miércoles, 28 de marzo de 2012

SAN BENITO DE ERATA (Otra vez)

No subía a San Benito desde que pusimos el belén antes de navidad. Ayer hacía una tarde espléndida, han cambiado la hora y anochece más tarde y sería un pecao quedarnos en casa ¿no? Así lo decidimos Peinón, Carol, Begoña, Quini y yo. Era la tarde ideal para subir a Erata y quitar el belén que, por otra parte, ya va siendo hora. Quedamos a las cuatro y a las cuatro y media estamos ya andando. Nos acompaña, como no puede ser de otra manera, Yeti totalmente recuperado ya de su caída hace una semana. Subimos con los coches hasta Lopina y nos cuesta apenas 40 min llegar a la ermita. Hace viento y bastante frío. Se está nublando muy deprisa y hay ratos que hasta quiere nevar. Eso sí, el festival de luces, contraluces y sombras acojonante.
Quini se ha subido repostería variada, Carol naranjas y yo la bota...a lo tonto nos pegamos una merendola elegante.
He subido un cuaderno para cambiar el que dejé en la ermita hace ya cinco años. Apenas quedan cuatro páginas sin escribir. Lo dejaremos en la sede de la Asociación "Erata", para que lo consulte quien quiera.
Es curioso esto de los cuadernos. Enrique Satué hizo una magnífico estudio sociológico con lo que la gente escribía en los cuadernos que iba dejando en la iglesia de Ainielle. Lo publicó en un libro precioso, Ainielle, la memoria amarilla.
Mirando éste, hasta aquí han llegado gentes del país, vascos, zaragozanos, madrileños, de León, franceses, de Logroño...hasta un irlandés. La mayoría agradecen la restauración de la ermita, otros se quejan de la subida que hay, los vaqueros nos ponen que "las vacas, aquel día están bien" o, por el contrario que les falta alguna y temen que aquella tormenta de hace dos días "la haya hecho de menos" En la mayoría de ellos se hace mención al silencio, la paz y el extraordinario paisaje que se ve desde allí... sin embargo, de todos, ha habido uno que me ha llamado poderosamente la atención. Aprovecha la primera página y pone textualmente, en mayúsculas y al contrario que todos los demás mensajes, sin firma: LA ERMITA DE SAN BENITO ES DEL VALLE DE BROTO. OTAL CONCRETAMENTE. SOBREPUERTO ES DEL VALLE BROTO Y YEBRA. YA ESTA BIEN DE APROPIAROS DE LO QUE NO ES VUESTRO.
Venciendo la natural repugnancia que me producen este tipo de manifestaciones, y aunque no creo que lo llegue a leer, voy a intentar contestar punto por punto a este anónimo. He pensado en hacerlo en un períódico de tirada regional, pero no me apetece perder el tiempo en el proceso y además, me apetece explayarme y un periódico no me lo va a permitir. Lo voy ha hacer en minúsculas ya que, como todo el mundo sabe, las mayúsculas escritas es sinónimo de gritar y no tengo ninguna intención de levantar la voz.
Mire, señor anónimo, la Ermita de San Benito, en puridad, no es del Valle de Broto. Si atendemos a lo que dice la RAE sobre lo que es un valle (y cito textualmente):
Del Lat. Vallis
1. m. Llanura de tierra entre montes o alturas. (obviamente no es el caso).
2. m. Cuenca de un río. (Tampoco es el caso).
3. m. Conjunto de lugares, caseríos y aldeas situados en un valle. (quizá esto, forzándolo mucho, podría encajar...sin embargo, no es del Valle de Broto, si acaso, del Valle del Ara o del Forcos como tributario de éste último) Si a lo que se refiere, intuyo, es a límites administrativos, le invito a que eche un vistazo al Sigpac. Verá que hoy por hoy, en el siglo XXI, la ermita está dentro del límite administrativo del Ayuntamiento de Biescas. Fíjese, qué cosas. Es lo que tiene no valorar lo que se tiene hasta quer se pierde (o alguien lo saca a la luz) Aunque, es cierto, históricamente perteneció a Otal, lo sabíamos desde el primer momento, de hecho, en la reconstrucción participaron personas de ese pueblo (de Broto ninguna). Por supuesto que, pese a lo que marquen los mapas, seguirá perteneciendo a Otal ¿Y qué? ¿Eso le da más derechos a unos que a otros? ¿Tenían ustedes intención de restaurarla y nos adelantamos?
