere despejar. Una llamada de teléfono y cambiamos rápidamente de montaña ¡será por montes cerca de casa! Además, ambas dos son montañas sagradas, humanizadas y accesibles aunque las condiciones climáticas, ambientales y/o meteorológicas no sean las mejores.
Sin prisas, dejando que se despeje, quedamos en Villacloro a las diez y son las once cuando llegamos a Isún. Aún estamos un rato charrando con el único habitante que vemos antes de calzarnos las botas, cargarnos las raquetas a la chepa y empezar a andar.
Nieve desde el coche y el monte completamente cubierto de nubes. Hace frío y viento.
Hasta la entrada del pinar se puede andar sin raquetas pero después empieza a haber nieve abundante así que nos las calzamos buscando una zona aclarada ya que llueve y nieva de todo lo que los pinos llevan en las ramas. Se hace duro. La nieve es polvo y, pese a los artilugios que calzamos, nos hundimos a veces hasta la rodilla con lo que el esfuerzo es doble, el de meter la pataza dentro y el de sacarla con toda la nieve tapando la raqueta.
Conforme subimos, se levanta mucho viento y los cielos se despejan.
La zona de las peñas está espectacular, hay cascadas de hielo tapizando todas las paredes y una ventisca arriba que, a ratos, nos enfarina en nieve y se nos mete por todos los resquicios y /o junturas de nuestras prendas termoselladas e impermeables last generation powermountaineer.
Lo peor es la salida arriba. Vientos catabáticos azotan toda la altiplanicie haciendo que avancemos con dificultad. Y llegados a este punto ¿qué hacemos? P'abajo echando hostias o buscamos un sitio resguardado para echar un bocao. ¿Conocéis la cueva de Isún? ¿No? Pues p'allí que vamos, que estaremos resguardados. Apenas hay, desde la salida del camino, un cuarto de hora hasta la entrada de la vira que da acceso a la faja donde está la cueva pero, entre el paquetón de nieve que hay y el viento lateral y racheado, se hace duro.
La cueva de Isún no es tal. O no es una cueva en el sentido que la gente entiende. Se trata de una balma o abrigo rocoso excavado por erosión diferencial en una fractura de los conglomerados deltáicos que se formaron allá por el oligoceno, hace 25 m.a. día arriba, día abajo. Probablemente, mi abuelo de Isún no sabía todo eso (que en realidad, tampoco le servía para mucho). Lo que si sabía es que allí cabían 2000 ovejas y sus respectivos corderos y que estaban protegidas del viento norte por una pared gigantesca orientada al sur. Allí hicieron un rústico refugio donde pasaron muchas noches y las ovejas, refugiadas allí probablemente desde el neolítico, (las de mi abuelo no, otras de antepasados más antepasaos) dejaron allí una potencia de sirrio, estiercol, fiemo...mierda en una palabra, que se aprovechó en los años 80 del siglo XX para abonar el entonces nuevo campo de fútbol de Villacloro. Para acceder allí tuvieron que hacer una pista, por la que hemos accedido, a base de dinamita en una actuación de la que hoy nos echaríamos las manos a la cabeza. Bueno pues con el fiemo se debieron llevar, con toda seguridad, todo el registro fósil de ese lugar que lo habría, sin ninguna duda. Una vez más, el fútbol, como los toros, nos demuestra que es cultura con mayúsculas.
También allí algunos montañeros de Sabiñánigo decidieron ubicar su belén todas las navidades. Nada que objetar a un pequeño portal que hicieron con piedras del entorno si no fuera porque, a la vez, y en una actuación absolutamente inconcebible, atornillaron una gigatesca estrella de navidad a la pared superior. Acojonante, tú. Los que se dicen montañeros que, como norma, siempre se han distinguido por un exquisito respeto al medioambiente colocando lucecitas y gilipolleces en una montaña sagrada desde hace siglos en un perfecto acto de egolatría y desprecio hacia las tradiciones y la naturaleza más cercana.
Pues bajo esa estrellita (ahora apagada pero con los cables colgando y las bombillas en su sitio) echamos un bocao rápido pues, aunque no hace viento, si que hace un frío que pela.
La vuelta, una vez reconfortados con el jamón y el vino ¡lastima de termo, coño!¡Parecemos principiantes en esto del monte en invierno! la vuelta la hacemos por el mismo camino. Entre que es bajada y que tenemos ya huella abierta, esto no tiene nada que ver. En poco tiempo, y en animada charla, llegamos otra vez a Isún con la sensación de, tal como pintaba el día por la mañana, aún lo hemos aprovechao.
Hala pues...

