miércoles, 21 de enero de 2015

DE BIELSA A LAFORTUNADA POR EL CANAL DEL CINCA

Pues na... que quedamos tan gratamente sorprendidos por el paisaje circundante la semana pasada cuando subimos a la pala de Montinier que, ya cuando bajábamos, lanzamos a esto del ciberespacio y al grupo de guasap que compartimos aquí, mis compis y yo, la idea de volver por estos pagos y realizar una excursión, que éste que escribe, realizaba con profusión hace más de 20 años y que quedó en los pliegues del cerebro como bonita, interesante, sencilla a la par que espectacular....
Se trata del llamado Canal del Cinca,  una obra faraónica para su época que consistió en derivar las aguas del recién nacido río Cinca a la central de Lafortunada para turbinarlas y obtener electricidad y beneficios a mayor gloria de Endesa, Red eléctrica, Acciona y sus honrados consejos de administración.

Jodo petaca... a partir leña no vendréis ayudarme no... pero para esto... ¡juas, juas, juas!!!!!  trece (13)palomos y palomas se apuntan tú!!!!!
A saber: Por parte de ese pueblo donde hay una ermita al lado de una acequia y que pega mucho el aire, David y Elena. Por parte del Cinca medio, Silvia y Juan Carlos. Por parte de la muy victoriosa, gallarda e inmortal, Irene, Josu y Chus. De Villa Cloro viene Kankel, Roberto, Bizén y Chaime, del Ventorrillo viene Pol y de la noble villa de Biescas el que esto escribe, seguro servidor de ustedes para lo que gusten mandar. (pero sin pasarse ¡ojo!, que uno tiene sus escrúpulos...)

Nueve de la mañana en Ainsa. La mayoría nos conocemos, pero otros no, así que toca sesión de presentaciones, apretones de manos, besos y demás mientras no bebemos unos cafeses y organizamos la infraestructura/intendencia para subir a todo el mundo e ir dejando coches por el camino para un porsiaca el tiempo y el vayaustéasaber....
Coche en Lafortunada (plan A y más largo), Coche en Salinas (Plan B y más corto) y todos los demás a Bielsa donde aparcamos.

El primer tramo, perfectamente señalizado, es una subida que nos calienta de lo lindo en medio de un pinar nevado hasta alcanzar la cota del canal que baja desde Pineta. A partir de allí, empieza a flanquear la ladera de la montaña a media altura y en ligerísimo descenso, de forma y manera que, de vez en cuando, cruzamos túneles, atravesamos viras, transitamos por fajas colgadas o andamos por encima de las planchas de hormigón que cubren el susodicho canal.
La verdad que no hay mucho que describir.... un camino perfectamente señalizado, que bordea colgado la montaña mientras el valle se abre y se cierra a nuestro alrededor y que nos lleva, en 15 largos kilómetros, a la población de Tella. Previamente hemos dejado atrás el desvío a Salinas que no cogemos porque, pese a las agoreras previsiones, el tiempo aguanta como un campeón y hay ratos en los que estorba hasta la manga larga.
Eso sí, llegados a Tella, la temperatura baja escandalosamente a la vez que se intuye que se acerca el frente o borrasca que nos lleva acechando desde la mañana. Buscamos un sitio donde comer y, como no, nos acogemos a sagrado en el atrio de la iglesia a la vez que iniciamos ¡sacrílegos que somos! una orgía gastronómica donde no falta desde la tortilla al chorizo, desde el vino al té y desde las galletitas al chocolate caliente ¡ojo cuidao!...
Resoplando, andando como tentetiesos (al menos alguno) iniciamos con pereza el descenso a cuchillo desde esta población  a Lafortunada a donde llegamos justo cuando empieza a nevar.
Bueno, ahora los mastos se van a buscar los coches, mientras que el que esto escribe (que pese a las apariencias es muy cuco) se va con la nutrida sección femenina a echarse una galimba (o dos) y a esperar que venga todo el mundo mientras hacemos planes para dentro de muy poco...Mira por donde, hemos hecho un grupo bien majo que tendrá continuidad en el tiempo y el espacio pirenaico... o eso esperamos tod@s.
Hala pues...

2 comentarios:

Eduardo Pardo dijo...

Si hiciéramos caso al del tiempo, no saldríamos de casa. Bonita ruta, y mejor almuerzo, no os falta de nada. Un saludo

Pirene dijo...

Eso eso!! continuidad en el espacio pirenáico que tengo que estrenar botas jejeje!

Nos vemos mañana!