Respecto a que Sobrepuerto es del Valle de Broto y de Yebra supongo que seguimos hablando de límites administrativos actuales ¿verdad?. Bueno, si es así, le recuerdo que también Biescas, Sabiñánigo y Fiscal tienen terreno en lo que actualmente se conoce con ese nombre (que, por otro lado, nunca ha constituido una unidad administrativa ni de otra índole, más alla de la Val de Cuarnas medieval). Sin embargo, perdone que discrepe... Sobrepuerto es de las gentes que lo conformaron, de cualquier persona que, con un mínimo de sensibilidad, se acerque a conocerlo, de mi bisabuelo, oriundo de Otal o de mi abuela, de Zillas. En cierto modo, Sobrepuerto es mío...y de miles de personas más que se han acercado a esas ruinas o han andado por esos caminos...desde el irlandés que escribió en el cuaderno y vino porque había leído la Lluvia Amarilla hasta de usted. Pese a esto, a la tendencia de diluir fronteras en vez de crear nuevas, el ayuntamiento de Broto a iniciado un marcaje mediante señales (pagadas, supongo con dinero público...no deben tener nada mejor en qué gastarse el dinero de los contribuyentes) del perímetro de Sobrepuerto que a mi me recuerda a épocas pasadas.
Respecto a que nos apropiamos de lo que no es nuestro...mire, en eso si que no estoy de acuerdo.
Esa ermita estuvo allí desde la alta edad media hasta 1937 en que fue derribada. Desde 1937 hasta el año 2007 estuvo convertida en un montón de escombros. Tuvieron ustedes, los que se creen sus dueños, 70 años para reconstruirla. ¿lo hicieron? No, no lo hicieron...probablemente ni sabían que existía. La Asociación que yo presido, desde el primer momento, fuimos conscientes del enorme valor histórico y antropológico que encerraba ese montón de piedras y eso fue el ánimo que nos llevó a reconstruirla. Ni una sola de las personas que trabajaron allí (por la cara durante varios fines de semana y sin esperar, por supuesto, reconocimiento alguno) lo hizo con afan de apropiarse de nada. De hecho allí está, reconstruida y abierta para cualquiera que quiera subir y visitarla (incluido, por supuesto, usted y los de Broto). De todas formas, no se preocupe...tienen montones de lugares para demostrar al mundo que aprecian su patrimonio y que tienen capacidad de actuación...le voy a dar algunas sugerencias (gratis y sin ningún interés más allá de la conservación de nuestro patrimonio histórico y/o arquitectónico) dentro de su término municipal:
-Iglesia de Otal, siglo XI, declarada BIC. En ruinas. Una asociación de Sabiñánigo (no del Valle de Broto) fue la única que intervino en esa joya hace ya muchos años.
-Iglesia de Escartín, siglo XVII con partes del siglo XII. En ruinas. Una asociación de Yebra (no del Valle de Broto) está haciendo esfuerzos para intentar reconstruirla.
-Iglesia de Bergua, siglo XVII con partes del siglo XII y XIV. En ruinas.
-Iglesia de San Bartolomé de Bergua. Siglo X. Reconstruida recientemente por la DGA, (no del valle de Broto). Estaría bien una señalización y un desescombro de los alrededores.
-Iglesieta de los moros. Siglo XVI. En ruinas
-Monasterio de San Pedro de Rava. Siglo IX. Prácticamente desaparecido, pero está...en ruinas, claro.
-Isuala. Una iglesia del XVII y otra románica, en ruinas ambas.
