domingo, 6 de febrero de 2011

TRANSOBREPUERTO OESTE-ESTE.

Pos no es por nada, pero cuando me pongo a planificar rutas soy la leche...me salen largas, duras y cansadas pero bien chulas, anda que no.... Habíamos pensado en subir recoger el belén que pusimos en San Benito. Eso cuesta dos horas, tres a lo sumo. Viendo la previsión de la meteo de sol a tope y temperaturas primaverales ¿quién se resiste ha hacer una ruta, en vez de tres de nueve horas?. Así que p'allí que vamos. Pol, Bego, Ana, Quini y un servidor.
Quedamos a las 7 con Pol para dejar un coche en Oto y volver a coger a las mujeres a Biescas a las 8. De allí, a Espierre. Subimos un poco más arriba del pueblo. La pista está llena de hielo y no se puede continuar con coche. 8:30 y una temperatura cojonuda. Hay poca nieve para subir a la ermita. Aún así, nos cuesta algo más de lo previsto porque, la que hay, está muy blanda y te hundes y resbalas. Quitamos el belén, firmamos en el libro y echamos un bocao antes de subir a Erata y a la Punta d'o puerto Yésero. Aquí, lo normal es desviarse a la izquierda y bajar otra vez a Espierre. Nosotros nos desviamos a la derecha para seguir el cordal que une Erata con Pelopín. Se va por toda la cresta que forma el cono de recepción del barranco de Otal. Continuos sube y bajas que se hacen cansados y aburridos hasta llegar al puerto de Otal. Hasta aquí hemos estado solos, pero ahora tenemos un montón de gente delante que suben a Pelopín desde Cotefablo. Dejamos a la izquierda Pelopín (Del latín Podium lupinus, "Punta de los lobos") y nos acercamos al puerto de Yosa donde cogeremos el camino para bajar al valle del Ara. 5 horas hasta aquí. Habíamos traído los pinchos y demás ferralla, ante el pavor de las mozas éstas, (Pero ¿por dónde pensáis meternos???!!!!!!) por si la cabecera del barranco estaba chungo de hielo. La cosa es que está todo cubierto de nieve blanda en la que te hundes hasta la rodilla y no ofrece ningún peligro. Eso sí, la bajada se hace larga y muy pesada. Primero bordeas Pelopín por el sur y el este hasta que coges el sarrato que separa el barranco de Oto del Sorrosal. Bajas un poco y te desvías a la derecha para llegar a Yosa de Broto. 6 horas hasta aquí. Aunque el camino no tiene peligro ni pérdida, le ponen emoción a la cosa los cazatarires que llevan, desde que hemos salido por el collado, pegando gritos y tiros en la ladera de enfrente. Apasionante deporte el de la caza, sin duda. La entrada a Yosa se hace por caminos preciosos, delimitados por tapiales bien conservados. Del pueblo, en ruina total, solo se distingue alguna borda, algunas fachadas, el báculo de un crucero y la iglesia. Paramos a comer en un carasol. Joder, que bien se está aquí.
Visitamos la iglesia. Reforma tras reforma, muro sobre muro, el edificio es una amalgama de reparaciones hechas desde el siglo XIV hasta el XVIII. Sin embargo, si miramos con detenimiento, la cabecera ¡¡¡¡es del siglo X!!!!. Coincido con el eminente e ínclito Adolfo Castán http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=615564 en que, la pared de naciente de la iglesia, forma parte de un edificio de la misma datación que San Bartolomé de Bergua, Sta Isabel de Espuéndolas o San Chuan de Espierre. Construidos nada menos que 1100 años antes que nosotros. Esas tres ventanitas, para el común de los mortales pequeñas y mal hechas, guardan el secreto del prerrománico en el Pirineo. Ahí es nada...
Después de reflexionar sobre eso, de lo poco que somos, de la insignificancia de nuestras vidas en el conjunto del devenir universal y de tener un emotivo recuerdo para esos piqueros a los que hace ya muchos días que no les hacen mal las muelas, iniciamos el camino hacia Oto, último de los lugares que vamos a visitar y donde nos espera el coche. El camino es majo, todo en bajada y atravesando un espeso caxicar. Si no fuera porque llevamos ya 8 horas andando, hasta se disfrutaría y todo. Oto, desde la bajada y bañado por el sol vespertino, es igual que un castillo de esos de las películas. Torres, humo de chimeneas y ovejas en los prados de abajo, todo muy bonito, muy románico y muy romántico. Entramos en el pueblo justo cuando las campanas de la iglesia dan las cinco de la tarde. Todavía nos da tiempo a dar una vuelta rápida por el pueblo y de bajar a Broto, donde cae una cerveza. De allí a Biescas, que aún nos queda ir a buscar un coche a Espierre.
Un día bien majo, cansao, pero muy majo. La próxima que haremos por aquí será la Transobrepuerto Norte-sur, ya os podéis atar bien las botas, que esa si que es larga...
Hala pues...

4 comentarios:

Cristian Laglera dijo...

Joder macho, ya veo que no paras, hacer bien. Esta primavera te pego un toque y emprendemos el sobrepuerto si te apetece.
Cuidate.

POL dijo...

Espero aigas abito sorpresa ista nuei pasata e lo diya-nuei rematase de forma inmejorable.
He beyito en un enlaze la ferrata de Cast-Urquiza-Olmo, al canto la carretera que puya enta Viella, antis de Pont de Suert, e me parixe que i'n ha más. Se puede fer un cabo semana d'istos.
Salú

J. M. N. dijo...

Hola Cristian. Pues no, no tengo intención de parar. Ya pararé cuando palme. Tengo toda la eternidad para descansar...estoy a tu disposición para cuando quieras ir pa Sobrepuerto.

Vamos a ver Pol. ¿Tú crees que me voy a resistir a una oferta como esa? Hace días que me va por la cabeza ir a Monrebei. Tenemos 4 ferratas, algún barranco y mucho románico...Ya estamos allí. Pon tú la fecha que este mes no tengo guardia

J. M. N. dijo...

Ah, Pol, y si, acabó bien...o empezó el siguiente...ya no se ni en que dia vivo...
Salú pa los dos