lunes, 2 de abril de 2012

ORHI, 2017 m.

El Orhi, u Ori, u Orhy era uno de esos montes que teníamos metidos entre ceja y ceja ya hacia mucho. Concretamente, desde que lo vimos emerger, como si fuera una isla, en medio de un precioso mar de nubes desde la cima del Anie a principios del año pasado...Y luego empiezas a investigar...es el primer 2000 que hay viniendo del Atlántico, con lo que las vistas estarán aseguradas, es la cota más alta de la Selva de Irati, uno de los bosques mixtos mejor conservados de Europa, es una cumbre mítica para vascos y navarros. En sus faldas mora el Basajaun y en sus alturas Mari, uno de las muchas caras de la Gran Madre (aunque otras versiones la hacen morar en el Amboto, bastante más al oeste)...el caso que era un lugar al que merecía la pena acercarse, pese a su modesta altura. Después de varios intentos fallidos por una u otra causa, al final, este finde pasado, nos fuimos Pol, Kankel y yo. Se podría hacer incluso en el día, pegándote buena madrugada pero no merece la pena. Así pues, salimos el viernes tarde y en poco menos de dos horas estamos en el camping Asolaze de Isaba. Ya lo conocíamos de alguna otra vez. Magníficas habitaciones en el albergue, cena como pa una boda y un precio más que razonable...incluso nos dejan el desayuno preparado en termos porque nos queremos ir antes de las ocho de la mañana. Una vez bien cenados, bien dormidos y bien desayunados, volvemos otra vez hasta el pueblo de Isaba para coger una carretera que pasa del valle del Roncal al de Salazar. En el puerto de Laza, parte una carretera hacia el norte que nos sube hasta la estación de esquí de fondo de Abodi donde se corta. En verano se puede pasar a Francia por el puerto de Larrau pero en invierno solo se limpia hasta allí, permaneciendo cortada hasta bien entrada la primavera. Hay varias rutas para subir al Orhi. La más sencilla, desde donde dejamos el coche, es subir por la carretera y coger la arista este. En verano apenas son 45 min. Nosotros hemos elegido una circular larga, así conoceremos casi todas las caras de este monte. Empezamos por bajar valle abajo y meternos dentro del hayedo de Irati. Durante mas de una hora, seguimos una pista en descenso que nos introduce en el bosque que, pese a lo que hemos leído y oído, está muy antropizado. Pistas, trochas madereras, sendas, alcantarillas, canalizaciones de barrancos...no es esta la idea que teníamos de un bosque bien conservado (o sí, pero desde un punto de vista humano, no sé yo lo que pensarán los corzos, jabalíes y demás fauna autóctona...).
Una trocha que sube a piñón nos saca de la pista principal y durante buen rato sube haciendo lazadas hasta una zona donde hay cletas para el ganado y el bosque se aclara hasta desaparecer.
Desde allí, tenemos a la vista toda la arista suroeste hasta la cima que se ve todavía muy lejana.
Subimos por pastizales herbosos a una primera cima llamada Muxumurru (ignoro la etimología de tan curioso topónimo aunque no creo que tenga que ver con la abundancia de hocicos en tan singular paraje ) desde la que se domina ya toda la selva de Irati. Desde aquí, hay que volver a bajar a un collado para acometer los últimos 600 m. de desnivel hasta la cima.
Empieza a haber nieve. No mucha, pero pisamos nieve y aquello cada vez se empina más. Nos llama poderosamente la atención la abundancia de Narcissus asturianensis y sobre todo de Diente de perro una preciosa liliácea, a la que consideraba calcífuga...y mira por dónde, en una montaña caliza la encontramos a patadas. La cresta se me hace muy larga. Pese al paisaje, cada vez más abierto y majo, me están empezando a doler los tendones de Aquiles después de varios años sin darme la tabarra y no estoy disfrutando nada. Al final, después de muchas paradas y algún que otro juramento, llegamos arriba. Hemos elegido un día que ni pintao. Hacia el oeste se ve la curvatura de la tierra, hacia el este todo el Pirineo en full HD y tecnicolor y a nuestros pies la selva de Irati. Largo rato en la cima mientras echamos un bocao. Al final se levanta viento y, sin hacer demasiado frío, nos invita a marchar hacia abajo. La bajada la hacemos por la vía normal, la que sale desde el túnel del puerto. Tenemos que pasar algunos neveros muy inclinados en los que no hay huella trazada pero sin ningún problema, la nieve está perfecta para andar. Nos encontramos varios grupos subiendo hasta que llegamos a la zona conocida como "La trinchera" donde se coge un GR que nos va a llevar, nuevamente, al coche paralelos a la carretera pero más altos. En total han sido 14 km y más de 1100 m. de desnivel que, para un monte que apenas llega a los 2000 m., ya está bien. El track de la ruta aquí.
La antigua aduana que hace las veces de bar y que esta mañana estaba cerrada, ahora está abierta y las galimbas llamándonos a gritos desde la nevera. Por supuesto, no nos resistimos.
La vuelta a casa la hacemos por el valle de Salazar, pasando por Ochagavía y parando en Navascués donde hay una preciosa iglesia romanica.
Hala pues...

1 comentario:

Pirene dijo...

Muy buenas vistas desde el Ori, la cabecera de mi blog está basada en una foto desde su cima.

Te recomiendo regresar en otoño y marcarte alguna rutilla por el bosque (mejor entre semana, los findes se abarrota de turismo).

Salud!