-Iglesia de Yosa de Broto. Cabecera del siglo X. En ruinas irrecuperables.
¿quiere que siga? Con esto ya les he dado trabajo a varias generaciones de amantes del patrimonio de su pueblo. Por cierto, cuando antes hablaba de "nuestro patrimonio" no significa que crea que es mío...no sé si lo entiende...quiero decir que me interesa la conservación de todo el patrimonio, el de su término municipal, el del mío, el de Palencia y el de Bollullos del Condado.
Mire, para terminar. A mi, gente como usted, me da asco. Son los que están consiguiendo que este Pirineo se vaya a la mierda. Somos pocos y, encima, por gentuza como usted, estamos divididos en tribus. Son incapaces de sumar pero les gusta restar y joder al vecino. No hacen pero tampoco dejan que otros bienintencionados hagan. Encima, como nadie piensa más de lo que él haría, desde su amargura, ven enemigos e intenciones ocultas por todos lados...además de asco, me dan pena, mucha pena.
Hala pues....

domingo, 18 de marzo de 2012

PICO D'AS ESCUELLAS (2507 m.) El día que Yeti volvió a nacer

El pico Escuellas (del latín collum "cuello, collada" + el artículo plural antiguo es "los, las", es decir Montaña de las colladas o de los collados), que no Escuelas como pone en casi todos los mapas, es esa peña que cierra el horizonte una vez cogido el desvío a Panticosa a la altura de Escarrilla. Es una montaña de aspecto compacto, piramidal casi perfecta que atrae nuestras miradas a la izquierda de las suaves lomas de hierba sobre las que se asientan las pistas de esquí.
Pese a su apariencia y conspicuidad nunca se nos había ocurrido hacerle una vista. Ni a ella ni a los valles de la Ripera y Laulot que discurren por sus faldas. (Bueno, a decir verdad, por la Ripera hicimos una vez un paseo con raquetas hace ya bastantes años).
Así pues, el sábado quedamos con Roberto y Yeti intentar subirla pese a la escasez de reseñas en comparación con otros picos. La idea inicial era subir andando desde la telecabina pero anunciaban empeoramiento para por la tarde así que tiramos de contactos y nos dejan la llave de la pista con lo que nos ahorramos una hora de ida y otra de vuelta.
Salimos a las ocho y un par de km después de Panticosa, cogemos la pista de la Ripera hasta el puente donde cruzamos el barranco Laulot. Unos metros más adelante, se coge un sendero que te introduce en el pequeño valle de este barranco teniendo como fondo el dedo de Yenefrito, una roca extraplomada que domina la cabecera del valle. Al poco de empezar a andar, nos salen dos corzos. Yeti los empieza a perseguir y tarda casi una hora en volver. Cuando lo hace, lleva la lengua pisándosela y le tiemblan las patas. O ha corrido mucho o viene acojonao por algo.
Una vez en el collado del dedo, el valle continúa dirección este pero nosotros nos vamos a desviar a la derecha por una larguíííísima ladera cubierta de hierba seca, en la que se ganan metros sin conocimiento, y que nos llevará a una cota secundaria desde la que ya se ve todo el recorrido que hemos de seguir y donde empieza la nieve. El día, que había amanecido completamente despejado, se está nublando muy deprisa.
Bajamos un poco, nos colocamos los hierros (el perro no tiene) e iniciamos la subida, primero por un corredor empinado pero con nieve perfecta y luego por una largas palas inclinadas en las que la nieve está bastante bien excepto en algunos lugares en los que te hundes hasta casi la cintura.
