domingo, 23 de diciembre de 2012

BELÉN MONTAÑERO EN SAN BENITO DE ERATA

Ayer, 15 supervivientes del apocalipsis maya subimos  a colocar el tradicional belén montañero en la ermita de San Benito de Erata. 
Día espectacular el que tuvimos, con una temperatura más propia de octubre que de diciembre. Salimos de Biescas a las ocho, empezamos a andar desde la ermita de San Chuan y en menos de dos horas nos plantamos arriba.
Cielos con nubes altas, sin apenas viento y con unas luces dignas de admiración y embobamiento.
El belén, como ya viene siendo tradición, lo monta el más joven del grupo, en este caso Eloy, más conocido como Peloyín, de 10 años.
A destacar el trote gorrinero al que nos sometió Cois la primera hora de ascenso que hizo que muchos y muchas de los y las  participantes y participantas protestaran hasta que, al final, decidimos y decidimas abandonarlo y que nos esperara arriba con el fuego encendido y las chullas ya hechas. A destacar también la presencia entre nosotros de un cura/sacerdote/mosén que, por primera vez desde que ponemos allá arriba, en un santuario pagano al dios sol, ofició una pequeña ceremonia (cristiana) y bendijo las figuras. Y, sin duda, mención especial y honorífica al bizcocho al aroma de chivas de Silvia.
La bajada la hacemos directa por a fuén alta, a fuén d'os comos y el camino viejo para evitarnos pisar barro en la pista a cambio de exfoliarnos las piernas con arizones y aliagas.
La mañana concluye, como todos los años, con un buen, abundante, variado y delicioso vermú en el cámping de Gavín que se alarga notablemente entre buena conversación y mejor compañía
Hala pues...

jueves, 20 de diciembre de 2012

BELÉN MONTAÑERO EN ERATA (2005 m.)


Si no habías hecho planes para el sábado porque te has creído la tontería esa del fin del mundo... tranquil@.
Te propongo subir a colocar un belén montañero en la ermita de San Benito muy cerca de la cima de Erata.

No hace falta ser cristiano practicante ni saber cantar villancicos. Si eres agnóstic@, ate@, budista, musulman, seguidor de Pachamama e incluso votante del PP también serás bien recibid@. Lo único que necesitas es un par de botas, polainas, raquetas si las tuvieras o tuvieses (si no no pasa nada, disponemos de hombres fuertes que abrirán huella e, incluso llegado el momento, os llevarán en brazos) y ganas de andar.

Nos juntaremos tod@s en la plaza del Ayuntamiento de Biescas a las ocho de la mañana (sí, ya lo se, aún es de noche). Nos organizaremos con coches para ir hasta Espierre y de allí subiremos en un par de horas a la ermita. Almuerzo en la cima, si el tiempo lo permite, y bajada. Sobre las 13 o 13:30 h.  vermú como pa una boda para tod@s los asistent@s gentileza de la Asociación Erata en el Cámping de Gavín.
La meteo, en principio, excelente, ni frío ni calor pal sábado:


Hala pues...

