viernes, 29 de octubre de 2010

FOZ DE MOLINIELLO

N. del A.: Ya hace un tiempo que algunas lectoras me dicen que el lenguaje que utilizo en este blog, vulgar, desagradable, procaz y blasfemo, les resulta ofensivo y poco edificante. Si me lo dijera un hombre no haría ni put...¡Huy, perdón! ningún caso pero, como considero que el género femenino es mucho más inteligente que el masculino y no quiero que me vean como el típico macho alfa, regoldante y pedorrero si no, como lo que soy, un hombre sensible, tierno y comprensivo, pero, sobre todo, porque no me quiero granjear su desafecto y desprecio, voy a proceder, desde hoy, a escribir sin expresiones malsonantes, blasfemias y sin mentar parte alguna del aparato reproductor femenino o masculino.


Así que hoy, hemos bajado a Huesca con Pol a realizar gestiones en la capital y, ya que estamos, a hacer algo para no subir a casa de vacío. La primera getión a sido llevar unos papeles a la DPH. En la puerta un segurata y un arco de seguridad. ¡Cáspita!, ¡llevamos navaja en el bolsillo!. Nos desarma mientras ponemos cara de aldeano inocente y le decimos que...es que... somos hombres de campo y llevamos navaja pa capar gorrinos y comernos el bocadillo, ¿sabusté?.... El tío se nos mira con cara de pocos amigos y nos dice que nos las devolverá a la salida. Después de rearmarnos vamos al CPR y al Eroski y emprendemos ruta hacia el norte. Nos desviamos en Arguis y cogemos la carretera del desconocido y tranquilo Valle de Rasal con intención de bajar el barranco Moliniello. Pasamos Rasal y, después de varias dudas, encontramos el párking, señalizado con un cartel, donde nos despelotamos e iniciamos la subida. ¡Caracoles! ¡Qué frío hace! Cruzamos el río Garona (en el que baja un hilo de agua) y cogemos una senda que sube a piñón ladera arriba. Colores preciosos de otoño pero... ¡Repámpanos! ¡Vaya subida!. Al final llegamos a una especie de colladito, desde el que se ve todo el valle y al fondo Tendeñera, Comachibosa y el macizo del Perdido. Cien metros más adelante, sale una senda jabalinera que baja en picao, entre bonitos cajicos, carrascas y bojes, hasta el cauce del barranco. 1 hora justa. En el fondo hay varios tejos preciosos, alguno de ellos, seguramente, milenario. Mucha vegetación durante un trozo pero enseguida se llega al primer estrecho. ¡Córcholis, que agua más fría! Rápeles cortos, muy limpios de ejecución, equipados perfectamente con parabolt con cadena y anilla, y ¡chapas en braille! En todas pone lo mismo (¡cuidado!, espaldadero delante). Después del único salto largo, de 20 m., hay un pequeño tramo abierto y otro nuevo estrecho con más saltos. Hay ramondias con hojas del tamaño de las de las acelgas. De repente, la roca y el agua desaparecen y una espesa vegetación nos envuelve. ¿Ya sacabao? No pué ser...si llevamos una hora justa, hemos ido despacio, hemos hecho fotos y en las reseñas pone dos horas y media... pues si, enseguida llegamos al río y en pocos minutos al coche. Claro, venimos de hacer Safosca y este es el barrancucho de la Nancy comparado con ese...Vamos a volver por Yeste, así hacemos un poco más de tiempo y vemos la iglesia que he leído que es muy chula. Aunque está cerrada, flipamos con una iglesia del XIII espectacular. Ábside de tambor, cinco arcos ciegos con columnas adosadas... Lo mejor, sin duda alguna, es el tímpano de la puerta. ¡Carámbanos! ¡Qué bonito! Un crismón muy simple de ejecución flanqueado a la izquierda por un obispo y su diácono en actitud de bendecir y a la derecha la escena de la anunciación con la Virgen , San José, el ángel y el Espíritu Santo en forma de mirlo capiblanco (Turdus torcuatus). Hay una leyenda al pie en la que se lee, en latín y por estricto orden jerárquico "Gloria al Salvador, a Sta. María Madre y a San Pedro". De allí, por el valle de Javierrelatre, a casa, no sin antes rehidratarnos en la gasolinera del Hostal de Ipiés donde nos meten en una narcosala, ya que no se puede fumar en el bar.
Pues hombre, que queréis que os diga, amiguitos/as. No creo que vuelva a ese barranco. No está mal, pero con una vez es más que suficiente.
Hala pues....

