lunes, 28 de octubre de 2013

BARRANQUISMO OTOÑAL EN SOBREPUERTO

Siempre es bonito, a la par que estimulante y/o sugestivo, ser el primero en aportar algo nuevo al mundo. Así, por ejemplo, los franceses aportaron la guillotina y el regicidio, los del PP las mentiras, engaños, subidas de impuestos, recortes y robos, los Borbones la impunidad, la desvergüenza y la jeta y nosotros, queridos y queridas amiguitos y amiguitas de este blog, os vamos a aportar el descubrimiento de un nuevo barranquillo del que no había mención alguna en esto del internete donde, supuestamente, puedes encontrar de todo. Algunos dicen que incluso se pueden encontrar fotos de tías en tetas...pero yo eso ya no me lo creo....
Hombre, el barranquillo no es, desde luego, comparable a la Peonera, ni al Bitet, ni siquiera al Furco...es un barranco ignoto en una tierra ignota y al que, afortunadamente, irá poca gente.
Sin embargo el día fue perfecto. A la belleza del entorno se le unió la buena compañía, el otoño y su luz especial, las nubes altas, la humedad ambiental, el agua... hasta dar lugar a un día espectacular en todos los sentidos.
Ocho de la mañana. Bar la Ostra de Sabiñánigo. Soy el último en llegar. Allí me espera JC, Silvia y Pol comiendo madalenas y echando cafeses al cuerpo. En un coche marchamos para Bergua a donde llegamos cerca de las nueve. Aparcamos, nos cambiamos (hace una temperatura más próxima al verano que al inminente invierno) y bajamos a la archiconocidas, archivisitadas y architraspasadas pasarelas del Forcos. Solo cruzamos una, la que atraviesa el barranco d'a Pera, para coger inmediatamente el camino que sube a Basarán por o Fabar. Ambiente otoñal con sus hojitas marroncitas, sus setitas agusanaditas, sus perritos que nos salen al paso y que se tiran cuescos repugnantes delante nuestro...
Después de cruzar varios cursos de agua que se hunden en el Forcos llegamos al que nos interesa, el barranco Abé. Abé viene del aragonés abete y éste a su vez del latín abies que designa a un árbol peremnifolio que viene a ser el abeto de toda la vida...si, ese en el que Santa Claus deja regalitos a los niños que se portan bien en los EEUU y, a este paso, en todos los  demás países del mundo donde no tenemos historia, ni costumbres ni tradiciones y los tenemos que importar. Lo mismo ocurrirá en la próxima fiesta de jalogüin con sus niños disfrazaos de pequeños gilipollas pidiendo por las casas trato o truko...en fín, que me enciendo ¿por donde iba? Ah!!, si!!!, que llegamos a donde la senda corta el barranco, que echamos un bocao, que nos cambiamos y que nos metemos en el barranco.
Las primeras cascadas están cubiertas de una alfombra de musgo preciosa que da mucha pena pisar y en las que hay que hacer contorsiones para evitarla.
Enseguida se hunde entre paredes de flysch. No llega a encajonarse de forma seria pero se estrecha a tramos. Nos llama la atención la presencia de bojes con troncos de diámetros gigantescos. Sin duda, aquí se libraron durante siglos de cuchareros y pastores con lo que debemos estar ante ejemplares que deben tener bastante más de un centenar de años.
Una vez pasada una rampa estrecha con un rápel de casi 30 m., el resto del barranco son resaltes destrepables que no tienen más interés que la belleza del paisaje y la profusión de tosca y musgos.
La equipación es suficiente para un barranco de esta entidad. Alguna baga alrededor de árboles, un spit en la rampa larga...la mayoría de los resaltes se hacen colocando la cuerda directamente de un árbol y confiando en que las raíces hagan bien su trabajo. Bueno, pues un resalte más y nos plantamos en o barranco A glera, reseñado en todas partes como Forcos aunque, con éste nombre, solo se conoce desde Bergua hasta su desembocadura con el Ara. Bueno, pues que allí estamos y en unos minutos llegamos a la entrada de una nueva garganta, esta vez la del Puén d'as Crabas.
