domingo, 24 de abril de 2011

HIGHWAY TO HELL

Bueno, en realidad no ha sido una highway si no un barranco pero he tenido la canción toda la mañana dando vueltas en la cabeza. Hacía 15 años que no estaba en el barranco del Infierno en Yésero. La primera vez, y única, que lo bajé trabajaba de guía y estábamos buscando recorridos alternativos para llevar clientes que ya hubieran bajado con nosotros la garganta Escarrilla, el Gorgol, el Furco o las Gloces. La verdad es que, como me suele pasar siempre, no me acordaba de nada asi que hoy, domingo de Pascua de Resurrección, con la borrasca girando sobre nuestras cabezas y frentes asociados descargando agua cada dos horas hemos pensado que era un día bueno para volver al barranquillo en cuestión. Además, lo tenemos en la puerta de casa con lo que llegaremos a comer a buena hora con la family.
Salimos de Biescas a las diez y, en apenas 15 min. llegamos al párking. Cogemos un camino por la orilla izquierda orográfica del barranco que, en 45 min. nos deja en el cauce. Camino precioso. Bien trazado, con poco desnivel, limpio...solo por la excursión ya ha merecido la pena. El cielo que hace una hora estaba completamente despejao se ha cubierto y ahora tiene el mismo color que cuando va a nevar (conocido popularmente como color de caldonabos). Nos equipamos e iniciamos el descenso. Mucha agua, lleva cinco días lloviendo sin parar, pero se baja bien. Al poco encontramos el primer rápel. Bien equipado, con parabolt de 10 mm. y anilla. El barranco se abre y se cierra...hay lugares muy chulos donde las rocas, el agua y la vegetación forman conjuntos dignos de ver. Después de pasar tres rápeles, algunos en zonas especialmente bonitas, llegamos a un tramo en el que el río se abre, se ven paredes a los lados y encontramos dos grandes pilares de piedra en ambas orillas del río ¿Será un puente? Los pilares deben tener sus cinco o seis metros de altura... Esto se acaba...Igual podemos salir por un camino de éstos que se ven en las orillas...Craso error hubiéramos cometido, amiguitos y amiguitas...todavía nos quedaba un rápel de unos 15 m. en un estrecho precioso, con unas tosqueras alucinantes a los lados y unos meandros y toboganes encajados que han hecho las delicias de nuestros culos. En algunos se formaban rebufillos y contras que te absorbían de forma y manera que, sin peligro alguno, hemos estado jugando un rato con ellos. Hace rato que llueve. Las orillas se han puesto muy resbaladizas y me pego dos o tres culetazos. En uno de ellos, la L3 y L4, además de los discos intervertebrales, saltan de contentos al ver que también me acuerdo de ellos. Me lo agradecen dándome un hermoso dolor lumbar y pinchazos preciáticos que todavía ahora, después de 6 horas, me están amenizando la tarde.
Al final aquello se acaba de verdad. En la orilla derecha descubrimos las ruinas de un molino y, pocos metros después, llegamos al puente de la carretera donde hemos dejado el coche y termina el descenso.
Como en otros lugares, nos cambiamos al lado del coche mientras enseñamos nuestras posaderas y/o atributos masculinos a los conductores/as que pasan. Unos aflojan, otros pitan y otros ni se miran. Algún día vamos a provocar un accidente. No por lo que hay que ver (hoy estaba el agua fría y nuestra amiguita calva era, centímetro arriba o abajo, del tamaño de la de un Clik de Famobil) si no por lo que esperan ver. En fin, sacabó la Semana Santa. Mañana a currar...
Hala pues...