Sin prisa pero sin pausa nos colocamos en un collado, muy a la izquierda del pico, donde hay que superar unas lajas inclinadas y heladas para llegar a la larga arista somital. Lo que antes eran laderas inclinadas pero fáciles, se están convirtiendo en un terreno peligroso de rocas con mucho hielo en el que apenas agarran los crampones. Roberto espera en el collado . Yo me adelanto a ver como está y el perro viene conmigo pese a que le digo que me espere ¿será que no me entiende?. Avanzo por la cresta hasta llegar a un paso muy estrecho con una caída acojonante a ambos lados. Yeti va delante mío. De repente, empieza a patinar, resbala, da una media vuelta y se cae por la derecha, dando volteretas, cerca de 20 o 30 m. Me asomo, con mucho cuidado, pensando que estaría muerto y me lo veo intentando volver a subir. ¡¡Mecagonmiputacalavera!! ¡¡Yeti, quédate allí!! Vuelvo a bajar hasta el collado donde llega el perro moviendo el rabo ¿será posible? Me pego yo esa hostia y ya estaría con el Sumo Hacedor ¡¡y este bicho no se ha hecho nada!! ¿Que hacemos? Estamos muy cerca pero está esto muy mal. Nosotros subiremos pero este perro...hace falta ser descerebrao (el dueño, no el chucho) para meter al pobre bicho en este berenjenal. Vamos a ver como está un corredor que sube directo a la cima. Flanqueamos a la derecha hasta colocarnos en la entrada del corredor. Empiezo a subir abriendo huella y el perro pisándome los talones. Roberto viene detrás y un poco mas abajo, cuatro montañeros vascos que suben también. El final del corredor se empina hasta casi ponerse vertical y la nieve está completamente helada. No se como pero el perro este, al final, ha llegado arriba. Como me dijo una vez un francés esto no es un pego nogmal, esto es un pego montañego. Espero a Roberto que llega al poco y detrás, tres de los cuatro vascos. Estoy intranquilo. Bajar este chucho de aquí va a ser complicado en esa primera pala. Se pondrá nervioso y, con un poco de mala suerte, se caerá y me arrastrará y démonos los dos por jodidos. Si salimos de ésta no me lo vuelvo a traer a un pico que no conozco...palabrita del niño Jesús. Les digo que esperen, que bajo yo primero para que no se ponga nervioso. No hace falta, me ve marchar, viene trás mí, se resbala y, por segunda vez, da dos o tres vueltas de campana sobre las piedras, llega al borde de una pared y desaparece corredor abajo...¡Mierda! Ahora si que se ha matao. A caído volando casi 20 metros y se ha estampao abajo donde más se encaja el corredor. Bajo deprisa pero con cuidado y me lo encuentro sentado y moviendo el rabo. Hago que se mueva. Aparentemente no tiene nada roto aunque tiembla como una hoja. Estoy un rato con él hablándole y tranquilizándole mientras bajan los demás. No me jodas...eres un perro-gato-montañero pero, decididamente, esta es la última vez que te traigo a un sitio de estos. Llega la gente y flipan de que no se haya hecho nada. Ahora ya, la bajada es pan comido. Nos despedimos de los vascos, pasamos el collado de Yenefrito y llegamos al coche donde comemos algo antes de marchar valle abajo. Galimba en Escarrilla y dejo al perro con doble ración de comida.
Hoy, lo primero que he hecho al levantarme ha sido ir a verlo, no vaya a tener alguna lesión interna o algo así...me lo he encontrado, como siempre, pegando saltos y deseando salir a perseguir gatos, cosa que ha hecho en cuanto le he abierto la puerta.
Hala pues...

