miércoles, 27 de noviembre de 2013

FINDE VENTOSO

Decidido. Voy a pedir asilo meteorológico y político en algún país tropical. Yo no aguanto otro invierno como el pasado o como éste que se avecina y que ya asoma el morro. Vamos a ver....tiene que ser un lugar donde haya montañas, buen clima todo el año, preferiblemente sin 300 días de viento racheado, que no haya monarquías hereditarias llenas de vagos y los políticos sean honestos y trabajen por los ciudadanos.... estooooooo...... pues.......  estoooooo.....¡Ya se! La república popular de Cuba mi amoooool. ¿Tú sabes? Aquí tenemos buen clima todo el año, solo tenemos un compañero comandante que trabaja por el pueblo, mi amooool y en vez de 300 días de viento tenemos dos días de 300 km/h cuando viene el Huracán Margarita. ¿Y los montes? Hay mi amoool, eso es lo mejol...tenemos montones de Montes de Venus a los que subil....¡hecho! voy a inicial (perdón, a iniciar) los trámites.
Y ¿a santo de qué viene esta tontería? Pues a que este finde ha sido frío, ventoso, desapacible....una mierda en lo meteorológico, vamos.
Sábado. Obligaciones de vidas pasadas me retienen en Biescas y no me dejan ir con David, Elena, J.C, Silvia y Pol a una ruta bien maja por los pueblos de la solana. Tengo que estar en casa a las dos de la tarde así que me voy cerca para poder llegar pronto, ducharme, acicalarme y maquillarme.
Pues me voy pa la Sierra de San Pedro, que hace muchos años que no estoy por allí.
La Sierra de San Pedro es una modesta elevación que cierra la depresión media por el sur. Se trata de uno de los flancos del anticlinal desmantelado que le dieron forma y es, sobre todo, una alternativa rápida y cómoda de hacer algo de monte para los habitantes de Villacloro (entre los que me contaba yo hasta hace 15 años). Pues eso, que debe hacer como 15 o 20 años que no ando por alli y me han dicho que se han abierto muchas sendas que permiten hacer muchas y buenas combinaciones.
Aparco en las piscinas del Puente Sardas, cruzo el Basa por el puente de la carretera e inmediatamente, la senda y las indicaciones, me hacen pasar las obras de la autovía por debajo de un puente y subir por una pista llena de barro que hoy, afortunadamente, está helada. Llego a lo que queda de una explanada que en su día fue uno de los picaderos VIP de Sabiñánigo. ¡Hostia si esos pinos hablaran!...a determinadas horas de la noche del sábado al domingo había más gente allí que en los bares y flotaba más amor (y más sexo) en el ambiente que en un programa de Mujeres y Hombres y Viceversa.
Bueno, pues en esa explanada que en su día fue un picadero y en la que cabían más de 30 simcamiles, se coge un sendero que enfila hacia el sur al principio y durante un rato bordeando los taludes de la carretera. Luego gira a la izquierda y coge la ladera sur de la montaña abandonando, definitivamente, los destrozos antrópicos. Subimos por una ladera orientada al sur, protegida del viento, donde me da el sol por primera vez  y con vegetación propia de latitudes más meridionales. Es el camino del carrascal, limpiado y recuperado recientemente por la misma persona que limpió y recuperó el de las Arruyualas. Casi sin darme cuenta, me planto en la cuerda de la loma muy cerca de las ruinas de San Pedro a donde me acerco en apenas dos minutos.
La ermita era un edificio del siglo XVI, propiedad de los vecinos de Sardas a la que se subía en romería el día de su patrón. Durante los días 21 y 22 de octubre de 1937, justo aquí, donde ahora estoy sentado almorzando tranquilamente, tuvo lugar una cruenta batalla para la toma de la ermita donde se habían atrincherado (y desde donde bombardeaban las fábricas de Sabiñánigo) combatientes de la 72 Brigada Mixta Republicana.
260 muertos republicanos y 415 sublevados (de los cuales más de la mitad eran moros del VI tabor de Melilla y el V de Lareche), de los 2500 que intervinieron, costó tomar ese montón de piedras. Contaban los abuelos que los republicanos muertos y algunos heridos, fueron amontonados dentro de la ermita y se derribó lo que quedaba de las paredes sobre ellos para enterrarlos juntos, vivos y muertos, y que allí siguen sus cuerpos.
Joder, entre el frío, el viento e imaginarme lo que pasó allí, casi se me ha puesto mal cuerpo.
Retrocedo sobre mis pasos unos metros y cojo otro camino que baja, esta vez por la ladera norte. Precioso, limpio, con pendiente moderada, la senda me lleva a orillas del río Basa. Desvío a la izquierda y otra senda sube hacia arriba. Como es pronto todavía vuelvo a subir por una tercera senda para bajar por la única que conocía. Es decir, primera subida por la senda del carrascal, bajada por la de Sardas, vuelta a subir por otra desconocida pero muy maja, ermita nuevamente y bajada por la de toda la vida. Pues mira, este es un recorrido bien majo que nadie diría que está aquí al lado y muy digno para hacer metros en una mañana tonta como esta...¡Jodo! al final, 9 km y más de 700 m. de desnivel...me voy a echar un vermú y a ducharme que, pese al frío que hace, he sudao como un gorrino. Aquí tenéis el track de la jugada

