martes, 21 de junio de 2011

NÉOUVIELLE ET LE PIC RAMOUGN AUSSI

Como todos y todas mis queridos y queridas lectores y lectoras, políglotos y políglotas, polifacéticos y polifacéticas, poliédricos y poliédricas sabrán, Neouvielle significa, en français, "nieve vieja", debido a la presencia, más testimonial que otra cosa, de glaciares residuales en sus laderas. Era una zona que no conocíamos, pese a que hay numerosos picos que rebasan los 3000 m. y que está relativamente cerca de casa. Así que el domingo, cuando todo el mundo vuelve para casa después de estar en el monte, nosotros salimos hacia él. Es una vuelta más de tuerca dentro de nuestra dilatada carrera misantrópica. ¿Cómo no encontrarte a nadie en el monte? Pues yendo un lunes, está claro. De tirada hasta Bielsa donde paramos a echar una galimbilla antes de cruzar el túnel que nos llevará a l'autre côté. Circulación alternativa en el túnel y más de 15 min esperando a que el semáforo se ponga en verde. La bajada, por el otro lado, es vertiginosa y en pocos km te lleva desde los 1821 m. en la boca francesa a los escasos 1000 m. de Fabian, pueblo donde nos desviamos para coger una carretera que nos mete dentro de la reserva natural del Neouvielle. La carretera, preciosa, atraviesa espesos bosques mixtos por una garganta estrecha hasta llegar al lago d'Oredón. Allí se desdobla, la de la izquierda nos llevaría al lago de Cap de Long y la de la derecha, que tomamos, al lago de Aumar y al de Aubert donde hay un parking y termina. Previamente hemos pasado por taquilla, hemos sacado tiket y nos hemos metido en el centro del macizo granítico. Sólo con llegar aquí con el coche ya merece la pena. Estamos a 2150 m. rodeados de Lacs, (en realidad son todos ibones represados que forman pantanos gigantescos), y rodeados por picos de más de 3000 m y pinos negros enormes. Pese a haber una zona de vivouac, nos montamos el chiringuito al lado del coche, así no tenemos mañana más que recogerlo todo dentro y marchar. El parking está vacío. Únicamente un francés durmiendo dentro de la furgoneta y una pareja de espagnols que se van a vivaquear.
Se esconde el sol y, pese a lo que se pudiera esperar, sigue haciendo una temperatura cojonuda. Somos asaltados por miles de mosquitos hematófagos, antropófagos y joputas que nos ponen a caldo. Cenamos comiendo con una mano y matándolos con la otra. No nos queda más remedio que meternos en el saco ya que el ataque es masivo y se está empezando a poner la cosa seria. Eso por no fumar. Antes no se me acercaba ni un puto bicho chupador.
Las seis de la mañana. Suena el móvil. He dormido de pena. He pasado toda la noche con fricalor y lo primero que tengo que hacer es ir al baño a hacer aguas mayores. Tengo la tripa como una hormigonera y suelto gases por todos los agujeros de mi cuerpo...jodo que mal día se prepara.
Sin desayunar empezamos a andar. Cruzamos la presa, empezamos a subir y al los 20 min. nos damos cuenta que no vamos por el camino correcto. Vamos directos a pasar a Cap de Long y lo que nosotros queremos es localizar la brecha Barris para pasar al circo del Neouvielle. Pues la brecha tiene que ser aquella que se ve allá arriba...empezamos a subir siguiendo hitos hasta que nos volvemos a dar cuenta que eso no puede ser. Estamos muy altos y en una ladera sur (por cierto, pinos negros a 2700 m. de altura, acojonate lo del cambio climático) y deberíamos estar en la norte. Volvemos a bajar pegados a la muralla hasta que vemos una brecha que parece propicia para bajar. Entre mal temple, flojera, la tripa dando vueltas y que nos hemos equivocao de ruta, me pega un bajón que pa qué. Menos mal que allí está Pol dando ánimos. Bajamos como podemos por una canal estrecha y descompuesta hasta el glaciar del Neouvielle, donde se ven, esta vez sí, huellas de subida. La ascensión, desde allí, es evidente. Tenemos continuamente el pico a la vista así que, con paciencia, primero entre pedreras y después por hielo y nieve, nos plantamos en la base de la pirámide cimera. Nos quitamos los pinchos y trepamos por canales y terrazas primero hasta un collado y luego a la cima. Acojonante la vista desde