viernes, 22 de abril de 2011

BTT, BIESCAS-ESCUER ALTO-PUNTA PUEYO-YOSA

Se jodió la Semana Santa. Adios a los preparativos y a los planes. Plan A, el Aneto por el corredor Estasen. Plan B, la cúpula de Secus, Plan C, Dos días de BTT por el piedemonte de Guara. Al final, la borrasca de los cojones se quede dando vueltas sobre la península mandando frentes a todas horas y hay que quedarse en casa. Plan D. Una vuelta rápida en bici rezando para que no te coja un marrón y no llegues a casa calao y jodido de frío. Hala, plan D en marcha.
Salgo de casa a las 10 de la mañana, después de mirar el radar del INM y ver que tengo un márgen de tres o cuatro horas antes del siguiente chubasco debil o moderado con posibilidad de tormenta. Cojo el perrucho y me bajo, por la pista de la chopera, hasta el desvío de Escuer. Con mucho tiento cruzo la carretera. ¿Pero a dónde coño va la gente? Completamente nublao, la nieve convertida en granizado derretido... me pego 10 minutos sujetando al perro para cruzar la carretera. Cojo la pista a Escuer viejo. Pista que sube por un hermoso cajicar y te lleva, en poco menos de 20 min. al pueblo. No hace falta llegar a él. Nada más cruzar el barranco sale una pista a la izquierda que sigue dirección oeste. Esta es la que cojo. En la década de los 60, los vecinos de este pueblo se bajaron a orillas de la carretera llevándose dinteles, jambas y maderos de las casas para construirse las nuevas en el fondo del valle. Esto es la explicación de la ruina total de todo el pueblo. Únicamente una espectacular torre defensiva del siglo XVI aguanta colgada sobre el barranco. Solo por verla, ya merece la pena subir hasta aquí.
La pista sube a lazadas amplias. Al poco de empezar a subir, un gran desprendimiento hace que me desmonte y que avance un rato haciendo empujin. Está muy erosionada y con mucha pisada de vaca que te hace ir muy despacio. Afortunadamente, más arriba el firme está mucho más compacto, la pendiente disminuye notablemente y se pedalea muy bien. Llego a la collada que da vista al valle del río Aurín. 13 km. hasta aquí, 1h y 30 min. Si me desviara a la izquierda siguiendo la cresta llegaría a Punta Güé. A la derecha, que es por donde voy, subo a la Punta o Pueyo de 1621m. y máxima cota del día. Casi 800 m. de desnivel desde donde he salido. La subida la hago andando. Hay unas rampas de flipar, con piedra suelta, en las que te patina la rueda trasera. Si echas pie a tierra, ya no hay forma de volverte a sentar. Paro un poco en la punta. Hay un hermoso grupo de Gentiana verna y se ve toda la cresta, desde Güé hasta las peñas de Aso donde confluye en flysch con la caliza de las sierras interiores. El recorrido íntegro de esta cresta es algo que tengo pendiente hace días. La bajada desde la Punta o Pueyo es una rampa vertiginosa, llena de canalones y piedra suelta por la que bajo acojonao. Enseguida se llega a otro collado al que llega una pista por la derecha. Es la pista que llega desde Yosa y por donde voy a bajar. Esta está mucho mejor, se puede bajar bastante rápido. En una curva me doy de narices con un tío que sube andando. Por la cara que pone, se ha pegao un susto que pa qué. Normal, a visto salir un perro, grande, negro, peludo y con una lengua que se la pisa a 22 km/h de cara hacia él. Cuando ya llevamos un rato bajando, y teniendo a la vista el pueblo, cojo un desvío a la derecha que, por la selva, me bajará al cauce del barranco Arás y pa casa. Es la mejor opción yendo con el perro. De otra manera, tendría que bajar por la carretera o por el descenso de las bicis. Cruzo el hayedo a toda prisa ya que se ha nublado mucho y empiezan a caer gotas gordas como puños. Aún así, paro en el refugio que hay, en un lugar idílico. Lo han restaurado recientemente. La bajada por la pista de Mundarey hay que hacerla despacio. Hay zonas que son morrenas laterales del glaciar del Valle de Tena y están completamente erosionadas. Caen bolos como lavadoras entre los que hay hacer slalom y no será la primera vez que me pego una hostia aquí.
Para cruzar otravez la carretera, se me ocurre meterme por dentro el cauce seco del barranco Arás. Así, paso la carretera por debajo y no tengo que atar al perro aunque hay rampas en las que me tengo que desmontar. Justo cuando entro en Biescas, empieza a llover con ganas. Ya van dos días de los que salgo en los que me libro por minutos...la próxima vez me ha de coger todo el marrón en medio el monte, no es bueno tentar tanto a la suerte.
En conclusión, ruta chula, 25 km, tres horas y media justas. 751 m. de desnivel. Bueno, me voy a rezar al Cristo del Gran Poder a ver si me deja hacer algo más estos días.
Hala pues...

