viernes, 16 de abril de 2010

HABÍA UNA VEZ...

Había una vez, un grupo de amiguitos de una asociación ubicada en un pueblo pirenaico que pasaban parte de su tiempo libre restaurando una pequeña ermita situada muy cerca de su pueblo. Estos amiguitos, no es que fueran especialmente religiosos, pero creían que el tiempo se aprovechaba mejor restaurando el patrimonio legado por nuestros antepasados para que lo disfruten las generaciones venideras, que atontándose delante de la tele o jugando al guiñote en cualquier bar. El caso es que, estos amiguitos, hace unos días subieron a reconstruir la ermita y colocaron una imposta de piedra, hecha por uno de ellos ya que era un buen cantero, para después, empezar a construir la bóveda. La dejaron colocada y, orgullosos de su trabajo, se fueron a sus casas. Pero, mira por donde, llegó a la ermita un HIJODEPUTA y creyó que esa imposta estaría mejor en su jardín o, probablemente, en algún hogar que se estaba construyendo. Así que el HIJODEPUTA, probablemente con nocturnidad y alevosía, arrancó la imposta y se la llevó a su casa después de derribar media pared. Y colorín colorado...este cuento no ha acabado.
No ha acabado porque volveremos a hacer y colocar otra imposta y, pese a malnacidos como el HIJODEPUTA antes mencionado, levantaremos esa ermita para que, nuestros hijos y nietos la disfruten.

Moraleja; sólo para el HIJODEPUTA.

No creo que sepas leer y, si sabes, probablemente con tus pezuñas te será bastante difícil encender un ordenador pero, si así fuera, que sepas que, de corazón, sólo te deseo que te salga una piedra en el riñón del mismo tamaño que la más grande que nos has robado. ¡CABRÓN!

Pues eso...

