domingo, 15 de septiembre de 2013

PEÑA BLANCA-CORONA D'O MALLO Y PEÑA O CAMPANAL

Hace ya un tiempo, David hizo una actividad que me pareció muy interesante, justo en la puerta de mi casa, como el melonero de Villaconejos que de vez en cuando viene a ofrecerme melones a la puerta de mi casa y yo, cuando bajo le pregunto.....esto...¿qué os estaba contando? Ah Si! Que colgó en su blog una ruta que, desde el puerto de Piedrafita, se encaramaba a esas cimas situadas a la izquierda de Peña Telera y, por eso mismo, injustamente olvidadas.
Lo miro, me voy un día a investigar, le pregunto a David...y llego a la conclusión que en ese berenjenal (porque a priori parece un berenjenal...) no me meto solo ni con el perro...habrá que esperar a que haya algun@ disponible y que me quiera acompañar.
Pues al final el día elegido es el jueves y la que me va a acompañar es Montse, que también está libre y le apetece andar un poco.  ¡Pobrecica mía, no sabe lo que le espera!
Ocho y media de la mañana en Biescas. Entre café y pontebienestatequieto aparcamos en el parking de Lacuniacha a las nueve y pico. Temperatura ideal, cielo limpio y ni pizca de viento...no hemos podido elegir mejor día.
La ruta al principio discurre por el trilladísimo y conocidísimo camino al ibón de Piedrafita pero, en una curva a la derecha de la pista, sale una senda indicada como "Plana Terrosa". Nos desviamos por allí para llegar en breve a la plana previamente mencionada que es un espacio donde antes hubo un ibón que se colmató. Ahora está ocupada por un numeroso rebaño de ovejas que, comportándose como es propio en esos bichos tan lelos, van de un lado para otro perseguidos por unos perros que las llevan a donde les pasa por la punta del rabo (el del perro). La bucólica estampa nos sugiere una bonita metáfora con nuestra sociedad actual donde uno, dos perros a lo sumo, llevan y hacen con un rebaño apático y aborregado lo que quieren sin que intuyan que, al final, van a ir todas directas al matadero y los perros se comerán sus entrañas y sus huesos.
Bueno, pues dejamos las ovejas y los perros a lo suyo, pasamos justo por debajo del arco natural y enfilamos una canal conocida como Canal del Burro y que nos subirá, previa sudada, a la divisoria de la sierra.
La canal se sube bien, no hay demasiada piedra suelta pero se ganan 500 m. de desnivel en apenas 45 minutos. Justo antes de llegar hay en la pared (natural) una cueva cerrada con una pared (artificial), en la que hace años los pastores aguantarían las tronadas.
La vertiente sur de las sierras interiores es mucho menos abrupta. Vemos desde allí toda la ladera que baja al Puerto de Biescas, que es un karst de libro, dicho sea de paso, Burrambalo en frente y la mirada se pierde en la lejana Guara. Hacia el norte y el este, el valle de Tena despliega todos sus encantos pa nosotros solos. Un pequeño paseo por la cresta y llegamos a la primera cota del día, Peña Blanca de 2314 m, cm. arriba, cm. abajo. De allí hay que descender un poco por unos prados cubiertos de flor de nieve, grandes como panes, y trepar por gradas sencillas y trazas de senda de ganado hasta la cima de Peña Blanca Alta (2512 m.). Justo al lado, la cresta continúa hasta coronar una de las tres cabezas que forman la Corona del Mallo, 2535 m. y máxima altura del día. Desde allí la continuación no se ve nada clara. Sabemos que tenemos que bajar a la peña o Campanal que se ve muy lejos y muy abajo y, para ello, tenemos que cruzar un paso muy aéreo, destrepar un poco y coger una ladera inclinada de hierba y pequeñas terrazas que nos bajarán, previo flanqueo con abismos por todos lados, a la arista que muere en la Peña o Campanal. Pues porque me han prometido que por aquí hay paso y porque llevamos un track en el Gipi del que no nos separamos ni un metro que si no...parece imposible que esto tenga continuidad por algún lado...la verdad es que el ambiente de alta montaña es magnífico, la sensación de soledad abrumadora y los abismos que nos rodean por todas partes acojonantes.
Hala, al lío...Pues mira, al final ha resultado mucho más fácil de lo que parecía...eso sí, si llegamos a tropezar  nos perdemos la ceremonia de apertura de las olimpiadas de Madrid 2020 ¿que? ¡Ah!, que no las han dao...¡¡¡no jodas!!! ¡Juas, juas juas! Relaxin cup, tía, que seguro que invierten los 1200 millones que sí tenían para esta mierda en subir las pensiones, contratar más médicos o devolvernos la paga que nos robaron en navidad.
La peña o Campanal es como una proa gigantesca que avanza hacia el norte desde las paredes orientales de la sierra de Partacua. Y debe ser uno de los picos menos visitados de todo el Piri. Y eso que su cima es un bucólico prado cubierto de edelweis y que la vista que se descubre desde ella de la pared norte de Peña Parda y de todo el valle es de lo bueno lo mejor. Hasta hacemos un hito cimero que aún no tenía, pobrecica mía...
Desde aquí, ahora viene lo mejor. Tiene que haber una faja que rodea a media altura las gigantescas paredes que tenemos al sur y que desemboca, si no nos han engañado, a mitad de la canal de Cobacherizas, la vía normal pa subir a Telera. Pues en un colladito herboso, muy cerca de la cima, sale la dichosa, nombrada y esperada faja. Se trata de una fajeta, más o menos ancha, cubierta de derrubios de distinto calibre e inclinada hacia el abismo que se abre a nuestra derecha. Sin ser difícil, acojona andar por allí si te imaginas un resbalón tonto. Claro que la piedra está bastante bien asentada, la vira es amplia y la sensación de vértigo no es muy acusada.
Con cuidadín, al final,
llegamos a la amplia canal de Cobacherizas  donde respiramos tranquilos. Nos juntamos con un francés dichagachego que nos cuenta sus aventugas pog el Pigineo y con tres zagales que bajan pegando saltos por esas graveras.
Uno de ellos es el hijo de Samuel, con el que hice mucho monte hace años hasta que me di cuenta que, dicho con admiración, estaba muy loco y, sobretodo, estaba muy fuerte y que era imposible seguirlo. Dar una vuelta por su blog y juzgar vosotros y vosotras mismos y mismas, amiguitos y amiguitas.
Bueno, pues charrando con unos y con otros, llegamos al primer plano una vez pasada la canal y, poco después, al ibón de Piedrafita que está idílico a esas horas de la tarde con esas luces.
Poco más habría que contar....¡Hostia no!! ¡¡¡¡Espera, que viene lo más bueno!!! Cogemos la senda del refugio que baja al pueblo, salimos a la pista y, metros antes de llegar a los crómlechs de Las Lastras nos encontramos dos parejas de barranquistas con todos los aparejos, implementos, hierros y enseres necesarios para practicar su deporte encima, incluido el casco en la cabeza...el problema es que les falta el barranco.
Perdonar ¿a dónde vais?, les preguntamos. Al Gorgol, nos responden, como si fuera una obviedad.
Pues mira que os habéis equivocao...que el barranco lo tenéis de aquí, aproximadamente, a tomarpolculo a vuestra derecha...¡No jodas! ¡¡¡¿De verdad???!!! Ves, ya te lo decía yo...Yo estuve hace años y esto no me sonaba... en fin, que se dan la vuelta y esta tontería nos sirve para bajar partiéndonos el culo hasta el coche y dar por concluida, previa galimba, of course,  una hermosa jornada de montaña cientoporciento recomendable.
Eso sí, si lo intentáis necesitáis tres cosas a saber:
1.-Alguien que os acompañe, que os de conversación y que se sepa los pasos clave.
2.-En su defecto un GPS, con pilas cargadas preferentemente, para seguir el track escrupulosamente.
3.-Casco para transitar bajo las paredes que tienen la fea costumbre de soltar piedras cuando pasamos por debajo.
Hala pues...

