viernes, 29 de marzo de 2013

OROEL, POR LA SENDA DE LOS LOBOS

Sorprendente y magnífico recorrido en una montaña que creía conocer. Pues no, mira por donde, no solo, pese a haber subido muchas veces, no conozco muchos de sus recovecos si no que todavía me quedan otros muchos por visitar. Me parece que Oroel va a ser uno de estos montes a los que acudir cuando este tiempo joputa  no nos deje más alternativas.
Jueves de pasión. Me levanto a las ocho de la mañana con el único afán de hacer algo por el monte. La primera visión es que está lloviendo como si no lo hubiera hecho nunca. Enciendo el ordenador y me meto directo al radar de la AEMET. No solo llueve con reflectividad (dbz) igual o mayor de 30, si no que se aproxima una mancha de precipitación azulverdosa directa a donde estamos. Mecaguenmiputacalavera. No se si echarme a llorar como los hermanos cofrades del Cristo de las Injurias o proceder a injuriar, a grito pelao y mirando al cielo, a la borrasca atlántica y sus frentes asociados. Respiro hondo, desayuno y paso la mañana mirando el radar y las diferentes previsiones. Todas anuncian una ventana de buen tiempo. A las doce deja de llover y a la una sale un tímido rayo de sol. Ni me lo pienso. Me voy sin comer a donde sea.
De hecho, me llevo el gipi sin ningún track.
Parriba nada, sigue cerrado...pal sur parece que está mejor. Bajo hasta Sabi y veo Oroel completamente despejado, solo algunas nubes agarradas en la cima oeste, la de la cruz. Carretera Jaca, Navasa, alto de Oroel y desvío por una carretera llena de baches hacia el parador. De repente se me enciende una luz. En algún sitio he leído, o he visto algún track, de una senda llamada "de los lobos" que sube a esta montaña. Así que estoy atento a posibles caminos que salgan a mi izquierda y, muy cerca del parador, veo una senda perfectamente marcada, que va en la dirección que creo correcta.
Misteriosamente, o no, la montaña que hace unos minutos estaba despejada se ha vuelto a cubrir y empieza a llover otra vez con dos cojones.
Pues ya que estoy aquí, voy a ir a algún sitio, siempre habrá tiempo de darse la vuelta.
Lloviendo a todo llover, me interno por un camino bien marcado que empieza a subir a cuchillo en medio de un espeso pinar. Hay pequeñas manchas de nieve y veo huellas de alguien ha pasado hace unos días por aquí...tiene que ser éste. Al pinar da relevo un precioso abetal con muchos ejemplares recientemente caídos o partidos. La senda se sigue bien, en algún sitio hay indicios claros de que alguien la ha acondicionado mínimamente. De hecho, hay un lugar en que un abeto gigantesco se ha caído cortándola y alguien ha tallado unos escalones en el tronco y ha colocado dos clavijas para las manos.
Sigue lloviendo y las matas de bucho que cierran algún tramo hacen que me ponga como una sopa, pero me da igual, la temperatura es cojonuda y, mientras esto siga así y no vaya a más, no me doy la vuelta hasta llegar arriba. Pues arriba llego, a la punta este, en apenas una hora y, sorprendentemente, hace sol. Hay niebla por todo pero en esa punta se está de muerte. Como parece que el tiempo aguanta, voy a intentar bajar por una senda marcada en el gipi que lleva a la ermita de la Virgen de la Cueva, a ver si es verdad que ha desaparecido. El camino en cuestión se llama de los Costillones o algo así, y consiste en seguir una mínima senda, medio comida por los erizones, que baja en picao por la ladera sur de la montaña hasta el parking donde se dejan los coches para ir a la ermita de la Virgen. De allí, ya no hay pérdida posible. La senda está perfectamente marcada, demasiado a veces. Llanea por medio de un pinar, sortea algunos escarpes de conglomerado por donde mana agua abundante (se ve desde allí un salto de agua que debe ser bastante más alto que el de Sta. Orosia) y llega a donde estaba la ermita. Pues era verdad. La ermita de la Virgen de la Cueva, la misma que dio lugar a la canción, el lugar donde cuenta la leyenda que los cristianos se juramentaron para iniciar la reconquista, de la que hay documentación desde la alta edad media, ha desaparecido. Nuestra amiga la erosión kárstica, junto con nuestra amiga la gravedad han hecho que la balma que la cubría y que formaba una sala en la que cabían
Ermita antes
Ermita ahora
alomenos cientocien personas, se haya caído destruyéndola por completo. Mirando por una ventana que queda, únicamente la zona del altar parece haberse librado de la catástrofe, aunque no se yo si habrá algún valiente que se atreva a entrar a recoger los santos y demás aparejos eclesiásticos que se ven desde fuera.
