domingo, 28 de marzo de 2010

RESCATADA UNA FAMILIA EN ERATA ESTE DOMINGO

Miembros del G.R.I.P.E. (Grupo de Rescate Intrépido PElaire) formado por un TE.LO.MA.MO. (TEcnico LOcalizador de MArrones en MOntaña) y un PE.DO.RRE.RA. (PErro DOmesticado para REscates RApidos) procedieron al rescate de una familia que se hallaba perdida, con síntomas de hipotermia y desnutrición, en la ermita de San Benito de Erata, a 2000 m. de altitud en el término municipal de Biescas. La familia, domiciliados en Palestina, responden a las iniciales de J., de profesión carpintero, M, de profesión sus labores, y un menor de edad que responde a las iniciales de J.N. Todos se hallaban acompañados de tres extranjeros (uno de ellos de color negro) que responden a las iniciales de M, G y B.
Tras recibir una llamada en el centro de emergencias 069 S.O.S. Sobrepuerto, se activó el dispositivo de búsqueda y rescate a las 16:30 de la tarde. El técnico y el perro emprendieron la marcha desde la denominada Ermita de San Chuan y, después de una hora hundiéndosen hasta los testículos, llegaron a donde se hallaba el grupo con claros síntomas de hipotermia y nerviosos ante la situación vivida. Aseguraron a los miembros del operativo de rescate, que habían sido abandonados allí el día 21 de diciembre por unos desaprensivos y que, desde entonces, habían aguantado lluvias, nieves y ciclogénesis explosivas refugiados en esa pequeña construcción.
Todos han sido evacuados por los miembros (con miembro ambos) del grupo de rescate y ahora se recuperan en un cajón de la traumática experiencia sin que se les hayan apreciado problemas serios de salud.
Hala pues...

lunes, 22 de marzo de 2010

FLORECILLAS TEMPRANAS, y 2

Queridos amiguitos y amiguitas, seguimos hablando de las lindas florecillas que están ahora despertando del largo, duro y frío invierno. Ya ha entrado la primavera y ya empezamos a ver cosas interesantes. Han florecido, o están a punto de hacerlo, los tusílagos (1ª foto). Los veremos en cunetas de pistas, orillas de sendero y en zonas más o menos encharcadas. Lo primero que llama la atención es que es una planta sin hojas. Y es que, primero saca las flores con las reservas acumuladas el año pasado y, luego, sacará las hojas encargadas de fabricar las reservas de este año, que guardará en la raíz, para empezar nuevamente el ciclo el año que viene. El nombre latino es Tussilago farfara que viene a significar "para quitar la tos" Esta plantita se usó en toda Europa para eso. La forma como lo hacían varía de unas zonas a otras pero, básicamente, se colocaban nueve cabezuelas florales en 1 litro de agua y se dejaban macerar durante siete o nueve días. Ni Inistón, ni juanolas ni caramelitos de menta ni leches. Con eso se apañaban nuestros ancestros.
Otra planta que ya está florecida es el Crocus nevadensis (foto 2). Propia de lugares secos, es una bulbosa de la misma familia que los lirios. Y hablando de bulbosas, están empezando también a salir los narcisos. Contaban los griegos que Narciso era un hermoso joven, aproximadamente como yo. Tan hermoso era que llevaba de calle a todas las mozas, ninfas, muchachos y demás gente con la que se encontraba (más o menos lo que os pasa a vosotros cuando me véis). El rollo es que el tío se hacía el duro y pasaba de todo el mundo. Al final, la diosa Némesis (la venganza) lo castigo y le lanzó un hechizo (maldau para los fabloparlantes) que hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en la orilla de un río. El tío, hace falta ser pringao, con la de mujeres guapas que hay por ahí..., quiso abrazar la imagen, se cayó y se ahogó. En el lugar donde palmó (por gilipollas) nació una hermosa flor con su nombre. Bueno, pues después de la lección de mitobotánica o botánica mitológica saber que en el Piri hay seis especies de narcisos a saber:
Narcissus alpestris, blanco, grande y de floración muy temprana (foto 3), N. asturianensis, amarillo, más pequeño, de floración muy temprana (de hecho ya debe estar florecido) y solo presente en la mitad occidental del Pirineo y a no mucha altura (macizo de San Juan de la Peña, monte Cuculo...) (foto 4).
N. pseudonarcissus. Grande, amarillo, de floración estival y extraordinariamente abundante en la cabacera de algunos valles. La zona de Formigal, antes de que Arramón los arrase para construir otro megachachipirulisnowpark, es el sitio ideal para ir a verlos (foto 5).
Luego está el N. assoanus dedicado al insigne botánico y cura aragonés Ignacio de Aso (A que no lo conocíais ¿verdad? Sin embargo a la Belén Esteban, a Rociito, a la novia del marques de chorrapelada y a su puta madre si ¿verdad? Ya os vale, ya...). Bueno, pues la florecilla en cuestión sale por estas fechas y siempre en lugares secos. Tiene un perfume muy intenso y agradable (foto 6).
Para acabar, que ya me canso de escribir y a vosotros se os atascará el cerebro de tanta información, hay dos muy escasos, y de los que no tengo fotos. Son el N. abcissus de zonas altas y que se confunde con el pseudonarcissus y el N. poeticus, que solo se cría en el Pirineo oriental aunque allí es bastante abundante.
Bueno, pues nada...eso es todo por hoy. Que vaya bien, ehhhh!!!!. Comeros todo lo que os den y abrigaros. Y no contestéis y decir siempre gracias cuando os ofrezcan algo.
Hala pues...

