sábado, 15 de febrero de 2014

ERMITA Y BARRANCO DE SAN CRISTÓBAL, EN BOLEA

Ayer, día de los amorcillados, del Corte Inglés y de Interflora, habíamos quedado que, pa celebrar
nuestros respectivos amores, nos iríamos Vicente y yo a hacer algo por el monte, que pa eso tenemos fiestuki...así nos hacemos de rogar y de querer que es algo que hacen mucho los machos alfa de la casa.
En Biescas, a las nueve de la mañana, amanece lo que viene siendo conocido como undiademierda. Agua, viento, nublado, gris tirando a negro...el día perfecto para celebrar San Valentín con una alegría matinal si nuestras respectivas jefas no se hubieran ido ya a trabajar, quisieran y/o no les doliera la cabeza y/o estuvieran en esos días... demasiadas variables y/o imponderables como para arriesgarnos a quedarnos en casa, pese al tiempo que hace.
Llamadas, algún guacha a informantas  sureñas ¡Gracias Pirene! y nos decantamos hacia el sur que, pese a que llueve, parece que la cosa no pinta tan negra como aquí.
Sin rumbo ni dirección, buscando algún rayo de sol, cruzamos Monrepós. Las Gorgas de San Julián que podían ser una opción interesante ya que correrá el agua y habrá limpiado las pozas de ese olor a gallinero que las caracteriza, están tapadas con una nube negra como mi alma y espesa como caldo de nabos.
Hacia el sur y al oeste, parece que quiere intuirse un poco de claridad...para convencernos del hecho, un rayo de sol ¡Oh, oh, oh! incide sobre nuestro coche reactivando nuestras ganas de hacer algo útil.
¿Y el barranco de San Cristóbal? Hace días que lo tengo en la cabeza. Silvia y JC lo hicieron (el barranco, se entiende) y dijeron que era majísmo pese a no salir en guías y apenas en un par de reseñas en esto del internete...Pues yastá....pa Bolea que vamos.
Cruzamos la encastillada población, quebradero de cabeza que fue de Ramiro I y de su hijo Sancho Ramírez, y cogemos una pista que nos lleva, en pocos minutos, a la ermita de Santa Quiteria donde aparcamos.
Nos preparamos los atalajes (pese a estar nublado y casi lloviendo, hace una temperatura primaveral tirando a estival...) y cogemos allí mismo una senda indicada que en 50 minutos y paralelos al barranco que ruge allá abajo,  nos lleva a la extraordinaria ermita de San Cristóbal.
Creo que ya lo he mencionado en alguna otra entrada pero a mi, esto de los santuarios rupestres, me resulta interesantísimo. Que alguien, en el siglo VIII o IX decidiera abandonar todo y venir a vivir a parajes como este me resulta inconcebible e inquietante. Máxime cuando allí, a poco sensible que seas, se nota la presencia impregnada en las rocas de miles de personas que han pasado antes que nosotros. Ésta, en concreto, data del siglo XVII aunque hay indicios suficientes como para retrotraer el culto a este santo en estos parajes allá por el lejano siglo VIII.
Todo cuadra; no podía estar advocada a otro santo que no fuera San Cristóbal ya que la hagiografía de este santo cuenta que era un gigante que buscó para servir al señor más poderoso de la tierra. Como en aquellos tiempos no habían nacido, afortunadamente, ni Merkel ni Bárcenas, se enroló en el ejército de un Rey que no era escopetero, putero y borranchín si no valiente y aguerrido pero que, sin embargo, temía al demonio. Abandonó a este rey cobarde y no paró hasta encontrar a Belcebú y ponerse a sus órdenes. Pero un día, mientras recorrían el mundo gastando putadas (que es, básicamente, a lo que se dedica el diablo además de participar en orgías multitudinarias donde le son presentadas tiernas doncellas para que las cate contranatura...) vio con asombro que Lucifer, (que no se inmutaba ante 500 doncellas a las que
satisfacer carnalmente), se ponía a temblar de miedo ante la visión de una cruz en un cruce de caminos. Abandonó al demonio y se puso a buscar a aquel que llamaban Cristo cuyo símbolo era la cruz y que, supuso, sería el más poderoso de la tierra. Mientras tanto, para ganarse la vida y dada su talla, se dedicaba a cruzar a la gente a hombros en un río muy caudaloso donde no había puentes porque los políticos de la época habían dilapidao el dinero de los impuestos en cenas, yates, trajes y confeti para ellos y sus amigotes.