No se si es bueno o malo, si alguno verá aquí algún símbolo apocalíptico ahora que las profecías de San Malaquías no se han cumplido. Lo que si es cierto es que a desaparecido un trocito de historia, de etnología, de religiosidad popular y de arqueología pues sabido es que estos lugares vinieron a cristianizar, mediante procesos sincréticos, cultos anteriores vinculados a la Madre Tierra y a la fecundidad. Pa mí que esto tiene que ver también con los recortes de Rajoy y sus secuaces...
Echo un bocao (una barrita de muesli reseca y rancia que encuentro en el botiquín) y me subo hacia la cima por el camino normal. Empiezan a pesar ya las piernas cuando llego al collado. Aquí tengo la opción de ir directamente para abajo por el camino del parador o desviarme a la izquierda y, en poco tiempo, ganar la cima oeste, donde está la cruz. El tiempo aguanta aunque hace mucho viento y bastante frío. Veo gente que baja. Venga, ya que estamos, le digo al perro. Iniciamos una media ladera por camino perfectamente marcado. Me junto con los que bajan y, a mi saludo, no me dicen ni allá te pudras...serán gilipollas. Qué tiempos aquellos en los que todo dios saludaba por el monte. La cruz aparece y desaparece envuelta en boiras cada vez más compactas. Hay una cosa que me llama poderosamente la atención de este trozo último de camino,  y es que está plagado de sílex. Geológicamente son conglomerados deltáicos formados por cantos redondos, normalmente de arenisca y algo de caliza, como los de Sta. Orosia o Riglos. Sin embargo aquí, mezclados con esos cantos, hay muchísimo nódulo de sílex también rodado y que, si no te fijas, pasan desapercibidos al teñirse del mismo color que el cemento calizo que los aglutina.
Bueno, al cosa es que llego a la cruz, hago un par de fotos de la Canal Ancha algún rato de los que se me deja ver, me echo toda la ropa que tengo encima y empiezo a bajar que hace un frío que pela y el sol se adivina peligrosamente abajo en el horizonte.
La bajada la hago por otro camino que va paralelo a los cortados de la cara norte hasta llegar al colladito donde sale el camino del parador. Éste es el normal de subida y, como tal, está muy pateao. Hay nieve muy pisada pero está blanda de la lluvia con lo que se baja relativamente rápido. Aún encuentro un tío que sube ahora y que me dice que quiere bajar con la luna llena. Jodo, pues como no cambie esto...complicao lo tienes para ver la luna.
Conforme voy bajando sale más el sol. Ese sol de primavera radiante y que casi no hemos visto desde enero.
En el parador todavía queda gente aunque ya es casi de noche. Continúo unos metros por la carreta, que se me hacen muy largos, hasta llegar al coche al que llego cinco horas justas después de salir.
Precioso y largo recorrido. Sin duda, el mejor momento para realizarlo será finales de mayo o primeros de junio cuando aquello esté cuajado de flores de arizón y otras plantas que ahora están acojonadas con este invierno que no se acaba de ir. Si alguno lo quiere repetir, aquí está el track.
Hala pues...

lunes, 25 de marzo de 2013

ERATA, DE LA PRIMAVERA AL INVIERNO EN APENAS DOS HORAS

Pues sí, la verdad es que ya cansa. El subir a Erata y, sobre todo el tiempo asqueroso joputacabrón que nos está haciendo y que, por lo visto, nos va a deleitar esta Semana Santa.
Sábado sabadete y, como viene siendo habitual, pronóstico de lluvias y nevadas. Pequeña ventana de buen tiempo para la mañana. ¿A dónde echamos nuestros cuerpos serranos? Silvia y JC. se van a Burrambalo y yo había quedado con Ana y Begoña para hacer algo suave y que nos de tiempo para volver a casa a comer. Tras sopesar la posibilidad de acompañar a nuestros amigos de Tierra baja, decidimos que mejor nos subimos a Erata, que es bastante más suave y así estiraremos las piernas y quitaremos el belén que ya va siendo hora. Le pego un toque a Pirene y se anima a acompañarnos. Usease, que mejor acompañao imposible.
