domingo, 14 de marzo de 2010

SUBIR ES SALUDABLE, BAJAR....BAJAR ES COJONUDO

Hasta que te pegas una hostia, como ha sido el caso. Salgo de casa a las siete de la mañana y con todos los bártulos me subo a la frontera. Había pensado subir al pico Estremere por el corredor oeste y luego, con raquetas, hacer la cresta hasta el Peiralún. Llego a la frontière y hace un aire y un frío que pela. Boiras se descuelgan por los collados y, la verdad, no me apetece un pelo pasar frío otra vez. Vuelta al coche, café en la gasolinera de Formigal y me planto otra vez en casa justo cuando la family se despierta. Me cambio de modelito y me cojo la bici. Me voy a subir a Güé, que hace días que me ronda por la cabeza. Salgo por la pista de la chopera hasta el cruce de Arguisal. Allí, cojo el desvío pal pueblo, subo las primeras rampas (duras de cojones estando frío) y, en una curva cerrada a derechas, cojo una pista que ya no dejaré hasta arriba. La pista empalma con otra y empieza a subir muy fuerte con pequeños rellanos que se agradecen. Cuando llevo siete km de subida aparece la nieve. Primero son manchas en las que hay que desmontarte, después, donde no la hay, aparece el barro pegajoso y viscoso hasta que la pista se mete en la cara norte del monte y allí...desaparece sepultada por un metro de nieve. Pinos caídos, nieve a punta pala...estoy a punto de darme la vuelta cuando veo que, hace pocos días, han pasado al menos dos descerebraos, como yo, porteando bicis . Las huellas son de subida así que...por algún lao se podrá bajar en seco. ¡9 km de subida empujando la bici por encima de la nieve y saltando pinos! ¡Joder, que cansera!. Al final se llega a un collado en el que ya se ve la punta del monte. No hay posibilidad de error. Arriba hay una torre de vigilancia de incendios que parece la de control del aeropuerto de Franckfurt. 700 m. de desnivel hasta aquí (la mitad con la bici en la mano), 15 km, 3 horas justas, me estoy haciendo viejo. Paro un rato, me como una mandarina, que me sabe a gloria, y miro el pedazo de repecho (corto pero intenso) que me queda pa llegar arriba. Un esfuerzo más y ya estoy. 1579 m.s.n.m. El día cojonudo. Se ve hasta el fin del mundo desde aquí. Nueva paradita, alguna foto (aunque las tendré repetidas porque pa este monte habré subido por la senda una docena de veces) y p'abajo por la senda. El principio es chungo, casi no te puedes montar pero cuando llega un pequeño rellano...la bajada es cojonuda. Muy rápida, por sendero perfectamente limpio y con las piedras justas pa darle vidilla. En una de estas, me dejo llevar por la euforia, lanzo la bici más de lo que debería....y cuando me doy cuenta estoy volando por encima del manillar y aterrizando sobre unas piedras puestas allí por el Sumo Hacedor pa joderme el día. Me muevo despacito y solo me duele la muñeca aunque rota no está. ¡Ya sería que me tuviera que sacar de aquí el Gran Pájaro de Hierro! ¡Menudo borrón en mi currículum betetero-capullo-montañero! Cojo la bici y tampoco está rota (aparentemente, por lo menos). Ahora bajo despacito, trazando bien las curvas y sin cantearme ni un pelo. El cuentakilómetros. Me doy cuenta de que es la única víctima. Este si que ha fallecido. Llego a la pista del campamento y bajo despacio notando en la muñeca hasta la piedra más pequeña que cojo con la rueda. Las dos de la tarde. Cariño, ¿Ya habéis comido? ¿No? Pues hala, baja a buscarme a la gasolinera de Senegüé que me he pegao una hostia, me hace mal la muñeca y no me apetece subir pedaleando con viento en contra hasta casa.
Tras una ducha, comer como un gorrino, buena siesta y voltarén abundante ya se ve la cosa de otra manera. Ha estado bien. Quizá el sobo de subir no compense la media hora escasa de bajada pero aún así...repetiré. Pero que no haya nieve ¡ehhh!!!!!
Hala pues...

