Jueves de pasión. Me levanto a las ocho de la mañana con el único afán de hacer algo por el monte. La primera visión es que está lloviendo como si no lo hubiera hecho nunca. Enciendo el ordenador y me meto directo al radar de la AEMET. No solo llueve con reflectividad (dbz) igual o mayor de 30, si no que se aproxima una mancha de precipitación azulverdosa directa a donde estamos. Mecaguenmiputacalavera. No se si echarme a llorar como los hermanos cofrades del Cristo de las Injurias o proceder a injuriar, a grito pelao y mirando al cielo, a la borrasca atlántica y sus frentes asociados. Respiro hondo, desayuno y paso la mañana mirando el radar y las diferentes previsiones. Todas anuncian una ventana de buen tiempo. A las doce deja de llover y a la una sale un tímido rayo de sol. Ni me lo pienso. Me voy sin comer a donde sea.
Parriba nada, sigue cerrado...pal sur parece que está mejor. Bajo hasta Sabi y veo Oroel completamente despejado, solo algunas nubes agarradas en la cima oeste, la de la cruz. Carretera Jaca, Navasa, alto de Oroel y desvío por una carretera llena de baches hacia el parador. De repente se me enciende una luz. En algún sitio he leído, o he visto algún track, de una senda llamada "de los lobos" que sube a esta montaña. Así que estoy atento a posibles caminos que salgan a mi izquierda y, muy cerca del parador, veo una senda perfectamente marcada, que va en la dirección que creo correcta.
Misteriosamente, o no, la montaña que hace unos minutos estaba despejada se ha vuelto a cubrir y empieza a llover otra vez con dos cojones.
Pues ya que estoy aquí, voy a ir a algún sitio, siempre habrá tiempo de darse la vuelta.
Lloviendo a todo llover, me interno por un camino bien marcado que empieza a subir a cuchillo en medio de un espeso pinar. Hay pequeñas manchas de nieve y veo huellas de alguien ha pasado hace unos días por aquí...tiene que ser éste. Al pinar da relevo un precioso abetal con muchos ejemplares recientemente caídos o partidos. La senda se sigue bien, en algún sitio hay indicios claros de que alguien la ha acondicionado mínimamente. De hecho, hay un lugar en que un abeto gigantesco se ha caído cortándola y alguien ha tallado unos escalones en el tronco y ha colocado dos clavijas para las manos.
Sigue lloviendo y las matas de bucho que cierran algún tramo hacen que me ponga como una sopa, pero me da igual, la temperatura es cojonuda y, mientras esto siga así y no vaya a más, no me doy la vuelta hasta llegar arriba. Pues arriba llego, a la punta este, en apenas una hora y, sorprendentemente, hace sol. Hay niebla por todo pero en esa punta se está de muerte. Como parece que el tiempo aguanta, voy a intentar bajar por una senda marcada en el gipi que lleva a la ermita de la Virgen de la Cueva, a ver si es verdad que ha desaparecido. El camino en cuestión se llama de los Costillones o algo así, y consiste en seguir una mínima senda, medio comida por los erizones, que baja en picao por la ladera sur de la montaña hasta el parking donde se dejan los coches para ir a la ermita de la Virgen. De allí, ya no hay pérdida posible. La senda está perfectamente marcada, demasiado a veces. Llanea por medio de un pinar, sortea algunos escarpes de conglomerado por donde mana agua abundante (se ve desde allí un salto de agua que debe ser bastante más alto que el de Sta. Orosia) y llega a donde estaba la ermita. Pues era verdad. La ermita de la Virgen de la Cueva, la misma que dio lugar a la canción, el lugar donde cuenta la leyenda que los cristianos se juramentaron para iniciar la reconquista, de la que hay documentación desde la alta edad media, ha desaparecido. Nuestra amiga la erosión kárstica, junto con nuestra amiga la gravedad han hecho que la balma que la cubría y que formaba una sala en la que cabían
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Ermita antes |
Ermita ahora |
No se si es bueno o malo, si alguno verá aquí algún símbolo apocalíptico ahora que las profecías de San Malaquías no se han cumplido. Lo que si es cierto es que a desaparecido un trocito de historia, de etnología, de religiosidad popular y de arqueología pues sabido es que estos lugares vinieron a cristianizar, mediante procesos sincréticos, cultos anteriores vinculados a la Madre Tierra y a la fecundidad. Pa mí que esto tiene que ver también con los recortes de Rajoy y sus secuaces...
Bueno, al cosa es que llego a la cruz, hago un par de fotos de la Canal Ancha algún rato de los que se me deja ver, me echo toda la ropa que tengo encima y empiezo a bajar que hace un frío que pela y el sol se adivina peligrosamente abajo en el horizonte.
La bajada la hago por otro camino que va paralelo a los cortados de la cara norte hasta llegar al colladito donde sale el camino del parador. Éste es el normal de subida y, como tal, está muy pateao. Hay nieve muy pisada pero está blanda de la lluvia con lo que se baja relativamente rápido. Aún encuentro un tío que sube ahora y que me dice que quiere bajar con la luna llena. Jodo, pues como no cambie esto...complicao lo tienes para ver la luna.
Conforme voy bajando sale más el sol. Ese sol de primavera radiante y que casi no hemos visto desde enero.
En el parador todavía queda gente aunque ya es casi de noche. Continúo unos metros por la carreta, que se me hacen muy largos, hasta llegar al coche al que llego cinco horas justas después de salir.
Precioso y largo recorrido. Sin duda, el mejor momento para realizarlo será finales de mayo o primeros de junio cuando aquello esté cuajado de flores de arizón y otras plantas que ahora están acojonadas con este invierno que no se acaba de ir. Si alguno lo quiere repetir, aquí está el track.
Hala pues...