jueves, 14 de octubre de 2010

BARRANKLING EN MALLORCA

¡¡Hoooola amiguitos!! Pues sí. No es exactamente el Pirineo, que es de lo que va este blog, pero como en tiempos fue territorio conquistado (Por Chaime I, que no Jaume ni Llauma ni gilipolleces de esas.. en 1229) y considerando que todavía estamos a tiempo de reconquistarlo (esta vez a las hordas de germanos y sajones), nos fuimos el puente del Pilar a ver si era verdad que los torrents de allí eran de lo mejorcito de la Vieja Europa. Así que nos embarcamos en el gran-pájaro-de-hierro-que-vuela-alto-y-hace-ruido, comunmente conocido como avión, en el aeropuerto de Barcelona (También territorio a reconquistar) Óscar, Pedro, Pol, Teo, Úrbez y el que esto escribe, para llegar al poco a la mayor de las islas Gimmnesias. Tras alquilar furgo de 9 plazas nos dispusimos a acomodarnos en un hotel en la población de Magalluf. El oráculo meteorológico auguraba agua a manta los cuatro días y, efectivamente, al poco de llegar empezó a llover. Osea, que el slogan ese de sol y playa...los cojones. Salimos después de cenar a echar unas pintas pal cuerpo y constatamos que, o nos habíamos equivocado de avión y estábamos en Covent Garden o aquello era una invasión en toda regla. Cientos de guiris (machos) bolingas y haciendo estupideces por la calle y cientos de guiris (hembras) vestidas como si hubieran salido de un lupanar del Soho. Nos vamos a la piltra lloviendo y a las dos de la madrugada nos despiertan todos los elementos desencadenados. Lluvia, viento, rayos, truenos y centellas iluminan la isla. El domingo madrugamos. Nos metemos en la furgo lloviendo, recorremos media isla y sigue lloviendo. Hoy ni barrancos, ni torrents ni pollas. Nuestras plegarias y blasfemias han debido ser oidas por El que Todo lo Oye porque, de repente, se abren los cielos y un sol radiante nos reconforta con su luz y calor. Estamos al lado de Sóller así que miramos la guía y, rápidamente, nos decidimos por el torrent de Biniaraix. El barranco es majo. Nada del otro mundo, pero está bien. Baja en picao desde la masía de l'Ofre, al principio bastante abierto, pero luego se encañona. Muy bien equipado y con un chorro de agua suficiente para no tener que nadar en fecalwater. Aún así, algunas marmitas nos hacen contorsionarnos para evitarlas ya que tienen un color más que sospechoso. Lo que realmente mola de ese barranco es la aproximación. Es hora y media por un camino precioso. Empedrado a modo de calzada romana, perfectamente mantenido, se retuerce en cientos de curvas buscando los puntos débiles de las montañas. Hay miles de fajas aterrazadas con olivos. Los de Sobrepuerto eran brutos moviendo piedras y haciendo paredes pero esta gente eran la hostia. Hay algunas casas en el camino, solo accesibles a pie, y habitadas. Joder, hace falta ser muy jipi pa vivir aquí. Terminado el barranco, retornamos al coche y, nuevamente, se nubla y empieza a llover. Aún visitamos el puerto de Sóller y nos echamos alguna galimba antes de volver a nuestro campamento base donde nos ponemos hasta el culo en el buffet libre. La noche transcurre plácida entre risas, teutonas (sí, tetonas también), birras, sidra irlandesa y estrellas...se ha despejado.
El lunes amanece raso como el culo de un mandril. ¡¡¡Bien!!!! Nos vamos pa Sa fosca. Como no hemos madrugado demasiado y somos un grupo grande, decidimos irnos Pol y yo allí y el resto se van al barranco de Mortix. Nos abandonan a las diez en el cruce de Sacalobra y Cala Tuent. El barranco, en realidad, son dos, Gorg blau (formado por un tramo "abierto" y otro oscuro conocido como Sa fosca) y el Torrent de Pareis que desemboca en el mar. Hay posibilidad de hacer solo el primer tramo y salir, sin hacer Pareis, pero ya que estamos...pa chulos nuestros pirulos. Nos cambiamos rápidamente y enseguida estamos al lío. Se anda por un tramo de río abierto hasta que un afluente a la izquierda empieza a aportar agua. A partir de allí, aquello se convierte en la polla con cebolla. Se estrecha, las paredes se elevan hasta extremos inimaginables y nos sumergimos en un auténtico éxtasis barranquil. No se describirlo. Este primer tramo tiene las dimensiones y las formas del Olhadubi aunque con rápeles más cortos. Al haber llovido el día anterior caen chorros de agua de