Precioso, telúrico, sinuoso, ondulante...el primer pasillo, al que se llega previo salto de una cascada
de 7 u 8 m., es de lo más bonito que hay en el Piri. Lástima que apenas son un centenar de metros en los que te cae agua por los dos lados de afluentes que han formado gigantescas tosqueras que vuelan por encima de nuestros cráneos.
A partir de allí, sin llegar a abrirse, los estrechos se relajan y se suceden pasillos inundados, resaltes que se destrepan o saltan y algún tobogán.
Poco a poco, cada vez se abre más aquello hasta llegar a la desembocadura del barranco San Clemente ya conocido de otras incursiones por estos parajes.
Poco más. En apenas unos minutos llegamos a la Insola y a las pasarelas.
Nos cambiamos, subimos y llegamos al coche recolectando setas por el camino. Tricholoma terreum, concretamente, buenas pa tortillas, revueltos y platos de nouvelle cuisine. Nos cambiamos al lado del coche y voy a saludar a Isa que está en loa puerta de su casa con unos amigos y su compañero vital. Bueno, pues como va siendo habitual en este lugar, el saludo se torna en tragos, comida y buena conversación que se alarga y se alarga y se alarga hasta que, desgraciadamente, hay que cortar y marchar que uno aún tienen cosas que hacer esta tarde.
Bajamos a Fiscal donde echamos otra rápida (cerveza, se entiende) y llegamos a Sabiñánigo (u Villacloro) a ducharnos y ponernos presentables que, el que esto escribe, está invitado a participar en una mesa redonda sobre senderos y senderismo junto con varias personalidades civiles y militares.
Contrariamente a lo que cabía pensar por el partido épico que están desarrollando dos de los equipos que van a sacar a este país de la crisis visto el interés que suscitan, el salón de actos se llena. Una eminencia como E. Satué abre el acto donde participamos amigos de O zoque, representantes del GMS, de la FAM, yo mismo y lo cierra la excelentísima y acojonantísima directora de Turismo de Oregón que viene a contarnos las bondades de la nueva ley de senderos que están pergeñando. Para ello, de momento, se ha creado una comisión que a la vez evaluará un grupo de trabajo que a su vez creará una subcomisión directora que redactará un proyecto para hacer un inventario y un documento para hacer un catálogo que servirá de fundamento para una base de datos  en la que vendrán reflejadas las carencias y se regulará la señalética en materia de senderos, caminos y bienestar reproductivo de la gallina ponedora del Sobrarbe.  Allí nos juntamos, otra vez, Silvia y J.C (como no me tienen bastante visto hoy...), Cristian Laglera de Despoblados de Huesca.y algún amigo más que aguanta la chapa de unos y otros sin llegar, al menos por mi parte, a ninguna conclusión clara.
Para terminar de rematar el día,  Oktoberfest  en un garito de la localidad donde corren las salchichas y la cerveza como corría el agua del Forcos.
Bueno gue maaaañaaaana tengo gue llevar un gruuuupo de sssssenderistas de passsseo y no guiero irme muy tarde pa casa ¡Hip! ¡Hostia! ¡Un gontrol de la pasma! ¡Menosss mal gue me quedo a dorimr en Sabi! ¡Hip!
Hala puesssssssss

viernes, 18 de octubre de 2013

DIENTE Y MUELA DE ALBA

Ya va siendo algo habitual que, cuando preparas una salida para un finde, la primera opción nunca será la que haremos. Bien por el tiempo, bien por la gente o bien por que los dioses se empeñan en hacer prevalecer su opinión por encima de los requerimientos de los simples mortales. Esto es lo que pasó, otra vez, este fin de semana pasado.