domingo, 7 de marzo de 2010

BACHESANGO, CON RAQUETAS

¿Bache...que????? ¿Y dónde coño está eso? Pues, en la puerta de casa, colega. Nos empeñamos siempre en ir a los mismos sitios y hay montañas que, por motivos que se me escapan, no sube ni Dios. Son, lo que vulgarmente se conoce, como el culo del mundo o lugares donde Cristo perdió las alpargatas. Pues ayer nos fuimos a uno de estos lugares. Bachesango está al sur de la sierra de Tendeñera, entre el barranco del Infierno y el Sía. Montañas de flysch que sirven de contrafuerte a las sierras interiores y desde las que obtenemos prespectivas inusuales de otras montañas más conocidas. Algunas son fácilmente accesibles y otras, como ésta, no son difíciles técnicamente pero hay que sudar para llegar a ellas. Ayer, cuatro aguerrid@s montañeros, Roberto, Ana. Bego y yo mismo (en compañía de Yeti) salimos de Biescas a las 7:30 de la mañana. Dejamos el coche un km más allá del cruce de Yesero y empezamos a andar por una pista que sale a la izquierda de la carretera. Durante dos km, aprox. se mantiene en suave ascenso, dirección oeste, alejándonos de nuestro objetivo hasta llegar a un lugar en el que termina y enlaza con una senda. Sube muy marcada hasta un collado en el que empezamos a pisar nieve. La nieve, muy dura, nos permite avanzar con rapidez por la cabecera del barranco d'as Canals. Llegamos a la altura de un megapino, declarado árbol monumental, (lo llaman, en Yesero, Pino d'as tres llaves) y, a partir de aquí, prácticamente desaparece el camino. Pinos caídos, buchos doblados por la nieve y que, al pisarlos te hundes hasta los genitales, la cuestión es que, durante 20 min., avanzamos haciendo jabalining hasta que llegamos a un contrafuerte en el que hay una paridera en ruinas y desaparece, por fín, la vegetación. Casi tres horas hasta aquí sin descuidarte nada. Un bocao rápido. Desde este punto se ve perfectamente la ladera por la que hay que subir. Nos calzamos las raquetas e iniciamos el ascenso. Nieve muy dura, perfecta para las raquetas. Aquello cada vez se empina más. Durante hora y media larga se sube por un pedazo de pala hasta llegar a una cresta donde casi te das de morros con la sierra de Tendeñera. Magníficas vistas en todas direcciones. Al norte las murallas calizas de Sabocos, al oeste toda la sierra de Partacúa, al sur el cordal de Manchoya-Erata y al este todo el macizo de Monte Perdido, Cotiella y el Turbón. Todavía no hemos llegado. Hay una cresta, hoy afilada y venteada que, en veinte minutos te lleva a la cima casi en frente de Tendeñera. 2256 m. Se ha parado el viento y hace un día cojonudo para estar aquí. Un trago de bebida energética y vigorizante traída por Roberto, un cigarrico cortesía de Ana y para abajo. En el descenso hay que extremar las precauciones. La nieve sigue muy dura y, un resbalón, al no llevar piolet, nos mandaría a la punta de la torre de Yésero. Nos cuesta lo mismo bajar que subir. Llegamos a comer a la mallata. Antes no me había fijado. Hay un montón de piedras talladas con iniciales, fechas y símbolos protectores. La fecha más antigua es de 1854 y la más moderna de 1949. Volvemos sobre nuestros pasos. Hacemos jabalining más rato del que nos gustaría. Encima ahora la nieve está blanda y te hundes hasta el cuello en algunos lugares. Al final, cogemos nuevamente el camino (que ahora se hace largo, pesao y aburrido) y nos plantamos nuevamente en el coche. Las cinco de la tarde. Nueve horas en total, 1200 m. de desnivel, sobre 15 km de distancia, el Yeti cojo de la pata de delante. Nos hemos ganao unas cervezas ¿no?.
Una no, en mi caso hasta tres en Biescas entre risas y buena compañía.
Hala pues...