lunes, 12 de marzo de 2012

REDESCUBRIENDO EL PLACER DE PASEAR

Con demasiada frecuencia nos enzenegamos (obcecamos para los hispanoparlantes) en subir a no sé qué pico o bajar no sé qué barranco (a poder ser, cuanto más alto o más difícil mejor) y no valoramos el salir al monte por el simple placer de pasear, sin tener un rumbo fijo, una meta marcada, un pico o la cabecera de un barranco a la vista. Este finde, el sábado, tenía que preparar una excursión con "mis alumnos y alumnas" del módulo de iniciación a la botánica de la escuela de Adultos de Sabi. Una vez que hemos visto, después de varios años, la flora alpina y de media montaña, se me ocurrió que estaría bien que conocieran las especies más representativas del clima mediterráneo. Obviamente, había que bajar a Guara pero... ¿a dónde?. No es fácil preparar una excursión apta para gente que son algunos y algunas montañeros y montañeras, muchos y muchas aficionados y aficionadas a la botánica y al botánico pero sin una forma física excepcional. También hay parejas y parejos e incluso jubilados y jubiladas que han descubierto recientemente, la belleza y el interés de la flora pirenaica. Abroparéntesis -Me vais a perdonar, pero me parece insufrible, cansado y una soberana estupidez escribir (y ya no digo hablar) siguiendo las supuestas reglas del lenguaje no sexista que tan de moda está últimamente entre los que se consideran progres en este país. Usaré, como se ha venido haciendo desde la edad media hasta hace apenas cinco o seis años, los genéricos que engloban ambos sexos (masculino y femenino, o femenino y masculino, se entiende) sin que esto suponga por mi parte ningún tipo de discriminación, machismo, misoginia, antifeminismo, sexismo o adscripción y /o simpatía por tendencia política y/u organización sindical alguna.- Cierroparéntesis
Decía que, una vez valoradas las variantes (edad de la gente, meteorología, desplazamientos, dificultades, distancias, desniveles, paisajes...) la conclusión fue que, una de las excursiones más agradecidas, era desde Vadiello hasta el santuario rupestre de San Cosme y San Damián y después...ya se vería, Así que el sábado, cerca de 50 personas nos plantamos en Vadiello a las diez de la mañana. Un día inmejorable, aunque a primera hora soplaba un vientecillo frío. Del parking de la presa, se cruza ésta y se inicia una subida suave por pista dirección este hasta un desvío señalizado donde la abandonamos para coger una senda. Enseguida aparece un pequeño esconjuradero llamado La cruz cubierta. Parada a almorzar. Los almuerzos en estas excursiones no son de bocata y, como lujo supremo, un trago de vino. Aquí no. Aquí aparecen fiambreras, tortillas, embutidos y quesos de diversas procedencias, variedad de caldos de las más diversas bodegas y de postre muestrarios enteros de pasteles, bizcochos, galletas y chocolates. Por supuesto, no falta el café y algún licor para terminar de rematar. Todo se comparte de forma que lo que debería ser un tentempié se convierte en una fartera por todo lo alto.
Una vez almorzados, en apenas media hora llegamos al santuario de San Cosme y San Damián. Todos los terrenos son propiedad de los Condes de Guara que lo mantienen cerrado y no se puede visitar. Aún así, el paraje es de una belleza sobrecojedora. Como en todos los demás enclaves rupestres que conozco, huele a historia y paganismo. Las constantes de la roca, el agua y la vegetación. El espíritu de miles de personas que debieron pasar por allí (todavía pasan los 9 de mayo y los 27 de septiembre) implorando favores o agradeciendo curaciones retumba, si se sabe oir, en las gigantescas paredes de roca que le sirven de cobijo. De allí, cogemos una pista que, tras pasar por tres ermitas más y por una fuente llamada, como no podía ser de otro modo, fuensanta, nos deja en un desvío señalizado como "El huevo". Pues vamos, que hemos andado poco y hemos almorzao mucho. La senda al principio sube para coger altura pero luego llanea en un formidable bosquete de carrascas, (hace muchas décadas que esos árboles no han visto un astral) hasta la base del Huevo de San Cosme. Éste es un monolito de conglomerado desgajado y erosionado de la pared situada al sur y nada tiene que ver con los testículos del santo en cuestión.
La vuelta la hacemos por el mismo camino, para enlazar nuevamente con la pista, y seguimos hasta el collado llamado el Alto de la Carrasca, donde disfrutamos de una vista preciosa de la vertiente sur del tozal de Guara. De allí, ya no hay pérdida. Otra pista baja directa al pantano de Vadiello que vemos a lo lejos. Antes, claro, hay que parar a comer. Excepto mesa y mantel, de lo demás, como no podía ser de otro modo, no falta de nada.