martes, 13 de abril de 2010

FINDE MONTARAZ Y FEMINISTA

Fin de semana bien aprovechado ya desde el viernes. La verdad es que había ganas de tres días seguidos de buen tiempo. El viernes, después de currar, me hice con la bici la vuelta por Iguarra, senda de Astés y la bajada por la caseta las brujas. Descripción de la ruta aquí: http://pirineosrutasyflora.blogspot.com/2009/08/btt-biescas-la-madre-de-todos-los.html
El sábado habíamos quedado con Ana y Bego para hacer el Cuculo, San Salvador y bajar por San Chuan d'a Peña hasta Sta. Cruz. Después de la experiencia en el Bachesango, no les apetecía otra vez pisar nieve. Así que quedamos a las ocho en Sabi y a las nueve empezamos a andar. Dejamos el coche en el párking de Sta. Cruz de la Serós y cogemos la carretera que sube a San Chuan. Tres km. de asfalto, que se hacen largos, hasta coger, en una curva cerrada a la izquierda, la senda del barranco de la Carbonera, al lado de un depósito de agua contra incendios. La senda, muy bien marcada, sube primero por pinar, luego por zonas de roca y, por fín, se mete en un magnífico hayedo. Este último trozo presenta una pendiente considerable hasta llegar al collado que separa el Cuculo de la cima de San Salvador. Un bocao rápido mientras flipamos de la cantidad de narcisos que hay. Están casi todos, el alpestris, el asturianensis y el assoanus. Aparte de Gageas y alguna flor más de floración temprana. Desde allí hasta la cima del Cuculo nos queda media hora por una ladera cubierta de arizón. Desde la punta (1555 m.), se ve todo el Pirineo en pantalla panorámica, tecnicolor y Full HD. Desde el Anie hasta el Posets, pasando por Cotiella, Midí o el macizo de las Treserols. La temperatura ideal de la muerte. Ni gota de viento y el día claro que casi te permite ver la curvatura de la tierra. Hay veces que no hace falta subir a ningún 3000 para ver un paisaje extraordinario. Bajamos nuevamente al collado e iniciamos la subida, corta pero intensa, que lleva a la cima de San Salvador donde hay una pequeña ermita. Aquí el paisaje se amplía pese a ser un poco más bajo. Aparte de todo lo que se veía desde el Cuculo, aquí vemos toda la parte sur de los Pirineos. Peña Montañesa, Guara, Los mallos de Riglos o Peña Ruaba. Prácticamente media provincia desde apenas 1400 m. de altura. Parada en la ermita (otra ermita situada en lugares altos, otro lugar que nos habla de cultos pretéritos) y cogemos la senda que, bordeando toda la sierra de San Chuan, nos lleva al monasterio nuevo. Paredes verticales de varios cientos de metros de altura en el que, continuamente, vemos buitres, alimoches o quebratahuesos. Estos últimos han estado un buen rato volando encima nuestro mostrándonos sus habilidades aeronaúticas. Llegamos por camino perfectamente marcado hasta la pradera de San Indalecio tomada por cientos de domingueros que comen a la sombra de los grandes castaños de indias y pinos. Comemos mientras hablamos con un peregrino que está haciendo el camino desde Lérida y se queja de que no ha encontrado a nadie pese a ser año Jacobeo. Le decimos que, a partir de aquí, va a encontrar gente a espuertas haciéndolo y que, llegará un día, cuando tenga que dormir en un polideportivo atestao de gente, se acordará de esta conversación. Después de comer, cogemos la senda señalizada que nos baja a Sta. Cruz y, en apenas una hora, nos plantamos en el pueblo. Galimbas duplicadas en el Hotel Aragón (conocido desde siempre por el poco comercial nombre de Esculabolsas) y a casica. Muy bien. Muy majo. El año pasado la habíamos hecho esta ruta con raquetas. Nada que ver. Aquél día acabé reventao y hoy estoy como un pinchán.
El domingo, tras una mañana de asueto y relax, nos vamos por la tarde con Duli, Orosia y Rut (además de Chué, Rubén y Eloy para aportar un poco de testosterona entre tanto estrógeno) a comenzar la operación bikini. Salimos de Lárrede y subimos a la Torraza donde cogemos el camino que nos lleva a Susín. Perfectamente marcado, en suave ascenso (aunque, por lo visto, no es lo mismo lo que entiendo yo por "subida suave" y "llanear" que lo que entienden las mujeres) nos lleva al pueblo en una hora escasa. Antes se pasa por magníficos ejemplares de caxicos centenarios o por zonas de manantiales donde la frase Como no...ya me parecía raro que no encontráramos bardo la oigo mientras me hago el loco. Llegamos al pueblo sorteando una pared recién caída y que corta todo el camino. Angelines nos sale a recibir. Se queja de que nadie la ayuda y que el pueblo se está cayendo a pedazos. Esa pared, la verdad que tiene muy mala solución. Hay piedras como neveras caídas. Cualquiera las mueve. Qué brutos eran esos abuelos de antes. Después de un rato de charla cogemos el camino que va a Casbas (¡Jo tío!, ¡nos has dicho que, a partir de aquí era todo bajada y menuda subida que hay ahora!) hasta empalmar con una pista que seguimos durante un rato. A la derecha y sin señalizar sale un camino que nos baja, entre un magnífico pinar, a enlazar con el que hemos usado a la ida ya muy cerca de la Torraza. Millones de orugas de procesionaria en las sendas. Entre todos hemos hecho un buen genocidio de Thaumetopoea pityocampa pisándolas. De la Torraza a los coches en pocos minutos. Tres horas justas parando más de media en Susín. Pa ser que no me andáis nada no está mal. De ahí a Biescas donde caen unas galimbas y alguna, para prevenir posibles hipoglucemias, se aplica un pastel de chocolate que le ha debido sentar como los perdigones a los conejos.
Al día siguiente, todos con granos de las putas tiñas y yo, con un lumbago que lo flipas. Y es que, como dice el refranero, noches de artistas mañanas de payasos.
Hala pues....