La primera opción, que era la atractiva, se va a cascala por una bajada acojonante de las temperaturas. Consistía en subir a dormir a la cabaña del Forcallo, en el valle de Literola y al día siguiente subir al Perdiguero y hacer la cresta de Literola. La susodicha bajada de temperaturas nos hace desistir. Nos estamos haciendo mayores (que no viejos) y no apetece demasiado cenar frío el viernes y dormir en el duro suelo de un chamizo del que no sabemos siquiera si va a estar abierto. Cambio de planes. ¿Y si dormimos en la Renclusa y hacemos la cresta desde el Diente de Alba hasta el Cordier? ¡Chachi, tío! ¡Ya puede quedar una cena caliente y un colchón!Reservamos en el refugio y el viernes, con una tarde espléndida, salimos hacia Benasque. Sorpresivamente, se apuntan también Óscar y Montse con lo que el fin de semana promete, por lo menos, buen rollo y buena compañía.
Pero no todo iban a ser luces, queridos y queridas amiguitos y amiguitas. Si en Biescas y Sabi hacía una tarde primaveral, en Ainsa está bastante nublado pero es que, a partir del puerto de Foradada, parece que nos dirigimos a las mismas puertas del Báratro, tal era el color del cielo y el ambiente atmosférico imperante.
No pasa nada...pa mañana han dado bueno....aunque lo de llover y que estemos a 2º C (35'6 Fahrenheit o 275'15 Kelvin) no lo habíamos contemplao ¿verdad?
Llegamos a Benasque, donde ya llueve, y nos llegamos a la Besurta donde está nevando como si fuera enero.
Creo que batimos el record de acceso Besurta-Renclusa. Entre que se está haciendo de noche, que nieva, que hace frío y que nos han dicho que a cenar a las siete y antes habrá que cambiarse y, si es posible, echar un trago, subimos que nos falta culo para darnos con los talones.
En la entrada del refugio hay, aparte de los burros que suben las mercancías, gatos, perros y corderos todos apretujaos y dormitando formando una imagen idílica de granja de la señorita Pepis.
Nos registramos, nos preguntan que a donde vamos ¿al Aneto, no?.
Pues no..., respondemos. Al diente de Alba. A partir de ese momento nos ganamos el apelativo de "los raritos".  En fin, que bajamos a cenar.
Sopa de macarrones cojonuda, redondo de lomo con puré y setas y algo parecido a natillas. Todo muy bueno y muy abundante y regado con vino renclusero. De postre ni uno ni dos, si no tres chupitos de orujo que hacen alargar la conversación y las risas hasta que la refugiera, nos invita, amablemente (bueno, y a pagando las luces), a que nos vayamos de una puñetera vez a tomarpolculo a dormir.
La noche, como siempre y en mi caso, discurre plácida y serena. Además, totalmente gratis, obsequio a mis acompañantes con un inolvidable concierto de gemidos, ronquidos y respiraciones acompasadas acompañadas de bufidos y algún estertor propio de apneas nocturnas.
Siete y media de la mañana. Somos los últimos en levantarnos. Miramos por la ventana y se ven luces por la normal del Aneto. Hay alguno que lleva por lo menos, tres horas andando.
Pues nosooooootros noooooooos vestimoooooooos, bajaaaaaaaaamos a desayunaaaaaaaaaaaar y esperamos tranquilamente a que amanezca mientras nos preparamos las mochilas. No ha nevado esta noche pero hace un frío que pela y está todo cubierto de dos de dos de nieve polvo.
Camino ya conocido. Subimos por aquí hace tres años con Teo, Urbez, Javi, Pol y los críos-sarrio a la Tuca d'Alba.Cuando llegamos a los lagos de Paderna el pico homónimo y la tuqueta parece que arden. Sí, sí, día cojonudo, sol espléndido pero hace un frío que pela, tú.
El camino coincide durante mucho rato con el del Pico de Alba hasta que, en un momento dado, se desvía a la izquierda para encarar, por un mar de piedras, bolos y zaborros de las más variadas formas, tamaños, texturas y diámetros el collado superior de Alba.