jueves, 4 de marzo de 2010

FLORECILLAS TEMPRANAS

Hoy, queridos y queridas amiguitos y amiguitas vamos a hablar de las florecillas que anuncian la primavera y que, en algunos lugares, ya empiezan a dejarse ver. Quizá su propia abundancia las haga pasar desapercibidas pero, un paseo por cualquier bosque cercano a casa (los que viváis en una ciudad grande os jodéis, que vosotros tendréis cines, teatros y tiendas de chinos pero de ésto no) nos mostrará una variada flora ya en esta época postinvernal. Veremos prímulas, cuyo nombre, como sagazmente habréis adivinado, significa "primavera". Hay varias especies, la más comun es la Primula acaulis a la que corresponde la primera foto. Para los fabloparlantes esto son "cuculetas". Estas son propias de bosques umbríos y de lugares donde no da demasiado el sol. Dentro de este género están también la P. elatior y la P. veris. (Foto 2 y 3). Estas son de floración muy temprana pero las encontraremos, normalmente, en pastizales alpinos al poco de que se haya ido la nieve con lo que florecen en torno a mayo-junio. Que no, que no son iguales. Todo los véis amarillo y verde pero fijaros y veréis que hay diferencias notables. Para acabar con este género de florecillas, queridos y queridas amiguitos y amiguitas también podemos encontrar, esta ya en pleno verano, en zonas altas y cerca del agua la Primula farinosa de color rosa y más pequeña que las anteriores (foto 4). Otras que veremos en esta época florecidas son las hepáticas, del griego épatos "hígado". Y es que la forma de la hoja, con mucha imaginación y mucho tiempo para cavilar, recuerda vagamente la forma de esta víscera que debéis tener todos echa polvo ¡Borrachos! (Foto 5) ¡Más os valdría salir más al monte e ir menos a los bares a chupar garrafón! Las hay moradas y blancas siendo más comunes las primeras. Otras florecillas tempraneras son las violetas que, como su propio nombre indica, son de color violeta. Hay un montón de especies diferentes y algunas, por joder, no son de este color si no blancas o amarillas. Todas tienen un espolón lleno de néctar para atraer insectos y las podemos encontrar en bosques umbríos, al lado de las paredes y orillas de camino siempre que no les de el sol directo. Aunque, si hablamos de flores tempranas la que se lleva la palma es la rompenieves o Galanthus nivalis. Preciosa florecilla propia de hayedos (o fabares pa los fabloparlantes) que florece incluso antes de que se funda la nieve. No es abundante y siempre resulta una alegría encontrarla. Es la de la última foto. No es que estén pochas ni que agachen la cabeza avergonzadas al verme acercar pues su belleza palidece ante mi porte varonil, mi elegancia, mi saber estar, mi....¡Abuelo, la pastilla!!!! ¿Que? ¡Ah, si!, decía que tienen la "cabeza", o corola para los que tienen estudios, invertida para proteger lo más valioso que tienen que es, como en la mayoría de vosotros, los órganos reproductores (llamados androceo y gineceo en las florecitas del campo y pilila y pichín en el resto de los seres vivos que, con ellas, compartimos este planeta). Al florecer tan temprano, una tormenta, una nevada, una ciclogénesis explosiva o cualquier otro fenómeno meterorológico adverso podría estropear dichos órganos dando al traste con las esperanzas reproductoras de la florecilla en cuestión. ¿Veis? He tardado pero ha merecido la pena...¡Cuantas cosas aprendéis conmigo!
Hala pues....