El año pasado, a primeros de marzo, subimos a quitar el belén en una tarde tonta después de currar. Estaba todo el monte completamente pelado de nieve y los narcisos anunciaban ya la inminencia de la primavera. Este año, en cambio, a finales de marzo hay un paquetón de nieve de flipar.
Quedamos a las ocho en la plaza. Presentaciones y besos pa todas y pa mí.
Subimos con los coches hasta la ermita de San Chuan. Hasta allí la pista está limpia de nieve pero cinco metros más allá de la ermita, hay una cuniestra (o ventisquero) que impide completamente el paso (con vehículos a motor, se entiende).
Nos calzamos las raquetas desde el coche aunque luego hay que quitárselas a ratos ya que hay trozos de pista sin nada hasta llegar a las proximidades del collado de Yesero. Aquí la nieve es ya continua y con espesores considerables.
Hasta aquí hemos subido con sol, sin nada de viento y con mucho calor. Tanto que hemos procedido a quitarnos ropa hasta quedarnos....¡eeeeeeh! ¿Qué esperabais? En manga corta.
Decidimos (bueno más que decidir, les sugiero yo) que en vez de subir por la senda que está toda venteada y en la que se ven aflorar piedras o subir por la senda de las fuentes que estará borrada, con la nieve inclinada y será un coñazo para las raquetas, abordar las pendientes de frente, haciendo ligeros zigzag hasta plantarnos en la cima.
Dicho y hecho. Estas zagalas agarran esas rampas que da gusto verlas petenar de cara parriba. Llevamos tres cuartas partes de ladera cuando, de repente y sin avisar, me pega un bajón, pajarón o flojera que me deja pal arrastre. ¡Ya aprenderé a salir en ayunas, ya...! el caso es que, pobrecicas mías, me tienen que esperar un rato hasta que llego a su altura y poco después a cima.
Jooooodo. Si hasta aquí hacía calor, en la cima nos recibe un viento que acojona y que nos baja la temperatura en zerocoma.
Nos arribamos a la ermita de San Benito, que está envuelta en nieve por dentro y por fuera, y echamos un bocao a resguardo de las paredes. Me toca palear un rato para poder abrir la puerta y rescatar el belén que está totalmente enrronao.
El viernes a última hora, contraté a dos quebrantahuesos para sorprender a estas zagalas y que nos vinieran a visitar mientras almorzábamos. Aquí los tenemos, apenas a unos metros sobre nuestros cráneos planeando y haciendo pasadas mientras giran la cabeza, nos miran y nos guiñan el ojo. Anda que!!!!!, ¿será posible que no se lo creen?, lo del contrato con los bichos estos digo...
Otra cosa nos llama la atención. Mirando hacia el horizonte, vemos que donde deberían estar Silvia y J. C. hay un pedazo de nube grande como mi cabeza y negra como mi alma. Les pegamos un toque por teléfono y nos dicen que están ya bajando y que nosotros no vamos a la zaga, que se está formando otro pedazo de nube negra justo encima nuestro. ¡Qué bonito es esto de la tecnología!. ¡Os vais a mojar! Je, je, je ¡Pues anda que vosotros...! Juas, juas, juas.
Procedemos a bajar por la directa, (cosa de la que Bego se alegra enormemente tal y como me demuestra con sus cariñosos comentarios) pues, efectivamente, se está formando un pedazo nubarrón  -cúmulo congestor pa los listos- que ya está empezando a descargar en Escuer y del que vemos como se acerca la cortina de agua a velocidad de vértigo.
De todas formas, no merece la pena ni correr. Nos va a pillar igual....el caso es que bajamos directos hasta la fuen d'os Comos mientras la atmósfera nos deleita con un selecto y variado muestrario de meteoros en forma liquida, sólida y/o gaseosa en el que no falta lluvia, viento, nieve o granizo. Tal como ha llegado se va y la cortina de precipitación se va a amenizar otras latitudes más septentrionales mientras a nosotras y nosotros (a mi y al perro, se entiende) nos vuelve a salir el sol que nos deja bajar justo hasta el coche donde empieza, otra vez, a llover.
Pues hombre, mal, mal no ha ido el día, si quitamos el pajarón y el frío de arriba. Lo siento por Pirene que apenas ha podido disfrutar de las vistas que nos brinda este monte...pero bueno, así tendrá excusa para volver a subir por Yésero o por Ainielle, por donde más le plazca. 
