domingo, 30 de agosto de 2009

POSETS Y CRESTA DE BARDAMINA 28-29 de agosto.

Que si nos vamos al Neouvielle, que si nos vamos al Tapou que se nos quedó el año pasado sin hacer... al final, el magnífico blog de Jorge García http://lameteoqueviene.blogspot.com/ anunciando nubes de estancamiento en la vertiente norte del Piri para el sábado nos hace cambiar de idea. ¿Y si vamos al Posets? Yo lo he subido por la canal real, desde el refugio del Forcau en 1991 y años después, en 1998, por la magnífica cresta de las Espadas en un inolvidable (para mí) día de montaña con Maki. Solo me falta subirlo por el valle de Estós y por Biados. Como ambas rutas confluyen y no he estado nunca en Estós p'allí que nos vamos.
Salimos de Biescas a las cuatro y llegamos, sin paradas, a Benás dos horas después. Pocos coches en el párking de Estós. Empezamos a andar por pista en suave pendiente. El valle es precioso. Bosque mixto, pastizales, vacas y caballos a tutiplén, altísimas cimas flanqueándolo...el valle de Heidi vamos...
Pasamos por delante de un tramo del barranco llamado "Las Gorgas Galantes". Baja un mangazo de agua que pa qué. Por cierto, en la reseña de barranquismo.net, http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/gorgas_de_los_galantes.htm pone que hay que pagar en el párking 3 eurakos. Pues...no. Al menos no vimos a ningún recaudador por ahí.
Llegados a un inmenso prado, donde destaca una caseta (la cabaña del Turmo, la que sale en la canción de Celtas Cortos. De verdad, coño. El otro día me contaron la historia...) la pista da paso a un camino muy marcado flanqueado a izquierda y derecha por enormes matas de grosella y chordón. Hay como para pasar una guerra. Nos ponemos hasta el culo de frutas silvestres e iniciamos, ahora sí, una subida fuerte que nos llevará al refugio de Estós. Dos horas desde el coche (2h. 30 min. según todas las guías) parando a hacer fotos, merendar gomibayas y bajando a ver la salida de las Gorgas Galantes. El refugio, como todos. Poca gente, chanclas portadoras de hongos y cervezas a 3 € la lata de San Miguel. Hace una noche que, para nada, invita a dormir dentro oliendo a gases corporales y oyendo ronquidos así que...cena en la calle rodeaos de perros, con botella de vino de 9 € (cojonudo, por cierto) y a dormir en la terraza viendo las estrellas y oyendo los putos perros ladrando a cualquier insignificante ruido que se oía. Nos descojonamos. Parecemos indigentes durmiendo en la calle, rodeaos de perros y bebíendonos el vino que ha sobrao a morro dentro del saco.
Suena el móvil a las 6:30. Joder, que mal he dormido. Me he despertado cientos de veces.-
¿comemos algo antes de marchar?
-Cuando se haga de día y así cogemos altura con la fresca.
Recogemos el saco y la colchoneta y, como indigentes que somos, le pedimos al guardia... hay payo dejanos una taquiya pa los dos pa dejar las colchoneeetas. El caso es que el tío dice que no. Que tienen el refugio lleno y que, si acaso,no deja una, pero, que tendremos que estar de vuelta antes de las 14 h. Pues...no creo. así que lo dejamos todo ancho encima de las taquillas y empezamos a andar a las 7.
El camino baja, cruza el río y empieza un flanqueo a media ladera por debajo de les Agulles de la Paul hasta que se introduce en la coma de la Paul. Miramos el mapa. 900 m. en una hora. No está mal.
-Según ésto hay un pequeño ibon aquí mismo. -Guay, allí almorzaremos. Saco la cantimplora y me la truco de un trago. Ya cogeré agua en el ibón.
¡Hostia! ¿Dónde coño está el ibón? ¡Me cago en el calentamiento global y en el efecto invernadero! ni una gota de agua en todo el valle. La única que se ve, muy lejos y muy alta, es la que nace el glaciar de la Paul, a nuestra derecha y que inmediatemente se pierde en medio de bloques gigantescos. Almorzamos (sin agua) y seguimos andando. A más de 2800 m. nos sale ¡Un jabalí! Gordo y redondo, se nos mira y empieza a subir con una agilidad que pa mí la querría. Se pierde de vista en medio de un desierto de roca. El collado de la Paul está a 3081 m. Hasta aquí nos ha costado 3 h. En frente nuestro la cuenca glaciar del Posets, a nuestra derecha la arista este del pico y a nuestra izquierda arranca la cresta del Bardamina. Escondemos las mochilas e iniciamos la subida por la cresta del Posets. Sin ser difícil es entretenida. Pasos de IIIº que, por supuesto y siguiendo nuestra práctica habitual, los superamos a pelo. Subir subiremos. Bajar...ya será otro cantar. Joder, mira que somos gilipollas...no aprendemos. Algún día vamos a tener algún disgusto. Una hora de trepada. Concentración y tranquilidad, un patio de flipar en ambas vertientes, hasta llegar a la arista cimera y al Posets (3375 m.). Una veintena de personas en la punta ¿Vosotros subíais por esa arista? Jooodo, acojonaba solo de veros, nos dice uno que ha subido por la canal real. Vaaaa...no passa nada....somos muy buenos...