Vaya mierda...entre el frío que hace, que aquello está todo podrido y descompuesto y que tiene dos o tres dedos de nieve recién caída que no es ni para ir con hierros ni sin ellos, nos cuesta un buen rato llegar al collado donde, pa forro bota, hace un viento que te cagas. Nos echamos toda la ropa que llevamos encima
Decididamente, no vamos a hacer la cresta entera. Vamos a subir a la muela y el diente, miramos si los tiene bien o empastaos y nos vamos para abajo.
Del collado a la muela se trepa entre enormes bloques que parece que se vayan a caer en cualquier momento pero que están firmes y bien sujetos. En apenas cinco minutos estamos arriba. (3111 m.)
Desde allí, el diente se ve allí mismo pero separados por una profunda horcada. Hay que volver hacia atrás, bajar por la vertiente de Cregüeña y buscar trazas de paso e hitos que nos llevan, por la vertiente sureste a la punta del pikachu en cuestión. (3120 m.s.n.m. en Alicante, cm. arriba, cm. abajo...)
Mucho más bonito que el precedente, con mayor presencia y, encima, es más alto que el pico de Alba con lo que el paisaje al norte, oeste y sur es espectacular. Hacia el oeste nos tapan la vista todos los picos que teníamos intención de subir que y que quedarán para otra ocasión en la que no haga este frío y este aire que amenaza con mandarnos  a tomar viento (y nunca mejor dicho).
Bajamos nuevamente al collado, buscamos un trasaire y echamos un bocao. Llega un palomo que nos pregunta que si sabemos, exactamente, donde estamos, que él no está seguro. Que lleva no sé cuánto andando y que no tiene ni idea. Tras situarlo en este punto concreto del planeta, se despide y desaparece. Mira que  hay gente rara....y haciendo cosas raras... En fín, hala, para abajo.
La bajada no es fácil. La nieve, a las doce de la mañana, está como recién caída así que hay que tomárselo con calma y precaución porque aquello, encima, está empinao como picha de novio.
Pues sin novedad y tranquilamente, llegamos nuevamente al mar de piedros que atravesamos sin ninguna prisa entre buena conversación y anécdotas que, pa eso, llevamos ya un montón de años compartiendo vivencias y batallitas del agüelo cebolleta. Un armiño, o minio, nos salta de los pies ataviado con sus mejores galas invernales...coño tú, qué bicho más majo...y pensar que con la piel de montones de bichos de éstos les hacían las capas a esos cabrones de reyes orondos y medio retrasados... El puntito negro es la punta de la cola...así que calcula cuantos hicieron falta para cubrirle el cuello al felón éste de la foto que huyó (como todos los borbones) cuando vio que la cosa pintaba mal. Encima, cuando volvió, después de miles de muertos y que el pueblo se dejara la piel para  mandar a tomarpolculo al invasor, lo recibían con aplausos y vítores y lo llamaban "el deseado"...joder...200 años de diferencia y es que no aprendemos ¡eeeeeh!...bueno, que esto no tiene nada que ver...que vimos un armiño (o armiña) bien majo (o maja) saltando de piedra en piedra (o de piedro en piedro) y ya está.
Lagos de Paderna nuevamente y llegamos a la Renclusa donde arreglamos cuentas y echamos cuatro tragos antes de bajar a la Besurta sorteando gente que sube.
Poco más. Trago de cerveza en Benasque (joder, es que sigue haciendo un frío que pela) y viaje a Biescas que algunos hoy tienen fiestuki, otros no y otros tenemos...tenemos...tenemos que ducharnos y....bueno lo que surja.
La última foto es de cuando subimos al pico de Alba. En ella se ve, en primer plano, el diente de Alba y todos los que, en nuestra inocencia e ingenuidad,  pretendíamos recorrer además de la Maladeta al fondo a la derecha, como los evacuatorios de los bares.