domingo, 14 de marzo de 2010

SUBIR ES SALUDABLE, BAJAR....BAJAR ES COJONUDO

Hasta que te pegas una hostia, como ha sido el caso. Salgo de casa a las siete de la mañana y con todos los bártulos me subo a la frontera. Había pensado subir al pico Estremere por el corredor oeste y luego, con raquetas, hacer la cresta hasta el Peiralún. Llego a la frontière y hace un aire y un frío que pela. Boiras se descuelgan por los collados y, la verdad, no me apetece un pelo pasar frío otra vez. Vuelta al coche, café en la gasolinera de Formigal y me planto otra vez en casa justo cuando la family se despierta. Me cambio de modelito y me cojo la bici. Me voy a subir a Güé, que hace días que me ronda por la cabeza. Salgo por la pista de la chopera hasta el cruce de Arguisal. Allí, cojo el desvío pal pueblo, subo las primeras rampas (duras de cojones estando frío) y, en una curva cerrada a derechas, cojo una pista que ya no dejaré hasta arriba. La pista empalma con otra y empieza a subir muy fuerte con pequeños rellanos que se agradecen. Cuando llevo siete km de subida aparece la nieve. Primero son manchas en las que hay que desmontarte, después, donde no la hay, aparece el barro pegajoso y viscoso hasta que la pista se mete en la cara norte del monte y allí...desaparece sepultada por un metro de nieve. Pinos caídos, nieve a punta pala...estoy a punto de darme la vuelta cuando veo que, hace pocos días, han pasado al menos dos descerebraos, como yo, porteando bicis . Las huellas son de subida así que...por algún lao se podrá bajar en seco. ¡9 km de subida empujando la bici por encima de la nieve y saltando pinos! ¡Joder, que cansera!. Al final se llega a un collado en el que ya se ve la punta del monte. No hay posibilidad de error. Arriba hay una torre de vigilancia de incendios que parece la de control del aeropuerto de Franckfurt. 700 m. de desnivel hasta aquí (la mitad con la bici en la mano), 15 km, 3 horas justas, me estoy haciendo viejo. Paro un rato, me como una mandarina, que me sabe a gloria, y miro el pedazo de repecho (corto pero intenso) que me queda pa llegar arriba. Un esfuerzo más y ya estoy. 1579 m.s.n.m. El día cojonudo. Se ve hasta el fin del mundo desde aquí. Nueva paradita, alguna foto (aunque las tendré repetidas porque pa este monte habré subido por la senda una docena de veces) y p'abajo por la senda. El principio es chungo, casi no te puedes montar pero cuando llega un pequeño rellano...la bajada es cojonuda. Muy rápida, por sendero perfectamente limpio y con las piedras justas pa darle vidilla. En una de estas, me dejo llevar por la euforia, lanzo la bici más de lo que debería....y cuando me doy cuenta estoy volando por encima del manillar y aterrizando sobre unas piedras puestas allí por el Sumo Hacedor pa joderme el día. Me muevo despacito y solo me duele la muñeca aunque rota no está. ¡Ya sería que me tuviera que sacar de aquí el Gran Pájaro de Hierro! ¡Menudo borrón en mi currículum betetero-capullo-montañero! Cojo la bici y tampoco está rota (aparentemente, por lo menos). Ahora bajo despacito, trazando bien las curvas y sin cantearme ni un pelo. El cuentakilómetros. Me doy cuenta de que es la única víctima. Este si que ha fallecido. Llego a la pista del campamento y bajo despacio notando en la muñeca hasta la piedra más pequeña que cojo con la rueda. Las dos de la tarde. Cariño, ¿Ya habéis comido? ¿No? Pues hala, baja a buscarme a la gasolinera de Senegüé que me he pegao una hostia, me hace mal la muñeca y no me apetece subir pedaleando con viento en contra hasta casa.
Tras una ducha, comer como un gorrino, buena siesta y voltarén abundante ya se ve la cosa de otra manera. Ha estado bien. Quizá el sobo de subir no compense la media hora escasa de bajada pero aún así...repetiré. Pero que no haya nieve ¡ehhh!!!!!
Hala pues...