(Bueno, en realidad, le dije que no tenía nada claro si íbamos a saber bajar por el mismo sitio) Diez minutos apenas en la cima. Empiezan a llegar boiras por el norte y se están cubriendo los valles a marchas forzadas. Como nos pille un marrón en la arista allí sí que nos cagamos. Venga, p'abajo echando hostias. Llegamos, nuevamente, al collado de la Paul. Despacito, mirando bien de dónde te cuelgas, ha sido más fácil de lo que me esperaba. El tiempo aguanta así que vamos a intentar la cresta del Bardamina que no parecía muy difícil (de hecho creo recordar algo que he leído que se puede hacer sin cuerda ni nada) Pol baja hasta el glaciar a coger agua y, cuando llega, me echa la bronca porque bebo más agua que una trucha. -Pues sí, será verdad, pero de la misma manera que la bebo la sudo. Yo que quieres que haga, tío, mi metabolismo es así... La arista, al principio es muy sencilla. En apenas unos minutos nos plantamos en el pico inferior de la Paúl (3062 m.) A partir de allí se afila notablemente. Pasos en bavaresa colgando con todo el cuerpo fuera, un patio de flipar, bloques como lavadoras que se mueven...Hostia puta, si mi madre me viera en este berenjenal. Nos juntamos con tres tíos que la están haciendo a la inversa. -¿Qué tal está hacia allá?
-Regular, está muy descompuesta ¿Y hacia alli?, preguntan.
-Pues, pa ir sin material...regular. Buscamos un sitio para cruzarnos, ya que el lugar es estrecho de cojones.
El caso es que seguimos y aquello cada vez se enmarrona más. Hay un paso que no tengo ni puta idea por dónde superarlo. Me cuelgo, hecho todo el cuerpo para la vertiente de Estós y ¡se mueve el bolo del que depende mi integridad física! Si se llega a caer me hubiera pasado como el coyote de los dibujos. Primero caigo yo, me estampo abajo, y luego el bolo me hubiera caído en la cabeza. Yo no sigo, le digo a Pol. Me tiemblan las garras. Si hay ocasión nos piramos para abajo. Al final, por suerte, un canalón descompuesto, con pasos de IV, nos deja en la vertiente de los ibones después de mucho resbalar, penar y agarrarnos como garrapatas.
Bueno, ahora, según el mapa, debemos ir hacia esa dirección. Allí debería haber un ibón y, justo encima, la brecha de Bardamina por donde podemos descender al refugio.....Si, si, ya te darán. El ibón en cuestión estaba a tomar pol culo de donde estábamos. Fuimos flanqueando, como pudimos, la base de la cresta hasta que dimos con él. Las 16h. Habrá que comer algo ¿no? Sin ganas, echamos un bocao mientras que el psicópata de Pol se mete en pelotas dentro del ibón. -¡Como te pegue un jamakuko dentro te va a sacar tu padre de allí! le grito.
Terminamos de comer, nueva consulta al mapa y llegamos a la conclusión que la brecha en cuestión es una que nos cae justo enfrente pero a notable altura. Subimos. ¡De cojón! Por aquí no se puede bajar. Una canal cae vertical muchos metros más abajo. Otro collado, más a la derecha y más lejos tenía mejor pinta. Nos asomamos. Hombre...por aquí si...aunque ese ibón que se ve allí debe ser...el de Montidiego. Joder, que grande es el mundo. En el caso que sepamos encontrar la bajada hasta el valle después el refugio lo hemos dejado mucho más atrás. Pues...no queda otra. Son las cinco de la tarde y, como poco, nos va a costar tres horas bajar, mas dos desde el refugio al coche...habría que avisar a las respectivas para que no líen alguna al ver que no llegamos. ¿Cobertura?...los cojones, ni una raya. Bajamos por un valle larguííííísimo. Poco a poco, se va trazando un sendero que cogemos, perdemos y volvemos a coger. Hay trozos en los que vamos por un bosque de pino negro precioso. Que lástima que no tengamos ganas ya ni de mirar el paisaje. En una de estas ¡Coño! Sale un bicho volando.
-¿Un Urogallo? -
¡Hostia tío!, ¡No había visto uno en mi vida! Parece una tontería pero el ver este bicho me ha devuelto los ánimos. Ahora sí que ya se ve un sendero bien trazado y que va en una dirección correcta. Al final, después de tres horas de bajada, llegamos a otro sendero marcado con rojo y blanco. Un Gr, estamos salvados. Nueva consulta al mapa. Pol va a ir a buscar los bártulos que dejamos en el refugio y yo voy a bajar echando hostias al coche a avisar a estas mujeres que vamos a llegar tarde y que no se preocupen. La cosa es que, como casi siempre, he vuelto a perder el sendero y me planto, después de subir un montón de metros, en los Lagos de Batisielles. Alli, había una señal que indica, claramente, el descenso al valle de Estós y, por tanto, al coche. Bajo todo lo rápido que puedo. Llevo ya 13 h andando con una parada de 15 min para desayunar y otra igual para comer...¿por qué no me debe dar a mí por jugar al fútbol en vez de embarcarme en estos fregaos?. Llego al coche. Lo primero descalzarme. Pol llega media hora después con los sacos y demás cargao como un burro. Cena en Campo (Güegos con chulla como pa una boda) y al final a las 12 de la noche en casa.
2000 m. acumulaos de subida, otros tantos de bajada, 40 km me marca el podómetro (que será alguno menos), 14 horas andando. Pa un tío que, como yo, le han diagnosticao espondilitis anquilopoyética está muy, pero que muy bien. Estoy más contento...
Hala pues....