miércoles, 23 de enero de 2013

CASETA LAS BRUJAS 23-1-13

Unas cuantas fotos pa poneros los dientes largos.





He dejado, queriendo, que se me hiciera de noche. Casi todo el rato nevando mansamente, sin gota de viento. Está todo tan majo que me temo que no van a tardar en clavarnos una tasa/impuesto en concepto de "gozarla en el monte".
Hace unos años acabaría esto dicendo algo así como "El que haya trabajao esta tarde, que se joda" pero ahora, como el trabajo es un lujo en vez de un derecho...pues ya no se que deciros.
Hala pues...

domingo, 13 de enero de 2013

CIRCULAR YÉSERO-ESPIERRE-SAN PELAY

Pues pal finde dan el advenimiento de la quinta glaciación. Dentro de 10.000 años, los tres supervivientes de los recortes en educación del siglo XXI que estudiarán en la facultad de geología hablarán del periodo glacial de Biber, del de Günz, del de Riss, del de Würm y el de Aramón que es el que nos está afectando en la actualidad.
Bueno, pues el sábado sabadete sale con la mañana despejada aunque con indicios claros y evidentes de que, efectivamente, se nos viene un marrón encima.  Hay niebla en Erata (Boira en Erata, no tiendas a pallata), nubes orográficas en Puyarcón (Boira en Puyarcón, agua en Aragón) y altocumulos lenticulares en Oturia (Boira en Oturía, agua al otro día) todo ello visto desde el balcón de casa con ojos todavía legañosos lo que me invita, si quiero hacer algo, a salir pitando de casa y buscar un recorrido corto a la par que atractivo antes de que se desencadenen los elementos atmosféricos.
Además necesito  piedras para tallar así que el recorrido tiene que ir, indefectiblemente, por terreno de flysch.
Hay un recorrido circular muy cerca de casa, del que me han hablado cazataires del pueblo que es ideal para hoy...pallí que vamos el perro y yo.
En diez minutos estamos aparcando en el desvío de San Pelay impresionante monasterio del siglo XI que excavamos, hace muchos años un grupo de amigos y que, tras paralizar las obras y amenazarnos con la cárcel el Departamento de Incultura del Gobierno de Oregón, aseguró que iba a continuar el trabajo que iniciamos. Como cabía esperar, desde el 1999, lleva esperando una intervención institucional que nunca llegará mientras se pudre y se desmorona ante la indiferencia de todo el mundo. Os pongo una foto de un habitante del monasterio en cuestión...algún día os contaré lo que se puede ver allí. 
Cogemos la pista que va hacia Yésero. Va por una umbría y está todo el suelo helado. Debemos estar a menosvarios grados bajo cero. La pista en cuestión llanea entre pinares durante casi cinco km en los que me salen al paso numerosos cazadores y perros. Pese a sus amenazas veladas, pese a recordarme que cuidau con ixe perro que paize un jabalín no se nos vaya a escapar un tiro no les hago ni puto caso y sigo a lo mío. Casi llegando a Yésero, sale una pista a la derecha que pasa al lado de una antena de telefonía y, entre campos, llega al borde del pinar. Fijarse en el track porque no hay señales ni marcas ni nada que indique que por allí se llega a algún lado. Bueno pues sí, por aquí se coge un camino que se introduce en el pinar y empieza a subir a cuchillo. El principio es un poco confuso porque lo desfiguró una tiradera de sacar madera pero siempre encontraremos algún hito, mojón, fita o cairn que nos indicará qué camino es el bueno y cual va a perderse por allí. A media subida, la pendiente se suaviza notablemente y el camino se clarifica siendo, a ratos, un agradable paseo entre pinos, hayas y abetos monumentales. Pocos metros antes de la divisoria, mana una pequeña fuente y los jabalises han hecho, a base de refocilarse, un bañadero gigantesco que ocupa todo el camino. No solo eso, todos los árboles, matas, hierbas y piedras en un radio de diez metros están cubiertos de barro y el olor es como si visitaras una pocilga. Y vosotros amiguitos y amiguitas, que poseéis mentes inquietas e inquisitoriales, seguro que alguna vez os habéis planteado esta inquietante cuestión. ¿Porqué los jabalises, suidos y otros mamíferos artiodáctilos les mola bañarse en barro??? ¿porque son unos cerdos? Bueno...quizá, pero