domingo, 17 de abril de 2011

BARRANCO DE FORNOCAL

ACCESOS. Población más cercana al punto de partida: Lecina.Punto de partida: Inicio de pista casi contiguo al kilómetro 19 de la carretera de Arcusa a Colungo. Combinación de coches: Obligatoria. 10 km entre el lugar de entrada y de salida. (Adaptación libre y personal del libro Sierras de piedra y agua de Enrique Salamero)...y en todas las reseñas igual, combinación de coches o-bli-ga-to-ria. Pues no, el dúo Navarro-Campo, en su continua búsqueda de nuevas sensaciones y en su afan de transmitirlas para que seáis más felices en vuestras salidas al monte, ayer demostraron que, en cinco horas justas, tranquilamente, sin correr, parando a hacer fotos y con un solo vehículo, se puede hacer el barranco de Fornocal, el más oriental de la Sierra de Guara. Salimos de Sabi a las siete de la mañana y a las ocho y media estamos en el puente de las Gargantas. Nos habían dicho que en este lugar es uno donde más palos pegan a los coches y, efectivamente, en los dos únicos lugares que hay para aparcar, están alfombrados de cristales rotos. En previsión me había hecho un antirrobo que coloco en el cristal y arreamos carretera arriba. Por supuesto, haremos dedo...igual nos para alguno o alguna o algune...Llevamos dos o tres km. andados cuando oímos el rumor de un coche por detrás...Pol, se remanga el pantalon, compone un gesto seductor, se humedece los labios, estira el brazo con el dedo hacia arriba....y aparece un patrol de la Benemérita. Hostia tú, estos no cogen a nadie ¿no?. Y si te meten dentro del coche, mal rollo. Así que seguimos andando. Nos adelantan otros dos coches, por la pinta que tienen, de indígenas que ni se nos miran. Ya está visto que nos vamos a currar los 10 km. andando. Justo un km antes del desvío nos adelantan dos furgonetas petadas de gente. Se meten en la pista y, cuando llegamos, están preparando un almuerzo que pa qué. Los adelantamos, seguimos por la pista y, en 1h 45 min. llegamos a la cabecera del barranco. Almorzamos, nos calzamos el neopreto y al lío. Enseguida se estrecha y se hunde. Hay agua, poca, pero suficiente para quer las pozas estén limpias. El primer estrecho se pasa sin problemas, con algún rápel corto y algún resalte. Se llega a una zona donde afloran manantiales por todos lados. Es un lugar precioso. Agua abundante y fresca, vegetación amazónica, tosca, paredes rojizas y blancas...una chulada de sitio. A partir de allí el barranco se abre, todavía hay algún rápel corto, alguna badina y mucha vegetación que no molesta pero da ambiente. Cuando ya parece que aquello se acaba, de repente, se vuelve a encañonar. Marmitas, toboganes, meandros excavados, resaltes, algún rápel...también es una zona bonita, con bastante más agua que la zona superior y más divertida de superar. Ahora sí que esto se acaba. La caliza que ha formado el barranco da paso al conglomerado, cada vez se abre más y, al final, ya vemos el puente de la carretera muchos metros por encima de nosotros. Petrocoptis y ramondias florecidas, las saxífragas a punto...este año la primavera lleva casi mes y medio de adelanto. Buscamos el camino de subida y ya estamos en el coche. Éstuve en este barranquillo en 1990 y no había vuelto. La verdad es que no me acordaba de nada, pero me ha gustado. Muy sencillo, con pasos y lugares preciosos... Hostia, pues el antirrobo ha funcionao. Vamos a comer en alguna sombra previa cerveza, claro. El caso es que, está todo cerrao. No hay un puñetero bar ni cámping abierto...manda cojones, y luego dirán que hay crisis y que la gente no va a los sitios. Bajamos hasta Barbastro y, ya que estamos aquí, comemos como las personas civilizadas, de restaurante, que nos lo hemos ganao. Hala pues...