Justo cuando entramos en Biescas, nos juntamos con J. C. y Silvia. Hala, nueva tanda de presentaciones y besos mientras nos vamos a un bar a celebrar que nos conocemos ya todas y todos y empezamos a  conspirar de cómo juntarnos algún día (kedada, creo que se llama eso)  y hacer algún barranco o algún monte . Eso, claro está, si algún día deja de llover y sale el sol, que no creo...
Hala pues...
 

domingo, 17 de marzo de 2013

CIRCULAR POR LA BAL DEL GUATIZALEMA.

Ayer, por fin, se alinearon los astros, los dioses se pusieron de acuerdo y la atmósfera nos dio un respiro para poder salir al monte a visitar lugares largamente ansiados, leídos y estudiados  (al menos por mi parte). Además, para terminar de redondear un día redondo, nos habíamos puesto de acuerdo con Pirene, otra enamorada del monte en general y de la Sierra de Guara en particular para realizar tamaña gesta.
Así pues, con 1 grado sobre cero en el termómetro de Escuer, cielos despejados y una ligera brisa del sur, bajo a Villa Cloro donde recojo a Pol y Luisa que también se unen a la expedición. Carretera de la Guarguera, desvío a Nocito, Bail y Nocito propiamente dicho al que llegamos las ochoycinco de la mañana. A los cinco minutos justos llega Pirene y su compañero Josu. En total, tres parejas, Pirene y Josu, Pol y Luisa y el Yeti y yo....¿¿¿¿que??? ah!!!! no...que yo no me lo monto con el perro ¡Eeeeh! que a mi aún me gusta, después de tantos años, mi santa esposa y que...bueno, que me da igual, que penséis lo que queráis.
Saludos, presentaciones... abrouninciso -Es curiosos esto del internete, conoces gente que, de otra manera, nunca habrías conocido. Para un tío que en el monte siempre se ha comportado de forma misántropa, solitaria, anacoreta y casi tirando a huraña, es un puntazo interesante que a sus cuarentaypico años haga nuevas e interesantes amistades para salir a patear puallí- Cierroelinciso.
El principio de la ruta coincide con la pista que sale paralela al río y, a la vez, con el denostado, controvertido y supermegaseñalizado camino natural de la Hoya de Huesca. Llegamos al mesón de Nocito, donde desemboca por nuestra izquierda el barranco de la Pillera, y allí hay que estar atentos para coger un camino, esta vez sin señalizar, que sube suavemente dejando abajo el barranco que hoy baja francamente furo.
Una subida muy suave, faldeando y haciendo largos entrantes para salvar barrancos, nos lleva a uno de los primeros hitos importantes del camino, el dolmen del Palomar. Manda cojones, metros más atras, cuando el trazado coincidía con el camino natural, estaban indicados hasta una piedra que sobresale más que el resto o la distancia que había hasta La Seyne-sur-le-Mer. Sin embargo, ahora, el megalito lo encontramos porque alguien ha hecho en el camino un hito con forma de  dolmen y se ha molestado en desbrozar un poco los alrededores.
Bueno, el caso es que se trata de una construcción megalítica, fechada en torno al 3000 a.c, día arriba, día abajo y del que se conservan los dos ortostatos, la losa de cierre y buena parte del túmulo. La cubierta, si hacemos caso a la tradición oral, la redujo a añicos un rayo enviado por las potencias celestiales hace muchos años. Da que pensar...No deja de ser curioso. Quicir, cada vez está más claro que un dolmen no es solo un espacio construido por tíos en taparrabos para enterrar a sus muertos. Los dólmenes son templos, lugares de culto ubicados en espacios muy concretos de la geografía. Para los geobiólogos y los radiestesistas, donde hay un dolmen hay un importante cruce de líneas Hartmann  que aquellas gentes, provistos de una sensibilidad ante estímulos naturales que nosotros hemos perdido (o adormecido gracias a otros estímulos tan apasionantes como la vida de Belén Esteban, los triunfos de La Roja, la cultura del amiquemelodentodohechoincluidopensar o el de comollegarafindemessinpegarunpaloaunbanco) usaban para sus rituales. Son, lo que se conoce en otras culturas, como "Lugares de Poder"  Y aquellas gentes, con una cultura natural, y cósmica mucho más profunda de lo que nos creemos, construyeron estas estructuras arcáicas, rudas pero muy pensadas. Orientadas al orto solar en una fecha concreta, sirveron, secundariamente, como lugares de enterramiento. Así pues, una vez alimentado el espíritu, qué mejor sitio para alimentar también el cuerpo. Surgen bocatas, tortillas y vinos de diversas procedencias que caen ante la atenta mirada del Yeti. ¡Como se lo sabe el cabrón! ¡Hasta pone ojitos para que le soltemos algo!