ambos lados, formando cortinas que hay que atravesar. Saltos, destrepes, estrechos (algunos muy estrechos), pasillos inundados, nos llevan al Pas des Duro, el único escape del barranco equipado por los bomberos para sacar gente de allí. Aquello cada vez se estrecha más. Todavía hay luz un tramo pero ya no se ve el cielo. Al final, tras un rápel de 20 m. las paredes se cierran tanto por arriba que nos obligan a colocarnos los frontales. Estamos en el conocido como pas de s’Acollonament (Literalmente, paso del acojono) y entrando en Sa fosca. Medio kilómetro completamente a oscuras. Sifones que te ves negro para pasarlos, rápeles, bloques empotrados, agua, humedad, vapor, sudor, lágrimas...estamos al borde del orgasmo cósmico ( y no por que hayamos tenido relaciones carnales en ese lugar tan oscuro ¡¡¡¡ehhhh!!!!, que yo con Pol voy de monte pero no me pone lo más mínimo, que lo sepáis.). Tras largo rato a oscuras se empieza a notar otra vez claridad. La última sala, previa a un gigantesco caos de rocas, es espectacular a más no poder. Nos damos cuenta que está lloviendo otra vez. En el caos nos devanamos los sesos para salir de allí y llegamos a la confluencia con el Torrent de Paréis. Nos quedan dos horas de destrepar por bloques hasta llegar a Sa Calobra. Los pasos están marcados con hitos y pintura. Resulta que, en los folletos turísticos, invitan a los incautos a bajar por la salida del Gorg blau y bajar por allí hasta la playa. Y aquello, es un barranco que resbala que te cagas, con destrepes complicados y con badinas de agua largas como un día sin sexo. Así que bajamos y empezamos a encontrar guiris en serias dificultades. Se nos quedan mirando con cara de haba pero no dicen nada cuando les pasamos. Hacia la mitad, una pareja de germanos nos piden ayuda. Pa verlos. El con zapatos, pantalón corto y camisa de cuadros. Completa el atuendo con unas gafas redondas en la punta la nariz y un gorro de explorador. Ella, zapatillas, pantalón corto y camisa a cuadros. Les ayudamos a bajar un resalte y se nos pegan como garrapatas. Vienen detrás corriendo, tropezando y resbalando hasta que decidimos que se van a joder un tobillo si tratan de seguirnos. Los esperamos y les damos la mano en los sitios más complicados. Hasta les cruzamos las mochilas en las badinas para que no se les mojen....más de lo que las llevan. Entre lo que llueve y el barranco chorrean agua. El torrent de Pareis es bonito. Nada comparable con Sa fosca pero el paisaje es precioso. Los vamos ayudando y animando. It's very beautiful les digo mientras señalo el paisaje. Pero ellos no están pa hostias, el tío casi no sabe salir de una poza de lo cansado que está. Por fin, después de cinco horas y media, llegamos a la playa de Sa Calobra. Mogollón de peña allí. Algunos nos hacen fotos, una alemana, con un niño de meses en brazos, nos pregunta que si hemos visto a su marido que había salido a las diez de la mañana y aun no había llegado. Yes, we have seen, he came in two hours. Se nos queda mirando con los ojos como platos. Según la descripción que nos ha hecho debe ser uno de los primeros que hemos visto, iba muy lento y estaban a tomar pol culo de allí. Me gustaría saber la de peña que llegan a rescatar en ese barranco en verano porque debe ser un sinvivir. El caso es que llegamos a los chiringuitos, nos despedimos de los alemanes. You are de best, you are de best, nos dicen mientras nos abrazan y nos dan chapadas en las costillas. Nos apretamos medio litro de cerveza cada uno (nos meten un cañazo que flipamos) y esperamos al grupo que, una vez acabado Mortix, nos vienen a buscar. Llegamos a Magalluf de noches oscuro y con el buffet cerrado. Nos duchamos ya que olemos a fletán y asaltamos el primer restaurante que vemos donde nos ponemos hasta las trancas otra vez.
Al día siguiente, tenemos la borrasca girando encima nuestro. Lluvia, viento, truenos...y nosotros a coger el avión...toma deporte de riesgo. Después de retrasos, turbulencias y saltos en la pista de aterrizaje llegamos a Barcelona (Territorio por reconquistar) y de allí a casa.
Pues sí. Quizá Gorg Blau-Sa fosca, sea uno de los mejores barrancos que he hecho. Han sido cuatro días acojonantes. Barrancos, amigos, guiris tetudas, cerveza...que más se puede pedir.
Hala pues....