sábado, 20 de febrero de 2010

BTT, RAPÚN-SABI PUEBLO POR LA SENDA DE LA SIERRA

Ya llevaba yo días dándole vueltas a bajar por el camino que va de Rapún a Sabi Pueblo pero me parecía demasiado técnico para hacerlo con la burra que tenía. Así que, este año, al caerme los 40 (estoy hecho un chaval) me he regalao una bici nueva (bueeeeno, la jefa me ha regalado las llantas, los pedales, el sillín y uno de los tornillos del portabidón). ¡Y con doble suspensión y frenos de disco! Si la hubiera pillao con 20 años... Así que, para estrenarla me voy para allá. (En realidad, ya la había estrenado el jueves en la bajada de la caseta las brujas). Salgo a las nueve de casa. Hoy me voy a llevar a Yeti para que corra y se me cruce por delante. Diez minutos en el cruce a que pasen todos los Borjamarys que suben a esquiar. Bajo hasta Sabi y dejo el coche en el puente que va a Rapún. La subida, al principio es muy suave y por asfalto. Paso al lado de las paredes donde hemos escalao tantas veces y veo que ahora está prohibido. La fisura del cernícalo, Quebrantadedos, Permiso concedido, Susana y sus bananas...anda que no tengo horas allí colgao. Al final, se llega a un cruce donde hay una magnífica vista de Oroel y de la Bal d'Abena y el asfalto se acaba. Diez o doce coches de escopeteros, una veintena de talibanes armados hasta los dientes y 528 perros se me quedan mirando. Cojo la senda y salgo pitando p'arriba mientras toda la jauría me persigue. Atrás oigo como llaman a los perros y como dicen algo de cagar en Dios, algo de una madre y no sé qué de una puta....igual estaban rezando para que les vaya bien la jornada o llamando a su mamá por el móvil. Manda güebos. No se puede escalar porque molestas a los pajaritos y se permite que el ejército zapatista haga maniobras de fuego real por allí. Subo con el culo preto mientras le digo al perro que ni se cantee. Que es negro y grande y, de lejos, puede pasar por cualquier cuadrúpedo comestible y le sacudirán un tiro. Yo, porsiaca, me he quitao el maillot rojo y me lo he puesto por encima del chubasquero pa que se me vea bien.
La subida hasta la punta es criminal. Salvo en contadas ocasiones, hay que subir andando empujando la burra. 1120 m. de altura. 450 m. de desnivel desde donde he salido. 4 km, 45 min. y ahora se me echa a nevar. Aún así paro y repongo electrolitos y azúcares con un bocata de pan con nocilla y un par de tragos de vino. Bajo el sillín, para hacerle caso a Oscar, e inicio la bajada. Cara norte, todo helao, se rueda muy bien aunque hace un frío que pela. Salvo en algún sitio puntual en el que el agua ha excavao trincheras como las de Belchite, prácticamente toda la bajada se hace a caballo. Me junto con una pareja que sube. ¡No sabía que se puede bajar por aquí en bici!, dice ella. ¡Toma, ni yo! le respondo. 3 km de bajada por senda. Muy majos, complicado en algún punto pero con buenos escalones pa saltar. Oye, como se nota la doble suspensión. Tengo el culo como si me lo hubieran lavao y puesto talco. Se cruza el barranco Fondanito, que hoy baja cargao, y llego a Sabi Pueblo. Yeti delante, yo en medio y cinco perros de distintas razas, tamaños y colores, que han ido saliendo por las calles, corriendo detrás y ladrando. Joder, vaya día de perros. Al final se cansan de perseguirnos y cojo la pista que nos llevará al Meson quemao y la cabañera. ¡Vaya bardera! Barro viscoso, pegajoso y asqueroso en el que me rebozo como un vulgar calamar. Salgo al Meson y, nuevamente por asfalto, voy a toda pastilla a coger el coche. (No porque tenga prisa, es para que salte el barro). Las once y media. Hago tiempo dando vueltas por ahí pa que mi queridísima y amantísima esposa se vaya a echar el café y no me vea entrar lleno de barro como un tocino en casa. Duchica y a lavar la bici. No ha estao mal.
Hala pues...

lunes, 8 de febrero de 2010

CAP DE SETMANA A CATALUNYA NEN!!!