jueves, 27 de agosto de 2009

SPIRANTHES SPIRALIS

Ya se acerca el final del verano y tras el "impasse" estival, empiezan a florecer algunas plantas. Mucha gente no lo sabe pero, la vegetación, tiene dos etapas de crecimiento. Una en primavera y otra en otoño. Algunas herbáceas se han especializado y florecen en esta época de finales del verano y principios del otoño. Con ello se evitan competidores a la hora de polinizarlas. Si lo hacen en primavera, tienen que competir con multitud de plantas que florecen a la vez y tienen que desarrollar flores enormes o muy aromáticas lo que les supone un derroche energético. Si lo hacen en esta época, sigue habiendo insectos y no hay tantas flores con lo que la polinización está asegurada.
Este es el caso de la Spiranthes. Preciosa y diminuta orquídea propia de prados secos.
Si cogemos el mapa de distribución de esta especie, veremos que, en el Pirineo central no existe. La hay, claro, en Cataluña y Navarra pero aquí no. ¿Y sabéis porqué no hay? Pues símplemente por que no se ha buscado. Como en tantas otras cosas, nuestros vecinos nos llevan la delantera y mientras ellos llevan años estudiando su flora, aquí estamos todavía pensando en como hacernos ricos construyendo apartamentos y ampliando estaciones de esquí. Mira por donde, hace un par de años, encontré una población de más de 300 pies ¡dentro el cementerio de Biescas! ¡Pa cagarse!. Todos los años, desde que las controlo, vuelven a florecer y cada año hay más en un corro de apenas 100 m2. Habrá que rezar para que, mientras florece y fructifica, no se muera nadie ya que un tropel de gente llorosa pisándolas no creo que sea lo más adecuado para su conservación.
Hala pues...

lunes, 24 de agosto de 2009

GORGOL, nonagésima vez.

