domingo, 26 de febrero de 2012

SEMANA POSTGLACIAR

Pasados ya los fríos polares, siberianos y antárticos, esta semana ha sido rara. Fríos amaneceres pero tardes primaverales. Apetece salir, después de tantos días de frío, por otro lado el monte está que da asco verlo. Completamente seco, sin nieve ni arriba ni abajo...no recuerdo un invierno tan ruinoso como este.
El miércoles, salí de casa sin rumbo. Cogí el camino que recuperamos hace unos años y, en menos de una hora, me planté en Escuer viejo. Es un camino majo, que sube a media ladera y te deja justo debajo de la torraza, un edificio del siglo XV todavía bien conservado. merece la pena verlo. Hace tres años, el Ayuntamiento de Biescas lo consolidó y lo dejó listo para unas cuantas décadas más. Consta de una torre de tres pisos (en origen tuvo cinco), un recinto amurallado y una capilla, dedicada a Santiago, que forma parte de la muralla y es más un edificio diseñado para la guerra que para rezar.
Hasta allí, el camino recorrido estaba señalizado como PR. A partir de allí, sale una senda, marcada con brochazos de pintura blanca en piedras y árboles, que nos va a llevar hasta Yosa. El recorrido es muy majo, con preciosas vistas hacia el valle, hasta que te metes en la cara norte del monte y enlazas con la pista que va por la selva de Yosa. De allí, por Mundarei a casa casi anocheciendo. Pues ha estado bien. 600 m. de desnivel y casi 10 km. de recorrido. El track aquí.
El viernes estaba previsto que nos fueramos a Ochagavía, a intentar hacer una circular para subir al Orhi, conocer un poco ese valle y la selva de Irati. Por motivos ajenos a nuestra voluntad no pudo ser y me quedé sin planes y con un tiempo cojonudo que había que aprovechar. Así pues, después de currar, me hice la vuelta a Susín en BTT volviendo por la Torraza de Lárrede, otra torre del siglo XV, nacida para los mismos fines que la anterior, y recientemente restaurada. La verdad es que es un recorrido muy majo para una tarde.
El sábado sigue haciendo un tiempo inmejorable. Salgo tarde y sin rumbo de casa. Al valle lo descarto. Hay una cola de coches en la gasolinera que, a cualquier sitio que vaya, me va a costar una hora llegar. ¿Y si me voy pa Sobremonte? hace días que no ando por aquí y lo tengo al lado de casa. Subo hasta Betés y dejo el coche en unos campos pasado el pueblo. Últimamente, alguien de por aquí está limpiando y señalizando caminos haciendo una labor cojonuda. Encuentro una senda que me lleva a cortar la pista que sube al repetidor de Zerruza y continúa ladera arriba. Las vistas empiezan a ser cojonudas una vez rebasada la zona de pinares hasta que llego hasta la Mallata de Betés. Situada en un mirador excepcional, la mallata es uno de esos sitios con magia que de vez en cuando te encuentras por estas montañas. ¡Cuantísimas noches habrán dormido aquí los pastores! ¡Cuantísimos miedos, tormentas y sueños habran pasado entre esas piedras! Y todo con unas vistas increíbles hacia el valle. Claro que la visión idílica que tenemos de estos lugares, nosotros, urbanitas que venimos aquí porque nos da la gana y que cuando bajemos, aquél mismo día, tendremos luz, calefacción y una ducha caliente, no tiene nada que ver con los sentimientos de aquellas gentes que estuvieron allí porque no tenía otro remedio, porque de algo había que vivir y que, si hubieran podido elegir, no hubieran aguantado tormentas y calores en ese lugar que ahora nos parece tan chachipiruli.
Con estas cavilaciones, cojo el lomo que baja directamente desde la punta Fazera a la que llego en poco más de hora y media desde que he salido. Dosmil y pocos metros, ni gota de nieve, con una temperatura primaveral y sin nada de viento.
Voy improvisando sobre la marcha.De la punta Fazera subo hasta Burrambalo, situado a pocos minutos. Echo un bocao arriba, se está de cine. Ante mí, hacia el oeste, se desarrolla un cordal herboso que culmina en la punta Petruso, punto culminante con sus 2198 m. pasando antes por Sarrataclau y as Peñas de Aso. P'alli que me voy. ya he estado por aquí dos o tres veces, pero es un sitio majo y todavía queda día para andar. Una vez llegado a la punta Petruso (podía haber obviado todas las demás puntas bajando un poco hacia el sur pero he preferido ir por encima de todas) tengo en frente a Punta Canales. Me planteo subir a esta última pero una vez llegado al collado de Petruso me da pereza. Según el gipiese, llevo 8 km andados y más de 1000 m. de desnivel acumulao. Además, si la subo, tengo que bajar varios km por la arista hasta donde sale el GR 15 y, de allí, coger una senda de ganado que bordea todo el circo del barranco de Aso. Pufff, ya vale por hoy. A media ladera, enlazando sendas de ganado, voy bajando hacia una senda muy bien marcada que me llevará, en una hora más, a la mallata Juan de Freda. Qué nombre más curioso ¿verdad? La mallata (o majada, o refugio pastoril) de un sujeto llamado Juan de casa Freda será ¿no?. Pues no, queridos y queridas amiguitos y amiguitas de la toponimia pirenaica. La mallata Juan de Freda significa, literalmente, la majada de la fuente fría. Proviene del aragonés Fuande-Juande "fuente" y éstos del latín "fontis" y de Freda "fría", claro como un libro abierto, si lo sabes leer, claro... El caso es que el paraje es cojonudo para pasar la noche un día de estos (con buena compañía sería idealdelamuerte). Echo un bocao en la puerta del refugio. Enseguida se me acercan dos perros de cazadores. El Yeti hace amistad con una perra. Con el otro, que aparentemente es masto, no. No hay perro que no se parezca al amo...dice uno que curra conmigo.
Bueno, pues, desde aquí, ya hay una pista que, sin pérdida, te deja en otra y ésta en la senda de subida, al lado del coche.
Pa ser que he salido sin rumbo, 13 km y 1070 m. de desnivel. Algún día me voy a salir de la provincia... El track aquí
Hala pues...