Hala pues...

martes, 8 de octubre de 2013

LEZE

Pues la verdad es que no se exactamente lo que es...si una cueva que se transita como un barranco o
un barranco que es una cueva...la Leze es uno de esos lugares de los que siempre habíamos oído hablar y a los que siempre había que ir pero que nunca se iba...hasta ayer lunes. Que sí, que si, que soy funcionario, que tengo muchas fiestas, que estamos hundiendo el país y que todo lo que nos hacen (incluido lo de robarnos días de libre disposición y la paga extra se nos está de cojón...por vagos y maleantes). Bueno pues al final somos ocho los vagos y maleantes que coincidimos un lunes tonto de octubre para marchar más allá de Pamplona a bajar un barranco...que ya hacen falta ganas. Para que veáis, queridos y queridas lectores y lectoras de este blog lo heterogéneo del grupo, nos hallábamos allí desde maestros a guardia civiles y desde cocineros a trabajadores municipales o conductores de ambulancia. Encima, entre nosotros, algunos no nos conocíamos con lo que el día, de entrada, tiene pinta de ser interesante.
Un grupo salió el domingo por la tarde. Otro, en el que me encuentro yo, salimos el lunes de mañanas para juntarnos todos a las nueve y media de la mañana en el parking tras dos horas justas de coche...pues tampoco está tan lejos esto...como Rodellar, más o menos.
Saludos, presentaciones...todos sin excepción (y ya es raro) parecen buena gente.
Organizamos material, repartimos el común y arreamos que la mañana está fresca y lo que menos apetece es estar en pantaloncito corto. Encima, se acaba de poner niebla matutina que todavía baja más la temperatura y humedece el ambiente.
Pues, como nadie habíamos estado aquí, lejos de nuestro ecosistema, y como este lugar pertenece a un territorio ignoto, habitado por las belicosas tribus septentrionales  me he traído un track en el Gipi que nos llevará al inicio del barranquillo-cueva en cuestión.
Al principio llanea entre grandes robles pero enseguida cogemos una ladera a cuchillo. El camino aparece y desaparece pero con el track no hay problema. Una hora nos cuesta llegar a un collado por terrenos calizos igualitos a los de Guara con la salvedad que aquí, en vez de buxos y aliagas encontramos helechos y hayas, algunas de ellas de gran porte.
En el collado desaparece el camino. Tenemos ante nosotros, por donde va el track, una bajada jabalinera por un espeso hayedo. No es difícil pero está muy empinao, muy húmedo y muy resbaladizo. Después de alguna caída, de muchos resbalones y de bajar agarrándonos a las ramas con manos y cola como los gibones, llegamos a un lugar mágico, frondoso y paradisiaco. Ante nosotros
se abre la boca gigantesca de la cueva (por cierto, cueva en vasco se dice Leze, de allí el nombre) por donde desaparece un río, con agua suficiente para dar a las cascadas precedentes y adyacentes alegría y cosas güenas, como la Macarena.
Un bocao rápido, cuatro tragos de vino y nos calzamos el neopreto.
El primer rápel, desde un árbol, te deja en la boca propiamente dicha. Más allá la negra oscuridad, el averno, el tártaro, el abismo insoldable...que no!!!! que el sitio es bien majo!!!
Bajamos todos y enseguida nos organizamos de forma y manera que mientras el primero instala el rápel, el último recoge y avanza hacia adelante para montar el siguiente. Con esta compenetración vamos avanzando muy rápido, tanto que decidimos parar y relajarnos un rato que si no esto nos lo ventilamos en zerocoma.
Hace mucho rato que hemos dejado la boca atrás y, si apagamos los frontales, la oscuridad es absoluta.
