martes, 9 de junio de 2015

TOZAL DEL MALLO, DESDE ORDESA

Parece mentira ¿verdad? pero nunca habíamos estado en la cima del mítico, icónico, estético y fotografiado Tozal del Mallo de Ordesa. Así que el sábado sabadete día de nuestro señor del 30 de
mayo, con riesgo de tormentas horrorosas de magnitud 9 sobre 10 en la escala del Richar, nos vamos a encaramar a esa peña de forma y manera que, cuando los elementos se alíen para jodernos la jugada, nosotros estaremos ya, como poco, echando una galimba en el bar de la pradera.
Ocho de la mañana en Biescas. Me viene a buscar Pol que, últimamente, se prodiga poco en esto de salir por el monte.
Al poco llegamos a Ordesa, aparcamos y retrocedemos por el conocido y recorrido muchas veces camino de Carriata que, previa sudada y buen andar, nos deja en la base de la clavijas homónimas.
Pues na, bienvenidos al mundo dolomítico, vertical y calizo de Ordesa donde la gravedad es ley y los sarrios los únicos dueños... con permiso de treparriscos, chovas y demás pajarillos y pajarracos que nos animan el día con sus vuelos, trinos y graznidos.
Las clavijas de Carriata  (o Salarons) son fáciles. Son dos escalones verticales y una pequeña grieta en la que se clavaron, hace décadas, hierros como pa una boda de forma y manera que siempre hay un agarradero para manos, pies o cola como hacen los titís de Bormeo.
Las subimos sin mayor contratiempo y nos colocamos en el umbral que, depende el tiempo, las ganas y lo que llevemos pensado, nos llevaría a saber: A la espectacular Faja de las flores, al Tozal del Mallo o a los llanos de Salarons y de allí al Taillón, los Gabietos, la brecha, Sarradets, Lourdes, Tolouse, Chamonix y el Mont Blanc previo paso por la aguja de Goûter.
Como hemos dicho, habiendo estado en todos los demás sitios nombrados, nos desviamos hacia el único que nos falta y que, desde allí, lo tenemos al alcance de nuestras piernas.
Una vira que llanea y se adapta a las paredes que tenemos a nuestra izquierda, nos lleva a una especie de istmo que une el tozal con el resto del mundo y que nos habla, bien a las claras, de las espectaculares fuerzas telúricas y las erosiones subsiguientes.
la cosa es que es un paseo, una vez superadas las clavijas, llegar a la cima de tan señera, simbólica y sorprendentemente alargada cima.
Vistas espectaculares en todas direcciones y el cañón de Ordesa a nuestros pies.
Nos entretenemos un rato largo en recorrerla hasta el mismo borde del abismo, hacemos fotos y miramos al cielo donde las anunciadas tormentas ni se ven ni tiene pinta de que lleguen.
Así que, como esto ha sido un paseo, pergeñamos un plan B que consiste en bajar desde este peñasco y coger, en vez la senda de descenso, la de Racón que nos llevará, entre bosques, fajas y recovecos ordesiles, a la base de la cascada de Cotatuero, así alargamos un poco más el día que se nos está haciendo corto.
Pues nada, que a eso nos aplicamos. Variamos un poco el descenso y lo hacemos por el paso de la fajeta, más bonito a fe mía para coger la senda que nos lleva, primero en suave ascenso y luego en suave descenso al valle paralelo de Cotatuero donde luce su cascada, que hoy baja soberbia.
Con la tontería y charrando tranquilamente, se nos ha hecho la hora de comer. Lo hacemos justo donde se inicia la Faja Canarellos, continuación lógica de la que llevamos pero que, por esta vez, la perdonamos.
Después de aliviar los estómagos y los pies en el agua helada del barranco, continuamos por sendero conocido y mil veces pisado a empalmar con el que baja de la Cola de Caballo y de allí al bar directos donde cae, nos la hayamos ganado o no, una galimba de las grandes.
Finde tonto, de transición y el párquing  petao de gente. Es que, Ordesa es mucho Ordesa.
Pues nada... al final, ni tormentas ni nada. Últimamente nos están fallando mucho en esto de la previsión... que ya, que ya se que no es una ciencia exacta y que la atmósfera es un sistema donde reina la entropía  pero jodo petaca... si hiciéramos caso de las previsiones catastrofistas no saldríamos de casa.
Bueno, que ya termino. Que, aunque está todo suficientemente señalizado y pateado, aquí tenéis el track de una ruta muy recomendable.
Hala pues... pídeme un orujo si eso... que me voy a mear.

3 comentarios:

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

¡Hola Jose Miguel!
!Ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo! Con lo grande que es todo esto.
No te he visto mirar en las fotos hacia el oeste, ¿no te gusta o qué?
Por allí queda una sabrosa parte de Ordesa poco transitada y muy digna de ser conocida.
Para la próxima nos llamamos.
¡Que vaya bueno!

Pirene dijo...

Que guay! yo tampoco he coronado el tozal y también he pasado veces por ahí. Un día de estos te emularé, pero este finde no, que me temo que sí acertarán las previsiones de tormentas y agua como pa una boda y dos bautizos.

Ala pues! nos vemos pronto.

Salud!

Rafting en los pirineos dijo...

Muy bonito, un sitio digno de conocer :)
Muchas gracias por el post y por las fotografías. Una excursión que dejo pendiente de hacer!
Saludos :)