Aún nos queda tiempo y ganas para ir a visitar Peña Mora de Ayera antes de dar por concluida una bonita jornada gastrobotániexcursionista.
Como siempre, por si alguien quiere repetir una excursión absolutamente recomendable, aquí está el track.
El domingo amanece espléndido. A las diez de la mañana hace una temperatura primaveral. Dudo entre subir a ejquiar a Aramón Formigal, a disfrutar de sus cientos de kilómetros de nieve dura-primavera (para los no versados en nivología esto es hielo a primera hora y pastaromperodillas a partir de las 11 + -) o bajar en bici a Sabiñánigo donde me espera una suculenta comida en casa de mi madre. Opto por lo segundo, claro. conforme pedaleo por la pista de la chopera se me ocurre intentar unir Biescas y Sabi sin tocar asfalto. Allí que voy. La ruta que me sale es la siguiente: (se toca asfalto, al final, en un 7% del recorrido). Biescas-Pista de la Chopera-Escuer nuevo (para unir la pista de la chopera con Escuer hay que cruzar la carretera)-Escuer nuevo-Escuer Viejo por la pista y de allí, por la pista nueva que sale al lado de la Torraza, al collado donde llega otra pista que baja desde Gué. Justo enfrente, sale otra pista en descenso que baja mediante largos zigzags hasta la pardina de Pedro Chil. Lo que, en apariencia es un edificio sin nigún valor, está construido en el solar donde hubo un poblado, llamado Atagüás, documentado nada menos que desde el 1042 hasta 1785, año en que figura ya despoblado. Muy cerca de allí están también pudriéndose de abandono y desidia los restos del monasterio de Sta. María de Arrasul, documentado desde el siglo X y con la planta de la iglesia intacta. Por supuesto, ni en Atagüás ni en Sta. María, nunca ha habido (ni nunca la habrá) excavación arqueológica que arroje luz sobre estos enclaves altomedievales que fueron testigos del nacimiento del Reino de Aragón...el dinero público, como tantas veces, es preferible invertirlo en favores a chupatintas, mangantes, familiares de reyezuelos y especuladores o en ruinosas ampliaciones de estaciones de esquí, ahora que todos los estudios dicen que nos encaminamos a una nueva glaciación. (modo sarcasmo off) . De la pardina Pedro Chil -antes Atagüás- se baja a cruzar el río Aurín que baja prácticamente seco. ¡Madre mía que verano se prepara como no llueva!. De allí debemos coger la carretera que une Larrés con Acumuer (2 km de asfalto) y, en esta población, bajo su castillo, el camino antiguo que va a la ermita de San Cosme y San Damián (qué casualidad, ayer estuve en Guara en otra ermita con la misma advocación) y de allí, por senda hasta el puente Aurín muy cerca ya de Sabiñánigo. Para entrar en Villa Cloro lo hago cruzando la carretera por un túnel y por las pista de lo que antes era "el circuito Colacao". Aún estiro un poco más la tierra evitando la carretera de la zona deportiva por sendas que bordean campos de labor hasta llegar al polideportivo. En total me salen 28 km y casi 800 m. de desnivel. El track, aquí.
Ha estado bien el finde.
Hala pues...

martes, 6 de marzo de 2012

BARRANQUISME ALS PORTS DE TORTOSA-BESEIT.

Barranquiando en os puertos de Tortosa-Bezeite. Canyonig in the ports of Tortosa-Beceite. Canyoning dans les ports de Tortosa-Beceite. каньонинг в портах Тортоса-Beceite. Acabo de descubrir el traductor de google...a que mola???
