jueves, 13 de octubre de 2011

PROMENADE TRÈS JOLI PAR LA VALLE D'OSSAU

Otra vez en la France. Otro recorrido majo. Quizá nos habíamos creado demasiadas espectativas y, al final, no fue lo que esperábamos pero aún así, en conjunto, ha quedado un día muy majo. Todo empezó con la publicación de una reseña en este magnífico sitio. Lo malo es que el jodido este de Mariano no quiso poner ni dónde se empezaba, ni como se seguía por considerarlo un camino muy peligroso. Así que después de buscar en esto del internete (en donde, por cierto, no supimos encontrar nada) y en los mapas del IGN Francaise nos arriesgamos a ir. Encima, como somos responsables a más no poder, nos llevamos otra vez a los críos de Pol. Echamos arneses, disipadores, bagas, ferralla variada y cuerda por lo que nos pudiéramos encontrar. Con nosotros vienen también Kankel, Teo y Úrbez, en total siete descerebraos. Salimos sin madrugar y con dos coches. La primera parada la hacemos un poco más abajo de la presa de Artouste, donde sale el GR-10, equivalente a nuestro GR-11. Descargamos a la gente y bajamos a dejar el otro coche en el balneario de Eaux-Bonnes de donde volvemos otra vez hacia arriba. Le chemin, desde el primer momento, está perfectamente marcado, como corresponde al un GR. Primero llanea paralelo al río y luego gira a la derecha donde empieza a subir a través de un precioso hayedo. Llegamos a una especie de colladito boscoso y comienza a bajar con ganas...todo lo que habíamos ganado hasta aquí lo hemos perdido. Poco a poco el sendero cada vez se hace más ancho hasta que se convierte en una pista donde nos encontramos con tres chasseurs que nos confirman que vamos bien en esta primera parte. Nos hemos metido en el valle de Soussouéou, un barranco afluente de la gave d'Ossau. Seguimos bajando por la pista hasta que vemos, a nuestra derecha, un desvío señalizado a la Corniche des Alhas. Para que no te coja desprevenido, debajo pone que es un passaje vertigineux. La corniche en cuestión es una grieta tallada en la pared bajo la cual ruge (bueno, hoy rugir tampoco ruge que esto está tambien très sec) el barranco. La senda nos deja en el puente donde se inicia el descenso de este barranco. Pese a la fama que lleva, el famoso Susú, yo lo bajé una vez y, hombre, qué queréis que os diga... los hay mejores. Cruzamos el puente, seguimos por el Gr hasta un cruce de caminos señalizado. A partir de aquí hay que ir atentos, el camino ya no estará señalizado y hay que saber encontrar el desvío a la izquierda. Cojemos el que indica hacia Gourette. Hasta aquí la pendiente había sido llevadera pero ahora empieza a subir con un desnivel tipical de la France. Sube a saco. Después de una hora subiendo en la que nos hemos comido 500 m. de desnivel llegamos a un collado y aquello empieza a bajar ya. Las vistas son cojonudas pero del desvío nada de nada. Los críos empiezan a cansarse (y algún mayor también) así que decidimos comer aquí y darnos la vuelta. Volvemos a bajar por un camino romperodillas y, cuando casi estamos abajo, en un claro donde destaca un haya con una flecha pintada en rojo y el número 29, vemos que sale una mínima senda. Se mete Pol y al momento sale diciendo que es por allí. ¡No jodas! ¿hemos perdido dos horas, hemos subido un montón y teníamos el puto chemin a diez minutos del desvío? ¡Amos, no me jodas!. Son las dos de la tarde, tenemos tiempo, así que seguimos el plan previsto. El camino en cuestión, llamado sentier des fenêtres, (camino de las ventanas para los/las que no seáis políglotos/as) es un sendero trazado en 1920 para llevar la conducción de agua desde el lago de Artouste hasta la central de Miegebat y en él podemos ver hasta 30 agujeros hechos para acceder a la galería principal. Lo malo es que este