Estudiamos un poco el fenómeno geológico que ha dado lugar a tan singular paraje.  Casi con total seguridad estamos dentro de calizas del cretácico que formaron una barrera en dirección este-oeste a la vez que se formaban los Pirineos y que ahora se llama la Sierra de Altzania. El simpático río que nos acompaña, en su constante fluir hacia el sur, se encontró una barrera aparentemente inexpugnable e infranqueable ya que el agua, entre sus múltiples virtudes y atribuciones, no posee la de subir hacia arriba...bueno, con una bomba si, pero ese ya es otro rollo. Decía que la barrera caliza tenía, queridos y queridas amiguitos y amiguitas, un
punto débil en forma de diaclasa que el líquido elemento, que otra cosa no pero paciencia y tiempo tiene un rato, aprovechó para ir fluyendo, ensanchando y dando forma hasta crear el paraje este que estamos disfrutando.
Bueno, que continuamos. Rápeles muy limpios de ejecución, la mayoría de 5-10 m. Instalados casi todos con pasamanos, y parabolt de a 10 con anilla. Esto está montao para bajar con grandes mangazos de agua, lo que hoy, afortunadamente, no es el caso.
Nos llama la atención encontrar durante todo el recorrido restos de hierros clavados en las paredes y algún trozo de tubería de hierro. Resulta que a principios del siglo XX, instalaron un tubo dentro de la cueva para bajar el agua a una minicentral que alimentaba una fábrica. Ojo las condiciones en las que curraría aquella gente para montar casi 1 km de tubería de hierro aquí dentro. Una riada se ocupó de mandarlo todo al garete a los pocos años para demostrar que la naturaleza, a la postre, hará de nosotros y de nuestras obras lo que le salga de los mismísimos.
Se empieza a ver luz. ¿Ya? No pué ser.... Pues sí, cada vez hay más claridad hasta que aparece, en una vuelta y casi por sorpresa, la gigantesca boca de salida.
Corto no, lo siguiente. De todas formas, desde que sales a la luz todavía queda un par de rápeles y una zona de marmitas destrepables bien majas. Hasta hay un minisifón para remojarnos el cerebro antes de llegar a una pequeña presa donde, ahora si que si, termina todo.
Oye, muy majo esto ¿eh? Y muy majo el día y la gente y el ambiente y todo tú...ha merecido la pena venir hasta aquí.
El sitio donde se dejan los coches, que esta mañana casi no nos ha dado tiempo de verlo, también es bien majo. Es una especie de área recreativa con mesas, bancos y barbacoas en medio de un bosque de robles bien majos.
Comemos, que estos tíos se han traído aquí de todo, y pensamos que hacer. Mientras algún sobrao dice de ir a la Boca del Infierno en Echo o al Diablozulo la mayoría nos decantamos por comer tranquilamente, echar café y galimba o viceversa y emprender la vuelta a casa para llegar a buena hora y algunos ir acumulando churripuntos para que la parienta les deje salir más pronto que tarde a hacer estupideces de éstas.
Así pues, Tito, Andrés, Ignacio, Manolo y Alberto marchan en una furgoneta petada de trastos y gente, que más parece un coche de magrebís de vuelta a su país después de la vendimia francesa que una furgoneta de barranquistas, Vicente, Pol y yo, marchamos en otro. Aún paramos en Liédena a echar otra galimba antes de llegar, más contentos que paqué a nuestros respectivos lugares de habitación.
Me da a mi que no va a ser la última vez que iremos juntos a algún fregao de éstos.
Hala pues...

miércoles, 2 de octubre de 2013

BARRANCO DE PEÑA YERMA, JABARRANKLING IN THE PYRENEES

En el wonderful world of the barrancos pirenaicos los hay de varias configuraciones, maneras y/o
tipos, a saber:
-Ríos con agua permanente, poca o mucha dependiendo de la época y de las condiciones climáticas. Por ejemplo, Gorgas negras en el río Alcanadre
-Afluentes de estos ríos con caudal estacional. Por ejemplo, el Mascún o el Consusa.
-Afluentes de estos afluentes, que alguna vez, a lo largo del año, llevan agua. Por ejemplo Os Cochás o qué se yo...el Escomentué.