lunes, 17 de diciembre de 2012

MONTE SARASÉ, PUNTA COCHATA, PUNTA LOBA, PUNTA CAPANIACHA

No, no nos hicimos ayer un ultratrail runing in the Pyreenees. Es que hay montes, barrancos y laderas, que, depende a quién le preguntes, se llaman de una manera o de otra. Y eso es lo que pasa con este pico que se llama, que yo sepa, de cuatro formas diferentes en función de dónde sea con el que hables. Así, los de Gavín lo llaman Sarasé, los de Biescas Punta Loba o Punta Cochata y alguno le he oído llamar Capaniacha a este monte de 2179 m. que divide las aguas de los barrancos de Lasieso, al Norte, el Infierno al este y el de Iguarra y San Bartolomé al Oeste y sur, respectivamente. Se trata de un extraordinario mirador de toda la comarca al estar delante de las sierras exteriores y al no tener nada más alto en muchos kilómetros en línea recta hacia el sur.
Aunque la meteo no prometía nada bueno, al final el domingo nos juntamos a las ocho en Biescas Silvia y JC, Raúl, rescatado definitivamente para el montañismo después de su paso por los triathlones, el Yeti y el que suscribe esta crónica. Café rápido y nos acercamos a la ermita de San Bartolomé de Gavín. Previamente hemos dejado un coche en Gavín para, en el hipotético e improbable caso de que el tiempo (meteorológico) nos deje hacer una circular, tener un coche de apoyo cerca.
Metros antes del parquing de la ermita, sale una senda marcada con hitos que sube a degüello por un espeso pinar hasta situarnos, en apenas media hora, 300 m. más arriba en el punto donde la pista hace una curva de casi 180º. Solo la cruzamos para proseguir por la senda, a partir de aquí bastante menos marcada, que nos lleva a otra que cogemos a la derecha y en ligero descenso. 
Ya hemos oído coches en la pista que queda abajo y a nuestra derecha. Cuando llegamos al cruce de las pistas nos encontramos con tres cazataires con el arma reglamentaria desenfundada y lista para usar. Afortunadamente, nos dicen, son los que están situados más altos y hoy les a tocado a los jabalises que hay en la ladera por debajo nuestro.  Más tranquilos, pues las balas perdidas deberían ir en dirección contraria a donde nos encaminamos, dejamos las pistas principales y nos metemos en una tiradera que sube de frente. A los 1500 m. de altitud hay nieve como para ponernos las raquetas, cosa que hacemos todos menos el perro. Seguimos subiendo hasta llegar al lomo de la montaña donde hay una pequeña mallata hundida y paramos a echar un bocao. Estando allí, hasta cuatro jabalises salen y nos cruzan delante de las narices. Supongo que deben flipar de ver un bípedo que no les suelta un tiro cuando pasan y, por eso, no se dan ninguna prisa. El único que los persigue, aunque sin ganas y sabiendo que no tiene ninguna posibilidad, es el perro que sale corriendo todo lo que le permite la nieve que le llega ya hasta la tripa.
Una vez reconfortados con alguna galleta y algún trago (qué poco me comen esta gente, yo que almuerzo a base de bocata y bota de vino...) cogemos a mala cara esa ladera en dirección norte.
Nos turnamos en abrir huella pues, pese a las raquetas, nos hundimos hasta la pantorrilla y la nieve está muy pesadiza al haber llovido ayer. Aunque nos toca a todos, el protagonismo lo tiene, sin duda, Raul que abre huella como un bulldozer ya que está fuerte de cojones. Una primera ladera cubierta de pinos nos lleva a otra ya completamente pelada que da paso a una primera cota u antecima llamada por los del país Punta Puyaslanas.