Una vez saciados, continuamos por el camino que sigue la misma tónica que hasta ahora. Bordea numerosos barrancos, en suave subida (bueno, a veces no tan suave) hasta dar con un nuevo cruce señalizado. Continuamos hacia el sur, como las grullas, y llegamos a Cuello Salillas desde donde ya vemos el Mesón de Sescún.
Lugar éste que, hace cien años, tenía suma importancia para los viajeros y cabañas de ganado que bajaban desde el Piri a la Tierra llana. Fue lugar de parada y fonda de pastores, arrieros, buhoneros, y demás personajes que recorrían los montes dia y noche sin goreteses ni botas Top-Alpine ultralight thermo-isolathe.
De este lugar, parte una senda que, en poco más de media hora, nos lleva a otro de los lugares mágicos de estas montañas. Acurrucada bajo un pitón calizo, probablemente el motivo por el que está allí, encontramos las ruinas de la ermita de Sta. María de Sescún parroquial que fue de un pueblo homónimo desaparecido hace siglos y del que se tiene constacia desde el 15 de diciembre del 992. Preciosa, rústica, primitiva, absolutamente bella en su primitivismo y sencillez. Se trata del ejemplar más meridional del llamado "Románico del Gállego" que sigue las pautas constructivas de iglesias como la de Lárrede o Susín. Fue descubierta por Adolfo Castán y otros miembros de Peña Guara en 1974 y, posteriormente, el Gobierno de Oregón tuvo a bien meter allí dinero (para alguno será un despilfarro y una idiotez...) para consolidar esas venerables ruinas y legarlas a la generación venidera (no creo que aguanten mucho más...).
Si hemos almorzao en un lugar sagrado, vamos a comer en otro. Sentados en el banco corrido que hay construido adosado al muro interior de la iglesia, comemos dejándonos empapar de energías sutiles, de cerveza que ha traído Luisa ¡gracias, maja! y de agua pues, poco a poco, está empezando a nevar y nos estamos quedando como pollos.
La vuelta, la hacemos por el mismo sendero hasta el mesón de Sescún y cuello Salillas, para luego, coger el desvío que nos lleva a la pardina de Orlato. Se van sucediendo diversos y variados meteoros de forma que se alterna la boira con la cellisca, el txirimiri, calabobos u orballu con aguanieve hasta acabar, tras varios escañacrabas, nevando como lo haría en enero. No hace frío pero andamos ligeros. La senda llanea, sube y baja por un precioso bosque de encinas u carrascas. El paisaje bien majo que se debe ver durante todo el recorrido hace ratos que ha desaparecido engullido por unas nubes que se han empeñao en jodernos el día. Lo que no decae es la conversación y el buen rollito y eso que, cuando avistamos la antena de SantaMovistar que indica la proximidad de la carretera y, por ende, de la civilización, caen copos que parece que no ha nevado nada en todo el invierno
Unos metros por la carretera hasta coger, nuevamente, el GR1 sendero natural hipermegarequeteseñalizao que nos anuncia la proximidad del bar de Nocito y la correspondiente galimba que nos espera y que nos llama a gritos. Pero, mira por donde, que no. Nocito, a estas horas de esta tarde invernal, se asemeja más a un pueblo próximo a la central de Fukushima que a uno del Piri. No hay ni gatos por la calle. El bar, por supuesto, está cerrao.
Cariacontecidos por este hecho puntual pero contentos y felices por la travesía realizada, por las cosas y monumentos vistos y, sobre todo, por el inicio de una, espero, fecunda, intensa y productiva amistad montañeril, nos despedimos hasta otra ocasión. Nosotros, ponemos proa hacia el norte, cruzamos Bail nevando y lloviendo nos llegamos a Casa Cosme (o bar cosmético) en el Hostal de Ipies donde, aquí sí, cae una buena y merecida galimba.
Coño, ahora que veo el track que me saca el Gipi, igual pequé de optimista cuando les dije que había 10-15 km y 600-800 m. de desnivel.... y lo de que la atmósfera nos dió un respiro, sí, pero por los cojones...
Hala pues...

