jueves, 16 de mayo de 2013

BERGUA-ESCARTÍN-OTAL, DE PASEO POR SOBREPUERTO (OTRA VEZ)

Me faltaba de trackear una ruta por Sobrepuerto. La fui dejando pasar el año pasado y, al final, se echó el invierno encima. Pues casi mejor. El domingo pasado fuimos a hacerla y está todo exuberante, esplendoroso, rebosante, profuso y abundante de hierbas y aguas. Pégoles un toque telefónico a Pirene y otro a Pol y Luisa. Al Yeti, no hace falta que le diga nada, en cuanto ve el maletero del coche abierto se mete dentro como un sputnik. Así que, muy temprano, quedamos en Villa Cloro donde aparecemos  todas y todos, algunas y algunos más somnolientos y somnolientas que otros y otras.
Raudos y veloces enfilamos ruta hacia Bergua a donde llegamos al poco y aparcamos. Cogemos el archiconocido camino hacia las pasarelas del Forcos. Baja un mangazo de agua por su sitio. De allí, por senda llana al principio, pasamos por la finca de la Insola donde los perros que la custodian despiertan a todo el valle con sus ladridos, y cogemos el desvío señalizado que nos subirá hacia Escartín. Antes de llegar, nos desviamos del camino para buscar uno de esos lugares de los que hacía días que me habían contado historias y que quería visitar. Se trata de la "Raja os Moros", una grieta entre estratos de flysch sobre la que circulaban abundantes leyendas. Que si allí vivían los espíritus de los muertos, que si salían serpientes gigantes, que si se oían misteriosos ruidos...cuando los chicos de Escartín se atrevían a entrar unos metros allí, tácitamente, se convertían en hombres...aquello, como acertadamente escribió Arnold van
Gennep etnólogo alemán nacionalizado frances, era un rito de paso, como el que practican los Chocholisos del archipiélago de las Pitcairn cuando se cortan la oreja y se la comen guisada con ñame y abozos o como cuando nuestros hijos se apretan el primer cubata de garrafón de un trago mientras degluten una metanfetamina.
Bueno, pues al final encontramos el sitio en cuestión. Lo importante no es lo que realmente es (dos estratos verticalizados de arenisca separados por otro de consistencia más blanda y que la erosión desmanteló) si no lo que la gente creían que era, un lugar misterioso, mítico y cuasi sagrado.
Llegar hemos llegado sin problemas, pero en nuestro afán de explorar el lugar, por ver si hay algún tipo de marca en la piedra (cruces, cazoletas, signos...algo que delate antiguas prácticas paganas) empezamos a trepar por allí y nos metemos en un berenjenal guapo de aliagas y buchos. Afortunadamente, llegamos a la parte superior, desde la que disfrutamos de una vista preciosa de los estrechos del barranco de San Clemente, y enseguida retomamos la senda.
Alcanzamos a Luisa y Pirene en la entrada de Escartín. Ellas, más inteligentes y menos interesadas por la geoantropología, han proseguido camino mientras nosotros nos pinchábamos a base de bien. En Escartín saludamos a todos los vecinos que nos vienen a recibir y nos sentamos, tranquilamente, a echar un bocao en la plaza. Hace un día cojonudo. Cruzamos el pueblo, nos despedimos de los vecinos y autoridades que han venido a saludarnos y seguimos camino arriba, por una senda muy bien trazada pero que sube en línea recta en dirección a Manchoya. La senda se convierte en pista por unos metros mientras las vistas son cada vez mejores. Empiezan a asomar montes amigos y vecinos de Pirene. Gratal, Guara, Fragineto, Gabardiella...hasta el Moncayo reluce en lontananza cubierto todavía de nieve. La senda, una vez cogida altura, llanea y sube mucho más suave bordeando barrancos. Cruzamos alguna mancha de pinar y abundantes tascales pletóricos de hierba hasta llegar a la zona conocida como Matils, un lugar de esos evocadores y bucólicos donde las paredes se combinan con casetas y refugios mientras que un rebaño de caballos (¿los caballos amontonaos son un rebaño o son otra cosa?) nos sigue los pasos con intención...con
intención...estoooo, pues no se con qué intención pero ese, que hace un momento tenía cuatro patas, ahora tiene cinco....
Bueno, después de Matils el camino ya no sube más y empieza a bajar decididamente internándose en un pinar con añosos y retorcidos pinos. Salimos a una fuente, en la que no se puede beber porque nuestras amigas las vacas la tienen en propiedad, y en pocos minutos por una senda empinada y trillada, entramos en el pueblo de Otal mientras nos recibe la que es, para mí, una de las chimeneas tradicionales más bonitas de todo el Sobrepuerto y, si me apuras pues cada vez van quedando menos, de todo el Piri.
En Otal, la única casa que hay mínimamente habitable es casa o Royo. En ella vivieron, hasta la década de los 90, Presen y Pascual hasta que sus achaques les hicieron bajar a Biescas donde murieron sin hijos ni descendencia directa. Esa casa duró muy poco cerrada. Al poco una patada debió echar la puerta abajo y, a partir de entonces, se abrió la veda. Buitres de toda calaña y condición, auténticos carroñeros, miserables, ladrones...todos llegaron a Otal a repartirse los despojos que habían acumulado allí generaciones de montañeses. Llegué, una vez, a ver un reloj de pared, de esos que se
traían de Francia y que les hacía una caja el carpintero del pueblo, escondido a mitad camino porque el malnacido que lo robaba se debió cansar y lo escondió allí para recogerlo otro día.
Bueno, pues de esa casa sale una persona que nos dice que está pasando unos días allí, que la está apuntalando y que la está arreglando. Nos saca un porrón del que echamos un trago...en fin, debe ser algún hijo secreto de Pascual, o un sobrino de Presen...sí, seguramente será eso.
De Otal parten dos caminos, el que por la orilla derecha hidrográfica del barranco y bastante alto lleva a Ainielle y que ya hemos seguido numerosas veces, y otro por la orilla izquierda que, pegado al barranco, nos lleva al Puen d'as Crabas, o a Escartín, o a Basarán o a Bergua. Cogemos ese, descendemos a orillas del barranco y por aclamación popular, paramos a comer, que ya es hora. ¡Pero qué camino más majo, oye!. Mis acompañantes, y sobre todo mis acompañantas, no hacen más que glosar las maravillas, virtudes y bellezas de esta senda que primero llanea entre un bosque de ribera bien majo para luego ir a cruzar el barranco. En condiciones normales esto se debería poder pasar de un salto pero hoy no, hoy hay que descalzarse y meterse con agua hasta la rodilla para cruzar la senda que continúa con la misma tónica al otro lado. Hemos perdido a un miembro de la expedición que se empeña en ir, en vez de por una senda alfombrada de hojas mullidas, entre tapiales y vetustos ejemplares de haya, por do natura no corresponde. Se mete por la glera del barranco, por un camino usado por las vacas, sorteando y saltando de piedra en piedra. Al final, nos encontramos todos, a Dios demos gracias, en el paraje conocido como Planaglera, donde tenemos, nuevamente, que cruzar el barranquillo.
 Dos km por pista, y cogemos otra vez la senda hasta las cercanías d'o Puén d'as Crabas. Pese a ponderarles las virtudes del sitio en cuestión, alguna debe estar un poco más arriba de su aparato reproductor de andar y de la belleza sinigual del camino por el que llevamos trotando desde las ocho de la mañana. Así que lo dejamos para otra ocasión y continuamos, paralelos al Forcos pero bastante más altos, hasta encontrar el desvío de esta mañana y poco después las pasarelas de Bergua.
Uno de nosotros, sin ropa y mostrándonos su culo peludo, se mete en el agua sin pensárselo. Cuando sale, curiosamente, lo hace con el rabo enhiesto, como si no le afectara la frialdad del agua. Después del Yeti, también se echa al agua Pol. También nos muestra el culo peludo y también sale.....bueno, sale, se seca y ya está.
Un último esfuerzo y llegamos a Bergua. Lamentablemente, el bar con encanto que hay al lado de la iglesia hace días que está cerrado y no podemos disfrutar de él, así que nos bajamos a Fiscal donde paramos a echarnos una buena galimba unos y una buena bebida refrescante y gasificada otras.
Pues ya está. Ya tengo trackeaos todos los senderos de Sobrepuerto. Hay más, claro, pero están todos sin limpiar y no me parece bien enviar gente por allí. Ahora queda redactarlos todos y dárselos al maquetador para que vaya preparando el libro en cuestión del que avisaremos cuando salga en tiempo y forma. El track del día es éste.
Hala pues...

