domingo, 12 de enero de 2014

SANTA OROSIA-CUEVA DE ISÚN Y PASO BARRENAO

Creo que todo el mundo, de los que salimos habitualmente al monte, debemos tener algo así como una montaña preferida. Un sitio al que vamos desde pequeños y que recurrimos a él cuando no se puede (o no se quiere) acometer empresas mayores. Bueno, pues para mi, esa montaña, es Santa Orosia.
No pongo todas las veces que subo porque la mayoría de las veces lo hago por la senda de Isún para bajar por la de Sanromán. Tengo calculado al minuto el tiempo que me cuesta. Al final, a lo tonto, son más de 700 m. y 10 km los que te comes en un par de horas. Bueno pues esto lo hago habitualmente, cuando quiero entrenar un poco, cuando me despacha la jefa de casa, cuando quiero huir del mundanal ruido, cuando me persiguen los colombianos, cuando me entran ganas de matar (o por lo menos de escupir) a algún ministro/a....y no siempre lo pongo aquí, queridos y queridas amiguitos y amiguitas, porque el camino es el que es y el recorrido es el que he descrito ya varias veces. Sin embargo, el otro día, subí como siempre por Isún pero introduje algunas variantes que me gustaría contaros por si alguno o alguna se decide o decida a subir y repetirlo o repetirla y, de paso, conocer algo más de la intrahistoria de esa montaña sagrada.
Eso sí, si la repetís, llevar el track, porque el recorrido no es evidente y ya sería gordo que a vosotros y vosotras, curtidos y curtidas montañeros y montañeras, os tuvieran que sacar enrriscaos (o enrrallaos) de un monte como ese, de apenas 1600 m. sobre el nivel del mar en Alicante.
Pues nada, de Isún hasta mucho más arriba del pinar, como siempre, por la senda. llegamos a un punto en el que pasamos casi por debajo de las p*t*s antenas de Santa Movistar y San Vodafone de la cobertera y metros mas allá (puse un mojón que no se cuanto durará) hay una zona débil en la muralla por donde trepamos hasta subir al puerto.
Se trata del llamado "Bajadero Periel), lugar por donde bajaban los de Isún cargados con las patatas que cultivaban arriba hasta que uno de Casa Periel, se mató despeñado.
Pues hombre, difícil, lo que se dice difícil no es...ahora bien, un patinazo allí y la hostia es guapa, más si cabe, si vas con un saco de patatas en la chepa. Una vez superado, nos recibe una ladera pendiente de arizón que, en pocos minutos nos deja donde estaba la mallata de Isún y que hoy está completamente arrasada.
En vez de subir un poco más y coger las plácidas campas que nos llevarían a la ermita, sigo sin ganar altura para introducirme en la cueva de Isún, donde ya estuvimos el invierno pasado.
Aún está allí el belén que colocan los del GMS y la estrellita de navidad de la que no voy a volver a decir nada. Bueno, pues siguiendo la vira hasta el final, hacia sol naciente, donde parece que termina y que nos vamos a despeñar, encontraremos una mínima faja que nos permite pasar al puerto de Sanromán.
Se trata del "Paso barrenao" llamado así porque varios hombres (incluido mi abuelo) lo abrieron a base de dinamita a principios del siglo pasado para que pastores y ganado pudieran pasar de lado a lado sin tener que volver a subir.
No es difícil pero a nuestra izquierda tenemos la pared y a nuestra derecha un abismo del copón, hay que ir agachado, la mochila te pega arriba y hoy, además, chorrea agua por todos lados. El Yeti, sin embargo, lo pasa y lo vuelve a pasar una docena de veces encorriendo algo que me ha parecido un armiño o una paniquesa.
Una vez superado, solo tenemos que buscarnos la vida sorteando buchos y erizones para coger la faja que, en descenso, nos lleva a otra mallata, la de Sanromán.
Situada en un lugar idílico, rodeada de paredes rocosas y de bloques desprendidos que la protegen de los vientos del norte, aparecen las ruinas de la caseta donde los pastores debieron refugiarse desde mucho antes de la edad media. Merecería la pena, con muy poco dinero, restaurar esta pequeña joya de la etnología.
Allí, en ese lugar, aparecieron también varias "puntas de rayo", lo que demuestra la antigüedad de la presencia humana en esa montaña.
Ya sin pérdida, se coge el camino que desciende entre rocas primero y entre bosques de caxico después hasta llegar al pueblo de Sanromán. Poco más. En apenas un cuarto de hora recorro la pista que une este pueblo con Isún al que llego justo cuando está empezando a llover.
Hala pues...

6 comentarios:

David Naval dijo...

Siempre le sacas un plus a esta montaña JM, y nos vuelves a sorprender. El límite de los recorridos posibles solo lo pone la imaginación.
Un saludo.

Eduardo Pardo dijo...

Menuda variante más guapa JM, yo a Santa Orosia, solo he subida por la senda de los santuarios rupestres. Me falta subir al Oturia ¿cual es la ruta más chula para subir?,saludos

J. M. N. dijo...

Exacto, David...esta (y en todas las demás montañas)el límite de recorridos lo pone la imaginación (y la fuerza y la técnica ¡ojo!) A este lugar le tengo un cariño especial y creo conocerla como la palma de la mano. Por eso pongo recorridos alternativos a los ya conocidos, para que todo el mundo disfrute de una montaña que fue, hasta hace no mucho, sagrada.

Eduardo. Para subir allá arriba, cualquier recorrido es recomendable pero, si ya has hecho el de Yebra, te recomendaría que en primavera subas por Isún y bajes por Satué. Si vas por la mañana en este orden. Luego hay una senda marcada como GR que une ambos pueblos. Es un recorrido precioso donde hay de todo, desxde iglesias prerrománicas a cortados, vegetación y paisaje. No te arrepentirás.

silvia dijo...

Ya nos imaginábamos que no podrías parar quieto!! Ya oxigenarías bien, ya!! Mira que tienes vicio criatura...
Conocemos la montaña por tres sitios diferentes pero ya vemos que tiene muchas más posibilidades, tendremos muy en cuenta esta ruta la próxima vez que subamos.
Un abrazo.

J. M. N. dijo...

Necesitaba oxígeno Silvia, que de CO2 estaba saturao :-).
Lo hice sin preparar, me levanté y como con el perro no hay problema pa quedar allí que me fui.
Saludos, maja

Pirene dijo...

Jodó mozé!!! lo tuyo es casi grave eh! pero me alegro un montón de que no tuvieras que quedarte encerrado con el peazo día que salió el domingo.

A ver si saco un rato y os cuento yo mi dominical que tiene lo suyo y creo que os gustará.

Ale pues! a plantar fuerte!