domingo, 7 de marzo de 2010

BACHESANGO, CON RAQUETAS

¿Bache...que????? ¿Y dónde coño está eso? Pues, en la puerta de casa, colega. Nos empeñamos siempre en ir a los mismos sitios y hay montañas que, por motivos que se me escapan, no sube ni Dios. Son, lo que vulgarmente se conoce, como el culo del mundo o lugares donde Cristo perdió las alpargatas. Pues ayer nos fuimos a uno de estos lugares. Bachesango está al sur de la sierra de Tendeñera, entre el barranco del Infierno y el Sía. Montañas de flysch que sirven de contrafuerte a las sierras interiores y desde las que obtenemos prespectivas inusuales de otras montañas más conocidas. Algunas son fácilmente accesibles y otras, como ésta, no son difíciles técnicamente pero hay que sudar para llegar a ellas. Ayer, cuatro aguerrid@s montañeros, Roberto, Ana. Bego y yo mismo (en compañía de Yeti) salimos de Biescas a las 7:30 de la mañana. Dejamos el coche un km más allá del cruce de Yesero y empezamos a andar por una pista que sale a la izquierda de la carretera. Durante dos km, aprox. se mantiene en suave ascenso, dirección oeste, alejándonos de nuestro objetivo hasta llegar a un lugar en el que termina y enlaza con una senda. Sube muy marcada hasta un collado en el que empezamos a pisar nieve. La nieve, muy dura, nos permite avanzar con rapidez por la cabecera del barranco d'as Canals. Llegamos a la altura de un megapino, declarado árbol monumental, (lo llaman, en Yesero, Pino d'as tres llaves) y, a partir de aquí, prácticamente desaparece el camino. Pinos caídos, buchos doblados por la nieve y que, al pisarlos te hundes hasta los genitales, la cuestión es que, durante 20 min., avanzamos haciendo jabalining hasta que llegamos a un contrafuerte en el que hay una paridera en ruinas y desaparece, por fín, la vegetación. Casi tres horas hasta aquí sin descuidarte nada. Un bocao rápido. Desde este punto se ve perfectamente la ladera por la que hay que subir. Nos calzamos las raquetas e iniciamos el ascenso. Nieve muy dura, perfecta para las raquetas. Aquello cada vez se empina más. Durante hora y media larga se sube por un pedazo de pala hasta llegar a una cresta donde casi te das de morros con la sierra de Tendeñera. Magníficas vistas en todas direcciones. Al norte las murallas calizas de Sabocos, al oeste toda la sierra de Partacúa, al sur el cordal de Manchoya-Erata y al este todo el macizo de Monte Perdido, Cotiella y el Turbón. Todavía no hemos llegado. Hay una cresta, hoy afilada y venteada que, en veinte minutos te lleva a la cima casi en frente de Tendeñera. 2256 m. Se ha parado el viento y hace un día cojonudo para estar aquí. Un trago de bebida energética y vigorizante traída por Roberto, un cigarrico cortesía de Ana y para abajo. En el descenso hay que extremar las precauciones. La nieve sigue muy dura y, un resbalón, al no llevar piolet, nos mandaría a la punta de la torre de Yésero. Nos cuesta lo mismo bajar que subir. Llegamos a comer a la mallata. Antes no me había fijado. Hay un montón de piedras talladas con iniciales, fechas y símbolos protectores. La fecha más antigua es de 1854 y la más moderna de 1949. Volvemos sobre nuestros pasos. Hacemos jabalining más rato del que nos gustaría. Encima ahora la nieve está blanda y te hundes hasta el cuello en algunos lugares. Al final, cogemos nuevamente el camino (que ahora se hace largo, pesao y aburrido) y nos plantamos nuevamente en el coche. Las cinco de la tarde. Nueve horas en total, 1200 m. de desnivel, sobre 15 km de distancia, el Yeti cojo de la pata de delante. Nos hemos ganao unas cervezas ¿no?.
Una no, en mi caso hasta tres en Biescas entre risas y buena compañía.
Hala pues...