pensar que muchos de nuestros dirigentes políticos se podrían incluir dentro de este orden de animales y no se bañan en barro...que sepamos. Seguramente tendrán otras filias todavía más perversas como cargarse los derechos sociales y laborales ganados a pulso por nuestros padres y abuelos pero en barro no... bueno, alguno si que está de mierda hasta el cuello...estoooo, que nos vamos del tema. Pues estos bichos, de nombre científico Sus scrofa se bañan en barro porque son un criadero de pulgas ambulante y, cuando se rebozan en barro, las pulgas se quedan pegadas y, al rascarse, se las quitan, además de que esta acción les sirve para marcar el territorio. ¿A que no lo sabíais? Pues eso...de nada.
Bueno, pues que, en pocos minutos desde el spa jabalineril corono el cerro y empiezo a bajar. Cambio radical en la vegetación. Ahora ando por una ladera sur cubierta de caxicos y bojes. El camino, menos marcado que el de subida y bastante más deteriorado, bordea por debajo el cerro donde se ubica el Bulto o Fornaz. Se trata de un túmulo de más de 3 m. de diámetro y 2 de altura sobre el que gravitan numerosas leyendas. Que si allí vive un diablo, que si hay un agujero que comunica con el centro de la tierra, que si ese agujero comunicaba con San Pelay...demasiado sospechoso y demasiadas leyendas para ser una formación natural. No es raro, en otros lugares, suponer una comunicación física entre el elemento que vino a cristianizar el territorio (en este caso San Pelay) con lugares de culto pagano.  Me jugaría mi Ferrari a que lo que hay allí es un dolmen intacto. Si estuviéramos en otro lugar ya estaría investigado y excavado, aquí, el dinero se destinará a innivar la cara sur de Oroel  para, en  las próximas olimpiadas, hacer allí el slalom gigante.
Pensando si, para asegurar mi futuro, debería apuntarme a un cursillo para depurar mi técnica de skí o a otro de conducción de camélidos y otros ungulados en medios desérticos, llego entre aliagas y bojes rojizos por estrés hídrico estival a Espierre.
En este pueblo podemos ver nada menos que dos ermitas del siglo X; San Chuan,  Sta. María  (que se ha hundido recientemente), y la parroquial de un románico tardío, con numerosas reformas posteriores y advocada a San Esteban.
Sin entrar en el pueblo cojo una pista que lleva a un repetidor situado en un lugar precioso. Lástima que los mejores miradores están, casi siempre, ocupados por engendros metálicos de éstos. Claro que sin ellos ¡Dios mío! no podríamos ver a Belén Esteban, ni el discurso del rey en nochebuena, ni los programas del Disney Chanel que alienan y atontan a nuestros hijos ni podríamos guasapear, ni mandar sms, ni Telefónica cotizaría en el IBEX 35 con todo lo que eso nos supone al común de los mortales...no, no, está muy bien que el monte se llene de hierro y monumentos que pervivirán en el tiempo y les dirán a las generaciones venideras los gilipollas que fuimos cuando nos cargamos lo único que realmente tenía valor en estas montañas.
Bueno, pues a partir de aquí se acabó lo bueno. Una senda limpiada (por decir algo) por cazadores nos permite unir este punto con el inicio en San Pelay. Lo bueno es que estas buenas gentes tienen por costumbre no desbrozar las entradas de las sendas y hacerlo con ramales que no llevan a ningún sitio para confundir, desconcertar y despistar a los senderistas que osen entrar en sus dominios porque, según dicen, les espantamos la caza. Bueno, pues con cuidado, con algún error y posterior rectificación y, sobre todo, con abundantes arañazos, logro seguir la senda que, con una bajada criminal, me deja otra vez en el cenobio donde he iniciado la marcha hace tres horas.
El día, como marcaban las boiras esta mañana y aseguraba el refranero, se ha ido cubriendo y cuando llego al coche empiezan a caer las primeras gotas. Pues, como por lo visto acierta, vamos a seguir con la sabiduría popular; después de andar galimba has de echar y sábado sabadete a ver el teatro un ratete...Acojonante tú, el 80% del aforo del teatro mujeres. Gracias al Osasuna-Real Madrid estaba yo allí como un cura en el infierno.
Hala pues...