Com en el Pirineu el temps no acaba d'aconseguir-ho hem decidit anar a Monserrat a fer vies ferrades....Huy, perdón, es que, como tengo poca personalidad, enseguida se me pega el acento y la forma de parlar dels altres
Pues eso, que como el tiempo sigue siendo malo por aquí nos hemos ido a Monserrat a hacer vías ferratas. Yo no había estado nunca pero Oscar sí. Asi que, con guía profesional, finde chachi se presenta.
Salimos de casa a las seis y media de la mañana y llegamos a Huesca. Al final, vamos Oscar, Erika, Pol y yo. De tirada hasta el Bruc, al lado de las peñas de Monserrat. Hacemos un almuerzo-comida-merienda y cogemos la carretera que, rodeando la montaña por el este, nos lleva hasta el monasterio de Sta. Cecilia. Primera sorpresa. Al lado del párking vemos una iglesia lombarda preciosa. No solo la iglesia, de planta basilical y muy bien conservada... adosados a ella, subsisten todavía edificios de un monasterio. Hasta el claustro está en pie... Aquí dejamos el coche y cogemos una senda que se dirige decididamente, hacia la face nord de la montaña. En ella se instaló, en 1993, la Teresina, primera ferrata made in Spain. Se sube por una canal, trepando entre bloques, (llamada la canal del mejillón porque, en tiempos, hubo un restaurante arriba y tiraban las sobras de la comida por allí) hasta el inici de la ferrada. Enseguida nos damos cuenta que estas no tienen nada que ver con las que conocemos. El equipamiento es....vamos a decir diferente. Sirgas en buen (pocas), regular (bastantes) y mal (muchas) estado, alambres, cuerdas fijas en las que da grima colgarte, pocas grapas y muchas minigrapas en las que lo más fácil es dejarte los dedos si te caes.... La vía es larga de collons. Primero sube a una primera aguja, la de Sta Cecilia, y después de un rápel por un canalizo se coge un camino muy aéreo que te lleva a la base del mallo de San Jeroni donde, para subir, hay que coger una chimenea estrecha como el chichi de la Nancy y muy mal equipada. Pasos en oposición, resoplidos, chemecadas... fins arribar al mirador de Sant Jeroni, punto culminante y cota más alta del macizo de Monserrat. Cerca de cuatro horas. Arriba un montón de guiris que han subido por el camino de las escaleretas desde la abadía, nos miran sorprendidos. La vista desde arriba acojonante. Todo el macizo, la comarca del Bagès, el Piri nevao, Barcelona y el Mediterráneo se ven desde allí. Fotos, un bocao y abundantes tragos de vino e iniciamos el descenso por el sendero que, en una hora larga y después de bajar varios cientos de escalones, nos lleva a la Abadía de Monserrat. Tinglado curioso el que hay montao allí. Una basílica neogótica enorme en el que hay ¡una virgen negra, nen! ¡Y quieren que la adoremos! (Para coger la gracia, si es que la tiene, pincha en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=Vo865Q_7M7g ) Visita turística a parte de las instalaciones y por la carretera a coger el coche que se nos ha quedao a tomar pol culo de aquí. Cuando llegamos otra vez a Sta. Cecilia ya anochece. Desde las 11 hasta las 6 de la tarde...7 horas. Bien, esto empieza bien.
De allí nos bajamos a Manresa a sopar i dormir després de fer una tornada turística per la ciutat.
El domingo sale un día magnífico. Vamos otra vez hacia las montañas, como Heidi. Se nos ha unido Carles, un colega de Óscar, mientras que Erika decide que ya a tenido bastante y se queda de intendencia en el coche. Hoy vamos a hacer una canal llamada el Joc de l'Oca que consiste, básicamente, en hacer barranquismo al revés. Si en cualquier barranco, nuestra amiga la gravedad nos ayuda a superar los obstáculos, en este, se empieza por el final y todos los resaltes están equipados con cadenas o cuerdas fijas para subir a pulso hasta arriba. ¡La mare de Déu que cansament o cansera o sobo o quebranto! Tropezientosmil resaltes a superar todos a pulso y sin posibilidad de asegurarte en ningún lao. No es una ferrata ya que no hay línea de vida ni apenas clavijas. Es, solo eso, una canal con cadenas por las que hay que subir. Los primeros resaltes se suben bien, en los de medio chemecamos (o gemimos) como meretrices y en los últimos estamos ya hasta los güebos. Al final se acaba (dos horas) y llegas a mitad de ninguna parte. Caminos cerraos y sin señalizar te llevan otra vez al aparcamiento. Oscar y Carles bajan al coche y Pol y yo, como todavía no hemos hecho bastante el capullo, nos metemos en un barranco llamado Las tres en ralla (perdon, Les tres en ratlla) que baja al este del que hemos subido y paralelo a él. Seco como el ojo de un tuerto, es un barranco típico de conglomerado. Muchos pasos en oposición, algun tramo muy estrecho y tres impresionantes rápeles finales de unos 30 m. per capita te bajan otra vez cerca del aparcamiento.
Comida en el capó del coche, abundantes tragazos de vino (bebe mozé que hoy te lo has ganao) y a casica per l'autovía.
Oye, que finde más chachipiruli. Estoy cansao como un perro, me hacen mal los brazos como si hubiera estao entrando hierba todo el día pero qué bien nos lo hemos pasao...habrá que volver algún día más que encara hi ha ferrades que no hem fet.
Hala pues...