El día, desde un primer momento, no ha sido bueno (meteorológicamente hablando, claro). Nieblas, boiras que van y vienen...el caso es que aquí, a 2000 m. justos, nos sale el sol y nos permite una vista de la punta y de la arista que las une, espectacular. Porque sabemos donde estamos y porque algún pino asoma la guía por encima de la nieve pero, vistas las fotos, podría ser cualquier monte de 3000 o de 4000 m.  Sin duda, el tramo entre Puyaslanas y Capaniacha a sido, lo mejor del día (aparte de la compañía, claro).
Y como no todo va a ser perfecto, justo cuando llegamos a la cima se nos mete una boira cabrona que no nos deja ver nada. Algún rato parece que se quiere abrir y nos permite ver el valle de Lasieso, muchos metros más abajo. Toda la sierra de Tendeñera, que la tenemos justo en frente hacia el norte, únicamente se intuye.
Llegados a este punto hay que tomar la determinación de bajar por donde hemos subido o continuar con la circular. Gana esta última por mayoría...vamos para allá.
La bajada de la cúpula cimera la hacemos con cuidadín porque está helada. El Yeti baja arrastro clavando uñas...aún se debe acordar cuando se despeñó el año pasao. Llegamos a un primer collado, nos metemos en un precioso bosque de pino negro con ejemplares soberbios que aguantan viento y marea a más de 2000 m de altitud y subimos a la última cota del día, la punta Puñero. De aquí se coge la arista que se descuelga hacia el sur, pasamos otro bosquete de pino negro y continuamos por el Cerro Saleras a intentar coger el camino que va por la divisoria. Son las tres y media de la tarde cuando llegamos a la torreta que hace de muga entre el monte de Biescas y Gavín. Echamos un bocao rápido mientras vemos que es cuestión de minutos que se nos eche a llover. Después de todo el día, ya era tentar mucho a la suerte... Continuamos bajando, sin raquetas ya y por camino reconocible, a coger el camino de la fuente Chaimona. Aquí ya llueve con ganas y nos tenemos que poner los goreteses. Aún así, la temperatura es buena y el camino perfectamente trazado lo que nos permite bajar, sin prisas pero sin pausa, charrando tranquilamente hasta llegar a los campos de Astés.
De aquí, la cosa es muy fácil, se trata de coger la pista que, haciendo numerosas zetas, nos llevará a Gavín. Pero mira por donde, llevamos un track en el que nos indica un camino que baja directo al pueblo evitando zetas y pista. ¿Vamos por allí? será más corto y mas majo. Además, mira que me extraña que llevo años recorriendo todos estos montes, no conozco esa senda. Ya, ya...cagonputas...pues resulta que no conocía esa senda porque debía ser por donde subían los neanderthales a cazar rinocerontes lanudos y, desde entonces, no se ha vuelto a usar. Vamos, que no hay senda, que la hubo en su día pero que hace muchos años que no sube ni baja nadie por allí.
Ha sido poco rato pero ha sido muy incómodo. Lloviendo a chuzos, con barro y hojas de caxico que resbalaban a cada paso hasta llegar a coger la pista que, ahora sí, nos lleva al pueblo.
Vamos a coger los otros coches que hemos dejado en San Bartolo.  Esta mañana no daba yo un duro por poder hacer esta travesía que al final, si quitamos una hora de lluvia y el jabalineo por el caxicar, ha salido casi perfecta. Aquí tenéis el track de la jugada. Lo ideal hubiera sido poder coger la senda que desde Gavín va a la ermita por encima de la carretera para cerrar el círculo circular y redondo pero ni esto tiene pinta de parar de llover ni el día da más de sí....bueno, sí. Vamos al camping que estará el fuego encendido y nos echamos un café, una cerveza o un zumo de zanahoria con papaya y maracuyá mientras nos secamos un poco, charramos tranquilamente y hacemos planes para el próximo día.
Hala pues...