martes, 8 de enero de 2013

PIC D'ACUÉ (2264 m.)

Aunque no era este pico el primer candidato,no... Ayer salimos de casa con la intención de bajar los langostinos y el cava a base de picar hielo y/o nieve en el corredor del Pico del Águila en Canfranc. Actividad ésta que ya habíamos hecho hace bastantes años y que nos permitiría no madrugar demasiado y llegar a una hora prudente a casa.
Así pues, salimos a las siete y media de VillaCloro Pol, Roberto y yo. El perro, esta vez, se queda en casa ya que no tenemos crampones ni piolet para él. Aparte de los alimentos y bebidas propios para la actividad, llevamos ropa de sobra (no en vano nos vamos a meter en un corredor orientado al norte en el que no vamos a ver el sol hasta que lleguemos arriba), cuerdas, hierros variados, piolets y demás artilugios para llevar a feliz término la actividad.
Antes de llegar, conforme vamos subiendo valle arriba, nos tememos que, o mucho cambia el panorama, o vamos a tener el corredor regular tirando a mal por falta de hielo y nieve.
Pues mal no está, no....está peor... más seco que el ojo un tuerto. En estas condiciones los resaltes serán paredes extraplomadas en las que un espondilítico como yo las va a pasar de a metro....afortunadamente teníamos un plan B.
Hace tiempo que había visto en una revista una circular bien maja por el Pic d'Acué, al otro lado de la muga...pallí que vamos.
Cruzamos raudos y veloces el túnel de Somport (bueno, veloces no, a 80, que hay ráderes y si no te crujen) y nada más salir nos desviamos a la izquierda, hacia las Forges d'Abel. Dos o tres km de carretera cubierta de hielo y nieve nos dejan en una pequeña central eléctrica metros antes del parquing de Espelunguère hasta donde está permitida la circulación...ya veremos a la bajada que risa nos va a dar rodar por aquí.
Empezamos a andar por una pista mientras descubrimos y sufrimos el desconcertante fenómeno de la inversión térmica según el cual, conforme vamos ganando altura, cada vez hay menos hielo y nieve, el suelo está cada vez más seco y cada vez hace más calor...y eso que aún no nos pega el sol. La pista sube con ganas, nos mete dentro de los límites del Parc National des Pyrénées paralela (nos hemos dado cuenta después) al HRP (Haute Randonnée Pyrénéenne) que en este sector forma parte de la famosa Senda de Camille. Muy arriba, en el plateau de Caillabère, nos coge el sol y paramos a echar al cuerpo un bocao. Calor de mayo...bajan los barrancos como si fuera esto el deshielo. Una vez saciados e hidratados, continuamos hacia el collado de Couecq. La senda sube muy suave, pasa al lado de una cabane de berger situada a 1700 m., donde empezamos a pisar nieve de forma continua, y serpentea entre grandes bloques de conglomerados permotriásicos. En realidad, todo lo que estamos recorriendo, está formado por esas rocas rojizas, originadas por el desmantelamiento de un primitivo Pirineo que encontramos, sobre todo, en la zona oriental de la cordillera.  Por solidaridad con Roberto no nos hemos cogido raquetas y la verdad es que se anda bastante bien. Hay una capa muy dura debajo y otra, de apenas cuatro dedos, encima de ésta. Pues así, chino chano, hundiéndonos alguna vez hasta la rodilla  pero comodamente la mayor parte del recorrido. Conforme subimos vemos que, el agreste pico que tenemos a la izquierda y que pensábamos que era el Acué, va quedando abajo. Se trata del Pico Gabedaille, apenas 19 m. más bajo.
