martes, 29 de mayo de 2012

LA ESPELUNGA DE SAN BETURIÁN

Hola a todos y todas, amiguitos y amiguitas ¿como están ustedeeeeeeeees? ¡Más fuerte, que no les oigo! ¿Como están ustedeeeeeeees?...Si sabes de qué va esta tontería mírate al espejo que seguro que tienes ya alguna cana, te lo digo por experiencia. Si no, tranki, que ya te llegarán cuando Pikachu sea un clásico.
Bueno, tras esta estupidez (cada día se me hace más cuesta arriba empezar)contaros, aunque supongo que no os interesa lo más mínimo, que el sábado estuvimos con mis alumnos y alumnas del curso de botánica en Erata en un día precioso. De esos días que ha habido pocos hasta ahora. Cielos limpios, temperatura ideal y flores abundantes hicieron las delicias de todos. Nos lo tomamos con tanta calma que salíamos de Espierre a las nueve de la mañana y llegábamos a las cuatro de la tarde tras disfrutar de Primulas, Gentianas, Dactylorhizas, Globularias o Pedicularis. Hasta el quebrantahuesos pasó muy cerca a saludarnos cuando estábamos en la ermita de San Benito.
Únicamente comentar que subimos por donde siempre, es decir, San Chuan, Fuén d'os comos, Fuén alta, San Benito y Erata pero luego seguimos por toda la cresta hasta la punta d'o puerto Yesero, bajamos por la divisoria y abajo cogimos el sendero antiguo que, cada día que pasa, se cierra más. La ruta se completó con la visita a las iglesias prerromanicas de San Chuan y Sta. María de Palarriecho y la románica de San Esteban de Espierre y, por supuesto, con una gran, fresca y exquisita galimba en el camping de Gavín. El track de la ruta aquí.
Y el domingo, por razones que no vienen al caso, hallábame yo en Ainsa. Y, por razones que no vienen al caso, me quedé colgao sin poder hacer lo que tenía previsto. Me junto con Ángel y enseguida cavilamos un plan B. Llamamos a Óscar, que está por aquí haciendo bici con Montse y quedamos con ellos en Escalona. De repente, surgida de la nada, se desata una tormenta que nos invita a comer con ellos, hacer larga sobremesa y casi echarnos la siesta. A las cuatro de la tarde, igual que se había formado, desaparecen las nubes y se queda una tarde preciosa. Ángel se va ya para casa, Óscar y Montse se van en bici y yo....pues.....yo.....estooooo....¡Ya sé! Me voy a la Espelunga de San Beturián que fa diyas que quereba beyela. De Escalona a Ainsa y de allí, por los Molinos y Oncins, al monasterio de San Beturián. Aparco el coche y cojo el sendero que lleva a la ermita. No me entretengo a visitar las ruinas, lo haré luego ya que no se cuánto me va a costar llegar. La senda, prácticamente llana, bordea la cabecera de un barranco con el telón de fondo de la Sierra Ferrera justo en frente hasta llegar a una primera ermita, la de San Antonio Abad. A primera vista, ese casetón es una paridera de las muchas que hay desperdigadas por estos montes. Hasta tiene, en vez de puerta, una cleta. Sin embargo, cuando entras, la sorpresa es mayúscula. Esta toda cubierta de bóveda de cañón y ésta enlucida y pintada con motivos populares y geométricos. De aquí el camino se introduce en un precioso bosque de carrascas, se cruza un barranco, se pasa al lado de la Piedra de San Beturián que, según la tradición, al golpearla con una piedra tres veces mientras pides un deseo se cumple (no sé si será verdad pero, por si acaso, que algún político vaya haciendo acopio de papel higiénico) y se llega al pié de los cantiles donde debe estar la ermita aunque verse, lo que se dice verse, no se ve nada. Lo que no habíamos subido antes, lo hacemos ahora. La senda empieza a subir con ganas. Entre la subida, el sol que me da de lleno, el calor que irradian las paredes calizas y que no sopla una pizca de viento, estoy sudando como un auténtico gorrino. Por fin llego a la espelunga. Según la tradición Beturián ( o Victorián para los hispanoparlantes) llego a este paraje desde su Francia natal huyendo de una moza que le pretendía fogosamente (lo que, en la actualidad se llama acoso sexual y está tipificado como delito en la ley orgánica 10/1995 de 23 de noviembre) El tema era que, en esa época, (siglo V, años arriba, año abajo) no estaba contemplado como delito (pasa como ahora que hundir un banco, especular con dinero público, estafar y engañar en las elecciones no es delito...pero todo se andará) decía que, como aquello no era delito al buen hombre éste no le quedó otra que escapar al otro lado de la güega. Allí, en aquél agujero (o espelunga) vivió y oró para no caer en el pecado de la lujuria y la concupiscencia haciendo numerosos milagros y curando a numerosas personas. Los monjes del entonces monasterio de San Martín de Asán, atraídos por su fama de santo, le pidieron que fuese su abad a lo que él accedió tras muchos ruegos. (con lo que cayó en el pecado de la soberbia y la vanidad). Con el tiempo, el viejo monasterio de San Martín de Asán, aquel que fundara el rey visigodo Gesaleico allá por el siglo IV siendo uno de los centros cenobíticos más antiguos de la península, acabaría llamándose San Victorián en honor a su abad.
Veo con entusiasmo que la ermita ha sido restaurada recientemente. Se me escapa una lágrima y se me hace un nudo en la garganta al constatar que mis impuestos se dedican (o dedicaron) a algo más que montar cañones de nieve donde no nieva, reflotar bancos y pagarle viajes y balas a su majestad, mi amigo Juancar.
Hasta se ha colocado una copia fotográfica del retablo, desaparecido en la guerra civil, según una foto de Lucient Briet. Como en todos estos templos rupestres (últimamente llevo unos cuantos visitados), es bueno sentarte un rato y dejar que las piedras te hablen. Siglo XVI creo. La puerta da acceso a una sala cubierta por una cúpula octogonal sobre pechinas y que hace de pórtico a una cueva natural en la que se empotra el retablo. Una galería a la izquierda te sube a otra a distinto nivel situada justo detrás del retablo. En conjunto, hay tres vanos en la fachada lo que delata, al menos dos pisos. Adosada a la ermita, estan las ruinas de la casa del ermitaño. Después de un rato deshago el camino. Aun me entretengo fotografiando jacintos pirenaicos. Los hay a espuertas. La bajada es muy rápida y llego al monasterio sin apenas enterarme. San Victorián está cerrado, claro. En realidad, de lo que fué no queda más que la iglesia, a la que se le ha puesto tejado recientemente, y numerosas ruinas desperdigadas en un amplio radio. Da vértigo pensar que por alli, pese lo que ahora se ve, rezaron monjes benedictinos, anduvieron reyes como Ramiro I y Sancho Ramírez (éstos sí que merecen mis respetos, al menos iban en primera línea en las batallas, así les fue) o, por esas mismas puertas entró, a principios de siglo, una de las personas a las que más debemos los habitantes de éste lado de los Pirineos. Sorprendentemente no era de aquí (modo sarcasmo off) se trata del "gabacho" Lucient Briet.
Justo al lado del coche encuentro una mata de beleño como para kolokar a media provincia. Da que pensar, plantas asociadas a brujas y demás entes malignos, al lado de un monasterio que trató de las combatirlas. Dada la pujanza de la planta y el estado del edificio, me sugieren, ambos dos, una metáfora preciosa.
Hala pues...