domingo, 4 de abril de 2010

SEMANA SANTA, DOS DÍAS EN SOBRARBE

Hacía días que hablabamos de donde ir a sufrir nuestra particulara pasión en semana santa. Al principio, pensamos en subir a Cotiella por Armeña pero nuestra amiga la borrasca se empeña en no dar tregua y el monte está de mirameynometoques. Así que cambio de planes. Y esta vez, pese a nuestra insociabilidad y proverbial misantropía (la de Pol y mía), vamos a ir un montón de gente. Así que decidimos en ir a la Peña Montañesa por la faixa Toro y al día siguiente, si el tiempo aguanta, hacer la ferrata de Foradada. Salimos de Biescas a las siete la mañana, el viernes de Pasión, Pol, Roberto, Teodoro y yo y nos juntamos en Ainsa con Oscar, Erika y Ángel, un amigo de Óscar. Café rápido, testado de ocupación hotelera in-situ (Oscar llamó el miércoles y jueves a todas partes y aparentemente estaba todo ocupado) y hacia la Peña que nos vamos por la carretera de los Molinos. El coche de deja muy cerca del histórico monasterio de San Victorián (San Beturián para los del país y los fabloparlantes). Empezamos a andar, por camino perfectamente marcado, que se dirige decididamente al norte, y cuando llevamos una hora más o menos de subida, encontramos una marca en el suelo con pintura roja y un cartel de madera que marcan el desvío a la faixa toro. A partir de aquí no hay camino. Únicamente algunas marcas de pintura roja e hitos espaciados nos llevan a una canal por la que hay que bajar haciendo jabalining. Con lo que cuesta ganar altura y ahora a perderla. Estamos en medio de la pared oeste de la peña. A nuestra derecha bajando se empieza a intuir una faja en subida que tenemos que coger. Unas canchaleras con algún hito nos indican que no somos los primeros bípedos en pasar por ahí pero la sensación es que, por ahí, es imposible llegar a ningún lado. La faja en cuestión, se ve perfectamente desde Ainsa como una fina línea verde que parte en dos la pared que cae a pico hacia Oncins y Torrelisa, avanza, prácticamente llana, hasta alcanzar la llamada Canal Ancha, una barranquera que baja casi desde la punta hasta la base. La verdad que es un paraje espectacular. No tiene ninguna complicación salvo la ausencia de un sendero definido y, una vez en ella, es imposible perderte. A la derecha paredes verticales a la izquierda el abismo. Tres horas y media nos a costado recorrerla hasta llegar, una vez trepada la Canal Ancha, a la senda por donde va la vía normal. Comemos y Oscar, Erika, Ángel y Teo deciden que ya han tenido bastante y se vuelven por la normal hacia el coche. Roberto, Pol y yo pensamos que, por una hora más, vamos a subir hasta la punta. La cúpula cimera de la montaña es un desierto calizo lleno de esqueletos de árboles muertos. El ambiente, pese a su modesta altura (2.291 m.), es hoy de alta montaña. Frío, viento y nieve. Estamos muy poco rato arriba ya que no hay paisaje para ver. Nuestra amiga la borrasca a vuelto otra vez tapando todos los picos. Bajamos rápido por la normal. En el cruce de la canal hay neveros que nos hacen extremar las precauciones ya que los crampones se han quedao en el coche. Pasamos por la estiva y emprendemos una bajada larga y dura, hasta los coches donde nos están esperando el resto. Siete horas y media parando media hora a comer. Bajamos a Ainsa donde caen abundantes galimbas y decidimos quedarnos para hacer la ferrata de Foradada al día siguiente. Ángel y Roberto se van a casa. El resto reservamos unas habitaciones (¿nos estaremos afeminando? nosotros, hombres curtidos y rudos que siempre hemos dormido al raso o compartiendo espacio con pulgas y ratas en alguna caseta medio espaldada ya llevamos dos salidas en las que dormimos de hotel) y nos vamos a cenar a Labuerda. Cena como pa una boda. Nos ponemos hasta el culo de ensalada de queso, carnaza a la brasa y vino. Oye, también nos lo hemos ganao. Galimba en la cervecería de Ainsa y a dormir, a ver que día amanece mañana.
Pues el día amanece nublado y amenanzando ruina. Aún así, nos vamos hacia la ferrata. Cuando llegamos ya hay un coche y, al poco de empezar a subir la pista, amanece mogollón de gente. Empezamos a trepar detrás de una pareja. La ferrata, que ya hicimos Pol y yo el día de nochevieja, es espectacular. De las más bonitas, si no la más, que hay por aquí. Teo es la primera que sube y, como iniciación, es como si metes a uno que no ha hecho barrancos en su vida en el Bitet. Tratamiento de choque pa que se quite el vértigo a cualquiera. Aún así, sube como un jabalí y en apenas hora y media la completamos. Media hora de bajar por senda jabalinera y al coche justo cuando empieza a llover. Jodo, va a coger el marrón a 30 o 40 tíos allí arriba. Nosotros partimos raudos hacia Ainsa donde caen abundantes cañas y raciones de bravas y longaniza asada. Otro par de días cojonudo. Buena gente, buena conversación, buen rollo...ya podemos empezar a organizar la siguiente.
Hala pues...