En el collado los horizontes se abren hacia el oeste dejándonos ver todo el sector pirenaico que va desde el Anie hasta el Bisaurín. Justo al lado nuestro, pero muchos metros más abajo, culebrean los meandros de Aguas tuertas de Echo. A nuestra espalda, hace ratos que asoma Collarada, Anayet o el Midí.
Bordeamos el Gabedaille por el oeste. Pese a estar en una umbría donde la nieve está dura como el cristal, la temperatura sigue siendo primaveral. Hacemos un flanqueo hasta llegar a una arista que se descuelga del pico (ahora si que lo vemos) y subimos por ella. Los ultimos metros se afila notablemente y, sin ser peligrosa, nos hace ir con cuidado porque la caida es acojonante hacia ambos lados. Un pequeño resalte rocoso y nos plantamos en la diminuta cima.
Excepto hacia el sur, donde tenemos todo el cordal del Bisaurín, Bernera y Aspe, hacia las otras tres direcciones la vista se pierde en el infinito. Hacemos alguna foto, comemos algo y disfrutamos de un día de enero a más de 2200 m. de altitud sin gota de viento.
Para hacer la circular que nos hemos propuesto hay que destrepar unos metros y tirarnos por una pala muy inclinada al principio que baja directa hacia el Puerto de Escalé. Aquí ya se hunde bastante más la nieve lo que ralentiza la bajada notablemente. Además, hay que destrepar numerosas barreras rocosas lo que, con crampones, no resulta nada cómodo.  Nos llama la atención que, en una zona con nieve, algún bicho a excavado dos trincheras de más de un metro de profundidad y dos y medio de largo. ¿marmotas? ¿jabalises? ¿sarrios buscando raíces? ¿alienígenas buscando minerales misteriosos? ¿Rajoy y sus secuaces empezando a desmantelar, como están haciendo con todo, también las montañas? Ni puta idea... pero no habíamos visto algo así nunca.
Al final llegamos a una zona llana donde vamos a comer al sol. Acojonante tú. Nos podemos quitar camisetas y todo, como si estuviéramos en la playa.
Lo malo viene luego. Nos pega una galbana que cualquiera mueve con lo bien que se está aquí...De todas formas, el sol está empezando a esconderse tras la Sierra Bernera y vas a ver tú lo que es bajar la temperatura en picao...hala, vámonos.
Un trozo llano nos lleva a un nuevo collado, esta vez el de Escale d'Aigue Torte por donde cruzamos nuevamente la frontière y nos volvemos a meter en la France. Justo en el collado salen dos senderos, uno a la izquierda y otro a la derecha. Ambos parecen confluir bastante más abajo. Nos vamos por el de la izquierda que está orientado al sur y que tiene bastante menos nieve. Nos introducimos en un precioso hayedo, donde hay ejemplares espectaculares en tamaño y edad, y llegamos a la cabane de Espelunguère hasta donde llega una pista. Solo hay que seguirla en descenso, para empalmar con la que hemos subido esta mañana y de allí, en pocos minutos, al coche.
Mientras que por donde hemos andado hacía una temperatura cojonuda, aquí abajo no ha entrado el sol en todo el día y sigue haciedo un frío que pela. A ver si no hacemos la risa ahora para bajar por esta carretera helada. Pues no, la Kangoo se comporta como una campeona y nos deja sin percance y sin cantearse en la boca norte del túnel de Somport. Solo nos queda pasar a Canfranc y echarnos una buena cerveza para dar por concluido un día en el que hemos constatado, sin ninguna duda, que el cambio climático es un hecho y que dentro de poco, estas montañas, serán algo parecido al Atlas marroquí...de momento, los camellos y los cabrones (Ammotragus lervia) ya hace días que han llegado por aquí.
Hala pues...