jueves, 4 de marzo de 2010

FLORECILLAS TEMPRANAS

Hoy, queridos y queridas amiguitos y amiguitas vamos a hablar de las florecillas que anuncian la primavera y que, en algunos lugares, ya empiezan a dejarse ver. Quizá su propia abundancia las haga pasar desapercibidas pero, un paseo por cualquier bosque cercano a casa (los que viváis en una ciudad grande os jodéis, que vosotros tendréis cines, teatros y tiendas de chinos pero de ésto no) nos mostrará una variada flora ya en esta época postinvernal. Veremos prímulas, cuyo nombre, como sagazmente habréis adivinado, significa "primavera". Hay varias especies, la más comun es la Primula acaulis a la que corresponde la primera foto. Para los fabloparlantes esto son "cuculetas". Estas son propias de bosques umbríos y de lugares donde no da demasiado el sol. Dentro de este género están también la P. elatior y la P. veris. (Foto 2 y 3). Estas son de floración muy temprana pero las encontraremos, normalmente, en pastizales alpinos al poco de que se haya ido la nieve con lo que florecen en torno a mayo-junio. Que no, que no son iguales. Todo los véis amarillo y verde pero fijaros y veréis que hay diferencias notables. Para acabar con este género de florecillas, queridos y queridas amiguitos y amiguitas también podemos encontrar, esta ya en pleno verano, en zonas altas y cerca del agua la Primula farinosa de color rosa y más pequeña que las anteriores (foto 4). Otras que veremos en esta época florecidas son las hepáticas, del griego épatos "hígado". Y es que la forma de la hoja, con mucha imaginación y mucho tiempo para cavilar, recuerda vagamente la forma de esta víscera que debéis tener todos echa polvo ¡Borrachos! (Foto 5) ¡Más os valdría salir más al monte e ir menos a los bares a chupar garrafón! Las hay moradas y blancas siendo más comunes las primeras. Otras florecillas tempraneras son las violetas que, como su propio nombre indica, son de color violeta. Hay un montón de especies diferentes y algunas, por joder, no son de este color si no blancas o amarillas. Todas tienen un espolón lleno de néctar para atraer insectos y las podemos encontrar en bosques umbríos, al lado de las paredes y orillas de camino siempre que no les de el sol directo. Aunque, si hablamos de flores tempranas la que se lleva la palma es la rompenieves o Galanthus nivalis. Preciosa florecilla propia de hayedos (o fabares pa los fabloparlantes) que florece incluso antes de que se funda la nieve. No es abundante y siempre resulta una alegría encontrarla. Es la de la última foto. No es que estén pochas ni que agachen la cabeza avergonzadas al verme acercar pues su belleza palidece ante mi porte varonil, mi elegancia, mi saber estar, mi....¡Abuelo, la pastilla!!!! ¿Que? ¡Ah, si!, decía que tienen la "cabeza", o corola para los que tienen estudios, invertida para proteger lo más valioso que tienen que es, como en la mayoría de vosotros, los órganos reproductores (llamados androceo y gineceo en las florecitas del campo y pilila y pichín en el resto de los seres vivos que, con ellas, compartimos este planeta). Al florecer tan temprano, una tormenta, una nevada, una ciclogénesis explosiva o cualquier otro fenómeno meterorológico adverso podría estropear dichos órganos dando al traste con las esperanzas reproductoras de la florecilla en cuestión. ¿Veis? He tardado pero ha merecido la pena...¡Cuantas cosas aprendéis conmigo!
Hala pues....