Pues un día estaba Cristóbal fumando en la puerta de su cabaña cuando se le presentó un crío y le dijo que lo pasara al otro lado del río. Éste lo cogió como una pluma pero, conforme se adentraba en el cauce, el cabrón de crío, empezó a pesar y pesar y pesar de forma que el pobre Cristóbal casi no tiene güebos de llegar al otro lado. Y es que, queridos y queridas amiguitos y amiguitas, el crío en cuestión, como luego le explicó al ojiplático Cristóbal, era el mismísimo Jesucristo y sobre sus hombros había llevado, además de a él, todo el peso del mundo.
¿Y a santo de qué viene esto que os cuento? Pues a que las advocaciones de iglesias y ermitas no son porque sí, si no que responden, como norma, a cristianizaciones de dioses antiguos que tuvieron algún tipo de culto en el lugar en cuestión y las que están dedicadas a San Cristóbal siempre estarán al lado de ríos (por lo de la leyenda precedente) y las dedicadas a San Martín siempre estarán en cuevas y/o lugares de paso y las dedicadas a San Miguel en alturas etc, etc, etc...una cosa es mirar y otra ver...el río por el que pretendemos bajar. (¿¿Habéis visto que bien hilo una cosa con otra....???)
Bueno, pues una vez solazados, hidratados, nutridos y empapados de presencias y energías sutiles, en y de la ermita, bajamos a orillas del barranquillo, nos cambiamos e iniciamos el descenso.
Sorprendente. Así se puede catalogar este barranco. Pese a no haber casi información, pese a no salir reseñado en guías, pese a no tener más de dos rápeles obligatorios...el sitio tiene rincones bellísimos que recuerdan a otros barrancos con mucho más nombre y bastante menos interés. Estrechos, meandros, pasillos inundados, algún destrepe, toboganes, estratos, viseras, decenas de manantiales que surgen de todas partes, que se descuelgan de los laterales y que incrementan, a cada paso, el caudal....todo pequeñito. Como si fuera el barranco de la Nancy. Sin grandes paredes, sin largas badinas pero con todo lo que tiene un barranco para ser atractivo (o estético que dicen los guays). Desde luego, hemos bajado barrancos mucho más feos y más lejanos... como se viene a decir, en caso de guerra, cualquier agujero es trinchera....esto.....no. Era el de a todo cerdo le llega su San Cristó....eeeeh, no, este tampoco....¡Ah!, sí....que en peores plazas hemos toreao...este era.
Además, conforme vamos bajando, sale el sol a ratos y nos muestra toda la belleza de los estrechos con luz tamizada y niebla producida por los manantiales... De verdad que hay sitios de belleza extraordinaria... claro que hoy es San Valentín y puede que estemos un poco sensibles, enamoradizos y moñas.
Bueno, pues como todo en este mundo, cada cara tiene su cruz. Si hasta ahora habíamos andado y nadado por un paraje con historia, evocador y bellísimo, llega un momento en que todo aquello se acaba y el cauce se convierte en un río cubierto de juncos, hierbas, bloques desprendidos y, sobre todo, una interesantísima muestra de plantas pinchudas y/o lacerantes que hacen francamente penoso el avance. Previamente habíamos visto un hito a nuestra izquierda que nos invitaba, mediante guiños, a que saliéramos por allí pero nosotros, fieles a nuestros principios de que hasta el rabo todo es perro, nos empeñábamos en salir justo al lado de la ermita.
Media hora de sufrimiento hasta que vemos una ladera que, pese a estar cubierta de coscojas, parece que nos permite abandonar el cauce e ir a buscar la senda, cosa que hacemos arrastro como los jabalises que bajan a beber por allí.
Pues sí, aparecemos muy cerca de la senda y del vehículo al que llegamos en un tris.
Poco más, obligaciones paternofiliales nos impiden echar en Bolea la galimba correspondiente pero no en Biescas donde cae, no una si no dos, per cápita mientras nuestras santas, sin importarles el olor a barbo, nos ponen ojitos y, arreboladas, nos miran en lo que parece ser la promesa del colofón perfecto a un día por el que no dábamos ni un duro esta mañana.