martes, 1 de enero de 2013

CABO D'AÑADA EN SOBREPUERTO

No podía ser de otra manera. Después de muchos días andando por Sobrepuerto, la tradicional salida de fin de año tenía que ser por esta zona. Y para la ocasión elegimos una de las rutas estrella. Por bonita, por cómoda, por sencilla y porque aúna como pocas la esencia de esa zona del Pirineo. Aunque, al final, no sale todo exactamente como la teníamos previsto, a sido uno de los días más majos de este año que termina.
Para ello nos juntamos a las ocho de la mañana en Villacloro Pol, Luisa, Ana y yo acompañados, como no podía ser de otra manera, de Yeti.  Raúl, que tenía previsto venir, sufre una indisposión gastroduodenal bucal y cular que lo ata al baño y le impide aisistir a tan magno evento.
Nos desplazamos con dos coches dejando uno en Fiscal. Con el otro subimos los cuatro a Bergua, población ésta en la que me voy a empadronar al paso que voy. El pueblo empieza a despertarse para recibir el último día del año. Numerosas chamineras fumían a las nueve de la mañana. Creo que lo he comentado alguna vez pero es un auténtico placer oler a leña quemada en estos lugares.
Cogemos el architrillado camino que va dirección Sasa. La primera parte, preciosa, circulamos entre paredes tapizadas de musgo hasta que sale a la pista. La seguimos un rato, cruzamos un primer barranco conocido con el tétrico nombre de O Barranco Oscuro y enseguida llegamos al cauce del barranco A Lata que hemos de cruzar para volver a coger la senda que nos deja, sin pérdida ni dilación, en Sasa. El día no puede ser mejor. Anticiclón de las Azores, cielos limpios como el culito de un bebé, temperatura más próxima al 23 de abril que al 31 de diciembre...llegando al pueblo la vista del macizo de las Treserols es magnífica.
Damos una vuelta pequeña por el pueblo y enseguida cogemos otra senda que nos llevará a uno de los parajes más recónditos, más aislados y más bonitos de Sobrepuerto. Hay que meterse en un vallejo lateral, cabecera del barranco A Lata, y seguirlo hasta su nacimiento donde se enclava la pardina Fenés. Esta pardina, que en época medieval fue un pueblo, la componen hoy por hoy un edificio que hacía las veces de vivienda, fechado en 1929, y las ruinas de la iglesia de San Marcos, situada a poniente y del que se conserva la planta canónicamente orientada (yo la fecharía en el s XVII) y los restos erguidos de una espadaña románica. La primera mención de este poblamiento data de 1279 y se sabe que en 1402 su población pagó la nada despreciable cantidad de 15 sueldos jaqueses con destino a obras que se realizaban en la catedral de Huesca. También aquí se conservó el mito de una población desaparecida por la muerte de todos sus habitantes excepto dos abuelas que sobrevivieron y que recalaron en Fanlillo y Sasa. Mito éste que hunde sus raíces en la prehistoria y que se repite en la mayoría de los depoblados medievales del Pirineo. En resumen, un lugar absolutamente evocador donde la naturaleza, la historia, la antropología y la mitología se conjugan de forma magistral. Un lugar pues, ideal para celebrar la despedida del año.
Sin embargo no todo sale todo lo bien que se pretende. Pensábamos encender la chaminera de la pardina y hacernos unas buenas chullas acompañadas con cava, vino y poncho. El problema es que la chimenea se ha hundido y nos hemos quedao sin hogar....perdón, decía que a chaminera s'ha espaldato y o fogaril no i-ye.