Pues eso, que este finde hemos estado de turismo barranquil-gastronómico por aquella zona, a ver si, de una vez, la reconquistamos para la corona Aragonesa. (Que sí, que ya lo sé, que Tortosa la conquistó Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona...pero estaba casado con Petronila, hija de Ramiro II, rey de Aragón y por tanto, de esa dote, nos pertenece un cacho) Con el firme propósito de conquista pues, salimos de Biescas a las cuatro de la tarde (con la comida todavía en la garganta y recien duchaos-afeitaos) Teo, Úrbez y yo mismo. Recogemos en Villa cloro a Pol y nos juntamos en Güeskonsing con Óscar, Ángel, Marcos y Alfredo. Ni en mis mejores tiempos de barranquista-explorador, allá por los 90, había ido en una expedición tan grande. Nada menos que ocho sujetos (todo hombres, ya es pena ya...) dispuestos a barranquiar, a conquistar Tortosa (por las buenas o por las malas) o a lo que se nos eche encima.
Pues...como conduce Teo, ni idea por donde vamos pero que hay una kilometrada elegante hasta Tortosa, donde se nos hace de noche y bastantes más hasta un refugio, en plenos Ports donde vamos a dormir.
El refugio para nosotros solos. La guardesa ya nos está esperando y nos prepara una cena como pa una boda, tú. Un rato de cháchara, más que nada para conocernos todos, que aquí hay gente de lo mas heterogénea, diversa, variada y plural. Al final, la conclusión es la de casi siempre...gente maja, con la que vamos a compartir dos días de monte.
Literas corridas...buena noche se prepara entre ronquidos, ventosidades y testosterona.
Al día siguiente, amanece completamente nublado, con niebla que tapa todo el paisaje y con un un frío propio de latitudes más septentrionales. Aún así, bajamos un poco con los coches, cargamos con todos los bártulos y nos vamos por un GR, al inicio de las Gúbies de la Vall Figuera, uno de los barrancos más largos y, a decir de todas las guías, imprescindible para conocer las características barranquíticas de este paraje. Después de una hora, en la que el día se ha ido despejando y nos sorprende con paisajes preciosos, llegamos al fondo del valle y el inicio del barranco. Como sospechábamos y cabía esperar tras este invierno tan espléndido en lluvias y nieves, baja más seco que el ojo un tuerto. ¿neopreno? ¿pantalón corto? ¿tanguita o shorts? ¿qué coño nos ponemos? Si no nos ponemos neopreto, seguro que hay pozas residuales...si nos lo ponemos no habrá ni gota de agua y nos deshidrataremos...al final, cada uno a su libre albedrío.
El barranco es majo. Muy largo. Con grandes caos de bloques y zonas estrechas de paredes pulidas y abombadas. Me recuerda al Consusa, pero a lo grande. Incluso la vegetación es parecida. Al principio le cuesta formarse. Tanto que, después de un par de horas de destrepar y algún rápel, ya pensábamos que aquello iba a a ser todo el rato así y que, desde luego, no merecía la pena volver otra vez. Pero al final se estrecha mucho y tiene rincones francamente bonitos. Algunas pozas llenas de agua verdinegra y maloliente se evitan con más o menos habilidad mediante pasamanos. El punto más majo es una marmita trampa, de siete metros de profundidad y completamente seca, que obliga a montar un rápel guiado. Casi al final, en un pasillo muy estrecho, vemos que algo se mueve...amos, no me jodas. ¡Si hay allí un perro! Pero cómo coño ha llegao ese chucho p'allí??? Nos acercamos con cuidado, pensando que el gos ese se habra caído desde arriba, estará más jodido que una maraca e igual nos muerde del mismo acojono que lleva cuando vemos que no...que está perfectamente. Acojonao, eso sí, pero por lo demás bien. Teo, que ha tenido perros toda la vida, lo ata y el bicho lo empieza a seguir como si fuera su dueño. Esto si que no lo habíamos hecho nunca...barranquismo con chucho.
La salida del barranco está indicada con unos carteles de + - 15 cm, casi imperceptibles a simple vista. La fama de rac... ahorradores de istas chens, la llevan por algo. En la foto de al lado, a la vez de admiráis el porte, la pose y las piernas torneadas y musculosas del perro a ver si sabéis ver las señales en cuestión...que luego me dicen que soy un exagerao.