7 comentarios:

Karlos dijo...

Bueno y como acabo la historia con el caballo de cinco patas....
Ruta chula y muy recomendable, nos vemos.
Saludos

Diapleron dijo...

Hola majo!!!
Ya no os hacía por estos lugares, otra vez más que no hemos tenido la dicha de conocernos. No pasa na otro día será. Yo también anduve este fin de semana recorriendo o perdiéndome por los caminos del Sobepuerto. Me costó un rato más que largo llegar de Bergua a Santa Orosia. Cosas que pasan por no seguir las indicaciones de los abuelos, en fin...mejor perderse aquí que en el desierto.
A cuidarse!!!
Por cierto el bar de al lado de la iglesia lleva tiempo cerrado, pero tenemos otro en un prado en la parte de arriba, que también tiene su encanto. Suele abrir pa estas fechas así que si pasáis
por aquí merece la pena echar una cerveza.

J. M. N. dijo...

Karlos, pues al final nos fuimos discretamente, que se estaban empezando a poner cariñosos en exceso...por lo demás si, sin duda, es una ruta muy recomendable.

Diapleron, cuando pasamos por la mañana, Casa Anclara no fumiaba, si no hubiera entrado a saludar. Por la tarde se nos hizo demasiado tarde y no era plan de entretenerse. ¿Por donde fuiste de Bergua a Santa Orosia para perderte? si es tan fácil ¿no? bueno y que haya acabado el trabajo no quiere decir que no siga yendo a Sobrepuerto...sigo enamorado como el primer día de esas barranqueras y no tardaré en volver.
Bueno, hala saludos a los dos.

Pirene dijo...

"Alguna debe estar más arriba de su aparato reproductor".... mmmm.... ¿quién? ¿yo?... jejejeje!

Chabier Lozano dijo...

Fa tantos anyos que no i voi, que ye una de las posibilidatz que me planteyo pa maitín, perque saldrá encara que pleva a tot meter. O Puent d'as Crabas ye un d'es microlugars més pinchos que conoixco.
Salut, e ya espero la publicación :-)

Marian dijo...

Que bonito Sobrepuerto!!!! Uno de los lugares que más me gusta del Piri.
Saludos

J. M. N. dijo...

Pirene ¿¿¿Tú??? ¡¡¡¡Nooo!!!

Chabier. Me creigo que isto ye ta perén...no ba a dixar de pleber nunca...bueno, si cuan prenzipie a nevar..

Marian, sí, sí, es uno de esos lugares que, cuando no se te ocurre o no se puede ir a otro sitio, siempre te dejan con buen sabor de boca.

Bueno, hala, saludos a todos...