domingo, 9 de diciembre de 2012

CANZIÁS DESDE BORRASTRE, EL PIRINEO MASIFICADO

Sábado 8 de diciembre, puente de la prostitución inmaculada. Todo el Pirineo está ocupado por los almendr...turistas ¿todo? ¡no! Montañas pobladas de jabalíes y buitres resisten todavía y siempre al invasor humano.Y la subida a ellas no es fácil. Más de 1300 m de desnivel y cerca de 30 km andando para llegar a un monte que no llega a 2000 m. de altura no invitan a la mayoría de los mortales a visitar sus cumbres.
Con esas premisas, pues, teniendo claro que todavía hay paraísos muy cerca de casa que no tienen nada que envidiar y mucho más que ofrecer que una bajada soul rider  o un ssssuper freestyle in the snow park, Borjamari, quedamos a las siete y media en Sabi tres de los históricos. De esos que empezamos a hacer monte en el paleoceno medio y que, años después, nos distanciamos por diversas circunstancias laborales/deportivas y/o vitales. Con Roberto aún hemos ido haciendo monte estos años pero con Raúl, con el primero que subí a picos tan emblemáticos como el Aneto, el Midí o al Taillón, no habíamos coincidido desde hace más 15 años. Hoy va a ser, sin duda, un gran día.
Lo que no acompaña demasiado es el tiempo. Nubes en cara norte descolgándose hacia meridión garantizan frío, viento de norte y ventisca en zonas altas, lo que los que tienen estudios llaman efecto foehn de toda la vida. Mirando mirando, Canciás es una alternativa muy digna. Además éstos no habían estado y yo, por ese camino, tampoco. Siempre había subido por el sur.
Con la nueva carretera, estamos aparcando en Borrastre poco antes de las nueve. Solo hay movimiento de perros y cazadores. El camino, señalizado como Pr, parte unos metros más allá del pueblo y enseguida se mete por una pista pisada y repisada por vacas y todoterrenos. Dejamos atrás un repetidor y nos metemos en un pequeño valle por donde se despeña el barranco de San Juste. Hay charcos como el Índico (Ya verás a la bajada que estarán deshelados). La pista cada vez se deteriora más hasta que, bastante arriba, se convierte en senda. Senda preciosa, por otra parte. En su día debió ser un camino muy transitado ya que está perfectamente empedrado en algunos tramos y con un trazado bien pensado para evitar cortados o barrancos. La vegetación, una vez dejado el bosque de caxicos y pino silvestre, nos acompaña un tupido bosque de hayas y abetos mezclados con algunos tejos y acebos gigantescos. Subimos con ganas ya que, al ser cara norte, el sol nos va a pegar tarde y si paramos nos enfriamos. Al final, muy arriba, donde ya se adivinan los cortados orientales de la peña, paramos a echar un bocao y a ponernos polainas y demás aditamentos pues, a partir de aquí, la nieve empieza a ser ya continua.