Y no escarmentamos, tú. El domingo vuelta a salir al monte, esta vez con Silvia, J.C y Pol. En Biescas, a las ocho de la mañana, ¡¡¡¡¡¡No hace viento!!!!!
Quedamos en Sabi, echamos un café y nos dirigimos a Murillo donde pretendemos subir a Peña Ruaba por la ferrata Varela Portillo y descender por el barranco Refollau que, pese a lo que os ha venido a tod@s a la cabeza, no tiene nada que ver con hacer dos veces el acto sexual, coital y folletil. Se trata del nombre que pusieron sus aperturistas y que se corresponde con una torta típica de Ayerbe. ¿Porqué? Pues ni idea... a saber lo que les pasó por la cabeza mientras clavaban spits.
El caso es que llegamos a Murillo y al parking donde se inicia la ferrata y, nada más salir del coche, nos azotan vientos catabáticos venidos de oscuras latitudes septentrionales que hacen bajar nuestra temperatura (y sobre todo nuestra moral) por debajo de 0º. Vamos, que en estas circunstancias, ni por asomo nos paseamos por esa arista de Peña Ruaba pese a la línea de vida que hay. (Y porque, además, alguien melenudo que no quiero decir su nombre se ha olvidao el arnés y el casco en casa)
Gabinete de crisis en el bar más próximo. Gana por goleada el Peiró (en el que no hemos estado nadie de los que estamos aquí) y bajar por otro barranco seco que hay allí llamado barrancoquenoconocenidiosyquenotenemosniputaideadecomoestánidelascuerdasquehacenfalta.
Vuelta por la Bal de Rasal. Pasamos este pueblo, Bentué -cuidao que está esto todo helao- -¡¡Cuidao con ese de la moto que viene haciendo eses!!!- hasta que, en un collado, una pista indicada parte a la derecha.
Aparcamos, nos preparamos y cogemos una pista que, tras un par de curvas, sigue hacia Arguis. Nosotros cogemos un sendero que sube a cuchillo ladera arriba pero que, afortunadamente, está perfectamente marcado, señalizado, urbanizado y preparado (modo sarcasmo off). Desde el primer momento está lleno de nieve que no molesta pero que resbala que no veas.
Se sube por medio de un pinar de repoblación hasta que la pendiente disminuye y te introduce en un hayedo residual muy majo si no fuera por la estúpida intervención que se hizo en forma de barreras antisuicidios, señales y sirgas inútiles. Bueno, que no me voy a explayar en criticar, que bastante ha dado que hablar ya esa forma de dilapidar dinero público. Pa muestra, esto, por ejemplo.
Pasado el bosque mágico y chipiriflaútico de las princesitas Disney, la senda cruza el barranco que pretendemos bajar y que, para resumir, vamos a llamarlo barranco del Peiró. Sigue subiendo otra vez con buena pendiente. Aquí se les debió acabar el presupuesto porque ya no hay cartelitos, ni balizas ni vallas. Únicamente hitos de piedra, como corresponde. Sin pérdida y sin peligro, pese a la ausencia total de elementos de seguridad homologados y reconocidos por la CEE, llegamos a un collado donde se abren los horizontes y poco después a la cresta que da acceso a la cima situada a 1579 m., cm. arriba, cm. abajo. Arriba nos encontramos con Lorenzo Ortas, una eminencia del montañismo aragonés y que, al contrario que otros que rulan por el monte, no hizo en ningún momento gala de sus logros ni de sus hazañas pese al rato que estuvimos conversando con él mientras dábamos buena cuenta de los dátiles, las almendras y el vino que portábamos.