chemin no sale en niguna guía ni ningún mapa, no tiene mantenimiento, no se anda demasiado y hay pasarelas ancladas a la roca que están allí, sin mantenimiento, desde 1920. Lo bueno....pues lo mismo, que vas por donde no va nadie, que se trata de exploración en estos tiempos que se te da todo mascao y que mola encontrar lugares así. El camino se sigue bien. Cada poco encontramos las fênetres a nuestra derecha, talladas en la roca, mientras que a nuestra izquierda tenemos un abismo cortado a pico hasta el fondo del valle. El punto álgido lo constituyen una serie de pasarelas movedizas en las que te tienes que fiar de la calidad del hierro de aquellas épocas. Se pasan bien pero le ponen un punto de emoción al paseo. Después encontramos cornisas talladas, algunas no llegan a 1 m. de ancho, en las que hay colocados roñosos pasamanos de sirga y alambre. Para bajar un estrato de unos 10 m. hay montada una escalera como las de los submarinos. A partir de aquí la senda está mucho mejor trazada y en pocos minutos llegamos a donde sale la tubería forzada para la central de Miegebat. Una vez aquí, debemos encontrar la senda que, tras pasar por la cueva de Eaux-Chaudes, nos dejará en el coche que hemos dejado allí esta mañana. Nos juntamos con tres currantes que amablemente nos indican. Hay que bajar las escaleras situadas a la derecha de la plataforma y coger una senda muy marcada a la derecha. En 15 o 20 min. llegamos a la entrada de la cueva. Esta grotte estaba preparada para visitar desde principios de siglo. A raíz de la 2ª guerra mundial, se abandona y ahora las pasarelas de madera que hay está de mírame y no me toques. Aún así, entramos más de 300 m por el lecho del río subterráneo sumergiéndonos en un mundo alucinante. Nada más entrar, a la derecha, hay una especie de estalactita gigante, hueca por dentro, desde la que cae un chorro de agua. De allí hasta dentro se anda por una galería activa en la que no hay ni estalactitas ni estalagmitas ni niguna formación esperable en una cueva de estas características ¿Qué quiere decir ésto, mis queridos y queridas amiguitos y amiguitas? Pues que, por allí, debe bajar un mangazo de agua elegante en determinadas épocas y que no me gustaría que me cogiera dentro una tormenta o un deshielo repentino. Afortundamente, la pertinaz sequía de este otoño nos permite visitarla sin mojarnos los pies. Después de buen rato se agradece salir al exterior. Casi hacía frío allí dentro. Seguimos por la senda, ahora perfectamente trazada, que nos deja al poco en la pista que trepa por el Bois de Gourzy y de allí, en 15 min., al coche.
Pues, visto en conjunto, ha estado muy bien. Estos críos-sarrio se han portado, otra vez, de maravilla y el día a salido a pedir de boca. Cerveza en Escarrilla y llegamos a casa casi de noche.
Hala pues...

4 comentarios:

Chabier Lozano dijo...

Fa mui buena pint, pero no sé si me fiarí guaire d'ixes ferrincallos viellos...
Gracias per la identificación de la felquera, mientres la fotografiabe pensabe en lengua de vaca, que ye un fongo en realidat, pero veigo graciasa tú que no ibe guaire desencaminato. Salut.

J. M. N. dijo...

Que polida ye a bal ixa d'Irués. Yo estié, fa añadas, baxando por ixe barranco y ye d'os mas polius ue pues trobar en iste lau d'os Pirineos. Bexetazión amazonica, augua a manta...ye un puesto poco conoxito y, por su bien, que siga asinas.
Hala, salú.

Marian dijo...

Q buena pinta tiene este sitio, gracias por mostrarnoslo. Saludos

J. M. N. dijo...

Gracias Marian.
Sí, es un sitio majo aunque el que tenga vértigo que ni se le ocurra acercarse. Lo mejor, sin duda, la cueva. Lástima que ya era muy tarde y solo pudimos hacer una visita rápida pero el sitio era para quedarse un rato largo (con abrigo, que hacía frío)