Seguimos subiendo, pasamos una zona llana donde en primavera debe haber un bucólico prado con varias hayas centenarias dispersas y volvemos a subir unas rampas muy fuertes y cubiertas de nieve hasta llegar a un cruce de caminos. A la izquierda a Laguarta, a la derecha, en descenso, a Canciás. Héte aquí que el track que llevamos nos manda, en vez de por el camino habitual señalizado perfectamente con mojones, por otro un poco más a la derecha y, de momento, bien marcado y fácil de seguir. Craso error, amiguitos y amiguitas. Resulta que también los jabalises deben llevar un GPS implantado en el lomo y deben colgar luego los tracks para que incautos como nosotros piquen y les abramos camino. Pa que te fíes de esto del internete. Al principio transitamos por un remedo del Bosque de Mordor, agachándonos para esquivar traicioneras ramas cruzadas hasta que llegamos a lo que vulgarmente se llama  un pericueto  por donde tenemos que destrepar. Lo que se presenta ante nosotros ahora es una ladera inclinada cubierta de arizones, erizones o Echinospartum horridum por la que hemos de subir si queremos culminar con éxito nuestra excursión. Nosotros lo pasamos mal pero el perro va como meretriz por bálago pues sabida es la aversión de los cánidos a estas pinchudas papilionáceas.
Con paciencia, buena letra y, porqué no decirlo, algún improperio y/o blasfemia mirando al cielo, (supuesta morada del Sumo Hacedor y hacia el que van dirigidas nuestras imprecaciones) cuando nuestras piernas se hunden en un, aparente, trozo de nieve que esconde tres metros de planta pinchuda debajo.
Cuatro horas cuarentaicinco minutos después llegamos a la cresta cimera desde la que se domina un espectáculo pasmoso. Todo el Piri en full HD y tecnicolor desde el Bisaurín hasta el Posets, hoy cubierto de nieblas, nubes, borrascas y ventiscas.
Contra todo pronóstico, se está allá arriba como un cura en el infierno. Ni gota de aire, ni frío ni ná de ná.
Echamos un bocao y buenos tragazos de vino e iniciamos el descenso, esta vez sí, siguiendo escrupulosamente los hitos.
Si la subida nos ha costado casi cinco horas, la bajada la hacemos en apenas dos y media disfrutando de una tarde clara, con temperatura ideal y por un paraje absolutamente bucólico y desierto. Para hacerlo perfecto, ni los charcos se han deshelao, con lo que llegamos al coche hechos un pincel todos menos el puñetero perro éste que se ha bañado y revolcado en todos los que ha visto con agua.
La jornada no ha acabado (al menos lo que se puede relatar), como otras veces, con una cerveza en la mano. Aunque la hemos echado en el camping de Fiscal mientras hacíamos planes para esta nueva época montañeril que se avecina, una vez llegado a casa me ducho, me peino y me maquillo para formar parte de una mesa redonda sobre blogs de montaña a la que me han invitao en las jornadas montañeras de Biescas. ¡Glup! El salón de actos petao de gente y yo tengo que hablar de estas chorradas que escribo con gente como los de Sendero Límite  y La Meteo que viene. Pues en un ambiente absolutamente cordial y relajado, vamos contando el porqué, el cuándo y el como de esto de los blogs mientras la gente nos hace alguna pregunta. Para terminar de redondear el día, amigos venidos de más allá de las brumosas llanuras meridionales, nos invitan a cenar. Lo que ocurrió más allá de las doce de la noche ya no es, os lo aseguro, de vuestro interés.
Hala pues...