martes, 5 de marzo de 2013

LIMPIANDO CAMINOS POR GUARA

Creo que nadie, de los que habitualmente andamos por el monte, nos lo planteamos. Usamos sendas, caminos y veredas que siempre han estado allí y por donde han transitado cienes y cienes de personas. Eso es una verdad a medias. Mientras que hay sendas que, efectivamente, siempre han debido estar allí (la de la Sarra a Respomuso se me ocurre) hay kilómetros y kilómetros de caminos que alguien ha tenido que buscar, desbrozar, publicar y dar a conocer para que nosotros podamos recorrerlos una vez recuperados y puestos en servicio. 
Los caminos se mantuvieron limpios cuando había gente en los pueblos para rehacer paredes, colocar piedras que se caían y ganado para mantener a raya la vegetación. Desaparecidos ambos, durante años (mientras hubo pasta y no había puta pobre) han sido las administraciones (comarcas y ayuntamientos fundamentalmente) los que encargaban a empresas la limpieza de redes de senderos para eso tan manido de "poner en valor el territorio". Se cerró el grifo y ahora son contados grupos de amigos, asociaciones y algún club deportivo los que se dedican al asunto. Porque no solo se trata de recuperar, también hay que mantener y allí es donde está el problema ahora. Lo que durante años se desbrozó ahora requiere un mantenimiento continuo que no llegará. La red de senderos de Sobrepuerto (por poner un ejemplo que conozco bien) se desbrozó y señalizó entre 2005 y 2007. Seis años después habría que actuar nuevamente sobre ellos si no queremos que ese dinero que se invirtió allí se pierda engullido por las gabarderas.
Todo esto viene a cuento porque, el sábado sabadete estuvimos con una cuadrilla de nuevos amigos desbrozando un camino completamente perdido entre San Úrbez de Nocito y la pardina La Torre. La actuación se enmarca dentro de otra mucho más  ambiciosa en la que voy a tener el privilegio de participar esta primavera y de la que se os informará en tiempo y forma.
Así pues, salgo de casa a las siete de la mañana porque habíamos quedado a las ocho y media en el monasterio y tengo una tirada desde Biescas.
Casualmente, justo cuando corono Bail, está saliendo el sol. Atmósfera clara, sol de invierno y un dolmen cerca...esto no se puede desperdiciar. Orgía fotográfica con el sol, el dolmen de Ibirque y el Tozal de Guara como protagonistas. (No exagero hice, exactamente, 62 fotos en escasos 20 min). Solo con esto ya ha merecido la pena el día y el madrugón.
Llego al monasterio de San Úrbez. Todavía no ha llegado nadie así que me dedico a dar vueltas por fuera mientras hago alguna foto y estudio el edificio. Se trata de un monasterio del en el que se pueden ver partes nada menos que del siglo X con reformas profundas en el XVI y XVII. En cualquier caso, se trata de un edificio con muchísima historia en sus piedras y clave para entender, tanto la evolución del arte románico en el Piri, como la historia eclesiástica del norte de Huesca. De allí partieron, por ejemplo, monjes que fundaron monasterios con la misma advocación en Javierre del Obispo o en Basarán a la vez que divulgaban el culto a un santo que su hagiografía hace nacer en Burdeos y morir en Nocito después de haber pasado y obrado numerosos milagros desde Añisclo y Sercué hasta la Guarguera o San Martín de la Bal d'Onsera. No solo eso, el cuerpo que se veneraba en el monasterio se mantuvo incorrupto desde el año 802 hasta 1936 en que fue quemado por milicianos.
Sean o no ciertas las leyendas, San Úrbez vino a cristianizar, como tantos otros, rituales paganos que tenían que ver, en este caso, con cuevas, barrancos y ganados. Aún hoy, san Úrbez, santo montaráz y asilvestrado, es el patrono de los montañeros y montañeses.
Con todo esto rulándome por la cabeza, llegan Óscar, Arturo, Fernando e Ignacio en un coche y en otro Isabel y Antonio. En total siete personas armadas con tijeras podaderas, motosierras, esgarrabarzas...hay más herramienta que manos. Presentaciones, saludos y, para empezar bien la mañana, almuerzo a base de longaniza, pan y vino.
Decidimos ir directos a la pardina, ver los tramos de camino a limpiar durante la subida, y luego volver desbrozando.
La senda al principio está limpia y señalizada. Va directa al norte y empieza a subir hacia la conocida como Peña del Santo. Antes de llegar allí se desvía y se cierra completamente de vegetación. Subimos hasta la conocida como "Peña Bizcarra", desde la que hay una magnífica vista del valle de Nocito y del Tozal de Guara, y seguimos por terreno a ratos pedregoso y a ratos absolutamente emboscao. Geológicamente son estratos de arenisca de sedimentación continental en los que se puede ver multitud de piedretas rodadas (las partes pedregosas) alternados con estratos de arcilla mucho más blandos y, por tanto, cubiertos de vegetación (las partes boscosas).