La subida a los coches es larga de cojones...casi hora y media en la que te comes 500 m. de desnivel. Eso sí, al final, el día se ha quedado muy bueno y el paisaje merece la pena.
Una vez llegados a los coches, comemos y echamos un café en urn restaurante cercano. Dejamos el perro allí ya que lleva collar pero no placa de identificación y se lo decimos al camarero por si alguno pregunta.
Después de comer, subimos a la cima del Monte Caro que, con sus 1447 m. es el punto culminante del macizo y techo de Tarragona. Hay una carretera que te sube hasta arriba y, en la cima, como no podía ser de otra manera, una estatua de la virgen comparte protagonismo con gigantescas antenas para rendir culto a santa telefonicamovistar, san orange y san vodafone. Es acojonante la insensibilidad y la falta de respeto de las compañías de telecomunicaciones. No se respeta nada. Si pudieran, colocarían antenas en el Aneto y el Mulhacen para conseguir mayor cobertura. Claro que a éstas empresas se les presupone la insensibilidad pero ¿y los gestores de ese paraje? ¿no estamos en un parque natural? ¿cuánto y a quién deben pagar para que se les permita colocar esos armatostes en el corazón de un paraje protegido? Por lo demás, precioso paisaje en todas direcciones, con el mar como fondo al este y todo el macizo hacia el oeste.
De allí, bajamos a Tortosa donde tenemos reservado un hotelito. Tras ducharnos, visita turística para ver los puntos débiles de la muralla y cena cojonuda en uno de los pocos restaurantes con cocina autóctona que encontramos abierto. Los agüelos, echamos un trago y nos vamos a dormir. Los jóvenes (y algún agüelo) se quedan a vivir la noche tortosana.
El domingo, a las ocho y media, algunos frescos como una lechuga y otros adormilados y semiresacosos, desayunamos y marchamos hacia Horta de Sant Joan, en la vertiente oeste de los Puertos. Esta población, conocida por el incendio forestal de hace unos años en el que murieron cinco bomberos, es preciosa. Lástima que no tengamos tiempo para verla con detenimiento. Aún así, mientras vamos a buscar el permiso para bajar otro barranquillo,aún nos acercamos a visitar la iglesia, gótica, enorme y muy bien conservada.
Para ir al barranco de Canaletas, hay que bajar del pueblo y coger unas pistas que pasan por toda la zona quemada hasta una señal de prohibido circular. De allí parte una senda que en poco menos de una hora nos lleva a la cabecera. Óscar y Ángel ya lo han hecho alguna vez y no les apetece mojarse. Aún así nos acompañan a la cabecera. Este sí, éste lleva agua, poca pero lleva.
El paisaje, pese al incendio, es espectacular. Cierra el horizonte les Roques de Benet, unos mallos de igual material y parecidos a los de Riglos
La entrada lógica es un rápel largo de 15 o 20 m. que termina en una poza preciosa de color verde turquesa. Ahora, está prohibido porque en la cabecera vive el cangrejo de pito largo(Austropotamobius longipenis), autóctono y en peligro de extinción y hay una senda que nos deja al pie de la poza.
El barranquillo en cuestión es majete. Labrado en conglomerado, hay unos enormes desprendimientos que forman oscuros y caos por los que hay que pasar y algún pasillo inundado. Se hace muy corto aunque se agradece salir porque el agua está muy fría. Además, se ha nublado por momentos y se ha levantado viento frío.
Pues...poco queda más por hacer hoy aquí (que sí que quedan cosas, pero hoy ya no nos da tiempo y mañana hay que currar...) así que nos cambiamos, y cogemos carretera hasta casa no sin antes echar algo pal cuerpo en Gandesa y galimbilla de despedida en Sariñena.
Ha estado muy bien el finde...a ver cuando lo repetimos.
Hala pues...