viernes, 7 de diciembre de 2012

DIA DE FIERRO

¿Que se puede hacer cuando se tiene fiesta y el día de antes cae abundante nieve y el riesgo de aludes está por encima de lo deseable? Pues bajar al sur, como los patos y los alimoches. Aunque a Guara da pereza, más que nada porque la carretera está petada de turistas-domingueros que suben todos a estrenar la temporada de esquí. Vamos a ir a tierras que no dependen de la nieve que estaremos más tranquilos. ¿Te hacen unas ferratas?, le pregunto a Kankel. No he hecho nunca ninguna, me responde el aludido. Pues mejor que mejor. A las nueve en casa.
Vamos a desprecintarte en la del Sorrosal que, además está orientada al este y nos pegará el sol de mañanas. Aunque en el valle de Tena hay niebla, una vez pasado Yésero, se despeja y en el valle del Ara hace un día esplendoroso. Todo nevado, con las montañas cubiertas por más de un metro recién caída, todo brilla. Llegamos a Broto. Hace un frío que pela. Un rápido vistazo a la cascada nos confirma lo que nos temíamos, que va a haber hielo. Bueno, más divertido.
La primera parte, hasta el túnel, tiene todas las repisas, las líneas de vida y los anclajes con una fina capa de hielo que no molesta ya que se rompe nada más apoyarnos. Vamos avanzando, quizá no tan rápidos como otras veces pero sin ningún problema.
La cascada lleva un mangazo de agua majo lo que hace del tramo previo al túnel un espectáculo digno de ver.
Pasamos el túnel y nos metemos en el barranco.
Contra todo pronóstico, no hay nada de hielo. Eso sí, el mangazo de agua que baja echa gotitas microscópicas que envuelven el barranco en una especie de bruma que moja todo y hace que las paredes, los anclajes y la atmósfera estén saturadas de agua. Nebulización broncodilatante y cardiotónica pirenaica.
La crecida de octubre a dejado huellas más que evidentes en todo este tramo. No se si se habrán resentido los anclajes pero ha pasado el agua, acumulando troncos y ramas, más de dos metros por encima del nivel actual. El puente está bien pero en ambas orillas, hay un montón de ramas enredadas en los tensores con los que se sujeta. Aún así, aparentemente, no se mueve nada y está todo en su sitio. Una vez que se ha superado el tramo de garganta, lo que queda de ferrata es un mero trámite para salir a coger el camino que, desde Broto, va a Fragen. Aún nos queda algún tramo de clavijas largo, algún paso horizontal con preciosas vistas sobre la población antes de llegar al final. Más de dos palmos de nieve hacen difícil encontrar el camino de regreso pero, una vez localizado, nos plantamos en el pueblo en un suspiro.
Las once y media y un día que no invita a volver a casa. ¿Nos hacemos la de Foradada?. Aunque está un poco lejos, la carretera es cómoda y a Kankel le ha gustado esto de trepar. Además, con la orientacion que tiene, vamos a pasar hasta calor.
A la una estamos comiendo en el aparcamiento al lado de la carretera y a las dos en punto a pié de vía.
Como nos imaginabamos, hace calor. Llevamos una pareja delante pero bastante más arriba así que nos lo podemos tomar con toda la calma del mundo porque tenemos tiempo sobrao.
La primera parte sube por un espolón vertical de cojones. Una vez superado, flanquea a la derecha para meterte en una chimenea a muchos metros del suelo. Traspasamos alguna aguja y destrepamos para superar un trozo horizontal (para mí, de lo más majo del recorrido) hasta llegar a un puente tibetano, o nepalí o coreano que nos lleva ya fuera de la aguja, a la ladera de la montaña por donde continúa.
Creo recordar que es la cuarta vez que hago esta ferrata y no recuerdo que este último tramo se me hiciera tan largo. No se porqué, si será el calor, será el licor, serán las luces de esta habitación, será el poder de una canción, pero esta noche moriría por vossssssss......estoooooooo ¿por donde iba? Ah! sí, que se me ha hecho muy largo y muy aburrido ese último trozo hasta llegar al final. Hace poco, el amigo Bruno continuó, supongo que jabalineando, hasta coronar desde allí Peña Ferrera siendo, sin duda, un buen recorrido para un día de invierno.
Nosotros hoy bajamos por la canal equipada con cuerdas hasta enlazar con el camino y de allí al coche.
Aún charramos un rato con la pareja que iba delante a la que, al final, hemos alcanzado, y nos vamos raudos y veloces a por unas galimbas que nos están llamando a gritos ya hace un rato mienras cavilamos a dónde echamos nuestros cuerpos serranos en este puente de la inmaculada  prostitución que empieza hoy ¡¡¡¡¡¡¡Vaspaña y viva el dey, viva el orden y la ley!!!!!!!.
Hala pues...

