lunes, 9 de mayo de 2011

RUTA DE LAS PIEDRAS FECUNDANTES (1)

Hay sitios sorprendentes muy cerca de casa. Lugares que nos hablan de historia remota, de leyendas, de prácticas ancestrales y paganas...y que no los conoce nadie. Solo algún friki se fija en ellos, los visita o trata de estudiarlos. Por supuesto, salvo contadas excepciones, no están señalizados ni divulgados. En estos tiempos de crisis es mejor destinar espuertas de dinero público a mantener como sea la nieve, aunque la semana santa caiga en agosto, que a diversificar y desestacionalizar el turismo gracias a nuestro desconocido y vapuleado patrimonio cultural.
Hace no demasiados años, el antropólogo oscense Manuel Benito Moliner, lamentablemente fallecido siendo todavía muy joven, se embarcó en una apasionante investigación. Dió a conocer la existencia, en una zona muy concreta de la provincia de Huesca, de una serie de cuevas artificiales y piedras manipuladas por el hombre que presentaban, todas ellas, una serie de denominadores comunes. Estos elementos comunes son la representación, más o menos explícita, del aparato reproductor femenino y masculino (lo que, comúnmente se conoce como pichines y pililas) u otros elementos simbólicos vinculados directamente con la fertilidad.
Hasta hace no demasiadas décadas, la infertilidad femenina (siempre se consideraba que era culpa de la mujer) era considerada una lacra...más todavía, era una maldición. En una sociedad agrícola y ganadera, la principal riqueza de una casa eran los brazos para trabajar. Una mujer sin hijos era considerada "machorra" y, para evitar la exclusión social e incluso ser repudiada por su marido (si, ya lo se, ¡que horror! ¡qué machismo!, ¡qué vergüenza!...pero es lo que hubo, hasta hace pocos años. Afortunadamente, ahora hay iluminados/as como la Exma. Sra. Aido que proponen inteligentes políticas de igualdad como llamar miembras a los miembros hembras de un grupo o hacer desaparecer cuentos como Blancanieves porque, ahora, Blancanieves ha de ser una chica moderna, autosuficiente y capaz de salvarse de la malvada y pérfida bruja por sí sola, sin el concurso de un príncipe falócrata y machista que solo la quiere para presumir de churri delante de sus amigotes y para que esté en el castillo fregando los platos y las vomitonas de sus juergas) Decía que, como la esterilidad era considerada una maldición, se recurría a rituales que hundían sus raíces en la más remota antiguedad.
Simbólicamente la piedra es un elemento femenino. Emerge de la tierra, de la que todo procede y a la que todo vuelve, y, por tanto, están impregnadas de fecundidad. Igual que veían que la semilla, una vez enterrada (muerta, simbólicamente hablando) emergía nuevamente en primavera (desde un punto de vista simbólico renacía) el hombre (o la mujer en este caso) debía pasar por un proceso de muerte simbólica y posterior renacimiento para volver al mundo dotada de nueva vida y de una nueva fertilidad adquirida. Para ello se tallaron, en afloramientos de arenisca, cuevas con cierto parecido con el aparato genital femenino o se manipularon rocas ya existentes para darles formas que recuerdan mujeres gestantes o falos erectos. Es decir, la señora en cuestión, debía entrar en las entrañas de la Madre Tierra (morir, simbólicamente hablando), impregnarse en su interior del poder generatriz que emanaba de la tierra (a lo mejor era asistida por su marido o por el guaperas del pueblo...no sé si me entendéis) para volver a salir, renaciendo y convertida en otra mujer con la capacidad reproductora intacta.
Así pues, el domingo, nos fuimos a dar un rulo por el Prepirineo Pol, Bizén, Chué, Rut, Rubén, Eloy, Duli, Orosia y yo mismo. Recorrimos varias de estas cuevas y piedras, pasamos un día cojonudo y, sobre todo, conocimos un poco más estas tierras en las que vivimos. El relato de la ruta, pa otro día, que ya me canso de escribir.
Hala pues...

5 comentarios:

Montañero dijo...

Perdona que utilice este sistema de contacto. He leido en tu blog la publicación sobre la Vuelta al Midi por el Col de Peyreget y Col de Suzon, pretendo hacer el recorrido en breve. Tengo dudas de ir por el primero o por Col de l'lou y col Soum de Pombie que es más largo. Me gustaría saber las dificulades y riesgos que hay desde el lac de Peyreget al collado del mismo nombre y bajada al refugio de Pombie.Te dejo mi correo: pbarpan@gmail.com. Muchas gracias.

Marian dijo...

Hola JMN. Muy interesante tu entrada de hoy. En muchos lugares hay elementos naturales manipulados por el hombre que simbolizan los aparatos reproductores del hombre y la mujer, asi como símbolos dedicados a la fertilidad. Lo que pasa que a veces pasan desapercibidos (gracias a dios) a los ojos de los comunes mortales.
Bueno un saludete y a pasarlo bien

Jarlata dijo...

Mucha "chachara" pero no nos dices donde estan esas seudoesculturas.

J. M. N. dijo...

Hola a los tres:
Montañero, ya te he respondido en tu correo. Únicamente decirte que esa ruta es una de las inexcusables. Al menos una vez en la vida hay que subir al Midí y otra hay que rodearlo.
Marian, tú, que creo que te interesan estas cosas, fliparías con alguno de estos lugares. En palabras de su divulgador, M. Benito, son elementos únicos pues vinculan construcciones musulmanas para guardar el grano con rituales fecundantes anteriores a ellos, probablemente prehistóricos. Al fin y al cabo se buscaba lo mismo, dotar de fertilidad a mujeres y semillas.
Y Jarlata, paciencia, hombre, que ya describiré la ruta un rato que tenga libre.
Hala, gracias a los tres por perder el tiempo leyéndome

angelpito injurioso dijo...

He comentado esta entrada en los foros del misterio,(sección arqueología,no te asustes,no lo he cruzado con ovnis y fantasmicos)Estas cosas gustan mucho,como habrás comprobado en tu colaboración televisiva.