...A PIES DESCALZOS

Los romeros de Albella y su camino en honor a San Úrbez.

 

 

 

Cuando un libro, igual que un hijo, es fruto del amor se nota. Cuando Arturo y Óscar me hablaron de este trabajo que estaban gestando subiendo, ya hace unos años, a Basarán a buscar las ruinas del viejo monasterio de San Úrbez, me entusiasmé con la idea de que, por fin, se iba a arrojar luz sobre uno de los mitos pirenaicos más dispersos, menos estudiados y, a la vez, más difundidos en un amplio territorio de valles montañas y barranqueras ahora despobladas.

Por si esto fuera poco, ya sabéis que parte de mi familia es de Sobrepuerto (ámbito de influencia de Sta. Orosia) pero la otra mitad, de la que pocas veces hablo pero que supuso un referente importantísimo en mi vida, es de Belarra, de Azpe y de Lúsera, es decir, del corazón del territorio Urbeciano.

Bueno, pues ya está el libro en mis manos y, pese a conocer de sus autores su rigurosidad, su sistematismo y, sobre todo, su buen hacer, ha excedido con mucho mis expectativas.

Estamos ante un trabajo con datos absolutamente inéditos, rigurosos, bien escrito y bien presentado. Un libro a la altura de los escritos por autores consagrados en esto de as cosas biellas d'antis más y de la antropología pirenaica como pueden ser Gari o E. Satué. Es, por fin y siguiendo la primera similitud, como ese hijo o hija obediente u obedienta, estudioso u estudiosa y trabajador o trabajadora que todos querríamos tener. 

 

Pero el trabajo, inmenso, generoso y callado hasta ahora de los autores no se ha ceñido a la recuperación de datos y al trabajo de campo. Han hecho una labor casi arqueológica de localización, estudio y descripción tanto de los hitos urbecianos en forma de ermitas, santuarios y cuevas como del camino físico que los une, que es el que seguían los romeros de Albella en sus rogativas y que sirvió de nexo de unión entre la alta montaña y el llano. Lo han limpiado, lo han señalizado y lo han descrito. Fruto de esta investigación es este otro libro que, además, he tenido el honor de prologar.

En él, se describe con mimo y meticulosidad dicho camino. Sus pueblos, su naturaleza, sus hitos más significativos. Es, sin duda, nuestro particular "Camino de Santiago".

Pero... no se vayan todavía...aún hay más.

Este año tuve el inmenso placer de recorrer el camino con los autores y un grupo de personas en unas jornadas que son ya, por derecho propio, inolvidables en mi discurrir vital por este mundo. Entro otros, vino Eduardo de la Cruz, amigo madrileño-pirenaico, infatigable investigador y realizador de documentales. Fruto de esos días, y de otros muchos que se ha currado, es este documental del que os dejo el tráiler para que babeéis a gusto:

 

La presentación de ambos libros (que ya están en las librerías) y la visualización completa del documental el día 17 de diciembre en la DPH, dentro de las jornadas montañeras de Peña Guara.

 

Hala pues...