-Afluentes de afluentes de afluentes de ríos. Por ejemplo Peña Yerma
Desde un punto de vista barranquista-explorador- aventurero-adrenalínico podemos hacer la siguiente clasificación:
-Barrancos  imprescindibles y que todo barranquista ha de realizar una vez en su vida. P. ej. Gloces
-Barrancos que merece la pena hacer pero que, dependiendo de como te coja el día o las ganas te dejan más bien frío (y no es por la temperatura del agua). P. ej. Portet o Gabieto.
-Barrancos prescindibles, que no aportarán nada a tu vida deportiva y sexual. P. ej. Moliniello
-Barrancos que no se los recomendarías ni a tu peor enemigo. P. ej. Fenés
-Por último está Peña Yerma.
Y ojo, que no quiero decir con ésto que no merezca la pena...que en peores plazas hemos toreao...bueno, vamos allá con la crónica, juzgad vosotros y vosotras mismos y mismas amiguitos y amiguitas.
Domingo, ocho de la mañana. Después de un día y una noche lluviosa a muy lluviosa con chubascos dispersos más fuertes en la Ibérica y Pirineos, cruce de guasaps. Desde luego, por frío y porque sigue lloviendo, Forronías, que era la primera opción, descartado. Barrancos secos tendrán que ser.
Leí hace poco que habían abierto unos en los farallones de conglomerado de San Chuan de la Peña, al lado de Sta Cruz de la Serós...lo sugiero, parece bien...vamos allá J.C, Silvia, Pol y yo.
Aparcamos con un coche donde se coge el camino para subir al Cuculo, pasado Sta. Cruz y con el otro iremos hasta el monasterio nuevo. Cuando estamos preparando todo, un APN, al ver las cuerdas, arneses y demás artilugios que portamos, detiene el vehículo, nos pregunta y nos advierte que, a partir de allí hasta allá, no se puede escalar, ni bajar barrancos ni escalar en hielo ni ná de ná que los quebrantahuesos, pobrecicos míos, están desganaos y nuestro paso interfiere en su vida reproductivo-afectivo-sexual. Vale, vale, señor agente. Nosotros vamos para allí, sabusté???
Bueno, pues entre prepararnos y subir con el otro coche empezamos a andar a las 11 o puallí. Hay que volver hacia atrás, coger la pista que sube al repetidor casi hasta el final y luego otra que se desvía a la derecha. Hasta aquí, chachi. Está completamente nublado pero no llueve...a sí, que está empezando a llover ahora. Buscamos un camino que, supuestamente, está bien marcado y, misteriosamente, lo encontramos a la primera. Nos introducimos en un bosque precioso de pinos, abetos y hayas sembrado de robellones, rebichuelos o níscalos...hombre, no me jodas...será posible??? seguro que vienes con intención de coger y no vemos ni uno. Bueno, a lo que veníamos...que la senda sigue más mal que bien, que se acerca a los abismos que se intuyen a la derecha pero que cabecera de barranco no se ve por ningún lado.
Una hora estamos jabalineando por allí, metiéndonos en recovecos, volviendo sobre nuestros pasos, dejando robellones... hasta que alguien ve, en una ladera emboscada, una cuerda con un maillón atada a un haya.
Paramos, comemos aliviados (ya me veía yo volviendo a casa con las setas dentro el bote estanco y el APN esperándonos a la salida y multándonos porque así no se diseminan las esporas), nos equipamos y vamos allá.
Dos rápeles guarros sobre árboles movedizos en una ladera cada vez más inclinada nos llevan al comienzo de una grieta que, aparentemente, cae en picao hasta el barranco de la Carbonera. De hecho, vemos el coche que hemos dejado allá abajo a tomarpolculo.