miércoles, 13 de abril de 2011

BTT, BIESCAS-ESPIERRE-YÉSERO

Viviendo en Biescas, esta es otra de las clásicas de la BTT que todo el mundo te recomienda que hagas. Miro la página de GPS Pirineos (cojonuda para sacar reseñas e ideas para planificar rutas) y me pone que el recorrido es de 4 a 4 horas y media, hablo con uno que curra conmigo y me dice que, en dos horas, está ventilao ¿A quién hago caso?. Porsiaca salgo a las tres y media de casa y me voy con el coche hasta el puente del Sía. Me ahorro media hora y me puedo llevar al perro, así, si se me hace de noche me dará calor y compañía.
La subida hasta barbenuta se hace larga y pesada. Es por asfalto, son apenas 5 km. pero hace mucho calor y tengo el viento de frente. Una vez rebasado este pueblo sigo hasta Espierre y allí cojo una pista que te sube a Erata. La primera parada la hago en la ermita de San Chuan. 8 km. hasta allí y mucho calor. En este punto, la pista sigue subiendo pero se deteriora notablemente. Paso el desvío a la Mallata Lopina. Qué topónimo más chulo ¿eh?. Mallata Lopina=Majada de los lobos. La de noches que pasarían allí los pastores con el culo preto mientras los lobos otilaban (o aullaban para los hispanoparlantes) por los bosques de alrededor. Bueno, pues que pasado el desvío, me pega un bajón (supongo que por el calor y porque no he comido nada) y me tengo que desmontar hasta donde la pista gira al sur y se abandona. Allí tengo, en frente, una pataquera de tasca que algunos suben montaos. Yo, ni me lo plateo. Así que, con la bici en la chepa, llego al collado donde sale la senda que baja a Yésero y que me han dicho que es, para bajar en bici, la polla con zebolla. Los primeros metros bien, alfombrada de agujas de abeto, se puede bajar rápido pero, de pronto, la senda la corta una tiradera de bajar madera. Si los troncos de abeto y pino bajaban por allí rodando, imagínate como se baja con la bici. Tengo un par de amagos de salir por encima del manillar y decido que no merece la pena. Me desmonto y bajo a pata un buen trecho hasta que vuelve a haber, otra vez, senda decente. El resto de la bajada es chulo, pero, como pasa casi siempre, cuando te das cuenta ya estás abajo. En Yésero se coge una pista, por la que he ido muchas veces, que, en cuatro o cinco kilómetros muy rápidos, te lleva al monasterio de San Pelay y al punto de partida. Pues con la tontería me he chupao más de 800 m. de desnivel y 22 km en 2 horas y media. ¿Y el perro? ¿Donde coño se ha metido este bicho?. Está dentro del río revolcándose más feliz que un burro en un sembrao. Pues te vas a joder, dentro del coche no te meto que luego huele a chucho mojao que da asco. Hala, a Biescas corriendo detrás de la furgo. Yo creo que alguna vez se vengará de todas estas putadas. Aprovechará algún día que salgamos al monte solos, se me tirará a la yugular y me devorará para no dejar rastro. Luego se irá al monte a otilar a la luna para acojonar a domingueros y beteteros.