aquí. Medio Piri se ve desde los 3091 m. a los que nos hemos encaramao. Habíamos pensado hacer, a la bajada, el pico Ramoug, un peñasco que tenemos abajo a nuestra derecha. Antes allí no subiría nadie pero desde que publicaron la lista de los 212 tresmiles y le adjudicaron categoría de pico principal son muchos los que lo suben pese a no ser fácil. Lo cierto es que, visto desde aquí, acojona. Parece inexpugnable, como el castillo del rey Mindungui III. Nosotros sucumbimos también a la fiebre colecionista de tresmiles y vamos a intentar subirlo, pa eso hemos arrastrado hasta aquí cuerdas, arneses y ferralla variada. Bajamos por el mismo sitio, nos volvemos a colocar los cramponesy hacemos un flanqueo por el glaciar convertido, a estas alturas del día, en una especie de granizao semiderretido. Nos colocamos debajo de una chimenea que parece factible, además tiene huella vieja. Tiramos para arriba. Aquello se empina como la picha un novio. A mitad del corredor vemos una reunión. Cojonudo. Así rapelaremos y no tendremos que destrepar. Llegamos a la arista. A ambos lados hay un espaldadero acojonante, tanto a la vertiente de Cap de Long como hacia el glaciar. Vemos, a nuestra izquierda un hito. Pero para llegar allí hay que pasar una placa lisa haciendo bavaresa, lo que, a 3000 m., sin asegurar, con el glaciar 200 m. más abajo y con la flojera que llevo a mí, qué queréis que os diga... no lo estoy disfrutando nada. Llegamos al hito en cuestión. Hay una pared que hay que trepar. No es difícil pero vamos...hay que hacerlo con mucho tiento. Vemos otra reunión. Un esfuerzo más y nos plantamos arriba. Pico de Ramougn 3011 m. y una vista preciosa tanto hacia el Neouvielle como hacia el valle. Llama la atención, desde aquí, un dique en el granito que forma el Neouvielle y que recorre toda la cara este en forma de línea oscura.
La bajada, con más cuidado que la subida, tampoco tiene misterio. Hay que destrepar hasta una instalación de rapel que te lleva a otra y ésta a la que vimos en la canal de subida. Con una cuerda de 30 m. y tres rápeles nos plantamos nuevamente en el glaciar. Aquí si que se acaban las complicaciones. Bajamos primero por nieve, despues pegando saltos por encima de grandes bloques de granito hasta llegar, esta vez sí, a la brecha de Barris. Jodo, pues no la habíamos dejado atrás ni nada esta mañana.... El camino, aunque perfectamente marcado con hitos, tiene desvíos a ninguna parte en los que nos columpiamos un par de veces. Hoy, siento decirlo, Pol ha perdido el título de megaguíaexplorador. Se me acaba de caer un mito y el ha dado ya el salto evolutivo de Homo neanderthalensis a Homo sapiens.... ya era hora, de todas formas.
Sin novedad llegamos nuevamente a la presa y al coche. Paro ha hacer alguna foto guapa a las florecillas que las hay por doquier. Nueva vuelta de tuerca en nuestras salidas montaraces y montañeras; neverika con galimbilla freskita en el buga que se agradece un montón. Como por arte de magia se me arreglan las tripas. Va ser verdad que la cerveza es medicinal o que????
Contentos y felices, como pajarillos en primavera, cojemos el coche y nos vamos para casa. Aún paramos en una chapelle des templiers, al lado de la carretera y en el camping de Bielsa a ver una castañera gigante que no tenía controlada. Que día más majo...y qué bien voy a dormir
Hala pues...

3 comentarios:

Marian dijo...

holaa! q fotos mas guapas! no conozco el sitio pero tiene una pinta buenisima. Por cierto, la cerveza es medicinal, yo estoy convencida. Saludetes

Cristian Laglera dijo...

Joder que pasada de fotografias. Oye, no habra por alli algún pueblo abandonado para aprovechar el viaje???, jejeje.
Cuidate.

J. M. N. dijo...

Hola a los dos.
Las fotos no son buenas. Con esos paisajes no hay mas que apretar un botón y salen solas.
El sitio es espectacular. Y aunque no haya pueblos abandonados por ahí (a 2000 m. poca gente viviría al menos en el Piri) merece la pena la visita. Además está todo muy bien organizado, con merenderos, refugios, bares...de verdad que merece la pena darse un rulo por ahí. Yo es la primera vez que iba, pero no será la última.
Saludos...