Llegamos a la pardina en apenas hora y media. Poco queda de un lugar en el que vivir sería un suplicio para aquellas pobres gentes. Sin apenas agua, con suelos paupérrimos...aquello debía ser el culo el mundo. Los edificos están en ruina total, apenas algunas paredes resisten de pie al lado de tres grandísimos troncos de olmo muertos por la grafiosis. Únicamente es reconocible la diminuta iglesia (fecha de la portada 1822) y el cementerio adosado al este.
Vamos a echar un bocao que luego toca trabajar. El bocao se prolonga más de lo que debiéramos. Pero, coño, me ponen delante del hocico torteta, jamón, bispo, longaniza de jabalí y de cochín, tortillas de dos razas, vino abundante y queso de león (lo jodido fue ordeñar el león pa hacer el queso...juas, juas, juas...)Y de postre pastiello de nueces ¡como te vas a negar!
Bueno el caso es que, pa que no se diga, desde las once de la mañana hasta las seis de la tarde (con otra parada a las tres de la tarde pa comer) nos entregamos a otra orgía esta vez de tala, corta y poda de buxos, chinebros, arizones, artos y demás plantas pinchudas amén de algún pino que había osado hollar con sus raíces ese camino centenario. Unos cortan y arrancan y otros hacen hitos, fitas o cairns, labor esta en la que nos vamos relevando pues son bastante más cómodas y menos cansadas, en este caso, las labores de construcción que las de destrucción.
Satisfechos y contentos por la labor realizada, llegamos a las siete de la tarde, con el sol ya cayendo, al monasterio donde nos despedimos ante la atenta mirada del tozal. No va a ser éste el único día que vamos a coincidir en estas labores.
Bueno, aquí está el resultado. Ya podéis estrenar una senda nueva. 
Todavía me da tiempo, subiendo a toda hostia,eso sí, a ver anochecer desde el dolmen de Ibirque. Aunque hago fotos, otra vez, hasta fundir la tarjeta de memoria, no salen tan majas como esta mañana porque hay nubes altas y las luces son bastante más difusas que esta mañana.
Hala pues...

domingo, 3 de marzo de 2013

JODO MOZÉ, DE LA QUE TAS LIBRAO...SI FUERAS COSA BUENA...

La historia de este finde comienza ya el miércoles. Ese día me llaman de Oregón televisión para que les cuente como están las cascadas de Orós (si están en su sitio, si han crecido, si se han helao...) ya que, por lo visto, a los televidentes les mola ver desde su sofá y su salon calentito el frío que hace en el Piri. No solo eso, la dicharachera reportera (a la que ya acompañé el año pasado al mismo sitio) se acordaba de que le había dicho que, algún año, me gustaría bajar ese barranco con hielo. Me sugiere que si podríamos bajarlas mientras ellos nos graban y así hacer mucho más emocionante (son palabras de ella) el reportaje en cuestión. Vale, le digo, pero necesito algún pirao más que me acompañe. Dicho y hecho, a la pregunta de ¿a que no hay buebos de...? ...vamos a bajar Pol, Teo y yo.
Tras preparar la infraestructura de la actuación estelar, le dejamos una emisora a Gregorio de Orós pa estar comunicados con él y con el equipo de grabación a los que va a acompañar, quedamos en la hora a la que deberíamos estar en la cabecera de R3 por temas de luz y hora de emisión, nos estamos cambiando y poniendo hierros encima a las tres y media de la tarde con la comida en el gaznate.
Lo hacemos con dos coches para no perder demasiado tiempo y, conforme subimos, constatamos que ha habido una subida notabilísima de las temperaturas y que se ha ido mucho hielo del miércoles al viernes.
Eso no es lo malo, queridos amiguitos y amiguitas, lo malo es que el hielo, como todo el mundo sabe, provoca el divertido fenómeno denominado gelifracción o crioclastismo que consiste, básicamente, en que deshace las rocas provocando, con nuestra amiga la gravedad, que se caigan sin mirar si hay alguien debajo o no. Hombre...no vamos a tener tan mala suerte ¿no? Y si así fuera, alegraros hermanos porque "el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre" (Mateo 24:36).
Bueno, pues en la entrada del barranco constatamos tres cosas a saber:
-1ª Que hay poco hielo.