No sé si es la nonagésima vez o la ducentésima pero que me conozco todas las piedras de ese barranco...eso seguro. Ayer, como de tarde tenía que trabajar con el Ecomuseo de Jaca, y por aprovechar la mañana a remojo, nos fuimos con Pol y su hermano al barranco en cuestión. Entramos a las ocho y media de la mañana para evitar a las empresas que lo hacen a piñón durante todo el verano. Agua justita y, curiosamente, muy fría. Hice una cosa que no había hecho nunca. Me dió por llevarme unas gafas de bucear y, al menos, he conocido una parte del lecho del río que normalmente no es visible. La verdad que las badinas por abajo son interesantes. No hay ni un puñetero pez pero si que había un mosquetón que, gracias a mi gran capacidad pulmonar (nótese el tonillo sarcástico) lo pescamos. (Ahora sale el listo de turno y me dice que es el mío, que lo perdí el otro día, que le tenía mucho cariño, que me lo dió mi abuelo en su lecho de muerte...). En gasoil lo tengo sumergido que estaba fosilizao.
Pues nada, solo eso.
Ah sí!!, cuando salimos había tropezientos coches de barranquistas cambiándose para hacerlo. Algunos de ellos nos han preguntao que si habíamos dormido dentro. Nosotros, por supuesto, les hemos dicho que si.
Cuatro cervezas en Biescas, (medio bolinga pa casa a las 11 de la mañana ¡José Miguel que vergüenza!) y a otra cosa lepidóptero.
Hala pues...

