viernes, 4 de marzo de 2016

SANTA OROSIA, POR SANTA MARINA E INTENTO AL CORREDOR GAYOLO.

Uno de los pocos findes buenos de verdad que nos ha proporcionado este atípico invierno.
No hace frío, no nieva, pero hace unos días de m**rd* en los que no puedes hacer nada que merezca la pena so pena (valga la rebuznancia) de acabar calao, venteado o hasta los mismísimos de barro.
Así pues, si anuncian un finde de anticiclón hay que buscar tiempo, aunque no se tenga, para salir a desoxidarse, despolillarse y desentumecer articulaciones y cerebro.
19 de febrero, viernes. Aún tengo vacaciones sin gastar del año pasado, así que me cojo el viernes y me voy a recorrer el camino que Samuel y sus secuaces han recuperado desde Isún y que sube directo a la cruz de Santa Orosia por sitios por los que no parece que haya paso practicable (al menos sin jugarte el pellejo)
El camino de Santa Marina lo usaban mis antepasados para subir y bajar de la montaña sagrada en un suspiro, coger té de roca o ir a buscar "crabas enrralladas".  El nombre se lo da una ermita, de la que quedan menguados vestigios.
Al principio coincide con el sendero de toda la vida pero un desvío evidente a la izquierda nos llevará, entre espeso pinar, a una amplia superficie deforestada y cubierta de erizones que se llama, no podría ser de otra manera, "o arizonar".
De allí trepa hacia arriba, casi buscando la línea de máxima pendiente, sortea los primeros escarpes, pasamos al lado de las ruinas casi invisibles de la ermita y llegamos a la base de las peñas.
Aquí empieza lo realmente majo. Aprovechando fajas, algunas de ellas muy estrechas y francamente expuestas, vamos ganando metros hasta salir directamente a la cruz que sacralizó y cristianizó esta montaña desde la prehistoria.
Camino muy interesante, no apto para personas con vértigo, poco habituadas a andar por zinglos y rallas o perros lamechochos y/o urbanitas (El Yeti ha subido como un spurnik). Ah!! Y para hacerlo de subida.... esa asomada de la cruz hacia abajo tiene su aquél y no parece posible que por allí baje un camino.... por llamarlo de alguna manera.
Buen trabajo el que ha hecho Samuel. Ahora faltan un par de cadenas en sitios puntuales y que la gente lo pise.
Una vez arriba, disfruto de la mañana espectacular que está haciendo y me dedico a vagabundear sin rumbo. Voy a ver la llamada "Sima de Las" un hundimiento del terreno provocado por una fractura en los conglomerados y que, si vas despistado y caes dentro date por jodido, bajo a la ermita, vuelvo a subir hacia la fuente A Codera, donde almuerzo y
me tumbo en la hierba sintetizando vitamina D a todo trapo durante un buen rato. Sin ganas, inicio el descenso por el camino de Satué que, en tal día como hoy, se presenta umbrío, frío y cuajado de hielo.
Una vez al pie de la montaña, la vuelta a Isún la hago por el GR-16 que en este tramo lo llaman "O camino La Balle" mientras vienen a mi mente cientos de recuerdos de paseos con mis padres, mis tíos o mis primos por estos parajes tan evocadores...
El track de esta ruta, altamente recomendable, aquí.

Sábado sabadete. Sigue la misma tónica. Anticiclón invernal que vamos a tratar de aprovechar buscando hielo para picar un rato... pa sudar, pa cubatas o pa lo que surja.
Ocho de la mañana en Villacloro. Hemos quedado Roberto, Ángel y yo con idea de darle un tiento a un corredor de iniciación que hay en el circo de Rioseta y que responde al chiripitifláutico nombre de "Corredor Gayolo"
Entre café y autovía hacia Jaca, cuando nos incorporamos a la carretera del Valle del Aragón nos encontramos a cientos de patxis subiendo a esquiar. Esto, claro, si no se matan antes... porque vemos dos o tres jugadas con los coches, adelantando en sitios inverosímiles, que  estamos seguros que antes de llegar vamos a tener que practicar nuestros conocimientos de primeros auxilios, inmovilización de víctimas politraumatizadas y, llegado el caso, de tanatopraxia.
Aparcamos en la entrada de Canal Roya, nos aviamos y subimos un rato por la carretera hasta introducirnos en el circo de Rioseta. Bordeamos las aparentemente abandonadas instalaciones militares y nos llegamos hasta el final del pequeño valle glaciar, conocido con el poco original nombre de "La Rinconada".
Jodo petaca... lo que hasta ahora ha sido un paseo, se convierte en un sufrir continuo hundiéndonos en nieve polvo hasta más arriba de la rodilla. Nos cuesta un güebo y la yema del otro subir el centenar de metros que separan el fondo del valle de la entrada del corredor..... Y sabéis que? Que si hasta aquí nos hundíamos hasta la rodilla, en el cono del corredor nos hundimos, literalmente, hasta el pecho en una nieve que parece harina y que se cae con mirarla...
Nos acercamos reptando a un primer resalte cubierto por un escaso dedo de hielo que no aguanta ni un golpe de piolet.... O nos damos la vuelta o hacemos dry tooling...
Alguien menciona la palabra mágica "bocata calamares" que termina de convencer a todo el mundo.
El descenso nos cuesta un suspiro. Recorremos otra vez nuestra huella, (no hemos visto un alma en toda la mañana pese al día que hace...) pasamos bajo el pico del Águila cuyo famoso corredor ya subimos hace unos años y llegamos al coche con la vista puesta en cualquier bar que se avenga a hacernos un bocata.... que probablemente no nos lo hemos ganado... pero oye... que no todo van a ser grandes gestas....
Aquí tenéis el track por si os decidís a intentarlo. Y cuando esté bien avisáis, que iremos.
Hala pues...

3 comentarios:

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

¡Hola Jose Miguel!
¡Je, je...¡Con qué poco se gana el personal los bocatas de clamares!
Bueno, parece ser que las ruinas de la ermita que no vimos ayer se encuentran ya próximas a la zona de paredes. Ya me dirás.
Nosotros subimos tratando de seguir los hitos entre la nieve y la verdad es que de ninguna manera imaginábamos que en semejante buxacar tan inclinado y denso pudieran estar las ruinas. Si vimos y situamos los trozos de perfil, un par, y poco más, la parte de las paredes ya la conocía pues subí en el 2004.
¡A esperar otro finde anticiclónico!

Arturo Gonzalez dijo...

Esta en la cima o cerca los restos de la ermita? Queda mucho de ella?

J. M. N. dijo...

La ermita está justo donde termina el pinar y empiezan las paredes. No queda prácticamente nada. De hecho, si no sabes exactamente donde está, puedes pasar al lado sin verla...
Arturo, ya se porqué lo preguntas. No está en un alto pero desde ella se divisa mucho terreno.... habría que ver que lleva aparejada esa advocación....
Saludos a los dos.