5 comentarios:

trimbolera dijo...

Lo que he disfrutado leyéndote!!
Añado al disfrute que mi madre nació en Espierre y yo subía todos los veranos, desde Biescas, a pasar unos días con mis tíos ... Han pasado varios milenios!

Pirene dijo...

¡MIRA QUE BIEN! uno que ha tenido actividad... porque servidora se quedó en tierra con una buena dosis de mala leche y mono montañero de ordago oiga.

La gente anda liada entre bautizos, gripes y otras excusas más difíciles de creer, así que a joderse toca y de paseo por arguis (como si no lo tuviera visto). Una pena con el buen tiempo que ha hecho.

En fin.

J. M. N. dijo...

Trimbolera, aún seremos familia tu y yo no????, de esas familias de montaña, que si tu abuelo era primo de la hermana de la cuñada de tu tatarabuela o algo así...eso sí, el día de fiesta, con ese pasaporte, estaba asegurada la cama y la comida para dos o tres días...
Gracias por leerme.
Pirene, cuanto antes asumas que al monte se va muy bien acompañado, pero que muchas veces te va a tocar ir sola, mejor para tí. Yo hace tiempo que no me llevo mal rato. ¿Hay gente para ir al monte este finde? Cojonudo. Que no? pues con el perro que nunca tiene ni bautizos ni gripes ni la novia le dice que tiene que bajar a comprar al Corte Inglés...pues eso
A veces, te sorprenderá lo bien que se está solo/a a tu rollo. (eso sí, lleva el teléfono cargado y no te metas en berenjenales)
Saludos a las dos.

Marian dijo...

Joer que envidia!!! con las ganas que tengo yo de ir por el piri, y lo mio no son excusas de bodas, bautizos y comuniones, ni gripes ni nada de eso....ainss el maldito curro y encima hay q estar agradecida,.... En fins, que tb he disfurtado mucho leyendote y sobre todo leyendo sobre el lugar que escribes. Saludos, J y a seguir disfrutando del monte!

J. M. N. dijo...

Hombre Marian!!!!
Se te echaba de menos por estos parajes!!!!
Hay un refran, muy viejo, que dice que hay que trabajar pa vivir y no vivir pa trabajar. Claro que, tal como nos están montando el mundo esta manada de mafiosos que nos gobiernan, encima habrá que trabajar y besarles el culo por permitirnos a nosotros, indignos y miserables currantes de la gleba, tener un chusco de pan que darles a nuestros hijos.
Bueno,bienvenida nuevamente, y no trabajes mucho que, al final, nadie te lo va a agradecer.
Salú.