miércoles, 19 de agosto de 2009

LE BITET ET LE GAVE DE BROUSSET AUSSI

Pues si... otra vez al Bitet. Y esta vez lo hicimos sin nublados y sin percances. Día de San Roque y Sta. Elena. Fiesta local en Biescas. Hasta los güebos de galimbas, de bailes, de gente y de trasnochar. Hala, a refrescarnos. Aprovechando que Pol estaba en Pau y que venía hacia l'Espagne, quedamos a las 11 de la mañana, sin madrugar y con sol radiante, para intentar, otra vez, el dichoso barranco que este año se nos resistía.
Yo llego un poco tarde. Desde el aparcamiento para ir al refugio de Arremoulit hasta casi el desvío a Artouste, hemos ido a paso vaca, detrás de un gran rebaño que bajaba por la carretera. Aprovechando que teníamos dos coches, subimos hasta la cabecera con uno de ellos dejando el otro abajo. Pocos barrancos se pueden hacer así, de coche a coche sin nada de aproximación. Sigue estando igual que el otro día. Agua cristalina, en la cantidad justa y el sol entrando a raudales (esta vez por el este). Con forme bajamos, observamos que, desde el otro día, han variado algunas instalaciones. Había cuerdas fijas que ya no están, han cambiado algún pasamanos y, sobre todo, han colocado dos hermosos, brillantes y robustos parabolts en el rápel fraccionado. Así sí, así se puede colgar uno donde haga falta y no en esas chapas roñosas y movedizas que había antes. Joder, lo bajé el otro día, lo bajo hoy, esta es la séptima vez que lo bajo y no dejo de sorprenderme. Es precioso. De lo mejorcito que hay en el Piri. Ya se que cada barranco tiene su aquél, que si en unos la flora, que si los estratos, que si las barranquistas en bikini... pero es que éste es espectacular de cabo a rabo.
Sin contratiempos, y en apenas una hora, llegamos a donde nos retiramos el 4 de agosto. El pasamanos a la cascada grande está montado y en perfectas condiciones. Aún miramos de rapelar por la cascada pero, personalmente, me gusta más el rápel desde el final del pasamanos. Tienes la sensación de que la tierra te engulle. 30 m. limpios que te dejan en el fondo de los baños de Diana. Tengo que enterarme porqué se le llama a esta zona así. Diana era la diosa de la caza, de la naturaleza y de la luna en la mitología romana y, desde luego, es el sitio ideal para rendir culto a las deidades femeninas. Tierra, agua y vegetación. Más que en ningún otro lugar, la trilogia hierofánica se manifiesta en los barrancos con toda su fuerza.
El lugar es espectacular. Apenas un resquicio de luz muy arriba y paredes estrechas y abombadas. Tiene el mismo ambiente que el famoso Olhadubi, que bajamos el año pasado, pero mientras aquél son siete horas a remojo (con lo que, por mucho que te guste, acabas hasta las gónadas de agua, rocas y vegetación) éste son apenas dos y media. (Aunque algunos, según las guías e internet les cuesta 6 ¿?).
Pasado este trozo y algún puente de tosca por debajo que forma unos pequeños oscuros, el barranco se relaja aunque sigue siendo alucinante. Los rápeles son bastante más cortos y espaciados, hay grandes nudos de troncos entretenidos y resbaladizos y las paredes, sin llegar a abrirse, se ensanchan notablemente. Sin apenas darnos cuenta, entre saltos, algún tobogán y destrepes varios ,llegamos al puente de la carretera y al final del barranco.
Hoy, pese a las advertencias de la Societe de secours en montagne des Pyrenees Atlantiques, el descenso ha sido perfecto. La topografía de este magnífico barranco, recomendable 100 %, aqui: http://www.descensodebarrancos.com/barrancos/bitet/topo/topo.htmlbarrancos/bitet/topo/topo.htmlcos/bitet/topo/topo.html.
Que, ¿Hacemos el Tourmont? Lo hice hace la tira de años y, aquel día, nos encontramos en una de las gorgas un coche empotrado, con las ruedas para arriba y chorreando gasofa y aceite. La poza de abajo y los alrededores, estaban llenos de papeles, plásticos y guantes de latex con sangre. Así que, por razones obvias, nos salimos y pasamos de terminarlo. La entrada, al lado de la carretera, es una cascada de 15 m. Desde un puente antiguo, situado encima, tenemos abundante público haciendo fotos y grabándonos en video. Hay que ver, con qué poco se entretiene la gente...pues si esperan que baje como uno de los hombres de Harrelson van daos, que a ellos les debían pagar las cuerdas y nosotros las tenemos que comprar. Enseguida nos damos cuenta que esto, en cuanto a calidad de aguas deja mucho que desear. Cientos de cabezas de ganado cagando encima nuestro, un ternero muerto justo al lado del agua...me cagüen la ganadería y los dioses asociados a ella... , ya me iría yo pa casa. El caso es que el barranco tiene su punto. Caliza pulida, cientos de marmitas redondas, que parecen estar hechas con compás. Las paredes no son demasiado altas, se abren y se cierran y los escapes son abundantes. Eso sí, resbala todo como el puto hielo. En una zona intermedia en la que solo hay pequeños resaltes y un magnífico bosque de hayas, nos damos cuenta de que está empezando a llover. Con sol, lloviendo y a lo lejos truena. Tiene su aquél este ambientillo. Seguimos bajando. En apenas unos minutos, el cielo se cierra, nos truena justo encima y llueve a jarros. Joder...la roca de las orillas, que hasta entonces se podía pisar más o menos, se vuelve resbaladiza y aquello empieza a ser un festival de hostiones a cada cual más cómico y doloroso. Llegamos a la cabecera de la penúltima cascada. Justo antes, hay que pasar por una maraña de troncos y ramas que ha debido dejar allí un alud este invierno pasado así que, como sigue lloviendo a cántaros y no nos apetece un pelo engancharnos por ahí y joder el neopreno...pues pa afuera. En apenas unos minutos salimos a la carretera y en dos minutos nos plantamos en el coche. Cuando nos cambiamos muchos de los coches se miran y alguno pita. Yo me pongo en la piel de un turista urbanita que se ha perdido por ahí y ve unos sujetos en pelotas (o casi) bajo un aguacero al lado de la carretera y a mí también me llamaría la atención. Máxime si, como esta vez, me quito el bañador y me quedo con mis magníficas, proporcionadas, apolíneas y respingonas nalgas al aire enseñándoselas a la concurrencia.
La topografía, por si alguno va después de que se vaya el ganado y el ternero se pudra y deje de oler, aqui: http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/le_tourmont.jpg
Hala pues....

