jueves, 14 de octubre de 2010

BARRANKLING EN MALLORCA

¡¡Hoooola amiguitos!! Pues sí. No es exactamente el Pirineo, que es de lo que va este blog, pero como en tiempos fue territorio conquistado (Por Chaime I, que no Jaume ni Llauma ni gilipolleces de esas.. en 1229) y considerando que todavía estamos a tiempo de reconquistarlo (esta vez a las hordas de germanos y sajones), nos fuimos el puente del Pilar a ver si era verdad que los torrents de allí eran de lo mejorcito de la Vieja Europa. Así que nos embarcamos en el gran-pájaro-de-hierro-que-vuela-alto-y-hace-ruido, comunmente conocido como avión, en el aeropuerto de Barcelona (También territorio a reconquistar) Óscar, Pedro, Pol, Teo, Úrbez y el que esto escribe, para llegar al poco a la mayor de las islas Gimmnesias. Tras alquilar furgo de 9 plazas nos dispusimos a acomodarnos en un hotel en la población de Magalluf. El oráculo meteorológico auguraba agua a manta los cuatro días y, efectivamente, al poco de llegar empezó a llover. Osea, que el slogan ese de sol y playa...los cojones. Salimos después de cenar a echar unas pintas pal cuerpo y constatamos que, o nos habíamos equivocado de avión y estábamos en Covent Garden o aquello era una invasión en toda regla. Cientos de guiris (machos) bolingas y haciendo estupideces por la calle y cientos de guiris (hembras) vestidas como si hubieran salido de un lupanar del Soho. Nos vamos a la piltra lloviendo y a las dos de la madrugada nos despiertan todos los elementos desencadenados. Lluvia, viento, rayos, truenos y centellas iluminan la isla. El domingo madrugamos. Nos metemos en la furgo lloviendo, recorremos media isla y sigue lloviendo. Hoy ni barrancos, ni torrents ni pollas. Nuestras plegarias y blasfemias han debido ser oidas por El que Todo lo Oye porque, de repente, se abren los cielos y un sol radiante nos reconforta con su luz y calor. Estamos al lado de Sóller así que miramos la guía y, rápidamente, nos decidimos por el torrent de Biniaraix. El barranco es majo. Nada del otro mundo, pero está bien. Baja en picao desde la masía de l'Ofre, al principio bastante abierto, pero luego se encañona. Muy bien equipado y con un chorro de agua suficiente para no tener que nadar en fecalwater. Aún así, algunas marmitas nos hacen contorsionarnos para evitarlas ya que tienen un color más que sospechoso. Lo que realmente mola de ese barranco es la aproximación. Es hora y media por un camino precioso. Empedrado a modo de calzada romana, perfectamente mantenido, se retuerce en cientos de curvas buscando los puntos débiles de las montañas. Hay miles de fajas aterrazadas con olivos. Los de Sobrepuerto eran brutos moviendo piedras y haciendo paredes pero esta gente eran la hostia. Hay algunas casas en el camino, solo accesibles a pie, y habitadas. Joder, hace falta ser muy jipi pa vivir aquí. Terminado el barranco, retornamos al coche y, nuevamente, se nubla y empieza a llover. Aún visitamos el puerto de Sóller y nos echamos alguna galimba antes de volver a nuestro campamento base donde nos ponemos hasta el culo en el buffet libre. La noche transcurre plácida entre risas, teutonas (sí, tetonas también), birras, sidra irlandesa y estrellas...se ha despejado.
El lunes amanece raso como el culo de un mandril. ¡¡¡Bien!!!! Nos vamos pa Sa fosca. Como no hemos madrugado demasiado y somos un grupo grande, decidimos irnos Pol y yo allí y el resto se van al barranco de Mortix. Nos abandonan a las diez en el cruce de Sacalobra y Cala Tuent. El barranco, en realidad, son dos, Gorg blau (formado por un tramo "abierto" y otro oscuro conocido como Sa fosca) y el Torrent de Pareis que desemboca en el mar. Hay posibilidad de hacer solo el primer tramo y salir, sin hacer Pareis, pero ya que estamos...pa chulos nuestros pirulos. Nos cambiamos rápidamente y enseguida estamos al lío. Se anda por un tramo de río abierto hasta que un afluente a la izquierda empieza a aportar agua. A partir de allí, aquello se convierte en la polla con cebolla. Se estrecha, las paredes se elevan hasta extremos inimaginables y nos sumergimos en un auténtico éxtasis barranquil. No se describirlo. Este primer tramo tiene las dimensiones y las formas del Olhadubi aunque con rápeles más cortos. Al haber llovido el día anterior caen chorros de agua de ambos lados, formando cortinas que hay que atravesar. Saltos, destrepes, estrechos (algunos muy estrechos), pasillos inundados, nos llevan