No pasa nada, afortunadamente, el día tan bueno que hace nos permite preparar un fuego en la calle y dar buena cuenta de las chullas, el jamón, el chorizo, la longaniza, el cava, el vino, el poncho y los mazapanes. Tanto es así que, al final, la conversación ya deriva por derroteros chorras entre risas flojas y buen rollo. Pufff...ahora habría que seguir andando ¿no?. Apagamos escrupulosamente el fuego, lo recogemos todo y continuamos. Hasta la pardina era un camino que ya conocíamos de otras veces pero el que nos disponemos a seguir no lo hemos recorrido nunca. El trazado coincide con uno de esos caminos de toda la vida. De los que se usaron desde la edad media para comunicar valles, en este caso el del Ara con el de Basa. Al principio es una pista cubierta de hielo y nieve en la que hay que extremar las precauciones ya que al resbaloso suelo debemos unir que conducimos con una tasa de alcohol en sangre superior a la permitida. La pista se enfila al este, pasamos al lado de grandes prados con alguna borda y llegamos al collado Fenés donde se amplían los horizontes hacia el este. Enseguida dejamos la pista para coger una senda que baja en picao por una ladera cubierta de centenarios caxicos y pinos. Conforme vamos bajando y nos acercamos a la nueva carretera, sospechamos que igual el camino está cortado por el talud. La sospecha se convierte en certeza cuando llegamos a un punto en el que, para bajar, habría que montar un rápel. MecaguenelministeriodeFomento. Con lo poco que costaría haber habilitado una bajada y una discreta señalización...pues no. Retrocedemos sobre nuestros pasos, bajamos como podemos el talud, cruzamos por dos veces alambradas y, por debajo un viaducto, pasamos al otro lado donde el camino continúa, los primeros metros envuelto en escombros.
Soy de los que pienso que un camino tradicional es un patrimonio a conservar y que, con muy poco mantenimiento, los legaremos a las generaciones venideras como infraestructuras que sirvieron para vertebrar un territorio y como lugares donde disfrutar de la naturaleza, la historia y las tradiciones. Claro que en este país de chichinabo en el que vivimos, donde la gente se escandaliza porque Belén Esteban no se calza al presentador de Corazón de melón y la gente sale a la calle para jalear a los niñatos forraos de pasta de la Roja, muy poca gente se preocupa porque una iglesia como la de Otal se hunda o porque un empresario se cargue uno de los yacimientos neolíticos más importantes de Europa y se vaya de rositas. Por tanto y lamentablemente, nadie se va a alarmar porque un camino, antiguo camino real de comunicación del Sobrarbe con el resto del mundo, se lo haya cargado una carretera.
Bueno, pues nosotros, al final, retomamos el camino que, en descenso, va a parar a una pista a orillas del barranco de San Salvador. La pista se convierte en carretera asfaltada que nos lleva directos a Fiscal cuando el sol empieza ya a declinar.
Solo nos queda volver a por el otro coche y echarnos una buena galimba mientras nos deseamos feliz y próspera entrada de año y que el que venga sea mejor para todos que éste que se marcha. 
Bueno, aquí tenéis el track. Ir un día a Fenés que ya veréis que paraje más majo. De nada.
Hala pues...