lunes, 10 de agosto de 2009

BTT Biescas. La madre de todos los descensos

Después de un finde acuático (por el agua que ha caído que no ha dejado hacer nada) y después de tantos días haciendo el capullo por aquí con la bici, siempre recorriendo los mismos caminos, hoy he descubierto el que, para mí, es el descenso más cojonudo de todo el entorno de Biescas. 500 m. de desnivel y prácticamente todo por senda perfectamente ciclable.
He salido a las 16:45, con la fresca, y he subido por la pista que, saliendo de la carretera de Cotefablo, nos lleva a Iguarra o a Sta. Elena. 5 Km y pico de subida que se hacen largos y duros como una ..... (en qué estaré pensando) y más con este calor. Menos mal que soplaba un poco de viento sur y refrescaba algo. Llegados al desvío que nos lleva a Sta. Elena y al valle de Lasieso, cogeremos el de la derecha que, sigue subiendo y va hasta el refugio de Iguarra. Antes de llegar, al lado de una cleta (valla para el ganado para los que no sean fabloparlantes) de madera, sale una tiradera a la derecha. Tranqui, al principio hay que echarse la bici a la chepa pero en seguida mejora y se puede ir montao aunque habrá que echar pié a tierra en más de una ocasión. Hay un momento en el que se desvían dos sendas. Hay que coger la de la derecha. La otra, en una subida interminable, no llevaría al zerro d'as saleras y alguno os acordarías de mis muertos. Llegamos a un collado, cota 1350 y, a partir de aquí, a gozarla. La senda, bastante ancha, la arreglaron los de Gavín hace unos años y se puede bajar a toda velocidad rodeando los campos de Astés. (Fijaros en el entorno, los campos, en origen, fueron una cubeta creada por la morrena del glaciar del Valle Tena y, con toda seguridad, había un ibón que se colmató hace cientos de años) Son más o menos 3 km pero inmejorables. (Hombre, vamos a ver... hay mucha piedra suelta y no pasaremos de 15 o 20 km/h pero la gracia está en esquivar las piedras y hacer equilibrios ¿no?) Se acaba este tramo pero no el descenso. Salimos a una pista que cogeremos hacia abajo (izda.). Cuidado con las roderas. En una curva a izquierdas, marcada con un hito, sale una nueva senda a la derecha que nos lleva a la caseta de las brujas. Se puede bajar por dos caminos, ambos señalizados, pero coger el de la izquierda orográfica del barranco (para coger éste no hace falta llegar a la caseta, al poco de iniciar la senda coger un desvío a la izquierda). Ahí os quiero ver trazando curvas. Debe haber una veintena con tramos largos entre ellas completamente rectos en los que se puede bajar deprisa (si te dejan los veraneantes-excursionistas que suben por allí).
Una vez en la carretera, a gusto del consumidor, o te vas a la derecha hacia Biescas por asfalto o coges, justo enfrente, el camino-pista de Arratiecho que te lleva al parque Pedro de Ayerbe y de allí, por el camino el cementerio, hasta la villa pelaire. 15 km me salen, 500 m. de desnivel, dos horas, joder que bien me lo he pasao.
Hala pues....

miércoles, 5 de agosto de 2009

BITET INFERIOR (Parte)