-2ª Que el hielo que había se está convirtiendo en agua y que baja un mangazo de considerables dimensiones.
-3ª Que el agua está más fría que cuando lo bajamos la última vez en agosto pero es perfectamente soportable, incluso sin guantes.
Los dos primeros rápeles se hacen sin problema, el tercero, la cabecera de la cascada grande ya es otra cosa. Hay que montar un pasamanos para llegar al anclaje y hay que picar como cabrones para sacarlo de debajo de la gruesa capa de hielo que lo cubre. Montamos la cuerda, aviso por la emisora que nos disponemos a bajar y bajo yo el primero. Salvo por el mangazo de agua que hay que evitar (más que nada para evitar que te arrastre y salir en todos los zapings) llego sin problema abajo. Detrás mío baja Pol también sin problema. Teo tarda un poco más porque está recogiendo todo el tinglao de cuerdas de arriba.
Estábamos Pol y yo retocándonos el maquillaje para salir a escena cuando al lado nuestro cae un bloque de hielo de considerables dimensiones. La primera impresión, pues ha bajado arrastro por toda la cascada con un ruido ododoso, es que era Teo el que bajaba desde arriba a pintacodas. Respiramos tranquilos, pero con las pulsaciones a 1000 (bueno, Pol no, pero él no es representativo del género humano), cuando vemos que no, que era solo hielo y que éste hombre está bajando.
Llega a nuestra altura, recuperamos cuerda y bajo el último rápel. Detrás mío baja Teo. Conforme vamos saliendo nos van entrevistando y justo cuando Pol llega abajo, aunque todavía no se ha desenganchado, se desencadena un desprendimiento de hielo y piedras que nos pilla a los dos fuera pero a él le coge de lleno. Acurrucado en un pequeño entrante de la pared, aguanta la pedregada, algunas de ellas del tamaño de un microondas, mientras que a los demás (incluída la reportera dicharachera) se nos ponen los pelos como escarpias. Entramos echando hostias pa dentro la poza temiendo que este hombre, como poco, tiene algún hueso roto y nos dice que no, que ya sale y que no le ha pasao nada, únicamente un peñazo en el casco que, si no llega a ser por ese aditamento imprescindible, le abre la cabeza como un melón.
Que sí, que ya lo se...que somos unos inconscientes, que hicimos una gilipollez habida cuenta de que sabíamos los riesgos que corríamos, que nos libramos por cinco minutos (uno arriba, uno abajo) de estar cenando aquella noche a la derecha del Padre (con suerte) o en las urgencias colapsadas de San Jorge (con mala suerte), que, pese a lo que opine alguno, existe Dios o un Ente que protege a los descerebraos y perturbados y que, a raíz de esta actuación, nos han ofrecido el grabar escenas de riesgo y un tórrido romance con Katerine Zeta-Jones (Pol solo hará las escenas de sexo) en la próxima película de Yeims Bond. Lo más cojonudo es que, la pedregada no sabemos si está grabada porque, justo entonces, se estaba apagando la cámara pues tenían 4 min. 15 " de emisión y ya estaban consumidos
¿A qué hora sale esto?, le preguntamos a la reportera. A las siete y cuarto. Ah!, guay, nos vamos al bar, llamamos a nuestras mujeres y lo vemos entre tragazo y tragazo para celebrar que todavía estamos vivos.
Siete y cuarto (una caña), y media ( yo otra caña), menos cuarto (otrrrra gaña) las ocho y empieza la Pera limonera ¡mecaguenmiputacalavera! ¡será posible! Llaman al teléfono a la vez que hay descojono generalizado sobre nuestras dotes de interpretación televisiva:
-¡Hola! ¡soy la reportera dicharachera!, suena una voz al otro lado del aparato. Se nos ha jodido la furgo desde la que emitimos al satélite situado en el espacio exterior, más allá de las puertas de Orión y no lo hemos podido emitir.
-¡No jodas! ¿de verdad?...lo cierto es que no estamos viendo la tele..., le contesto.
-Lo echaremos el lunes, dentro del mismo programa...lo de la peli de Yeims Bond, no obstante, sigue en pie aunque Pol se tendrá que cortar el pelo y afeitarse la espada...
-Ah! vale, ya se lo digo.
Hala pues...
Hala, aquí tenéis la actuación en full HD y Tecnicolor gracias al buen hacer de Angelpito Injurioso.
Lástima que no se vea la lapidación de Pol que fue, sin duda, lo mejor de la tarde...jodo mocé de la que tas librao...