Venga va, si hemos de hacer algo ya...que se nos va a hacer de noche.
¿Por dónde entramos? Por un cauce lateral que se veía limpio. Sí, sí...limpio los cojones. Aliagas, artos, espinos, erizones y demás matas pinchudas amenizan el intento a la vez que los bojes nos echan la nieve que llevan encima por el cogote proporcionándonos un frescor salvaje del caribe y una gratísima sensación refrescante.
Vuelta a jabalinear para salir al camino. Me resbalo y apoyo la mano sobre un arizón (llevo 23 operaciones para extirparme otras tantas punchas) y salimos al camino para volver a intentar el acceso por otro lado, más nevado pero bastante más limpio de vegetación.
Resbalones, buchos nevados que nos caen por encima, ramas que hay que apartar o que crujen y se rompen al pisarlas....llegamos a un punto en que no hay vuelta atrás. Si bajamos ya no subimos y habrá que hacerlo por abajo...si sabemos. Las dos y media de la tarde, hace ratos que se ha escondido el sol, hace un frío que pela, hay mucha nieve e hielo y no sabemos como estará más abajo. Contra todo pronóstico se impone la prudencia y no es que nos retiremos, lo que hacemos es dar media vuelta y avanzar hasta volver al camino y bajar tranquilamente a los coches. A veces, los elementos y los dioses conspiran para que las cosas salgan de otra manera a la prevista. pero tampoco está mal, tú.
Visto de lejos, ha sido un finde majo, sencillo pero con momentos y descubrimiento de lugares interesantes. No siempre hay que subir a un tresmil por una ruta megaguay ni bajar un barranco difícil de la muerte. Muchas veces basta con dar una vuelta para hacer gana, comer o cenar con buena gente y disfrutar de un trago con amigos mientras se hacen planes pa cuando haga bueno.
A eso vamos. Galimba en la Foz de Arguis mientras charramos y vemos pasar lo que queda de tarde.
Hala pues...

4 comentarios:

silvia dijo...

Caiste en la trampa!!! Como el sábado no jabalineaste, el domingo te preparamos dosis doble, no vaya a ser que se te olvide esta acción que tanto practicas.
Salú.

David Naval dijo...

Oye, pues al final aprovechaste bien el fin de semana.
Muy amena la descripción y las ocurrencias, je,je. Vamos, en tu línea. Y además siempre nos enseñas algo nuevo.
A ver si nos vemos pronto. Saludos.

Anónimo dijo...

Je je, buena reflexión la del principio...

Fer

Pirene dijo...

Cuánta razón tienes!!!

Siempre nos pensamos que el más alto o el más difícil nos va a saber mejor y en realidad ¡así es!, ¡¡¡pero que bien saben también esas tardes de invierno frente a la chera con buena conversación y buenos licores tras una aventureta corta!!!

Una pena lo del hayedo del Peiró, fíjate que desde que me he enterado no he querido ir y mira que es uno de mis imprescindibles cuando no hay tiempo o hace malo...

En fin, que pa joder el monte siempre hay tiempo pero para mejorar sanidad o educación no ¡ridiez!