al Pas des Duro, el único escape del barranco equipado por los bomberos para sacar gente de allí. Aquello cada vez se estrecha más. Todavía hay luz un tramo pero ya no se ve el cielo. Al final, tras un rápel de 20 m. las paredes se cierran tanto por arriba que nos obligan a colocarnos los frontales. Estamos en el conocido como pas de s’Acollonament (Literalmente, paso del acojono) y entrando en Sa fosca. Medio kilómetro completamente a oscuras. Sifones que te ves negro para pasarlos, rápeles, bloques empotrados, agua, humedad, vapor, sudor, lágrimas...estamos al borde del orgasmo cósmico ( y no por que hayamos tenido relaciones carnales en ese lugar tan oscuro ¡¡¡¡ehhhh!!!!, que yo con Pol voy de monte pero no me pone lo más mínimo, que lo sepáis.). Tras largo rato a oscuras se empieza a notar otra vez claridad. La última sala, previa a un gigantesco caos de rocas, es espectacular a más no poder. Nos damos cuenta que está lloviendo otra vez. En el caos nos devanamos los sesos para salir de allí y llegamos a la confluencia con el Torrent de Paréis. Nos quedan dos horas de destrepar por bloques hasta llegar a Sa Calobra. Los pasos están marcados con hitos y pintura. Resulta que, en los folletos turísticos, invitan a los incautos a bajar por la salida del Gorg blau y bajar por allí hasta la playa. Y aquello, es un barranco que resbala que te cagas, con destrepes complicados y con badinas de agua largas como un día sin sexo. Así que bajamos y empezamos a encontrar guiris en serias dificultades. Se nos quedan mirando con cara de haba pero no dicen nada cuando les pasamos. Hacia la mitad, una pareja de germanos nos piden ayuda. Pa verlos. El con zapatos, pantalón corto y camisa de cuadros. Completa el atuendo con unas gafas redondas en la punta la nariz y un gorro de explorador. Ella, zapatillas, pantalón corto y camisa a cuadros. Les ayudamos a bajar un resalte y se nos pegan como garrapatas. Vienen detrás corriendo, tropezando y resbalando hasta que decidimos que se van a joder un tobillo si tratan de seguirnos. Los esperamos y les damos la mano en los sitios más complicados. Hasta les cruzamos las mochilas en las badinas para que no se les mojen....más de lo que las llevan. Entre lo que llueve y el barranco chorrean agua. El torrent de Pareis es bonito. Nada comparable con Sa fosca pero el paisaje es precioso. Los vamos ayudando y animando. It's very beautiful les digo mientras señalo el paisaje. Pero ellos no están pa hostias, el tío casi no sabe salir de una poza de lo cansado que está. Por fin, después de cinco horas y media, llegamos a la playa de Sa Calobra. Mogollón de peña allí. Algunos nos hacen fotos, una alemana, con un niño de meses en brazos, nos pregunta que si hemos visto a su marido que había salido a las diez de la mañana y aun no había llegado. Yes, we have seen, he came in two hours. Se nos queda mirando con los ojos como platos. Según la descripción que nos ha hecho debe ser uno de los primeros que hemos visto, iba muy lento y estaban a tomar pol culo de allí. Me gustaría saber la de peña que llegan a rescatar en ese barranco en verano porque debe ser un sinvivir. El caso es que llegamos a los chiringuitos, nos despedimos de los alemanes. You are de best, you are de best, nos dicen mientras nos abrazan y nos dan chapadas en las costillas. Nos apretamos medio litro de cerveza cada uno (nos meten un cañazo que flipamos) y esperamos al grupo que, una vez acabado Mortix, nos vienen a buscar. Llegamos a Magalluf de noches oscuro y con el buffet cerrado. Nos duchamos ya que olemos a fletán y asaltamos el primer restaurante que vemos donde nos ponemos hasta las trancas otra vez.
Al día siguiente, tenemos la borrasca girando encima nuestro. Lluvia, viento, truenos...y nosotros a coger el avión...toma deporte de riesgo. Después de retrasos, turbulencias y saltos en la pista de aterrizaje llegamos a Barcelona (Territorio por reconquistar) y de allí a casa.
Pues sí. Quizá Gorg Blau-Sa fosca, sea uno de los mejores barrancos que he hecho. Han sido cuatro días acojonantes. Barrancos, amigos, guiris tetudas, cerveza...que más se puede pedir.
Hala pues....

1 comentario:

POL dijo...

Muy chulo el reportaje compi, pero tengo que hacerte una rectificacuón (ya siento que tenga que ser yo el que te la haga). Entramos en el barranco a las 10.00, y salimos (después de ayudar a los guiris), a las 17.30 h. Total siete horas y media.
Salú