domingo, 2 de diciembre de 2012

SANTA ODOSIA POD SANTA MADINA. Descubdiendo el placed de jabalinead.

Quedidos, amados y estimados súdbitos, me llena de odgulo y satisfacción, en estas fechas tan entrañables contados la aventudilla que he vivido hoy con unos buenos amigos míos (bueno, o al menos eso creía. Vaya banda de cabdones que están hechos...pa mí que son un poco depublicanos...)
Bueno el caso es que mi fisiotedapeuta de pago, una vez que mi doctod pdivado me ha opedado de la cadeda, sin listas de espeda ¡pdingaos!, me ha decetado que haga un poquito de ejedcicio y pada eso, en vez de idme a jugad al padel o a pegad unos tiditos a los elefantes, he pensado que estadía bien llamad a esos súdbitos míos que viven allá pod el indómito nodte de mi deino pada que me lleven a una de esas escudsiones que hacen habitualmente como ya hemos hecho alguna otda vez .
Bueno el caso es que, una vez que se han genuflexionado ante mi deal pdesencia y me han besado los pies, (qué pelotas son, madre mía) me han dicho de subid a Santa Odosia pod un camino esclusivo y selecto pod el que solo suben contadas pedsonas. ¡Eso es! Pada mí lo exclusivo y selecto como adteza deal que soy...Ya, ya...¡Sedán cabrones!
Bueno, tdas desayunar como un dey, nos pdesentamos en Isún de Basa una aldeílla peddida a los pies de la montaña de Santa Odosia y de donde desciende uno de los sudbitos con los que me pdopongo acometed esta aventuda. Vamos a id Cadlos e Inazio, a los que no conocía pedo que, como todos los demás, me dicen que pagan deligiosamente sus impuestos pada mantenedme a mí, a la deina, a mis hijas, a mis yednos, a mi hijo, a mi nueda, a mis nietos, a mis nietas, a mis hedmanas, a mis ayudantes de cámada, a mis consegedos a mis, chófedes, a mis escoltas, a mis pedos, a mis amiguitas alemanas, a mis putillas, a mis guías de caza...Bueno, decía que vamos a id Cadlos, Inazio, Pol y otdo sujeto más, dueño de un pedo pulgoso y peludo al que llaman Yeti. Cogemos el camino nodmal hasta que, al poco de iniciad la subida, sale una senda a la izquiedda menos madcada que la antediod pedo aún así, muy fácil de seguid.
Uno de mis subditos se ha tdaído unas tigedas y un adtilugio que ellos llaman astral pedo que, pada mí, es un hacha de toda la vida. Con ellas van codtando las damas y matas que se atdeven a poned algún impedimento a mi deal avance pod esos caminos. La veddad que da gusto ved tdabajad a estos siedvos mientras yo, que pa eso soy dey, me dedico a animadles y a decriminadles cuando hacen las cosas mal.
Llegamos a un padaje llamado el Adizonad, la senda se convidte en pista pod unos minutos y se vuelve a convedtid en senda que nos sube hasta donde están las duinas de la edmita de Sta. Madina. Poco queda de esta edmita que se debió aduinad a principios del siglo XX cuando España estaba degida pod mi abuelo, el ilustdísimo dey Alfonso León Fernando María Jaime Isidro Pascual Antonio de Borbón y Habsburgo-Lorena.
Añadir leyenda
Bueno, pues hasta aquí había sendedo más o menos evidente pedo a padtid de ahoda la cosa se complica notablemente. Empezamos a jabalinead, apadtando bojes y adbustos (estos vasallos míos, mucho más dústicos y vulgares, hablan de buchos y matas) De las duínas, en poco, llegamos a una pdimeda peña llamada pod los aldeanos nativos Morral de Santa Madina donde padamos a almodzad. Otda vez estos dústicos lugadeños me obsequian con manjades pdopios de la plebe tales como vino peleón en bota, quesos y embutidos de la tieda que, pese a no sed pdopios ni adecuados pada mi alcudnia y dango, no dejan de estad muy buenos. La subida de que viene ahoda no es tal, no se tdata de id pod senda más o menos madcada, lo que hacen estos cabdones es tidad de fdente como si fuedan jabalines apdtando bojes y adbustos mientdas lanzan impdopedios y blasfemias pdopios de gente zafia y de baja estirpe. No se yo lo que opinadá mi médico pdivado de ésta fodma de deabilitad mis maltdechas cadedas pedo cdeo que estos vasallos (que decididamente son depublicanos) deben estad de contubednio con mi nueda que es mu mala pa que me mate o que  me quede tonto de una vez y abdique en la cabeza de mi hijo, el ilustde Felipito. ¡Me cagüen los deales alcázades...! ¡Pues no quiedo! Y, al final, padece que vamos a salid de allí. Pese a los bojes adbodescentes, pese a las punchas que se claban inmisedicoddes en mis deales cadnes, pese a un jabalí que nos ha salid a un palmo, gdande como un budo, nos plantamos en la canal que da acceso al altiplano supediod. Se tdepa muy fácil, pese a que hay un poco de hielo, y ya vemos la cduz allí mismo a la que llegamos en un plis plas.
Quedidos sudbitos, les digo,  os voy a peddonad podque pagais rigurosamente vuestdos impuestos pada el sostenimiento de mi deal casa pedo esto que habéis hecho esto no se le hace a un monadca ¡Cabdones! y si no miden, miden ustedes pod donde he subido mi degio cuedpo hasta las altudas de esa montaña.
La bajada, eso sí, vamos a acedla pod caminos de pedsonas, si es que esas vededas por las que andan estos montañeses son pada pedsonas y no pada animales cuadúpedos. Clado que, viendolos, no es fácil distingid cual de ellos es el hombde humano y pensante y cual el pedo lanudo y pulgoso.
Llegamos a Isún, sin novedad y con la cadeda en su sitio ¡Gracias Doctod Villamod, hizo usted un estupendo tdabajo! ¿Le intedesa como pago y decompensa a sus sedvicios a la codona la mano de la tont...estooooo de la elefanta Elena?
Y en cuanto a vosotdos, mis sedviles vasallos, no sedá la última vez que este monadca tan campechano y dichadachedo os acompañadá pod vuestras codedías pidenaicas.
Hala pues, hasta otra majestad...llévese el track de recuerdo