4 comentarios:

David Naval dijo...

Bueno, bueno.
Me alegro que por fin hayas podido disfrutar de esta cercana y desconocida ruta.
Me queda esa duda de si al final el Yeti hubiera podido hacerla o no. Yo supongo que teóricamente si pues le he visto "destrepar" por sitios que parecen imposibles para un cuatripatas, pero la verdad que tenía la duda de si un resbalón tonto lo hubiera "desprecipociado" por esos abismos. No lo veía claro del todo.
Salud !!

J. M. N. dijo...

Pues no se que te diga, yo creo que hubiera podido pasar por todo menos el destrepe en la cima de Corona d'o Mallo hasta la arista que la une con la peña o Campanal. Lo malo es que, cuando no me sigue por donde voy yo, se pone cardiaco y lo intenta una y mil veces... ha sido mejor así. Ya sería una putada que se me despeñara (que no sería la primera vez, por cierto), lo malo es que ese bicho pesa 50 kg. y si se cae él se me lleva a mi también.
Por otra parte gracias por el track. A sido una de las rutas estrella de este verano para mi.
Salud y monte, compañero.

Pirene dijo...

Usease, que no era pa tanto como nos parecía ¿o sí? ¿vale la pena el palizón, pues? Tiene pinta de que sí.

Ale mozé!

J. M. N. dijo...

Pues....no se que te diga. No es un recorrido fácil pero espectacular lo es un rato largo. Realmente merece la pena hacerlo, sin duda. Y palizón...pues tampoco te creas.
Hala, hasta la próxima, que será más pronto que tarde.