El miércoles, salí de casa sin rumbo. Cogí el camino que recuperamos hace unos años y, en menos de una hora, me planté en Escuer viejo. Es un camino majo, que sube a media ladera y te deja justo debajo de la torraza, un edificio del siglo XV todavía bien conservado. merece la pena verlo. Hace tres años, el Ayuntamiento de Biescas lo consolidó y lo dejó list
o para unas cuantas décadas más. Consta de una torre de tres pisos (en origen tuvo cinco), un recinto amurallado y una capilla, dedicada a Santiago, que forma parte de la muralla y es más un edificio diseñado para la guerra que para rezar.
Hasta allí, el camino recorrido estaba señalizado como PR. A partir de allí, sale una senda, marcada con brochazos de pintura blanca en piedras y árboles, que nos va a llevar hasta Yosa. El recorrido es muy majo, con preciosas vistas hacia el valle, hasta que te metes en la cara norte del monte y enlazas con la pista que va por la selva de Yosa. De allí, por Mundarei a casa casi anocheciendo. Pues ha estado bien. 600 m. de desnivel y casi 10 km. de recorrido. El track aquí.

El sábado sigue h
aciendo un tiempo inmejorable. Salgo tarde y sin rumbo de casa. Al valle lo descarto. Hay una cola de coches en la gasolinera que, a cualquier sitio que vaya, me va a costar una hora llegar. ¿Y si me voy pa Sobremonte? hace días que no ando por aquí y lo tengo al lado de casa. Subo hasta Betés y dejo el coche en unos campos pasado el pueblo. Últimamente, alguien de por aquí está limpiando y señalizando caminos haciendo una labor cojonuda. Encuentro una senda que me lleva a cortar la pista que sube al repetidor de Zerruza y continúa ladera arriba. Las vistas empiezan a ser cojonudas una vez rebasada la zona de pinares hasta que llego hasta la Mallata de Betés. Situada en un mirador excepcional, la mallata es uno de esos sitios con magia que de vez en cuando te encuentras por estas montañas. ¡Cuantísimas noc
hes habrán dormido aquí los pastores! ¡Cuantísimos miedos, tormentas y sueños habran pasado entre esas piedras! Y todo con unas vistas increíbles hacia el valle. Claro que la visión idílica que tenemos de estos lugares, nosotros, urbanitas que venimos aquí porque nos da la gana y que cuando bajemos, aquél mismo día, tendremos luz, calefacción y una ducha caliente, no tiene nada que ver con los sentimientos de aquellas gentes que estuvieron allí porque no tenía otro remedio, porque de algo había que vivir y que, si hubieran podido elegir, no hubieran aguantado tormentas y calores en ese lugar que ahora nos parece tan chachipiruli.
Con estas cavilaciones, cojo el lomo que baja directamente desde la punta Fazera a la que llego en poco más de hora y media desde que he salido. Dosmil y pocos metros, ni gota de nieve, con una temperatura primaveral y sin nada de viento.
Bueno, pues, desde aquí, ya hay una pista que, sin pérdida, te deja en otra y ésta en la senda de subida, al lado del coche.
Pa ser que he salido sin rumbo, 13 km y 1070 m. de desnivel. Algún día me voy a salir de la provincia... El track aquí
Hala pues...