domingo, 28 de marzo de 2010

RESCATADA UNA FAMILIA EN ERATA ESTE DOMINGO

Miembros del G.R.I.P.E. (Grupo de Rescate Intrépido PElaire) formado por un TE.LO.MA.MO. (TEcnico LOcalizador de MArrones en MOntaña) y un PE.DO.RRE.RA. (PErro DOmesticado para REscates RApidos) procedieron al rescate de una familia que se hallaba perdida, con síntomas de hipotermia y desnutrición, en la ermita de San Benito de Erata, a 2000 m. de altitud en el término municipal de Biescas. La familia, domiciliados en Palestina, responden a las iniciales de J., de profesión carpintero, M, de profesión sus labores, y un menor de edad que responde a las iniciales de J.N. Todos se hallaban acompañados de tres extranjeros (uno de ellos de color negro) que responden a las iniciales de M, G y B.
Tras recibir una llamada en el centro de emergencias 069 S.O.S. Sobrepuerto, se activó el dispositivo de búsqueda y rescate a las 16:30 de la tarde. El técnico y el perro emprendieron la marcha desde la denominada Ermita de San Chuan y, después de una hora hundiéndosen hasta los testículos, llegaron a donde se hallaba el grupo con claros síntomas de hipotermia y nerviosos ante la situación vivida. Aseguraron a los miembros del operativo de rescate, que habían sido abandonados allí el día 21 de diciembre por unos desaprensivos y que, desde entonces, habían aguantado lluvias, nieves y ciclogénesis explosivas refugiados en esa pequeña construcción.
Todos han sido evacuados por los miembros (con miembro ambos) del grupo de rescate y ahora se recuperan en un cajón de la traumática experiencia sin que se les hayan apreciado problemas serios de salud.
Hala pues...

lunes, 22 de marzo de 2010

FLORECILLAS TEMPRANAS, y 2

Queridos amiguitos y amiguitas, seguimos hablando de las lindas florecillas que están ahora despertando del largo, duro y frío invierno. Ya ha entrado la primavera y ya empezamos a ver cosas interesantes. Han florecido, o están a punto de hacerlo, los tusílagos (1ª foto). Los veremos en cunetas de pistas, orillas de sendero y en zonas más o menos encharcadas. Lo primero que llama la atención es que es una planta sin hojas. Y es que, primero saca las flores con las reservas acumuladas el año pasado y, luego, sacará las hojas encargadas de fabricar las reservas de este año, que guardará en la raíz, para empezar nuevamente el ciclo el año que viene. El nombre latino es Tussilago farfara que viene a significar "para quitar la tos" Esta plantita se usó en toda Europa para eso. La forma como lo hacían varía de unas zonas a otras pero, básicamente, se colocaban nueve cabezuelas florales en 1 litro de agua y se dejaban macerar durante siete o nueve días. Ni Inistón, ni juanolas ni caramelitos de menta ni leches. Con eso se apañaban nuestros ancestros.
Otra planta que ya está florecida es el Crocus nevadensis (foto 2). Propia de lugares secos, es una bulbosa de la misma familia que los lirios. Y hablando de bulbosas, están empezando también a salir los narcisos. Contaban los griegos que Narciso era un hermoso joven, aproximadamente como yo. Tan hermoso era que llevaba de calle a todas las mozas, ninfas, muchachos y demás gente con la que se encontraba (más o menos lo que os pasa a vosotros cuando me véis). El rollo es que el tío se hacía el duro y pasaba de todo el mundo. Al final, la diosa Némesis (la venganza) lo castigo y le lanzó un hechizo (maldau para los fabloparlantes) que hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en la orilla de un río. El tío, hace falta ser pringao, con la de mujeres guapas que hay por ahí..., quiso abrazar la imagen, se cayó y se ahogó. En el lugar donde palmó (por gilipollas) nació una hermosa flor con su nombre. Bueno, pues después de la lección de mitobotánica o botánica mitológica saber que en el Piri hay seis especies de narcisos a saber:
Narcissus alpestris, blanco, grande y de floración muy temprana (foto 3), N. asturianensis, amarillo, más pequeño, de floración muy temprana (de hecho ya debe estar florecido) y solo presente en la mitad occidental del Pirineo y a no mucha altura (macizo de San Juan de la Peña, monte Cuculo...) (foto 4).
N. pseudonarcissus. Grande, amarillo, de floración estival y extraordinariamente abundante en la cabacera de algunos valles. La zona de Formigal, antes de que Arramón los arrase para construir otro megachachipirulisnowpark, es el sitio ideal para ir a verlos (foto 5).
Luego está el N. assoanus dedicado al insigne botánico y cura aragonés Ignacio de Aso (A que no lo conocíais ¿verdad? Sin embargo a la Belén Esteban, a Rociito, a la novia del marques de chorrapelada y a su puta madre si ¿verdad? Ya os vale, ya...). Bueno, pues la florecilla en cuestión sale por estas fechas y siempre en lugares secos. Tiene un perfume muy intenso y agradable (foto 6).
Para acabar, que ya me canso de escribir y a vosotros se os atascará el cerebro de tanta información, hay dos muy escasos, y de los que no tengo fotos. Son el N. abcissus de zonas altas y que se confunde con el pseudonarcissus y el N. poeticus, que solo se cría en el Pirineo oriental aunque allí es bastante abundante.
Bueno, pues nada...eso es todo por hoy. Que vaya bien, ehhhh!!!!. Comeros todo lo que os den y abrigaros. Y no contestéis y decir siempre gracias cuando os ofrezcan algo.
Hala pues...