Hala pues...


10 comentarios:

Bruno dijo...

Ese barranco lo tengo en la lista para ir con mis hijos, lo malo será elegir una fecha en la que baje un mínimo de agua y un poco de calorcito invite a remojarse.
Un saludo.

Marian dijo...

Hola!!! cuantos tiempos sin pasarme por aquí!! He aprovechado a ponerme un poco al día con tu blog que me sigue pareciendo la mar de majo!!! Hala, pues saludos y a seguir así

silvia dijo...

¿Que si hilas bien? deberías ser también sastre, que debe ser de las pocas facetas que te faltan ser en esta vida tan multidisciplinar que llevas jomío.
Una vez más, felicidades por una crónica tan coj...uda.

Pirene dijo...

¿Y yo por qué me pensaba que esa ermita era de San Ciprián? eh?

Aquí te dejo la ruta que hizo mi "alter ego", hace tres añazos ya, por esa zona.

http://quejevissomos.blogspot.com.es/2011/01/domingo-eremita.html

Me ha molado la idea del barranco, a lo mejor me tienes que llevar este verano... pero ya sabes 40º a la sombra pa empezar a hablar ;=)

Salud!

Eduardo Pardo dijo...

Ala pa que digas que no mola San Valentín, remojón en el barranco y con final feliz, jaja, saludos

J. M. N. dijo...

Bruno. Para mayo, este año, estará todavía bien con lo que ha llovido...llévate una cuerda de 10 m para descolgar a los críos en un par de sitios.

Marian!!!! Te hacía viviendo en algún lugar remoto sin internet!!! Gracias por pasarte...ya nos iremos hablando.

Silvia, Hay veces que esto sale solo, ya lo sabes...como el sábado no había otra cosa mejor que hacer (bueno, si, alguno subió pa Erata en medio de la lluvia...)

Pirene. Queda recogido lo del desacartone. Venga va, que nos lo pasaremos bien y nos echaremos unas risas.

Eduardo...y tanto...pocos días hay tan completos a lo largo del año...que cada uno piense lo que quiera.

Bueno saludos a tod@s...

Beti dijo...

Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. Estuve en la ermita tres días antes y no hacía más que mirar hacia abajo.
Gracias a vuestra experiencia y la de vuestros amigos blogueros me dejáis más clara la aproximación, retorno y cuánta cuerda necesito.
¿Está bien equipado? Imagino que suficiéntemente, pero ya véis que agradezco cualquier información.
Un saludo.

J. M. N. dijo...

Hola Beti.

Está equipado. Habría que reponer algún cintajo pero está todo suficiente como para bajarlo sin problema. Con menos agua solo hay un rápel obligatorio (eso sí, muy guaro de hacer). Si lo rapelas con cuerda en doble, una de 20 m. es más que suficiente.
Saludos!!!

David Naval dijo...

jajajaja. JM, desde que sigo tu blog ya no leo el Mortadelo y Filemón. Mira que tienes guasa (y guasap) y mezclas lo sacro con lo vulgar y lo actual con lo pretérito en la dosis perfecta para hacerlo ameno, y a veces con tintes afrodisíacos.
Hala pues, ya nos veremos.
Oye, y la excursión al Erata bajo la lluvia bien chula y refrescante.

Beti dijo...

De acuerdo, gracias.
Aprovecho también para saludar a David.
Ya que no coincidimos por el monte me alegrará mandarte un saludo por aquí.
Felices rutas.