Hala pues...

domingo, 3 de abril de 2011

SUERIO, 1954 m. ESTA VEZ SI

9 A.M. hora de la costa oeste. Aparcamos el coche en Asín de Broto. Siguiendo su costumbre, nada más abrir el maletero, Yeti sale como un Sputnik, y empieza a correr y hacer el zángano por alrededor sabedor de que hoy toca monte. Empezamos a andar Ana, Bego y yo y enseguida, para al lado nuestro un todoterreno. ¿Vais pa la ermita? Si, y un poco más arriba, le contestamos. O perro atau ¿ehhh?!!!. Que tengo allí ovejas y crabas y a ver si me las va a despeñar. No, no, no se preocupe, que este chucho ya no persigue ovejas, que lo tengo muy bien enseñao. Se nos mira de arriba a abajo, tuerce el morro, arranca y se va calle abajo. Joder...que recibimiento. Al poco otro simpático lugareño le tira piedras al pobre perro porque, nos dice, se le ha intentado meter dentro del garaje. Hala, Yeti, vámonos pitando que no has caído bien aquí. Salimos del pueblo y cojemos la pista que lleva a la ermita. En diciembre intentamos subir con Pol a este monte pero entonces, nos tuvimos que poner las raquetas nada más salir del pueblo y, al final, nos tuvimos que dar la vuelta porque había muchísima nieve y se nos hacía tarde. Hoy, hace un día cojonudo, demasiado calor para ser las nueve de la mañana. En apenas media hora llegamos a la ermita de San Mamés, donde paramos a almorzar. ¿Y las ovejas? Ni rastro, ni ruido de esquilas, ni huellas ni cagadas ni rastro de que estén o hayan estado por aquí. Estarán mas arriba...cuando las veamos ya ataré al perro. Despues de almorzar al solecico viendo las soberbias vistas que se disfrutan desde allí, seguimos por la pista que sube suave pero continuamente, hasta llegar a un collado en el que se abren los horizontes. Hasta aquí nos ha costado dos horas parando a almorzar. En frente tenemos Cotiella, Peña Montañesa, el Turbón, el Bachimala y toda la zona de la solana de Fiscal. ¿Y las ovejas? Ni rastro, ni ruido de esquilas, ni huellas, ni cagadas ni rastro de que estén o hayan estado por aquí. Aquí se deja la dirección que llevábamos y se coje una arista herbosa dirección norte. Ya tenemos a la vista los tres picos que forman esta pequeña sierra que separa el valle del Ara del de el Barranco Chaté. En poco más de media hora nos plantamos en la punta de la Corona (1954m.) La vista no puede ser más espectacular. Se ve desde Collarada hasta el Posets. Justo en frente el Vignemale, todo el macizo de Mte. Perdido y al sur Canziás y Guara. Joder, se ve medio Piri desde esta mierdeta de monte. ¿Y las ovejas? Ni rastro, ni ruido de esquilas, ni huellas, ni cagadas ni rastro de que estén o hayan estado por aquí. De la Corona a Suerio hay una arista que baja y luego sube. Es un paseo muy placentero hasta la cima oeste y poco más alla la cima principal donde esta el vertice geodésico. ¿Y las ovejas? Ni rastro, ni ruido de esquilas, ni huellas, ni cagadas, ni rastro de que estén o hayan estado por aquí. Estamos bastante rato en la cima. Se está muy bien. Aunque corre viento, no hace frío. Iniciamos la bajada por el mismo camino, volvemos a subir a la Corona y cogemos nuevamente la pista que nos lleva a otra vez a la ermita donde paramos a comer. ¿Y las ovejas? Ni rastro, ni ruid...¡Que siiiiiiiiiii! ¡Pesao! ¡Que no hay ovejas! ¡Coño!. Yo, pa mí, que ese buen hombre os quería mirar el culo y por eso ha parao esta mañana. Estamos en la ermita como un cura en los infiernos. Da una pereza que te cagas levantarte y bajar la media hora escasa que nos queda hasta el pueblo. Al final bajamos. A la entrada del pueblo ato al perro no vaya a ser que le de por entrar en otro garaje o perseguir algún minino. Visita al esconjuradero y de allí a Broto donde caen un par de cervezas en el bar que hay donde se coje el camino a la cascada. ¿Estais viendo lo mismo que yo? ¡Cabras! ¿No serán estas las que nos ha dicho ese hombre? ¡No, hombre, que no hay ni rastro de ovejas! Hala pues...