No si a ti....cuando se te mete una cosa en la cabeza....Eso es lo que me ha dicho mi mujer cuando me fuí sin comer, después de currar a bajar este barranco. (Bueno, en honor a la verdad, me comí en el coche un bocata pequeño que me había hecho de lomo con pimientos que estaba cojonudo) Pues si, otra cosa dura no tendré pero la cabeza...anda que no. Ya llevábamos días queriendo ir y por una cosa o por otra no se había podido. Así que ayer quedamos con Pol y con Roberto para bajarlo aún sabiendo que era largo y que saldríamos casi de noche pero...el Bitet es el Bitet y hay que hacerlo por lo menos una vez cada verano.
Entramos, después de hacer la pista andando desde la carretera, a las cinco de la tarde. Contrariamente a lo que pensábamos, el sol entraba directo en el barranco y, si ya de por si es espectacular, ayer estaba increible, precioso. Con el agua justa, las badinas con agua transparente y luz a raudales.
La entrada ya es espectacular. 15 m. desde un árbol bajando paralelos a una cascada que se descuelga limpia por la pared. (Hace años lo bajamos con Samuel y lo grabamos en video. Por hacer el capullo, me metí en el rebufo que forma la cascada y tragué agua como un gilipollas hasta que pude salir) A partir de allí pasillos inundados, saltos, nudos de troncos, hasta llegar a una cascada en la que hay que fraccionar el rápel para evitar el agua y el rebufo que se forma debajo. El pasamanos para acceder estaba regular tirando a mal pero, aún así, nos colgamos de él. Hay veces que colgarse de según que sitios es un acto de fe. Las chapas en las que se monta el rápel también estaban todas oxidadas y se movían. Si saltan, matarnos no nos mataremos pero la hostia que nos vamos a dar va a ser elegante....
Este paso constituye, quizá, lo más complicado de todo el descenso. Hay que pasar el pasamanos y luego colocarte el ocho con los pies colgando porque la pared resbala un güebo. Menos mal que alguno, previsoramente, ha dejado una pedaleta para auparte y poderte desanclar que si no...pareceríamos los gatos cuando, de críos, les poníamos medias cáscaras de nuez en las patas y los soltábamos por los tejados. (Qué cabrones éramos)
Seguimos bajando y Roberto, en un resbalón tonto, hace un giro brusco y se le mete un fuerte dolor en un costado. ¿Seguimos? No se, tío, me hace mucho daño. Me cuesta respirar. Por aquí no podemos salir, las paredes se abomban y es imposible intentar salir a la pista de acceso. Vamos a seguir bajando y haber como vas. Nuevo rápel a una badina preciosa. Yo, pa mí, que esto se podía saltar pero...ante la duda... A Roberto cada vez le hace más daño el costado y los caretos que pone no son de estar pasándoselo bomba así que, en la primera ocasión que haya, nos piramos y ya vendrán días para hacer el barranco. Justo antes de los baños de Diana (Una cascada de 30 m. que se hunde en una brecha tenebrosa y que después continúa en un paso subterráneo) hay un escape evidente a la derecha. De hecho, vemos que sube y baja gente por ahí con zapatillas. Así que, damos por concluído el Bitet. Este año se nos resiste pero ya vendrán más días de aquí a que empiece a hacer malo.
Parte médico:
El paciente Roberto Giménez Lardiés, se presentó en éste hospital de Jaca a las 22 h. del día 5 de agosto presentando dolor en el lateral derecho fruto de una caida mientras realizaba la actividad denominada barrankling. El diagnóstico es fisura en la XII costilla (u costilla falsa para el vulgo) requiriendo tratamiento con antiinflamatorios, analgesia, reposo y baja laboral de una semana.
Hala pues...