domingo, 3 de octubre de 2010

LE TOUR DU MIDI D'OSSAU


Otra vez la vuelta al Midí, en un día desapacible, frío y feucho de otoño. Ya hace días que le había prometido a Ana enseñarle una de las rutas clásicas del pirineísmo pero no hemos elegido el mejor día. No ha llovido, como la última vez que la hice que acabé como una sopa, pero no ha hecho un día majo.
Salimos de Biescas a las siete y media. Despejado pero mucho viento subiendo hacia el Portalet. Bajamos hasta la presa de Bious y aparcamos en el parking de arriba. Al principio el camino es llano, luego hay pequeños repechos y enseguida se llega a un valle glaciar (fondo completamente plano, laderas escarpadas, circo al final...). Aquí hay que dejar el camino del fondo del valle y estar atentos a un desvío a la izquierda que nos llevará, por dentro de un bosque de hayas, al ibon de Peyreget y al collado entre el Midí y el pico homónimo (hay que ver, cuando quiero como escribo Ehhh!!!!!) Antes de salir del bosque, se nos echa encima una riada de ovejas que bajan despendoladas y sin pastor. Éstas se han olido el cambio de tiempo que anuncian y escapan hacia el fondo del valle. Una ventolera que pa qué y un frío que pela...Buscamos algún trasaire para almorzar. No nos sienta ni bien...nos estamos quedando helaos. Llegamos al ibón y tenemos que optar por rodear el pico de Peireget por el sur, por donde va el camino marcado como GR, o por el norte por un collado que se abre justo enfrente. Optamos por este segundo, ya que es más directo y el tiempo no está para florituras. Se ha nublado mucho y se está poniendo negro como mi alma. Se cruza una gran canchalera, con bolos como coches y lavadoras, y se llega al collado. Un aire y un frío que pela. De aquí se inicia una bajada, bordeando pequeños ibones, hasta el refugio de Pombie que se ve allá abajo. Llegamos poco después, bordeamos el ibón y cogemos el camino a nuestra izquierda que, por debajo de la grande raillière y la cara este, nos lleva al ventilado Col de Suzón.
No hay Dios que aguante allí. No hace demasiado frío pero el aire es insoportable. Nos metemos en el valle de Magnabait, teniendo cuidado en no confundir el camino ya que, si seguimos valle abajo, acabaremos en Artouste. Miles de Crocus nudiflorus florecidos y laderas enteras de color rojo por las matas de arándanos El camino flanquea a media ladera por la izquierda orográfica hasta que se mete en un hayedo que, en picao, te baja otra vez al coche. Comemos tranquilamente y protegidos del viento, al lado del coche. Me levanto a buscar agua y me encuentro con el tipo "enamogado de la España" con el que estuve ratos y ratos charrando hace poco en Oturia. ¡Joder! Le monde est très petit! le digo mientras le tiendo la mano. Me conoce enseguida. Me pregunta que si no he traido "mi pego depogtista" le contesto que dans le parc national les chiens sont interdits. Parecemos dos gilipollas, yo chapurreando française y el parloteando español. Después de comer paramos en la Frontiere a echar un café pa calentar el cuerpo. Está, como siempre petada de franceses comprando Ricard y ajos. De allí a Biescas donde, por fín llega la dichosa borrasca. Está lloviendo que te cagas ahora mismo.
Pues eso, que podía haber estado mejor el día pero bueno, es lo que tiene la mountain.
Hala pues...