lunes, 13 de febrero de 2012

VUELTA POR RIGLOS

Pues esta era otra de esas rutas que estaban en el tintero desde hace mucho tiempo. Pero en verano por ahí hace mucho calor y el invierno es para hacer otras cosas...que este año, en pleno invierno, no se pueden hacer por el excesivo frío y sobre todo por el viento este que nos va a volver locos. Afortunadamente, también, ésto es uno de los recursos que le quedan a la madre naturaleza para dejar claro quién manda aquí. Bueno, el caso es que hay pocas alternativas para salir al monte y menos con críos. Nos vamos, otra vez y ya van no sé cuantas este invierno, al sur. Han dado un día "glaciar", así que hay que madrugar poco. A las nueve en Sabi. (-10ºC) Vamos Pol con los dos críos-sarrio, Kankel, Rubén y yo, más dos chuchos. En poco menos de 45 min llegamos a la Peña donde dejamos el coche. (-5ºC). Lo único que circula por estas carreteras son cazadores. No hemos visto más que todoterrenos con remolques y gente disfrazada de marinenasiopamatá. A un par de km del pueblo, una vez cruzado el Gállego y la cola del embalse, hay una explanada con indicaciones de Gr y Pr. Aquí dejamos el coche. La ruta, una circular, se puede hacer en ambas direcciones pero decidimos empezar por Escalete para que luego nos de el sol el mayor número de horas posible. Se anda bien al principio pero hace mucho frío. Enseguida nos metemos en la visible Foz de Escalete y al poco nos empieza a pegar el sol. El camino, en realidad una pista, sube suavemente, pasa al lado de la pardina que da nombre al paraje y continúa subiendo hasta llegar al punto más alto de la ruta. Paisaje curioso. Estamos en la zona afectada por el incendio de hace una década. Al norte se ve el Piri, desde el Anie hasta el Bachimala y al sur se empiezan a intuir los mallos de Riglos. Bajamos hacia el sur, vigilados en todo momento por Peña Ruaba, situada al oeste, hasta que llegamos a un collado desde el que se puede bajar directamente a Riglos, entre el mallo Firé y el Pisón. Es el llamado "caminito del cielo" que rodea todo el macizo. Nosotros cogemos la senda a la izquierda para, ya que estamos, rodearlo todo y bajar por la senda entre el mallo Colorao y la Visera.
Una sola cordada había hoy escalando. Estaban en el último largo de la Zulú demente. La verdad es que, no es día para escalar Aunque nos está pegando el sol de recio sigue haciendo frío y viento. Nos desviamos del sendero más trillado y bajamos directos por otro hasta la iglesia donde paramos a comer.
De allí, por debajo del Pisón, vamos a coger la senda que vuelve a la Peña tras pasar por Carcavilla. La senda, sin ser difícil y sin apenas desnivel, empieza a hacer mella en los críos. Decidimos dejarlos en Carcavilla a donde se puede llegar en coche, al cuidado de Pol, y Kankel y yo vamos a continuar a buscar los coches. Carcavilla es un lugar interesante. Ahora es solo una central eléctrica pero en época medieval, el entorno estuvo ocupado por un castillo y un poblado llamado Cacabiello. Fundados por Sancho III, constituían la primera avanzadilla de la reconquista nada menos que en el siglo IX. En un pajar por el que pasamos, Ricardo Mur descubrió y dio a conocer lo que quedaba de la antigua iglesia (apenas una docena de hiladas de piedra en una pared). Adolfo Castán, por su parte, encontró las ruinas del castillo en la orilla opuesta. Poco después llegamos a la altura de la presa de la Peña y el camino desciende hasta las orillas del embalse. Nos quedan un par de km hasta los coches por una pista completamente llana. 18 km de recorrido. Más de 1000 m de desnivel acumulado...normal que se hayan cansao estos críos...si es que somos unos irresponsables descerebraos...hala, vamos a buscarlos.
Una vez recogido todo el ganao (y el pastor peludo) volvemos por la misma carretera. Parada para echar la galimbilla de rigor en Javierrelatre, en uno de esos bares con encanto, y pa casa.
A partir de ahora, y por si os interesa, con este invento del GPS, os dejaré los tracks aquí.
Hala pues...

viernes, 3 de febrero de 2012

¿FA FREDO U QUE????

Lo que no debería ser noticia, lo está siendo. Ya nos habíamos acostumbrado a los inviernos ligth y, mira por donde, de vez en cuando llega un invierno como los de antes.
Eso sí, los días son espectaculares. Los frentes que dejan nieve en la playa de la Concha o en la de la Pineda, gracias a la barrera de los Pirineos, precipitan en el otro côté dejándonos aquí disfrutar de nuestro amigo el foehn que nos da cielos despejados y vientos...vamos a decir molestos.
La combinación de mínimas de -17º C (según el termómetro que tengo en la galería) con vientos de 41 km/h (según el INM) dan unas sensaciones térmicas (o Windchill según los modernos) de ¡¡¡-40ºC!!! ¡Jodopetaca!
Esta tarde, con la ciática rondándome, me he dado un rulo hasta la cascada de Orós, que la tengo a 10 minutos de casa, para ver como estaba.
Y estaba, tal que así:

Pues eso, que estamos en invierno y que hace frío. Ya llegará agosto y nos quejaremos del calor.

Hala pues...