martes, 4 de agosto de 2009

ALGUNAS PLANTAS ÚTILES PARA TIEMPOS DE CRISIS -2-

ACÓNITO

Planta herbácea, anual, de la familia de las ranunculáceas. (Aconitum sp.) Existen dos especies en el Pirineo, el A. napellus, de color azul oscuro y el A. vulparia de color amarillo. Ambos tienen en común medrar en zonas encharcadas y sobre substrato silíceo. Especie extremadamente venenosa, dos gramos de cualquier parte de la planta bastan para matar una persona. Se usó profusamente para envenenar lobos y osos y, probablemente, para cometer asesinatos.
La mitología cuenta que la planta nació de la baba del can Cerbero – perro tricéfalo guardián de las puertas del infierno en la mitología griega- cuando Hércules, en el último de sus doce trabajos encargados por su primo Euristeo, lo capturó. El héroe, se presentó con la bestia atada ante el gobernante tebano y éste huyó horrorizado. El semidios, ante esta reacción, devolvió al perro a las puertas del Hades donde continúa guardándolas por toda la eternidad.
Como todas las plantas tóxicas, también ésta a sido relacionada con prácticas brujeriles aunque no presenta propiedades enteógenas y su uso, y aún manejo, resulta muy peligroso.
El acónito lo podemos encontrar a orillas de ríos y barrancos en valles pirenaicos cuyo sustrato sea ácido. Normalmente cerca de los batolitos graníticos (Cabecera del río Aguaslimpias y Caldarés en la Bal de Tena y Bal de Benás.)
Ya veis. 2 gramos de planta (preferiblemente raíz) y se acabó pagar la hipoteca, discutir con la parienta, preocuparse por si los hijos llegan tarde a casa o fuman porros...es o no es útil la hierba en cuestión.
Hala pues....

domingo, 2 de agosto de 2009

BARRANCO PORTET

La idea inicial era ir al Bitet, el barranco estrella del valle de Ossau pero, el frente que pasó ayer, no dejó nada de agua pero boiras....del Portalet para abajo estaba todo negro como mi alma. No apetecia nada meterte en un barranco estrecho y umbrío con ese cielo asi que...media vuelta y al Portet, al lado de Lanuza, que aquí si que nos pegará el sol.
El barranco, lo había bajado en el año 1994 y no me acordaba de nada...ni de dónde se cogía el camino para subir. El caso es que está marcado como PR y no tiene pérdida. Eso sí, subir sube que se las pela. Joder que sudada. Desde el desvío hasta la cabecera del barranco nos ha costado una hora y diez minutos y luego, nos hemos dado cuenta que tendríamos que habernos desviado mucho antes. De todas formas ha merecido la pena. Hemos visto ¡sabinas!. A casi 2000 m. de altura plantas que son propias de los Monegros y de la sierra de Guara. Pa flipar, la naturaleza nunca dejará de sorprendernos. También estaba empezando a florecer el acónito, napech o matalobos que de todas estas formas se llama. Además, montones de mariposas apolo, grandes como avionetas, nos pasaban por todos lados. Hace unos días estuvimos trabajando de guías para un testing de biodiversidad que se desarrolló en Biescas y la gente andaba que no cagaba buscando un solo apolo para hacerle fotos y aquí los había por docenas. Así pues, después de que el camino cortara el barranco empezamos a bajar y nos comemos una buena ración de glera (con salzeras y gabarderas incluídas) hasta que llegamos al primer rápel y empieza el descenso deportivo. A partír de aquí, rápeles continuados, la mayoría de ellos excesivamente largos y arrampados. El río no se llega a encañonar en ningún momento siendo un perfil en V excavado. La parte de arriba es roca metamórfica y después caliza. Prácticamente continuos, los rápeles se suceden hasta una zona intermedia en la que vegetación ha ganado terreno y vemos magníficos bosques de abetos en las orillas. Esto se traduce, claro, en nudos de troncos en el cauce en los que se enrrollan las cuerdas y en lugares que es prácticamente imposible pasar sin resbalarte y darte con los piños.
La tercera parte, ya cerca del final, vuelve a ser vertical, con algún rápel de hasta 40 m. y con el embalse y el pueblo de Lanuza ya a la vista. Quizá sea esta la parte más bonita. El cauce, sin llegar a encañonarse, a labrado bien el barranco y hay estratos, curvas y meandros del río interesantes de ver y fotografiar. En total, 2h. 45 min. de barranco, más 1 h y poco de aproximación 4h. de actividad. Para haber desayunao un café ya está bien. Bajamos al embarcadero de Lanuza y un sujeto al lado nuestro se está aplicando un chuletón que me hace la boca agua. A gusto le hubiera pedido un poco pero me habrán guardao comida en casa así que, dos galimbas y pa abajo.
De todas formas me queda una sensación rara. La primera vez que lo bajé me pareció un barranco chulo, para repetirlo. 15 años después lo repito y no me ha gustado. Demasiado madero, demasiada empinada la aproximación, demasiado resbaladizo...será la edad que te cambia la percepción de las cosas.
Hala pues...