viernes, 21 de septiembre de 2012

BTT GÉSERA-IBIRQUE-GÉSERA

¡Que se acaben ya estas vacaciones!. ¡Quiero días nublados, lluviosos que inviten a quedarse en casa leyendo un libro y viendo el diario de Patricia!... Pero, con estos días que está haciendo y de vacaciones ¿quién se queda en casa? El caso es que el martes tengo que bajar a pasar la ITV del reumatólogo. Aún me roñan los cuádriceps de este finde pasao pero me apetece hacer algo por el sur ya que tengo que bajar a Huesca. Se lo digo a Óscar. Hace días que me dijo que me llevaría a hacer el descenso de Ibirque a Gésera con la bici. Dicen que es de lo mejor que se puede hacer en este mundo con la ropa puesta.
Ibirque es uno de esos pueblos perdidos. De esos que, una vez allí, te haces cábalas de cómo coño vivían aquellas gentes. Sin agua, con campos minúsculos y pedregosos, con suelos paupérrimos. De allí era mi bisabuela y, la primera vez que subí acompañado con mi padre hace ya muchos años, me causó una honda impresión. Después he vuelto varias veces más. Hasta llegamos a encontrar, hace años, un cementerio, inédito, de tumbas antropomorfas medievales, yo las fecharía en el siglo X, en un lugar llamado con el revelador topónimo de "Tozal de los Muertos". El caso es que es un pueblo al que le tengo especial cariño y no me importa volver a él las veces que hagan falta.
Hoy dejamos el coche en el puente de Gésera y cogemos la carretera de la Guarguera para desviarnos hacia Nocito una vez pasado el Molino Villovas. Allí se inicia una larga pista, ahora asfaltada, que nos sube al Cuello Bail tres pasar los desvíos de San Esteban de Guarga y Lasaosa. Todo el monte se está recuperando de un incendio que tuvo lugar hace más de 20 años y del que todavía se ven abundantes huellas. Justo en la cima parte una pista a la derecha que, tras pasar por el dolmen de Ibirque (uno de los más espectaculares y mejor conservados del Pirineo), nos lleva a la población homónima. Cada vez queda menos. Las casas están siendo devoradas por la vegetación y la torre de la iglesia se mantiende de forma casi milagrosa. Echamos un bocao, volvemos sobre nuestros pasos y porteamos la bici diez minutos hasta llegar a la divisoria de aguas. Allí se inicia el sendero de bajada que coincide con el último tramo del GR-16 que vertebra toda la comarca desde Biescas hasta allí. Nos colocamos las protecciones, bajamos los sillines y dejamos que nuestra amiga la gravedad haga el resto. Óscar baja como un sputnik, yo como meretriz por bálago. Aún así el camino es una preciosidad y la gozo como la debió gozar Soraya en la capilla ardiente de Carrillo. Óscar me deja su bici para que la pruebe. Mecagonmiputacalavera...No tiene nada, pero nada que ver bajar con la suya que con la mía. Claro que la suya es una MegaBike ZXP-359 bigmack de a 3000 leurakos la unidad y la mía es una del Decartón de a 600 leuros. Mal, muy mal. Ya se me ha calentao el morro. De repente, el día wonderful que estaba haciendo se ha ido a hacer puñetas en zerocoma. Se ha nublado de forma rapidísima, empieza a tronar y llueve como si no lo hubiera hecho nunca. Nos refugiamos bajo un pino achaparrao pero nos mojamos igual o más (Ya se sabe; el que se refugia debajo de la hoja, dos veces se moja...) así que decidimos continuar. Lo que debe ser el trozo más majo del camino, una serie de estratos de arenisca plegados sin nada de vegetación, lo pasamos patinando y rodeaos de tumultuosas corrientes de agua que bajan de todas partes. Lástima de fotos, coño.
Justo al llegar a Gésera se despeja y sale el sol. Ha llovido escasamente 10 min pero vamos como dos gorrinos de barro. Las bicis no se sabe de qué color son. Del pueblo a los coches nos quedan pocos km de bajada y asfaltados.
Recorrido muy majo, de dificultad media y para disfrutar como un burro en un sembrao. Volveré un día que no vaya a llover y, a ser posible, con una bici nueva. Claro que, para eso, tendría que convencer a la jefa. Voy a ver que me dice.
Entro en casa como una croqueta, envuelto en barro, y le digo intentando transmitirle mi entusiasmo: ¡Cariño! ¡Qué guapa estás hoy! Diríase que tus ojos son el mar y yo un naúfrago perdido en ellos. Por cierto, me voy a comprar una bici nueva...solo vale 3000 €. Una no, cómprate dos, me dice. Una para subir y otra para bajar. ¡Mira como me estas poniendo la entrada de barro! ¡Tira a ducharte y deja de decir tonterias!
Yo creo que voy por buen camino...a lo mejor para navidad...
Hala pues....

2 comentarios:

Pirene dijo...

¡JJAJAJAJA!! Yo también creo que vas por el buen camino, sólo te falta negociar un poco más... no sé.. unas vacaciones en la playa... un finde romántico y ya es tuya.

¡Que bonito Ibirque y que fotogénico el árbol caído con la torre al fondo!. Ya lo digo yo "Ibirque siempre es un valor seguro".

Salud compañero!

J. M. N. dijo...

Oye, oye, que aquí donde me ves yo soy muy románico...digo romántico. Que ya hemos estado este año en la playica (pese a mi reuma, mi aversión a la arena y mi voto de castidad que hace que me salga un sarpullido cada vez que veo un tanga), que findes románicos(y góticos, y prerromanos) también hacemos alguno de vez en cuando, lo que pasa que no os lo cuento y todo eso...pero creo que, para la bici, me voy a tener que esforzar más...no sé...igual renuncio a mi voto de castidad...ya os diré
Salú compañera!!!