Queridos y queridas amiguitos y amiguitas de este blog, en nuestro afán de descubrir nuevos parajes
alternativos a los ya conocidos, en nuestro interés por descubrir barrancos y senderos nunca hollados por humanos del siglo XX y XXI, en nuestra pretensión por verle todas las caras a las montañas y mostrarlas a mis 105 seguidoras y seguidores, hemos dedicado este finde pasado a senderos que, aunque parezca mentira, todavía quedaban ocultos, escondidos e inexplorados a nuestras inquisitivas miradas y a nuestros inquietos pieses en una montaña antropizada desde la prehistoria y que creíamos conocer como la palma de la mano.
Así, el viernes, con la comida en la garganta, nos desplazamos Pol y el que suscribe a Yebra donde hemos quedado con Carlos, su hijo Inazio y con Tomás y Graciano que nos van a enseñar un camino por el que se baja al pueblo desde la ermita de O zoque, a decir de ellos, en 15 min. Si esto es así, ni volando en parapente bajaríamos más rápido.
Nos sube Ernesto, nos deja en el zoque y empezamos a bajar por donde nos marcan los abuelos estos que se mueven por este paraje, pese a su edad y los achaques que dicen que tienen, como auténticas crabas montesinas.
Cierto, hay hasta trazas de senda y, en algún lugar, senda de verdad delimitada por paredes. Salvamos una primera ralla de roca y llegamos a una zona de antiguos campos llamados "O Lambado". Pa flipar donde arañaban unos metros de tierra para sembrar centeno...
Localizamos un paso clave para superar otra ralla, y otra más, y llegamos a un lugar donde s imposible continuar hacia abajo. Hay que seguir el filo de la cresta a la izquierda para buscar una zona débil en la muralla que encontramos por donde discurre un minúsculo barranco. A partir de aquí, se suceden destrepes guarros sobre roca suelta hasta localizar una mínima fuente a la que había que llegar según nuestros guías. Bien, vamos bien... pero, queridos y queridas amiguitas y amiguitos, no todos los días van a ser fiesta. A partir de aquí, el camino, o lo que fuere que seguimos, desaparece y nos emboscamos en un paraje más propio de fuinas, tachugos y rabosas que de seres humanos. Entre que el monte ha cambiado mucho en cinco décadas y que la memoria ya no es lo que era, aquello se convierte en un búscate la vida de buchos, arizones y pinos achaparrados que nos lleva un buen rato superar. Por fin, una vez estudiado el tramo que nos queda desde una eminencia rocosa, concluimos que solo se puede bajar por un sitio concreto al que accedemos de muy malas maneras. Y sí, efectivamente, aquí vuelve a haber trazas de sendero, aunque el último que anduvo por aquí, debió hacer la mili con lanza. Siguiendo las trazas y desplegando todas nuestras dotes rastreadoras, nos lleva, ya sin pérdida, a la arruinada tiña o Ferrero y al pisadísimo y trilladísimo
camino por el que tantas veces hemos subido y bajado. Pues no ha estado mal... para ser que nos iba a costar quince minutos nos ha costado dos horas...venga va, a celebrarlo. A la salud de la memoria de Tomás y Graciano, un par de cañas de las grandes....
Por si alguno le gusta la aventura y el peeling pirenaico aquí tenéis el track... ya sabéis eso de que el camino se hace al andar...a ver si hay buebos a repetirlo...
El sábado sabadete sale un día típicamente primaveral, pero no de los de sol, florecitas y pajaritos cantando, hoy ha salido un día de los joputas. Ahora llueve, ahora sale sol, ahora llueve, ahora hace frío. Aún así, nos vamos a explorar el camino recientemente descubierto donde termina el barranco Rio salto. A ver si tiene continuidad y nos sale un recorrido majo.
Salimos de Javierren con Pol y el Yeti y, armados con tijeras, tomamos el camino del puerto. En un momento dado, nos desviamos a la derecha. Más o menos a la altura de un pino retorcido. Los primeros metros están perdidos entre monte bajo así que ponemos hitos (o fitas) y cortamos abundantes buxos. Cuando entra en el bosque la senda es mucho más evidente. Se dirige directa a las peñas para empezar a girar y cruzar el barranco por el que descendimos hace apenas una semana. Hasta aquí era terreno conocido. Ahora la senda sigue prácticamente llana y se introduce en un bonito bosque mixto donde nos sorprenden las primeras Cardamine pentaphyllos de la temporada, preciosas crucíferas propias de lugares húmedos, musgosos y umbríos.
La senda, según el GPS, va directa, como pensábamos, a cruzar el barranco de las Gargantas y coger una antigua pista hecha por los petroleros hace más de 25 años. Pero, mira por donde, que no es así... cruzamos el barranco, sí, pero encontramos una fuente arreglada y la senda continúa ahora mucho más arriba de la pista y paralela a una acequia en la que se ha puesto un tubo de polipropileno. Hemos encontrado, creemos, la toma de agua de Satué. Pues, si no fuera por el tubo (aunque muchos tramos va semienterrado y apenas se ve) sigue siendo una senda preciosa y en suave descenso que, al final, corta la trocha y continúa hasta empalmar con el camino de subida al puerto ya muy cerca del pueblo al que entramos admirando, una vez más, la perfección y simplicidad de las iglesias del prerrománico del Gállego.
De este pueblo, por sendero marcado (aunque encharcado y cubierto de juncos) accedemos a la carretera de Javierre y acto seguido al coche en el momento justo en que las nubes se abren y empieza a llover como si no lo hubiera hecho nunca.
Pues sí, queridos y queridas amiguitos y amiguitas, este es un sendero para conocerlo. Bonito y sin dificultad, si exceptuamos saltar por encima de algún pino caído y la falta de señalización... pero ¿quién quiere brochazos de pintura en los árboles teniendo GPS con tecnología de la NASA? Bueno, aquí tenéis el track.
Hala pues...
2024/07/12 Vías ferrata de las cascadas de Fanes
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*Introducción*
Permanecemos a resguardo en San Vito di Cadore tras la ruta mañanera por el
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Hace 2 horas
1 comentario:
Pues es que hay tantos senderos que antiguamente se utilizaban y que ahora por falta de mantenimiento han desaparecido, que cuando uno va después de mucho tiempo, se encuentra una jungla de árboles y maleza. El fin de semana pasado estuve yo en el Moncayo, recorriendo el barranco de la Morana, en los mapas hay sendero que sube, pero actualmente está cubierto por zarzas, nada más que fuí con una persona que lo conocía, y ha estado un par de años dedicandose a limpiarlo a machetazo limpio. Un saludo
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