Bueno, pues eso es. Hoy, esto es un barranco, hasta baja agua y todo...claro, está lloviendo...pero el resto del año esto es una grieta, al principio estrecha como el chichi de la Nancy, donde hay que hacer contorsiones  y posturas forzadas para pasar. Como aquí debe bajar agua de monzón en monzón, hay miles
de piedras sueltas (redondas, claro, para que rueden bien) que apenas las pisamos se van para abajo.
Hay que andar con pies de plomo para evitar tirárselas a los de abajo en todo el cráneo.
Poco a poco, se ensancha...no mucho, incluso vuelve a cerrarse de forma que no cabemos todos en las reuniones y tenemos que ir dándonos relevos.
Durante unos metros la cosa se relaja, sigue estrecha pero no hace falta cuerda...se va destrepando.
Encontramos reuniones, suponemos que de primera instalación, donde el que las montó era del club de amigos del puente de roca. Dan un yuyu que te cagas. Sin embargo, la mayoría son de parabolt de a 10 con cadena y anilla con lo que se deduce que lo han reequipado no hace mucho. ¿Dónde lo catalogo éste? desde luego en los imprescindibles no...pero tampoco es de los que no os recomiendo que perdáis un día aquí...la verdad que tiene su aquél, como aquella rubia a la que conocí en aquel garito y al principio me pareció poco agraciada pero luego, cuando empezamos a....estoooo, que me disperso, perdón....
El fin de fiesta lo constituye un rápel de 40 m. volado en parte, e instalado en un manojo de buchos (Buxus sempervirens para los listos) que se mueven cada vez que los tocamos...hosti tú...tiene que haber otra instalación...pues mira, no. Hala, o picamos una instalación nueva o nos colgamos de esta... ¿Habéis oído alguna vez el refrán que dice que nunca hay que confiarle la vida a un bucho? Son de madera muy dura pero son más falsos que las promesas electorales del PP... a la mínima parten.
Hala Pol, tú que ya has criao, tira pabajo.
Al final llegamos los cuatro para abajo sin más novedad. Ya está...ahora un paseíto de diez minutos siguiendo el cauce seco y al coche y la galimbilla...ya, ya...
Empezamos a bajar por entre el bosque hasta que un escalón de unos 10 m. nos impide el paso. Afortunadamente, una senda, hecha probablemente por el abad Aquilino (+ 1075. D.E.P.) y sin mantenimiento desde entonces, nos invita a ir a derecha o izquierda...la derecha, como norma, nunca trae cosas buenas...vamos por la izquierda a coger el barranco de la Carbonera cuyas aguas, cantarinas y cristalinas, oímos allí mismo.... ¡UNA HORA! ¡UNA HORA DE JABALINEO FEROZ! es lo que nos ha costado bajar al cauce del barranco que se oía allí mismo y coger la senda que sube al Cuculo...llevamos hojas, acículas, ramitas, palitos, yemas, yemas axilares, cofias, pedúnculos, acúleos, carpelos, estigmas, variedad de frutos silvestres y tierra hasta en los rincones más recónditos  de nuestros cuerpos serranos...sí, allí donde estáis pensando, también.
Hala, a comer al lado del coche y a limpiarnos. Lo malo de esto es que Silvia y JC se limpian mutuamente, como buen matrimonio que son...joder, a mi me toca limpiarle la espalda peluda a Pol...brrrrrrr...que sensación más rara....es como cuando acaricio al Yeti sin ser el Yeti...
Pues después de comidos (el bocata eeeeh!!!) y sacudidos, cogemos ambos coches, nos hacemos una visita culturofrutícola por Sta. Cruz y nos vamos a echar una galimbaza, que hoy, como siempre, nos la hemos ganao...
Cachisssss...está cerrao Esculabolsas...no passsa ná...será por bares de aquí a Villacloro...
La última foto no es mía...la he sacado de esto de internete para que os hagáis una idea de donde están los barranquillos en cuestión y aquí está la topo por si queréis ir un día a disfrutar del nuevo deporte de moda, el jabarrankling.
Hala pues...